Las herramientas no tienen ni moral ni ética. No son ni buenas, ni malas. Son.
Las personas les damos un uso. Así como un cuchillo puede ser utilizado de modo destructivo y dañar a una persona, también puede ser usado para llevar a cabo una cirugía y salvar una vida.
Ocurre algo similar con los teléfonos. Nos acercan a los otros, nos facilitan la comunicación y pueden ser muy útiles. Según el uso que les demos pueden unir o separar. Podemos incluso, destruir una relación al no saberlos utilizar.
Es de muy mal gusto y pésima educación ponerlo encima de la mesa cuando estoy comiendo o tomando un café con otra persona. Es un modo de decir: “te quitaré la atención si me aparece un mensaje; son más importantes los que no están que tú”. De peor educación es estar consultando mis redes sociales, llámense como se llamen: Facebook, Snapchat, Instagram, etc. cuando estoy en una clase, en una reunión social, etc. Es un modo de decir: “me interesa mucho más lo que veo ahí que lo que tú estás diciendo”.
Nadie nos tiene que quitar el teléfono ni sugerir que no lo estemos consultando. Debemos hacerlo como una demostración de respeto para la persona que está frente a nosotros, dándonos su tiempo. ¿Cuánto vale el tiempo del otro?
Usemos las herramientas para crear mejores relaciones. Para acercarnos a los demás. Para escribir positivamente. No son lugares para denunciar si mi pareja me es infiel o si me siento triste.
Demos ese ejemplo a nuestros jóvenes.
Excelente.Aunque en los tiempos actuales, la BUENA EDUCACION esta en estado AGONIZANTE. Reina la groseria, malos modales,lenguaje vulgar, malas palabras y costumbres detestables y hasta la vestimenta y presentacion personal es inaceptable.
ResponderEliminarDeseando y rogando por un mundo mejor habitado por seres humanos conscientes y verdaderos sin portales organicos.
Gracias. Bendiciones