Estamos llegando a la etapa final del año, y esto puede ser causa de introspección. Las festividades pueden ser una vorágine más, en la que nos perdemos en reunión tras reunión, y viejos patrones familiares, o en la que podemos acrecentar la comunión con nuestro ser interno, y acelerar nuestro proceso de sanación.
Las fiestas pueden tener un lugar significativo en nuestro camino de sanación si las utilizamos adecuadamente, y como para muchos este es un momento de gran estrés laboral y mucha actividad, decidí dedicar un poco de tiempo a tratar el tema de cómo podemos aprovechar esta época para volver a nuestro centro, percibirnos más adecuadamente y encarar el próximo paso en nuestro desarrollo personal.
Hoy voy a hablar de algunos temas puntuales con respecto a cómo las festividades pueden ayudarnos a encontrar nuestro centro (o a perderlo), y a cómo influencian nuestro proceso de sanación.
Recordar nuestros aspectos espirituales
Entre tanto festejo, tanta comida deliciosa, tanta compañía y tanto fuego artificial (no sé cómo es en otras partes del mundo, pero en Argentina éstos son los principales protagonistas de las fiestas), es difícil olvidarse de la verdadera intención que proponen fechas como la Navidad.
La idea de las fiestas es recordar que entre toda esta vorágine material, todavía somos seres espirituales. Es ganar mayor comunión con nuestra capacidad afectiva, de apreciación y de gratitud, y volver a conectarse con esos aspectos de nuestra vida que son fundamentales para nosotros, para nuestro bienestar y crecimiento.
Durante estas fiestas, sería buena idea que pongamos mayor consciencia en sentir más amor y apreciación por nuestra vida y los seres en ella, dejar ir viejos rencores, y sintonizarse con esa sensación interna de plenitud y paz, que es lo que deberíamos experimentar durante cualquier festejo.
Comprender mejor nuestras propias necesidades
Si aprovechamos esta época para alcanzar un estado de gratitud, amor y comunión interna, no significa que debamos aplicarlo sólo al exterior. Estar sincronizados con nuestro interior nos ayuda a percibirnos más objetivamente, y a conocer mejor nuestras necesidades.
Si nos damos cuenta de que hubo áreas de nuestra vida que no estuvieron en balance este año, podemos aprovechar este momento para tomar consciencia de ellas, cómo nos afectan y cómo puede ser constructivo mejorarlas.
Conocer nuestras propias necesidades es fundamental para avanzar en nuestro camino de sanación. Nos ayudará a comprender mejor quiénes somos como individuos y qué hemos venido a manifestar a este plano físico. Podemos decidir que nuestras necesidades están o no en armonía con la persona que queremos ser, y trascender los aspectos que ya no son relevantes para nuestro crecimiento.
Establecer nuevas metas
Considerando que las fiestas marcan un fin de año y, por ende, un fin de ciclo en nuestras vidas, nunca está de más aprovechar esta época para mirar hacia atrás en el año, no con remordimiento o añoranza, sino para apreciar las cosas en las que hemos podido avanzar, y las cosas que estamos dispuestos a mejorar todavía más.
Si pudimos aprovechar este tiempo para conocer nuestras necesidades, el siguiente paso lógico es proponernos un plan de acción para realizar los cambios adecuados el siguiente año.
Propone metas constructivas para tu sanación pero desde la coherencia, poniendo los pies sobre la tierra. Entiende que cualquiera de estos cambios es para tu mayor bien, y aplícalos uno a uno, hasta que se vuelvan una realidad en tu vida.
Nada más beneficioso para el cambio que la culminación de una vieja energía, y la energía renovada de un año que recién comienza. ¡No pierdas la oportunidad!
¿Fiestas en familia o solo?
Las fiestas en familia pueden ser una muy linda tradición, y son una excelente oportunidad para muchas familias que viven lejos de reencontrarse y compartir momentos de afecto. Esto no significa que estemos obligados a pasar las fiestas en familia.
Durante una época de gran transición en mi familia decidí pasar unas fiestas por mi cuenta, respetando mis necesidades del momento, observando la energía a mi alrededor y aprendiendo a disfrutar creando una nueva dinámica para mis festejos de fin de año. Fue una experiencia excelente, y muy armoniosa.
Los festejos en familia pueden frecuentemente llevarnos a perdernos en viejos patrones familiares, cayendo en antiguos programas de funcionamiento que ya no nos satisfacen, ni son armónicos con lo que estamos queriendo experimentar y expresar en este momento.
No dejes que las estructuras familiares o sociales definan la manera en la que quieres experimentar este importante momento del año. Disfruta en familia si esto es lo que te hace feliz, pero no dudes de tomarte un tiempo por tu cuenta si crees que esto es lo que más puede beneficiarte en este momento.
–
Las personas están tan acostumbradas a adaptarse a las estructuras sociales, que muchas veces no se dan cuenta la importancia que pueden tener las fiestas para profundizar su compromiso con su camino de sanación. Busca tu propia manera de aprovechar este momento para tu bienestar personal.
Te deseo en este momento unas hermosas fiestas, y una armónica comunión con la profundidad de tu Ser.
Namaste!
Adriana//https://despertaralser.net
Muy bueno.
ResponderEliminarGracias
Bendiciones