En mi opinión, el sufrimiento es absolutamente innecesario cuando se prorroga más allá del tiempo mínimo imprescindible que se necesita para que ese estado emocional nos haga darnos cuenta de aquello que lo ha originado y para que extraigamos la lección implícita que nos aporta todo lo que nos hace sufrir.
Permitir que perdure más allá de ese tiempo lo convierte en un asunto absolutamente nocivo que no aporta otra cosa que dolor, amargura, angustia, congoja, desconsuelo, pesadumbre, desazón, castigo, disgusto, abatimiento, molestia, incomodidad, desasosiego, tristeza, tormento, consternación, ansiedad, remordimiento, desolación, rabia, inquietud, aflicción, desesperanza, descontento, enfermedades, indisposición, malestar, zozobra, tensión, temor, trastornos psicosomáticos, estados depresivos…
Podría seguir con la lista porque aún quedan más efectos desagradables originados por el sufrimiento. También podrían haberla hecho más corta, pero es que me apetece que aparezcan todas juntas para que te des cuenta de que va mucho más allá de lo que pudieras tener en mente.
No es solamente un pequeño mal que hay que penar en pago por alguna mala acción, sino que es un feroz verdugo provisto de todos los instrumentos necesarios para torturarnos. Para amargarnos la vida. Para llevarnos a la desesperación. Para hundirnos moralmente.
El dolor emocional es inevitable y hasta necesario, pero el sufrimiento es opcional.
El dolor emocional es un sentimiento real y tiene derecho a manifestarse, porque somos humanos, porque está en nuestra naturaleza, porque nos hace tomar conciencia de nosotros mismos y de las cosas que nos suceden, pero el sufrimiento es una perversión, es una especie de regodeo que crea un descontrol de sentimientos auto-agresivos, es algo innecesario porque no aporta nada positivo sino que nos estanca masoquistamente en un estado perjudicial, opresivo, frustrante, que hunde nuestra moral y agrede a nuestra Autoestima.
¿Te has preguntado alguna vez, seriamente, qué te aporta de positivo el sufrimiento?
¿Le has encontrado algún sentido útil?
¿Alguna razón para sufrir y sufrir?
Te invito a que lo compruebes por ti mismo.
Como bien sabes, has de hacerlo desde el Amor Propio –amor a ti mismo- y desde la cordura, con honradez, con ecuanimidad, con sentido ético y de justicia.
Date tiempo para comprobarlo.
Es una buena inversión que profundices hasta que dejes sin argumentos al sufrimiento, hasta que compruebes ya indiscutiblemente su inutilidad positiva, hasta que comprendas claramente lo perjudicial que es para ti y para las personas de tu alrededor, que se sienten afectadas por verte en ese estado.
Por respeto a ti mismo, y a tu dignidad, deshazte del sufrimiento y pon vida en su lugar.
Te alegrarás del cambio.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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