Cuando no pensamos en las consecuencias de nuestras acciones solemos lastimar, desgastar, maltratar y destruir. A los demás o a nosotros. Actuar impulsivamente casi nunca funciona bien.
Una vida en la que se piensa primero y después se actúa puede ser mucho mejor que una en la que se actúa impulsivamente y después pensamos. Regálate en estos días momentos para pensar en cómo ser mejor y cómo hacer mejor.
Estamos a unos días de iniciar un año que se nos ofrece como un regalo y en el que podemos aprovechar cada instante, actuar con conciencia, reflexionar e intentar hacer de cada día una oportunidad para sembrar semillas buenas, que nos traigan una valiosa cosecha.
Dejemos atrás el rencor, las culpas, los miedos y las conductas auto destructivas.
La vida debe ser una oportunidad para mejorar ese espacio dentro de nosotros.
Lo único sobre lo que tenemos poder es nuestra conducta y las respuestas que damos a cada reto que nos ofrece la vida.
Hagamos uso de nuestra libertad para elegir, con conciencia, quiénes queremos ser.
Psicología/Rocío Arocha
https://rocioarocha.com
Asi es.
ResponderEliminarGracias
Bendicones