¿Qué sería para usted un milagro?, ¿qué
podría ocurrir en su vida que pudiese ser considerado como un milagro?
La Vida hoy le pide que a lo largo de los momentos especiales del día,
penetre en el sí mismo, respire profundo y se formule la
pregunta, ¿qué sería para mí el milagro? Permítase sentir respuestas,
por sutiles que éstas aparezcan en su consciencia.
Ante esta pregunta, alguien dijo cosas muy
interesantes acerca de las necesidades de su ego. Pensaba que si de
pronto lograba una suma de dinero muy elevada, sus limitaciones serían
resueltas. A partir de ahí, pondría en marcha algunos objetivos que
hasta entonces le parecían utopía. Pensaba que su demanda de abundancia
incrementaría la capacidad de acción de tal forma, que podría
materializar todos los sueños, tanto los suyos propios como los de
aquellos seres que le rodeaban. En realidad, aquella persona quería
convertirse en un inteligente Rey Mago.
Alguien también explicó que tras el abrazo
sexual existían posibilidades insospechadas de trascender su mente
racional y abrir su conciencia a la esfera transpersonal. Su
milagro consistía en hacer posibles estos increíbles viajes a lo Real
que, de manera progresiva, le producirían no sólo una mutación psicosomática, sino lo que denominaba como liberación de la ilusión. Afirmaba, asimismo, que tras cada viaje orgásmico a la visión
de Totalidad, compartiría su experiencia y enseñaría a otros cómo
alcanzarla. Otra persona dijo que su milagro consistiría en tener del don de sanar
todo dolor que pasase por su camino. Quería disponer de la capacidad de
ayudar a reconducir los conflictos emocionales de las personas. En
realidad, quería hacer milagros en las heridas abiertas del alma.
Otra persona dijo que su milagro consistiría en ser capaz de soñar durante la noche todo aquello que eligiese soñar, pero dándose cuenta de que estaba soñando. Es decir, quería experimentar los llamados sueños lúcidos.
Aquella persona creía en el inmenso potencial que existe durante el
sueño y desde esa realidad tan maleable, quería devenir capaz de
experimentar todos sus deseos, por muy increíbles que éstos pareciesen.
Deseaba tener experiencias placenteras por entre los pliegues del pasado
y del futuro, además de conectar con civilizaciones insólitas de otros
planetas.
Alguien también dijo que su milagro
particular consistiría en percibirse en la Presencia, desterrando para
siempre el miedo y fluyendo con la vida en el Amor y la Confianza. Su
milagro era saberse y sentirse Luz con la consiguiente expansión de su
conciencia por los confines del Universo. Saltar a la Infinitud y
trascender la barrera de la mente racional.
Ante tales testimonios, tal vez lo importante sea abrir la mente al todo es posible
recordando el poder ilimitado de ésta. No pensemos que nos falta
realismo e imaginemos que ya sucede lo que deseamos, que ya lo tenemos y
lo sentimos. La verdadera felicidad sucede en la pupila del alma. Tal
vez, lo que usted ahora vive, tiene una cierta relación con semillas y
condicionamientos de su infancia. Siembre el futuro en el presente.
Diseñe de nuevo su vida y recréese ahora ya consciente. No dude de lo
que quiere. Usted sabe que el simple hecho de sentirlo significa que
aunque parezca increíble, está en su camino y de alguna forma lo merece.
No se rebaje ni un sólo grado por viejos reproches o antiguas culpas.
Mire al cielo estrellado de la noche y sonría, que ya es el momento de
ser libre y de permitir que la brisa cálida roce su alma. Sea realista
y, ¡espere un milagro!
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