sábado, 28 de abril de 2018

TODA ENFERMEDAD TIENE UN SENTIDO BIOLÓGICO



TODA ENFERMEDAD TIENE UN SENTIDO BIOLÓGICO.
Christian Fléche





Cuando en el año 1991 me encontré al Dr. Hamer me quedé estupefacto y seducido por sus coherentes explicaciones aunque me di cuenta de la falta de estructura terapéutica. Desde entonces he podido verificar algunas proposiciones. Uno de los elementos centrales en la comprensión de este abordaje es el sentido biológico ya que para el la enfermedad tenía un sentido biológico.

Dos años más tarde aprendí con Marc Fréchet que las enfermedades se inscriben en un ciclo y que algunas de ellas tienen una o varias raíces transgeneracionales.

Mediante la terapia y gran parte se la debo al Dr Erickson se llega a la curación, el cambio o la transformación profunda y duradera. Fue un maestro de la terapia breve. Para él toda experiencia tiene una estructura y la terapia es una reacomodación de esa estructura y no de la escucha de un contenido psicológico o histórico de un problema que para él no tenía ningún interés. Para el encontrar el origen histórico de un problema no era necesariamente terapéutico. Cambiar la estructura de la experiencia sí.

Es así como en 1993 creé el nombre de Descodificación Biológica Original, para distinguirme de la Nueva Medicina Germánica, ahora tan sólo Nueva Medicina.

¿Qué quiere decir sentido biológico?
Nuestro cuerpo está constituido por órganos que están compuestos por células y esto es así independientemente de cuál sea nuestra raza, nuestra especie, nuestro color o seamos animales o seres humanos. Cada órgano busca satisfacer eso para lo que existe: los pulmones permiten la entrada del aire y el intercambio, el estómago recibe el alimento y lo transforma, la vejiga contiene la orina y la elimina, el tejido neural cerebral sirve para controlar y tomar decisiones, etc. Nos comportamos como los animales sin saberlo rechazando o transportando nuestra base de conflictos arcaicos.

La necesidad para la que existe el órgano debe ser satisfecha para permitir la supervivencia del conjunto es decir colabora con los otros órganos. El aire inspirado es usado por nuestros músculos, el alimento proveerá de energía a los pulmones para que pueda realizar su actividad. Pero el ser humano tiene algo peculiar y es que no sabe hacer la diferencia entre lo real y lo virtual: imaginar un plato suculento o tenerlo en la boca provoca el mismo efecto en la salivación.

De esta manera todo estimulo exterior va a ser codificado biológicamente: veo que me van a robar mi coche. En que parte de mi cuerpo se va a recibir la información? Podrán ser distintas partes y eso dependerá de cómo lo viva interiormente la persona. Unos ejemplos: El colon porque es “asqueroso lo que me hacen”

Bajo el mismo principio virtual es igual a real aunque no se observe nada en el colon la persona mantiene sobre este evento una noción de porquería. En otro caso podría codificar el evento a nivel muscular porque resiente impotencia para recuperar el vehículo. O la laringe porque el acontecimiento lo deja “aterrorizado”. Y así podemos ver como un mismo acontecimiento da lugar a distintas codificaciones.

Por qué el colon? Porque biológicamente es la parte del cuerpo que gestiona lo que se vive como « asqueroso » y es esa parte la que conoce cómo gestionar aquello que se tiene que eliminar. Porque los músculos? Porque son los que demuestran nuestra potencia y eficacia.
Y la laringe? Porque es la que permite el grito, la llamada de auxilio.

Así es como desde que ocurre un acontecimiento exterior nuestro espíritu para poder aprender algo codifica biológicamente y de esa manera existe. La transforma para aprehender la esencia, la lleva al interior de sí mismo. Si no simplemente no existiría tal como no somos conscientes de los rayos o los infrasonidos. Solo vemos lo que aprendimos a ver, oímos lo que aprendimos a oír y esto es cultural y biológico.

Por eso para mí la hipótesis de trabajo es que todo síntoma, sea el que sea sin excepción es una metáfora de la historia conflictual que está en el origen del síntoma. El hilo conductor que va de uno a otro es el sentido biológico.

La enfermedad lejos de ser algo anárquico o de no responder a ningún sistema tiene un sentido muy preciso que es movilizar todas las fuerzas para optimizar nuestras posibilidades de supervivencia. La enfermedad no es un error de precisión, un fallo de la célula y tiene su razón de ser y se inscribe como un elemento útil en el plan general de la naturaleza. Es necesario localizar una solución exterior (como subirse a un taburete si uno es pequeño para coger algo o llamar al timbre). Si no hay solución exterior aparece la situación conflictual y el cuerpo busca una solución interna de adaptación => enfermedad.


Elizabeth Romero Sánchez
Akasha Sanación Integral.

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