Nuestro tiempo es uno de los recursos más valiosos que tenemos los seres humanos y que en la mayoría de los casos invertimos de manera equivocada, dando prioridad a lo que no nos hace feliz, a lo que no nos nutre, a lo que no nos sacará una sonrisa al momento de recordarlo.
Cuando casi milagrosamente nos damos cuenta de que la vida es un suspiro y que la mayoría de las cosas que hacemos no son las que realmente nos hacen felices, inclusive haciéndolas con el mejor agrado del mundo y con el mayor amor, pues es posible que podamos tomar cartas en el asunto y no dejar que se sigan pasando los días sin ponerle contenido nutritivo.
El contenido que tenemos que agregar a nuestra vida está asociado a distribuir nuestro tiempo siempre dejando espacio suficiente a lo importante, sí, puede ser que para muchos generar dinero sea importante, pero cuando el generar dinero es un acto automático y ni siquiera ese dinero es disfrutable, pues seguro que no debe estar en el primer bloque de nuestra pirámide.
Ser conscientes de cada momento, vivir cada instante, vivir cada respiro, disfrutarlo y darle sentido es el secreto de la felicidad, cuando estamos centrados en el presente, el pasado deja de perturbarnos, el futuro ya no nos genera incertidumbre, los juegos mentales se detienen y solo estamos viviendo.
Cuando nuestras prioridades se organizan, cuando un abrazo está antes que nada, cuando el compartir con la familia, los amigos, ver un amanecer, tocar un instrumento musical, aprender a pintar, logran tener prioridad, sobre las cosas triviales de las cuales no podremos obtener mucho más que algo material, que a fin de cuentas no nos acompañará al partir de este plano, es cuando entendemos el propósito de la vida, que no es más que ser feliz.
Solo nosotros lo complicamos todo, con nuestros apegos, con nuestro afán de necesitar, todo lo volvemos un completo drama, del cual evidentemente, resulta complicado salir, complicamos la vida, complicamos la muerte, nos cuesta aceptar, nos resistimos a casi todo y no entendemos que en el fluir como lo hace todo en la naturaleza está la verdadera sabiduría.
Toma tu tiempo, que con la poca comprensión que tenemos de él, es limitado e inviértelo como si fuese tu mayor fortuna, abrázalo, a cada instante. Si alguien no valora tu presencia, no te des mala vida, siempre habrá alguien que lo haga, si tu trabajo no te llena, cámbiate, si te sientes estancado, viaja, conoce gente, conoce el mundo y sus maravillas. Aprovecha tu tiempo acá y procura siempre que cualquier cosa que hagas con él resulte en un regocijo si tienes que mirar atrás.
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