jueves, 29 de diciembre de 2016

La paz interior te permite conectar con las soluciones a tus conflictos

Cuando te sientes aprisionado, no hay nada mejor que un momento de sosiego para descubrir por dónde encaminar tus pasos, para descubrir por dónde romper tus círculos viciosos y conectar con aquello que necesitas ver para seguir avanzando hacia tu plenitud.


Cuando te sientes dando vueltas en un círculo vicioso del cual quisieras salir sin haberlo conseguido, pese a tu gran deseo de hacerlo, queda de manifiesto que tu mente no cuenta con la información que necesitas para lograrlo o se encuentra colapsada entre ideas en desorden. Entonces, más que nunca, necesitas hacer un espacio para ordenar tu mente o para que llegue una nueva información que te aportará las respuestas que necesitas.  
Las respuestas o el orden que necesitas encontrar, existen más allá de tu mente. Se encuentran en el éter y necesitas sintonizar con ellas a niveles más elevados. Las puedes escuchar dentro de ti, de manera directa por medio de la meditación y la reflexión, pero también las puedes encontrar por inspiración de otras personas. El universo tiene sus formas especiales de hacerte llegar lo que necesitas y para recibirlas necesitas estar atento.
Si te sientes muy estresado o angustiado, pasarás por sobre las respuesta que buscas sin poder captarlas, sin poder darte cuenta que estaban allí y no podrás tomarlas para ti. Tus ansias no te permitirán sintonizar con las respuestas que se encuentran en una vibración más alta.
Para poder ver y escuchar las soluciones que necesitas tienes que ser capaz de elevarte a la vibración que ellas emiten y esto se consigue con un momento de sosiego mental y emocional.
Hemos sido educados de tal forma que creemos que es natural estresarse al tener dificultades. La mayoría de las personas no concibe un momento de sosiego cuando algo le inquieta. En general, creemos que guardar la calma es sinónimo de irresponsabilidad frente a los hechos que pueden estar ocurriendo. Esto es algo que lejos de ayudar a resolver los problemas, nos hace crear más y más conflictos.
Guardar calma y sosiego cuando estamos frente a una situación que nos complica la existencia, es un gran paso en nuestra evolución. De hecho, al incorporar estas cualidades en nuestra vida nunca más nos sentiremos en problemas. Todo lo que suceda desde allí en adelante solo será una experiencia más que enriquece nuestra aventura en este plano.
A mayor paz, menos problemas aparecen. Y mientras más rápidamente consigamos sentir tranquilidad frente a algo que nos conmueve, más rápidamente lo superaremos porque seremos capaces de ver por qué está allí, cuál es el regalo y cuál es el mensaje amoroso que tiene para nosotros.
Así, cada dificultad puede ser transformada en un peldaño para seguir subiendo, con lo cual, una dificultad muy pronto deja de llamarse así, para llamarse oportunidad.  
Si eres muy adicto a intranquilizarte frente a tus desafíos, te sentirás bastante extraño al querer estar en paz frente a eso que te inquieta.
Si crees que la paz interior no es posible en medio de las dificultades, espera a ver como esas dificultades siguen estando allí. Tarde o temprano tenemos que parar con la intranquilidad.
Dejar de intranquilizarse es soltar las proyecciones negativas (y también las positivas) para centrarse en lo que sabemos y nos gusta hacer. Se trata de seguir siendo ese ser que somos sin ocuparnos de cómo se resolverá aquello que deseamos resolver. Lo sé, es todo un desafío.
Pregúntate ¿Cuánto tiempo pasas recreando tu problema y cuanto en la solución?
Abraza a esa parte tuya que se angustia, que se inquieta, que se preocupa. Seguramente es un patrón que viene de infancia. Imagina como es “ser sereno” frente a esa situación que te complica y practica quedarte allí.

Patricia González

No hay comentarios:

Publicar un comentario