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lunes, 25 de diciembre de 2017

25 AFIRMACIONES PARA LA NAVIDAD




Amo las Festividades! Es un tiempo en el que celebramos y compartimos nuestro amor radiante con familia y amigos. Es un momento para alcanzar a aquellos en necesidad. Amabilidad, amor y apreciación son los regalos más grandes. Así que brinda estos regalos generosamente y míralos regresar a ti en abundancia reluciente.
Como un regalo especial para ti, me gustaría darte las siguientes 25 afirmaciones. Que te traigan abundante amor y alegría. Compártelos con todos los que te rodean y ve cómo pueden ayudarte a crear una vida excepcional. Felices Festividades mis queridos. Y recuerda, eres un regalo para todos los que conoces.

25 Afirmaciones para las Festividades

1. Comienzo hoy amando y aceptando cada parte de mí mismo, por dentro y por fuera, exactamente como soy.
2. Hoy, busco la belleza en todos y en todo.
3. Hoy, cada vez que necesito algo, sé que será provisto.
4. Estoy agradecido por todo lo bueno que viene en mi camino.
5. Hoy me tomo un momento para contar mis bendiciones.
6. Cuando pienso en los demás, afirmo que son felices y sanos y que todo está bien en su mundo.
7. Los atascos en el tráfico durante las festividades me dan tiempo para hacer más afirmaciones.
8. La abundancia viene de fuentes esperadas e inesperadas, y expreso gratitud por todo esto.
9. Tengo energía ilimitada durante las festividades y la uso bien.
10. Esta es una temporada armoniosa, amorosa y pacífica. Tengo tiempo para todos a mi alrededor.
11. Ahora permito que cosas nuevas y maravillosas entren en mi vida. Estoy abierto y receptivo a todo lo que es bueno.
12. El cambio y la sorpresa son evidentes en todos lados a donde voy hoy. Miro con deleite todo lo que veo.
13. Me aseguro de que los alimentos y bebidas decembrinas que ingiero contribuyan a mi vibrante salud.
14. Comparto mi amor y alegría navideña con todas las personas que conozco. La vida es buena.
15. Abro mi casa y recibo invitados con música y amor navideño. Para mí, son como una familia amorosa.
16. Mi hogar es un lugar feliz para estar durante las vacaciones. Bendigo a todos los que entran por la puerta, incluido yo mismo.
17. Mis amigos son cariñosos y solidarios.
18. Todos en mi familia están Divinamente protegidos en todo momento.
19. Amar a los demás es fácil cuando me amo y me acepto a mí mismo.
20. El humor y la alegría contribuyen a mi bienestar general.
21. Los elogios son regalos de prosperidad. He aprendido a aceptarlos amablemente.
22. La vida es muy simple durante las festividades y todos los días. Lo que doy, recibo.
23. Hoy me doy permiso para hacer lo que sea que me dé más placer.
24. Durante las festividades, estoy centrado, tranquilo y equilibrado.
25. Mientras me calmo y me concentro en las cosas bellas de mi vida durante este tiempo, me abro a mis propios poderes de sanación.
►“Siento la satisfacción y la paz, y celebro la temporada de Navidad con un corazón amoroso. Abrazo toda la vida y reconozco que soy parte algo más grande”

Louise Hay
Vía: https://consejosdelconejo.com

sábado, 21 de octubre de 2017

Soltar no es decir adiós, sino gracias


Muchas veces cuando hablamos de soltar, nos viene a la mente un adiós, un desprendimiento o separación de algo o alguien que nos haya mantenido atados a una situación. Pero debemos considerar que el verdadero acto de soltar, cuando lo asumimos desde lo más profundo de nuestro ser, es aquel que viene cargado de agradecimiento.
El agradecer por una situación que no nos ha agradado, que aún nos duele o que sentimos nos ha generado de alguna manera alguna consecuencia negativa, requiere de mucha sabiduría, requiere aceptación, entendimiento e inclusive fe.
Lo primero que debemos hacer es tratar de concientizar que cada situación que se nos presenta en la vida, de una forma u otra la hemos atraído, la necesitamos para poder avanzar o sanar nuestras heridas pasadas. Cuando entendemos esto, se nos hace más sencillo encontrar la relación entre diferentes acontecimientos de nuestras vidas, los nexos con determinadas personas y los pasos dados.

Ciertamente los puntos se unen hacia atrás, a medida que avanzamos en la vida es que se nos hace posible hacer una relación  precisa entre las diferentes estaciones de nuestro trayecto. Inclusive esto solo sería posible si nos lo planteásemos justo en el fin de este recorrido.
No es necesario ir haciendo conjeturas, ni trabajando cómo detectives tratando de descifrar cómo ha influido en nuestras vidas alguien en particular, o quizás tratar de darle sentido a un viaje realizado o ese trabajo que no tomamos… Solo basta con entender que todo está ocurriendo por un motivo y que cada paso que damos es el que necesitamos en ese determinado momento.
Cuando algo acaba, acaba, no debemos darle más vueltas, no debemos perder más tiempo. Todos sabemos en el fondo cuándo hemos hecho suficiente, cuándo hemos dado todo lo que podíamos, cuándo hemos llegado a límites de tolerancia, de respeto, de tiempo o cualquier otro que acote nuestra permanencia en una situación.

El aferrarnos hace que vivamos con un sufrimiento potencial o activo a cuestas. Mientras que el soltar nos libera, descargamos esa carga emocional que venimos llevando para viajar un tanto más ligeros. Por lo general sustituimos una carga por otra, pero con el paso del tiempo vamos aprendiendo que quedarnos sin equipaje es lo mejor y nuestra práctica de soltar se vuelve cada vez más eficiente. Pero esto solo se logra con la práctica.
El agradecer siempre marcará la diferencia entre hacer algo desde el ego o hacerlo desde el corazón, lugar donde suceden las cosas más maravillosas y mágicas que puedan tener lugar en nuestras vidas. Aprende a agradecer de corazón y estarás cerrando realmente cualquier ciclo que haya resultado difícil para ti.

Sara Espejo
https://rincondeltibet.com

domingo, 15 de octubre de 2017

lunes, 4 de septiembre de 2017

3 maneras de dar un giro positivo a tu actitud


Tenemos la opción de poder elegir vivir y disfrutar de una actitud abierta, serena ante las emociones y gozar de un pleno bienestar interior. Dejar de sufrir siendo lo suficientemente valientes para entregarnos, en cuanto a amor incondicional se refiere, con los brazos abiertos a nuestros seres más queridos.
Vivir con una actitud abierta implica cambiar parte de nuestros hábitos y creencias. Muchos son los que llamarían a este acto madurez. Y otros los que preferirían decir que se trata, simplemente, de la necesidad de cambio de perspectiva ante nuestra propia realidad personal, la de cada uno de nosotros.
Al fin y al cabo, ambas posibilidades buscan conseguir un cambio de actitud positivo. Para lograrlo, hoy me encantará invitarte a tomar 3 maneras que te ayudarán a dar un giro positivo a tu actitud, aprendiendo así a cambiar tu vida y sacar a la luz tu mejor versión.
“No pienso en todas las desgracias, sino en toda la belleza que aún permanece”
                                                                               Anne Frank

Ser agradecido

A veces pasamos por alto que lo más simple es aquello que nos proporciona una experiencia serena y feliz, ayudándonos a valorar todo lo que nos rodea de forma inimaginable. 
Dejamos en el olvido muchos momentos por los que dar las gracias como estospor sentirnos dichosos con oportunidades que no todos podremos tener ocasión de vivir. Pero los que sí, son afortunados por ello y tienen la tarea de bendecir y honrar. Honrar la vida y todo lo que acontece en ella, porque tiene el poder de concedernos los mejores sentimientos, aprendizajes y experiencias.
Aprendizajes y experiencias que nos llevan a construir la mejor versión de nosotros mismos: la verdadera esencia humana. Basándonos en las leyes vitales del todo, pertenecemos a algo mucho más grande y eso lo sentimos cada uno de nosotros en nuestro corazón.
El ser agradecidos ante las personas que nos aman, ante el hecho de sentirnos y estar vivos, disfrutando cada experiencia y ser de forma incondicional es necesario si quieres tener una actitud positiva. Dar las gracias es reconocer y valorar todo aquello que te rodea.
“Una persona feliz no tiene un determinado conjunto de circunstancias, sino un conjunto de actitudes”
                                                         Hugh Downs


Trabajar con tu consciencia corporal

El cuerpo es nuestra herramienta para conectar nuestra sabiduría interior, nuestro regalo divino: aquello que tenemos el deber de compartir con los que amamos. Siguiendo este dogma sacamos a la luz que nuestra razón, aquella que nos hace elegir un bando u otro, depende directamente del cuerpo,y al revés.
Los pensamientos condicionan la postura corporal, la respiración, nuestros movimientos y sobre todo nuestra actitud ante aquellas experiencias que nos suponen una barrera y que pueden dejarnos como recuerdo un aprendizaje inmensamente rico.
Nuestro cuerpo marca la unión del todo con nosotros mismos. Sin él no podríamos vivir, eso está claro, como seres eternos. Cuando tomamos consciencia de nuestro instrumento corporal es cuando podemos modificar y variar a positivo nuestra forma de gestionar las emociones.
Recuerda que tu cerebro es una herramienta que en solo cuestión de segundos te permite cambiar tu actitud ante tu propia experiencia vital. De ahí la importancia de tomar consciencia y respeto por el. Ten en cuenta, para ello, realizar ejercicio físico y comer de forma saludable.

Meditar y calmar tu interior

Si deseas dar un giro positivo empleando para ello tu actitud, necesitarás ejercer un control sobre tus pensamientos. La mejor herramienta es aprender a identificar cada uno de ellos. Para ello, la meditación es una de las mejores opciones: te concederá el don de la plenitud y serenidad interior a la hora de controlar tus pensamientos.
Te recomiendo así el yoga, taichi, pilates o ejercicios de respiración que te permitirán emplear un tiempo para descansar. El descanso es vital a la hora de sentirnos serenos y con una mente en calma para poder ver en perspectiva “como va marchando” nuestra experiencia.
Evita ponerte excusas en cuanto a tiempos se refieren, ya que esta es una de las principales barreras a la hora de realizar ejercicios de este tipo. Recuerda que si no descansas poco a poco serás más vulnerable al estrés y cansancio crónicoTómate tiempos que te permitan sacar una reflexión del “para qué” de tus pensamientos y su posible origen, que tanto te puede condicionar.
“El gran descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida al alterar sus actitudes”
                                                                William James

Paula Díaz
https://lamenteesmaravillosa.com

viernes, 1 de septiembre de 2017

ADIÓS LOUISE L. HAY

ADIÓS LOUISE L. HAY
Nuestra amada amiga y fundadora, Louise Lynn Hay, hizo la transición esta mañana, 30 de agosto de 2017 de causas naturales a la edad de 90 años. Ella partió pacíficamente mientras dormía. Louise era una visionaria increíble, todos los que tenían el privilegio de conocerla, ya sea en persona o a través de sus palabras, sentían su pasión por servir a los demás.
Considerada una de las fundadoras del movimiento de autoayuda, Louise fue apodada “lo más parecido a un santo vivo”. Publicó su primer libro, Heal Your Body, en 1976 (a los 50 años) mucho antes de que estuviera de moda discutir la conexión entre la mente y el cuerpo.
Louise comenzó lo que se convertiría en el trabajo de su vida en la ciudad de Nueva York en 1970. Comenzó a asistir a reuniones en la Iglesia de Ciencias Religiosas y luego ingresó en un programa ministerial. Se convirtió en una oradora popular en la iglesia, y pronto se encontró aconsejando a los clientes. Este trabajo rápidamente se convirtió en una carrera a tiempo completo. Después de varios años, Louise compiló una guía de referencia que detalla las causas mentales de dolencias físicas y desarrolló patrones positivos de pensamiento para revertir la enfermedad y crear salud. Esta compilación fue la base de Heal Your Body, también conocida con afecto como “el pequeño libro azul”.
Louise fue capaz de poner en práctica sus filosofías cuando le diagnosticaron cáncer. Consideró las alternativas a la cirugía y las drogas, y en su lugar desarrolló un programa intensivo de afirmaciones, visualización, limpieza nutricional y psicoterapia. En seis meses, estaba completamente curada de cáncer.
En 1980, Louise comenzó a poner sus métodos del taller en el papel. En 1984, su segundo libro, You Can Heal Your Life, fue publicado. En ella, Louise explicó cómo nuestras creencias e ideas acerca de nosotros mismos son a menudo la causa de nuestros problemas emocionales y enfermedades físicas y cómo, mediante el uso de ciertas herramientas, podemos cambiar nuestro pensamiento y nuestras vidas para mejor.
You Can Heal Your Life se convirtió en un bestseller del New York Times y pasó 16 semanas en la lista. Más de 50 millones de copias de You Can Heal Your Life se han vendido en todo el mundo.
En 1985, Louise comenzó su famoso grupo de apoyo, “The Hayride”, con seis hombres diagnosticados con SIDA. En 1988, el grupo había llegado a una reunión semanal de 800 personas y se había trasladado a un auditorio en West Hollywood. Una vez más, Louise había iniciado un movimiento de amor y apoyo mucho antes de que la gente empezara a usar cintas rojas en sus solapas.
En 1987, lo que comenzó como una pequeña empresa en el salón de su casa se convirtió en Hay House, Inc .: una editorial exitosa que ha vendido millones de libros y productos en todo el mundo y ahora tiene oficinas en California, Nueva York, Londres, Sydney , Johannesburgo y Nueva Delhi. “La reunión Louise cambió la dirección de mi vida”, dijo Reid Tracy, Presidente y CEO de Hay House, Inc.
“Su pasión por servir a los demás se tradujo en todo lo que hacía. Simplemente trabajando junto a ella, un contador analítico como yo se transformó en alguien que tomó conciencia del poder de las afirmaciones y del amor propio. Ser capaz de aprender de ella ha sido una de las mayores bendiciones de mi vida. La belleza de Louise era que no tenías que trabajar junto a ella para aprender de ella, sentías como si estuvieras allí con ella con cada palabra leida o escuchada”.
Hay House ha publicado obras de muchos autores notables en el movimiento de autoayuda, entre ellos el Dr. Wayne Dyer, Doreen Virtue, el Dr. Christiane Northrup, y Esther y Jerry Hicks, entre otros.
Louise era muy vocal en su creencia de que la edad era irrelevante para lograr los sueños de uno. Hasta ese momento, a los 81 años, Louise estrenó su primera película sobre su vida y su trabajo, You Can Heal Your Life: The Movie.
“Cada uno de nosotros decide encarnarse en este planeta en un punto particular, punto del tiempo y del espacio. Hemos elegido venir aquí a aprender una lección particular que nos hará avanzar en nuestro, camino evolutivo espiritual”

https://consejosdelconejo.com

¡Gracias Maestra!

viernes, 25 de agosto de 2017

Cuida a las personas que hacen bonito tu mundo



Las personas que hacen bonito tu mundo son quienes te reconfortan, te sacan sonrisas, te sosiegan y te mantienen fuerte ante la vida. Con ellas, las personas que hacen bonito tu mundo, las relaciones son sólidas, consistentes y leales.

La persona que hace bonito tu mundo es la sincera, la que aprieta la mano y cuando mira a los ojos llega hasta el corazón. Su sola presencia emociona, porque respetan, porque no juzgan y porque siempre dan la cara. Por eso son las personas que hacen lindo nuestro mundo.

Hay personas que nos encantan. No por nada en concreto, sino porque nos ofrecen confianza y placidez. Son relaciones que se cultivan en los pequeños detalles, sinceras y verdaderas. Son aquellas que se pueden alimentar con miradas de complicidad y pequeños gestos, pues cada detalle se convierte en una gran obra.

Estos sentimientos suelen ser recíprocos y hay ciertas reglas no escritas que prevalecen entre ellos. Sin embargo, muchas veces se nos olvida que los “te quiero” también hay que pronunciarlos y que la gratitud es el mejor alimento para el alma.

Así es que con frecuencia descuidamos algo tan importante y vital como es la demostración del afecto y la atención a las necesidades afectivas de nuestras parejas en este baile de la vida. Por eso, las personas que hacen bonito tu mundo también se merecen que hagamos bonito el suyo.

Lo que se descuida, se pierde

Se dice que el amor dura tanto como lo cuidemos y lo cuidamos tanto como lo queremos. Así, si bien somos humanos y a veces cometemos errores que pueden llevar a equívocos en relación de nuestro afecto, lo cierto es que no podemos permitirnos dejar escapar a las personas valiosas.

Tristemente es común que ignoremos a personas importantes por pura desidia, por falta de tiempo o por cierto desinterés teñido de egoísmo. Solemos cometer el error de no dedicar el tiempo necesario a “demostrar” a esas personas lo importantes que son.

¿Cómo cuidar las relaciones?

Así, también es probable que en algún momento hayamos sentido que alguien nos deja de lado y nos hayamos vuelto locos intentando comprender qué ocurría. Este sufrimiento es innecesario y podemos evitarlo de muchas formas:

- Generalmente basta con unas palabras que hagan comprender que la ausencia o la distancia no significan jamás el olvido y que a pesar del “abandono temporal”, la presencia permanece.

- Aún así, demostrar a alguien que nos importa es algo que lleva tiempo y que hay que construir poniendo especial cuidado en que la relación sea saludable y que esté alejada de dependencias y excesos emocionales.

- Cada ladrillo debe estar elaborado con la más absoluta sinceridad; esto es sin egoísmos ni segundas intenciones. Así, tenemos que tener en cuenta de que no debemos crear necesidades, ni siquiera la de la compañía.

- Esto se logra a través de la comunicación y la expresión sincera tanto de nuestros pensamientos como de nuestros sentimientos. Como es natural debemos hacerlo siempre planteando que somos nosotros quienes nos sentimos así, no la persona que tenemos delante la culpable del malestar o, incluso, del bienestar.

- Las relaciones necesitan del tiempo y de las experiencias para nutrirse, sustentarse y crecer. Si dejamos de dedicar tiempo, mostraremos falta de interés y, como consecuencia, alejaremos a aquellas personas imprescindibles.

No podemos dejar escapar a aquellas personas que hacen bonito nuestro mundo. Con ellas podemos ser nosotros en toda nuestra esencia y con total libertad, lo cual es algo tan magnífico como inusual. Por eso, cuida y enriquece tus relaciones, y hazlo siempre desde la más absoluta sinceridad.


http://entrenandoapapas.blogspot.com.ar

miércoles, 23 de agosto de 2017

La mala costumbre


La mayoría de nosotros vive pensando que esto será eterno. Que somos inmortales y que las desgracias solo le pasan al de al lado. 
Y es que…

Tenemos la mala costumbre de dejar para luego, de reír poco y de querer hacerlo mañana. Tenemos la mala costumbre de echar de menos, en lugar de hacerlo de más. La mala costumbre de usar los luegos y no los ahoras. Luego te llamo, luego te escribo, luego te contesto, luego nos vemos. Y obviamente nunca llamó, nunca escribió, nunca contestó y nunca fue visto. Tenemos la mala costumbre de querer tarde. De valorar tarde. De pedir perdón demasiado pronto. Debería haber un número máximo de perdones. Perdonar nos hace grandes, de acuerdo, pero cuando tienes que perdonar todos los días, al final un lo siento se convierte en el comodín de cualquier pretexto injustificado, innecesario e inmerecido. Tenemos la mala costumbre de defender al malo y descuidar al bueno. De contar mentiras tra la rá y de tener que hacer un máster para descubrir verdades. Mantenemos en nuestra vida “amigos” porque sí y llenamos nuestras agendas de compromisos a los que realmente no queremos ir. Tenemos la mala costumbre de sentirnos mal por decir no y de creernos mejores por decir si.

Tenemos la mala costumbre de esperar a un cáncer, a una mala noticia o a una llamada de que alguien querido se nos fue, para tomar las riendas de nuestra vida y empezar a apreciar cada puesta de sol, cada mañana que te levantas de la cama y cada luna que abrazas en tu almohada. Tenemos la mala costumbre de usar el descuido a diario, olvidando que los pequeños detalles importan, que los pequeños detalles construyen grandes caminos y que cada lunes, puede ser el mejor día de la semana. Tenemos la mala costumbre de quejarnos por todo, de culpar siempre al otro porque claro, tú eres un ser perfecto y nunca, nunca, haces nada. Siempre es la parte contraria. Decimos muy pocos te quieros y hacerlo por primera vez es como “buf que va, no vaya a ser que se asuste”. ¿Asustarse de qué? ¿Cómo una persona puede asustarse porque alguien le quiera?.

Asústate si algún día te vas a la cama sin sentir que quieres a otra persona.

Asústate el día que te vayas a dormir sin decirle a esa persona lo importante que es para ti.

Asústate cuando no le des besos a tu madre y a tu padre.

Asústate cuando seas incapaz de abrazar a alguien y sentir esa sensación tan extraordinaria que producen los abrazos.

Asústate cuando las defensas de tu cuerpo se hayan vuelto inmunes al dolor ajeno.
Y cuando veas una injusticia y no hagas absolutamente nada para remediarlo.

Asústate cuando pases un solo día sin ayudar a alguien.

Asústate de verdad, porque créeme. Estás muerto.

Y es que…

Tenemos la mala costumbre de trabajar demasiado, de cargar con una mochila llena de cosas innecesarias y de comer más de lo que nuestro cuerpo necesita. Tenemos la mala costumbre de creernos mejores que los demás, de bailar poco, fumar mucho y respirar a medias. Tenemos la mala costumbre de ir caminando por las calles de nuestra ciudad mirando al suelo, o a nuestro teléfono móvil. ¿Alguna vez te has dado cuenta de lo bonitos que son los edificios de esas calles por las que pasas a diario? Por no hablar de la luz de las estrellas.

Tenemos la mala costumbre de empezar el gimnasio la semana que viene. De cuidarnos cuando ya es demasiado tarde y de tomar vitaminas cuando estamos enfermos. Tenemos la mala costumbre de creer que el pelo de aquella es mejor que el nuestro. Que su suerte es nuestra desdicha y de compararnos como si fuésemos presa de alguien que busca en comparadores de Internet. Tenemos la mala costumbre de medirnos por nuestros estudios o por nuestra altura. De confundir la belleza con la delgadez y de creernos que no somos capaces de conseguirlo, porque alguien, una vez, así nos lo hizo creer. Y no fue nadie más que tú mismo.

Tenemos la mala costumbre de apuntarnos a clases de idiomas, cuando ni siquiera dominamos el nuestro. De querer conocer mundo y viajar lo más lejos posible cuando aún, nos quedan lugares maravillosos por descubrir en nuestra propia tierra.Tenemos la mala costumbre de escuchar poco y hablar demasiado. De dar consejos y juicios de valor sin ser conscientes del poder que pueden llegar a tener nuestras palabras. Dejamos demasiado pronto y tenemos muy poca paciencia. Wasapeamos mucho, dormimos demasiado.

Nos pasamos media vida o vida entera, soñando esa vida perfecta que nos gustaría tener. Cuando somos ajenos a que realmente la vida perfecta es ahora. Es cada momento, cada instante de los segundos que marca el reloj de tus días. Es cada oportunidad, cada sonrisa, cada beso y cada vez que te enamoras. ¡ENAMORÉMONOS TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA! 

Empieza a acostumbrarte a esta vida que a veces es dura. Terriblemente dura. Pero no te lamentes ni te vayas nunca a la cama habiendo hecho daño a alguien. Habiendo dejado para luego esos ahoras que nunca llegaron. No habiendo cumplido ese sueño que tanto querías, no habiendo hecho unos kilómetros de más ese día porque tu cuerpo estaba cansado. No permitas que alguien fallezca para luego recordarlo y decirle mirando su foto, cuánto le querías. No dejes que la rutina o la sensación de eternidad descuide lo verdaderamente importante de tu vida.

En definitiva, no dejes que la mala costumbre sea la invitada de honor en los días que te quedan por vivir a partir de hoy.

Quiere ahora, no mañana.

http://entrenandoapapas.blogspot.com.ar
(Fuente: El rincón de Floricienta)

domingo, 28 de mayo de 2017

Vencer cuatro miedos de la Vida


Miedo a la soledad
Hay dos opciones que se pueden considerar:
La primera es que el ego trabaja en su banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, que tú estás unido a los demás, con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.
La segunda opción es que el espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad. Que tú siempre estás unido a la energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que tú posees, una luz que debes expandir. Cuando le das fuerza a esa luz interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y con tu Creador Supremo. Llegarás a comprender que la soledad es una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo; y justamente en este momento, empezarán a aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.
Miedo a la escasez
Superar el miedo a estar escaso, sin dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante requiere de un trabajo contigo mismo. Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”. El sentimiento de víctima, es una señal de que el fantasma del miedo esta invadiéndote.
Hay una palabra de siete letras que, cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy tienes. Esta palabra es “GRACIAS”.
 Cuando agradeces por todo cuanto tienes en este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas las cosas que Dios te ofrece cada día.
Gracias Dios por abrir los ojos este día de hoy, por poder respirar un día más.
Gracias por la cama donde duermo, por las situaciones que parecen adversas, pero me dejan sabiduría.
Gracias Dios, por la sonrisa que me regalo esa persona que no conozco.
Gracias Dios, por tener trabajo, por la comida caliente, por la taza de café.
Agradece y, en poco tiempo, todos tus deseos comenzaran a materializarse.
Miedo a la enfermedad
La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia.
Cuando empiezas a sentirte débil, está claro que perdiste tu fortaleza interior.
“Enfermedad”, es una palabra compuesta del latín “in-firmus”, que significa “sin firmeza”.
Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.
El filosofo Platón dijo: “Mente sana en cuerpo sano”.
Piensa positivo respecto de ti mismo.
La enfermedad se contagia, perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud.
Reconcíliate con el pasado, perdona íntimamente en tu alma todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de alegría, perdón y paz.
Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en este espacio de meditación.
El remedio para la enfermedad es el amor. Te darás cuenta que, de todos los medicamentos, el amor también crea adicción.
Conviértete en un “adicto al amor”, llénate de amor, ya que nadie puede otorgar lo que no tiene, da amor y recibirás a cambio amor.
Estarás cada vez mas sano y lleno de vitalidad.
El mundo necesita que estés saludable, para poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta, que necesita curar su alma.
Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida, no antes, ni después. Cuando el médico nos da la primera palmada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva, ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día en el que debamos parar.
Es por eso que la vida es un constante pre-parar, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de parar.
Miedo a la muerte
Cierra tus ojos un momento e imagina que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando tu propia tumba. Miras tu lápida y lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de partida de este mundo. A continuación, piensa en cuál es la frase que escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lápida: ¿Qué dirían de ti?
¿Que fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?
¿Que la gente agradece que hayas partido, porque les hiciste la vida amarga?
O, que sienten profundamente tu partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, que nunca nadie podrá llenar.
¿Qué diste? ¿Qué cediste? ¿Qué donaste? ¿A quién ayudaste? ¿De qué te privaste?
Escribe en un papel que es lo que deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja, día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se supera cuando tu meta es proyectarte en la trascendencia de tu entrega, bondad, generosidad, desprendimiento, altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte, sin condiciones, sin esperar retribuciones, que vivirás en la memoria y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida e hiciste felices.
Antigua Sabiduría Tolteca
http://reflexionesdiarias.es

jueves, 13 de abril de 2017

4 claves para dejar de quejarse

¡Cuántas veces hemos escuchado a ciertas personas quejarse una y otra vez, con motivo o sin él, de lo difícil que es su vida, de lo duro y complicado que es salir a luchar cada día y de la mala suerte que han tenido!

La queja es, sin lugar a dudas, la madre de los problemas emocionales que actualmente tenemos. Seguramente, si dejásemos de quejarnos tanto por aquello que no funciona como nos gustaría y nos fijásemos más en todo lo que tenemos para disfrutar y ser felices, no estaríamos tan amargados. Vivimos en la era en la que más cosas y facilidades tenemos pero en la que la gente es más infeliz.
Nos hemos acostumbrado a necesitar cada vez más y a hacer un drama cuando esa necesidad inventada no se ve cumplida. Y en consecuencia nos quejamos una vez y otra vez sin llegar a ninguna salida, pues quejarse no sirve para nada más que para hundirnos más en la amargura
►Quejarse es inútil y una pérdida de tiempo. No lo pienso hacer nunca
Stephen Hawking

¿Cómo son las personas quejicas?


Negativizan todo, incluso lo positivo

Las personas protestonas nunca están contentas con nada. Desean algo, se quejan si no lo tienen y cuando lo tienen se vuelven a quejar.
Aunque la situación que vivan sea positiva o hayan conseguido grandes logros personales o profesionales, siempre tendrán en la boca la coletilla “Si, pero…”. Esta actitud al final hace que nunca disfruten de nada y que se amarguen a sí mismos y al resto de la humanidad con su toxicidad.

No buscan soluciones

Es mucho más fácil despotricar, criticar o dilapidar lo que no ha salido como me habría gustado, que buscar soluciones para modificar lo que se pueda modificar. Buscar soluciones a los problemas implica dejar de caer en el victimismo y empezar a luchar por aquello que quieres, lo que conlleva un esfuerzo que mucha gente no está dispuesta a hacer.

Son chismosos y criticones

Las personas quejicas son, normalmente, criticones con los demás y con las circunstancias de su vida y esto es producto de su propia infelicidad y carencias. Recordemos que siempre criticamos de los demás, nuestros propios defectos.
Seguramente, el problema no esté ni en el criticado ni en el hecho que le está sucediendo, sino en ellos mismos, que no saben apreciar ni valorar las cosas buenas de los demás y de la vida en general. Su atención está plenamente enfocada en lo que ellos consideran como negativo, sin ser capaces de ver el lado positivo que todo tiene.

No aceptan que hay cosas que no se pueden cambiar

Para las personas criticonas, la aceptación no existe en sus vidas. No pueden tolerar que las cosas no salgan como ellos quieren y se dicen a sí mismos que ¡es insoportable, intolerable o desastroso que el mundo funcione como funciona!
El resultado es un empeoramiento de los problemas sin lograr hallar, evidentemente, ninguna solución al respecto y provocándose una ansiedad y sufrimiento importantes. La queja acabará cuando la persona se sienta cansada o aburrida de quejarse y vea que, aparte de una gran irritación, no obtiene nada con ello.

¿Qué hacer para dejar de quejarse?

Para dejar de quejarse en primer lugar hay que reconocer que lo hacemos. Y a continuación puedes poner en marcha los siguientes consejos:
  • Deja de juzgarlo todo: Tú no eres juez de nada ni de nadie, por lo tanto, lo más inteligente y sensato es tener la boca cerrada de vez en cuando y adaptarte a las circunstancias. Además, antes de juzgar, mírate al espejo: tú tampoco eres perfecto.
  • Promueve la aceptación en tu vida: La aceptación es un bálsamo para conseguir la paz interior y la salud mental. Si nos damos cuenta de que hay diversas situaciones, personas o hechos sobre los que no tenemos ningún poder y control, aprenderemos a dejar de tener expectativas y a aceptarlo todo, tal y como viene.
  • Stop a los pensamientos negativos: las palabras son el producto de nuestros pensamientos, de lo que nos decimos a nosotros mismos. Si sabemos combatir las ideas negativas e irracionales, será muy difícil caer en el victimismo, las críticas y la queja continua.

►La clave está en confrontar nuestras ideas con la realidad y darnos cuenta de que muchas veces somos nosotros los que anticipamos, generalizamos y sobredimensionamos las cosas.

  • Enfócate en lo positivo: todo tiene su lado bueno, pero parece que eso lo damos ya por hecho y no somos capaces de fijar nuestra atención en todo lo bueno que tenemos a nuestro alrededor.
Si haces un esfuerzo consciente y empiezas a enumerar todo lo positivo que hay en tu vida, te darás cuenta que hay más cosas agradables y buenas de las que te habías percatado. Dale la vuelta a eso que no te gusta y descubrirás que encierra algún valor.
Practica diariamente estos consejos y verás como la vida te empieza a cambiar. Recuerda que el cambio siempre comienza en nosotros mismos, no en lo de fuera. Pedir la hoja de reclamaciones al mundo no te servirá para nada, ¡empieza a amar a la vida tal y como es!

Psicologia/Alicia Escaño Hidalgo
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