miércoles, 15 de noviembre de 2017

Plenitud



Plenitud es la circunstancia o situación de ser pleno.

Y pleno es estar completo, lleno, entero.

La plenitud es otro estado de equilibrio en el ser humano que nos ayuda a reconocer de forma íntegra los aspectos que mejoran la calidad de vida.

La plenitud es saber reconocer los estados emocionales, es poder discernir de forma sabia como nos sentimos mejor en diferentes circunstancias.

Por ejemplo si algún logro se alcanza por haberse esforzado, llega la plenitud de sentirse reconfortado por lo sucedido.

Si algún conflicto no se puede arreglar por el momento, llega  la plenitud de sentir y poder ser integro para discernir ante muchas posibles situaciones.

La plenitud, al igual que la humildad, son formas de llegar al equilibrio en cualquier circunstancia. Es por eso que para llegar al Dharma, es bueno aplicarlas.

Lo pleno hace que podamos reconocer los estados del cuerpo emocional, de reconocernos, de mirar el espejo del alma y reflejarlo con la pureza de la plenitud.

La plenitud, desde mi humilde opinión es neutral y mejor que la felicidad, porque puede percibir la felicidad y también la tristeza, son complementos que se juntan en la plenitud para poder estar lleno. Se pueden ver las dos caras. Pero no se manipula, se manifiesta, no se tapa la tristeza con la felicidad, se observa, se aceptan los estados y se fusiona la plenitud para discernir con amor. Es un estado sublime.

La plenitud es poder alcanzar la abundancia en todos los valores humanos.

Transcribo unas palabras de Amado Nervo: "Llénalo de amor"

Siempre que haya un hueco en tu vida llénalo de amor.

Adolescente, joven, viejo: siempre que haya un hueco en tu vida llénalo de amor.

En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío, ve a buscar el amor.

No pienses: “sufriré”.

No pienses: “me engañarán”.

No pienses: “dudaré”.

Ve, simplemente, diáfanamente, regocijadamente, en busca del amor.

¿Qué índole de amor? No importa: todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.

Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas... pero ama siempre.

No te preocupes de la finalidad de tu amor.

El amor lleva en sí mismo su finalidad.

No te juzgues incompleto porque no se responden a tus ternuras: el amor lleva en si su propia plenitud.

Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.



Lorena Gintautas
 

Para Meditaciones para el alma

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