sábado, 10 de febrero de 2018

SUBO DE PESO Y NO PUEDO BAJAR. . .



¿Cómo cuántas veces habré escuchado esta frase en mi vida? Yo creo que cientos de veces sin contar las ocasiones en que yo misma la he dicho.
Y es que el problema del sobrepeso ha rebasado ya la barrera de lo “aceptable”, la barrera de lo “genético” y también, la barrera de lo emocional en lo cual, está basada la Biodescodificación.

¿Por qué les menciono esto? Porque es hora de comenzar a ver más allá de lo emocional y aceptar que gran parte de la alimentación hoy en día, ha dejado por mucho de ser natural y saludable. Y como los “envenamientos” son un concepto no manejado por la Biodescodificación, ya el simple hecho de comer alimentos procesados, queda fuera de nuestro alcance.

Por lo tanto, desde la Biodescodificación, se puede localizar la causa emocional que origina el sobrepeso, se puede liberar el programa heredado de protección, pero como un trabajo ya personal de cada individuo estará el cuidar la alimentación y la actividad física.

Bajo la metodología de la Biodescodificación, el sobrepeso es un síntoma detonado por una emoción inconsciente de “NECESITO PROTEGERME”. Ya sea porque me siento débil y ligero como para salir adelante o defenderme, o sea porque quiero alejar alguna amenaza.

Esto por supuesto, es fácil de comprender si de pronto analizamos nuestra vida o lo que nos ha ocurrido en ella. Si analizamos nuestro árbol genealógico o si analizamos nuestro Proyecto Sentido.
Pero ¿por qué aun conociendo la razón emocional del sobrepeso no se logra una reducción significativa? Y digo “no se logra”, porque si bien muchísimas personas sí logran desactivar su sobrepeso tan sólo con resolver lo emocional, muchas otras más no bajan ni un gramo.
¿Y será que se ha encontrado en el sobrepeso, el pretexto perfecto para vivir en el victimismo? O ¿Será tal vez el pretexto perfecto para justificar otro tipo de conflictos emocionales ocultos?
Es una buena tarea para el Biodescodificador, encontrar las pistas precisas de toda la historia.

Y dejando un poco de lado el asunto emocional del sobrepeso, les diré que yo no conozco a ninguna persona hombre o mujer, que haciendo ejercicio todos los días con disciplina y llevando una alimentación saludable y equilibrada, tenga sobrepeso. Pero sí conozco a muchísimas personas y me incluyo, que nada más escuchamos la palabra “ejercicio” y salimos corriendo.
Lo que habla sin duda de hasta el rechazo o las ganas de ejercitarse, está relacionado con “lo emocional”, lo que nos brinda un campo mayor de posibilidades.

La mayoría de las personas que dicen tener sobrepeso y no poder eliminarlo, son personas con un tipo de vida sedentario. No acostumbrados a ninguna rutina de ejercicios. No acostumbrados a una alimentación balanceada o saludable.
Y mientras los músculos no se ejerciten, mientras el corazón no llegue a cierto ritmo de actividad, las calorías jamás se “quemarán”. Los huesos no recuperarán su densidad correcta.
Mientras yo permanezca comiendo más calorías de lo que logro quemar con mis actividades, siempre habrá un excedente de grasa corporal.

A veces, tan sólo disminuir la cantidad de calorías que se ingieren, no es por completo suficiente. Tal vez se logre bajar hasta 7 kilos, pero sin duda dichos kilos regresarán en menos de un año.
A veces, tan sólo caminar 30 minutos al día, no es suficiente. Y eso dando por hecho que cumplimos estrictamente con los 30 minutos al día. Y además de todo esto, habremos de considerar que cada uno de nosotros los seres humanos, funcionamos diferente. Metabolizamos diferente, Asimilamos diferente y quemamos las grasas, diferente.

Entonces, ¿de qué me sirve saber que yo tengo sobrepeso porque vivo un miedo a ser abandonada, porque vivo defendiéndome de mi entorno agresivo, porque quiero aparentar ser fuerte ante mi padre o mi madre, si no hago nada por mantener una disciplinada actividad física o no tengo el interés de comer alimentos saludables?

En Biodescodificación podremos saber a qué emoción responde mi sobrepeso, podremos descubrir de qué vivo protegiéndome, y si me esfuerzo un poco más, podré identificar por qué rechazo hacer ejercicio, pero de verdad, la Biodescodificación sólo está para decirnos lo que “debemos cambiar” en nuestro comportamiento, en nuestras reacciones, en nuestras creencias. Y una vez que hemos encontrado las razones emocionales, tendremos forzosamente, que hacer cambios en nuestra vida, en nuestros pensamientos, en nuestras actitudes. Y a la vez, deberemos modificar el aspecto ejercicio y el aspecto alimentación.

Porque bajar de peso no consiste en encontrar esa pastilla milagrosa que tomada todos los días me queme la grasa para que yo pueda seguir comiendo postres, papas fritas o chocolates.
No se trata de tomar una pastilla que me haga olvidar mi hambre para que cuando yo coma algo, sea un producto procesado con glutamato monosódico, un pollo con hormonas o una barrita de cereal con aceite de palma o amarillo 5.

Llegó la hora de tomar al toro por los cuernos, porque es bien fácil navegar con la bandera de “pobre de mí, por más que me esfuerzo no puedo bajar ni un gramo”, para que todos los días nos vayamos a dormir sin haber hecho nada nuevo o diferente. Sin haber intentado un gran cambio.

Dime cuántos kilos pesas y te preguntaré cuántas horas diarias haces ejercicio y cuál es tu rutina.
Dime cuántos kilos pesas y te preguntaré qué alimentación llevas a diario.
Porque si tu vida es estar sentada o sentado frente a una computadora 8 horas y sólo caminar al baño o a la cocina o al coche, estamos un poco lejos de lograr bajar más de 5 kilos matándonos de hambre y siempre con el riesgo de recuperarlos en un fin de semana.

Bajar de peso además, es algo progresivo. Es un cambio desde adentro y te puedo decir que harán falta alrededor de 6 meses, para que comiences a ver resultados permanentes.
Por lo que si eres una persona que busca bajar de peso un jueves y ser delgada el siguiente lunes, nomás no se va a poder.

Bajar de peso, cuando los kilos encima son más de 10, requiere de esfuerzo, de constancia, de disciplina.
Porque ya no eres la o el adolescente que podía comer de todo sin subir de peso.
Porque ya no tienes la actividad física que tenías de joven, cuando no te detenías ni a comer por estar completamente enfocado en otras cosas.
Debes asumir que como adulto, tu actividad física ha disminuido casi un 80%, por lo tanto, estás comiendo 80% más energía de la que realmente necesitas “para no hacer nada”.

Porque debe existir un cambio de alimentación, un equilibrio en la alimentación, un horario para realizar ejercicio y rutinas fijas que te permitan moldear tu cuerpo.
Y no se trata de hacer ejercicio sólo el sábado o sólo el domingo. Eso no sirve y además es sumamente peligroso. Se trata de movernos todo el tiempo, todos los días.

Ya no eres la niña o el niño que podía brincar media hora sin cansarse. Ya no eres el jovencito o la jovencita que podían andar en bicicleta por varias horas todas las tardes. Ya no eres el adolescente que bailaba, corría, brincaba y todavía tenía energía para nadar y jugar un partido de futbol.

Así que si bien puedes analizar el por qué subiste de peso al casarte, al tener hijos, al ser despedida, al irte a vivir a otra ciudad o al divorciarte, deberás analizar por completo todos los elementos que pueden sumar a tu sobrepeso.
Tomando en cuenta claro, que en la actualidad, el 90% de los alimentos procesados son tóxicos. Tienen químicos que promueven tu hambre, tus antojos, tus ganas de consumirlos.
Deberás tomar en cuenta que la famosa “pechuga de pollo asada”, ahora es pollo tratado con hormonas e inyectado con solución salina para parecer “más carnoso”, por lo que de entrada te digo: no es saludable.

Entonces, si tu intención es realmente bajar de peso, recuperar tu peso perfecto o perder para siempre esos kilos que has acumulado con el paso de los meses o los años, comienza por encontrar la causa emocional. Con tus datos de vida, con tu árbol genealógico, con tu Proyecto Sentido.
Luego de eso y cuando ya tengas clara la causa emocional, busca un ejercicio que realmente te apasione para “jamás dejarlo” o bien, ahora busca la razón por la que rechazas hacer ejercicio. Y no se trata de que te inscribas a un gimnasio carísimo, para dejar de ir al tercer día, no.
Tal vez lo tuyo sea “bailar”. Entonces recopila dos horas de música bailable, que te haga sudar, que te provoque dar vueltas, brincar, etc. Y pon una hora al día, fija, en donde bailes sin parar.
Será algo divertido y verás en 6 meses, que tus músculos, tu ánimo, tus huesos, tu metabolismo, han cambiado.

Ahora revisa lo que compras para comer y equilíbralo.
¿Te gustan las papitas fritas? Compra papas naturales y tú misma prepáralas con poca grasa. Come cereales naturales, frutas, pastas, verduras y vete alejando poco a poco de las carnes y los lácteos, que sólo te inflaman y bloquean un correcto tu metabolismo.

Deja de esperar que “algo” del exterior, venga a bajarte de peso. Sólo tú puedes terminar con tu sobrepeso si realmente es tu intención y estás dispuesto a todo por ello.
Deja de esperar que los kilos que subiste en meses, desaparezcan en un fin de semana.

Averigua la razón emocional y luego de ello pon manos a la obra.
Bajar de peso es un trabajo integral que claro incluye conocer la emoción que lo detonó, pero que para solucionarlo, requiere de tu ESFUERZO Y CONSTANCIA.
Y recuerda, planta en tu cabeza la idea de una vez, de que bajar de peso es un proceso de 6 meses. Para que desde el inicio, vayas sin prisa, sin desesperarte, para que no abandones.

Averigua sobre ejercicios, averigua cómo modelar tu cuerpo, averigua qué alimentos son mejores para que desarrolles músculos, fortalezcas huesos, o para que sólo definas figura. Averigua qué alimentos son mejores cuando tu deseo es quemar grasas, averigua qué ejercicios son mejores para definir abdomen, etc.
Investiga, lee, busca, pregunta!
Enfócate, aplícate, pon de tu parte!

Así como subir de peso te llevó meses y hasta años, permanece consciente de que bajarlos será casi el mismo tiempo con la ventaja de que si añades cambio de alimentación más ejercicio, será menos tiempo y habrá un efecto permanente.

El sobrepeso es un problema mundial, ocasionado sí por alimentos tóxicos y procesados, mezclados con una vida sedentaria, eso deberás aceptarlo.
Descubrir la emoción o el conflicto emocional que ocasionó que comenzaras a subir de peso sin parar es fácil de identificar, lo difícil pero no imposible, será que comprendas que hasta que no “te muevas” y no modifiques tu manera de alimentarte, todo seguirá igual.

Mira a tu alrededor, mira la energía que tiene un niño, un adolescente. Mira cuánto se mueven, mira cómo corren, mira como brincan, se agachan y se arrastran. Ellos sí queman la energía que ingieren.
En la medida de tus posibilidades, intenta hacer lo mismo. Finalmente todo cambio, será únicamente para tu beneficio.

Así las cosas…


Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco.
Akasha Sanación Integral

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