viernes, 24 de marzo de 2017

Carl Gustav Jung y su legado a la psicología espiritual


La obra de C. G. Jung es un proceso de búsqueda constante, una alquimia maravillosa entre la Psicología Analítica, la antropología y la filosofía donde dejarnos conceptos tan interesantes como “el inconsciente colectivo”, “los arquetipos”, la”sincronicidad” o las bases de un legado espiritual donde se esconde todo un crisol de idearios.
Cuando hablamos de psicólogos famosos, el primero que aparece en la mente de la mayoría de las personas es el icónico rostro de Sigmund Freud. Sin embargo, para muchos, fue Carl Gustav Jung quien logró dejar una impronta mucho más profunda en el estudio de la personalidad y la psique humana.
“Si eres una persona con talento no significa que hayas recibido algo, quiere decir que puedes hacer algo”
                                                                        Carl Gustav Jung

Cabe decir que aunque Jung trabajara en estrecha colaboración con Sigmund Freud durante años, el enfoque de este último sobre la sexualidad como factor relevante detrás de la conducta humana fue siempre una píldora difícil de tragar para el psiquiatra suizo.
En la mente prodigiosa de este libre pensador, fundador de la Psicología Analítica, existían muchas más inquietudes que sobrepasaban las bases teóricas en las que Freud se movía. A pesar de ser un psicólogo clínico práctico y teórico, dedicó la mayor parte de su vida a explorar otros reinos, a dejarse envolver por la filosofía oriental y occidental, por las artes, la literatura, la astrología, la sociología o incluso la alquimia.
Un legado de saberes no exentos de interés del que deseamos hablarte a continuación.


El sueño de infancia que le abrió los ojos

C. G Jung dijo una vez que el ser humano nace tres veces. La primera responde al nacimiento real, el físico. El segundo acontece con el desarrollo del ego, y el tercero es el que da forma al nacimiento de lo que él denominó como “conciencia espiritual”. Según Jung, este último alumbramiento nunca llegará a producirse si la persona se centra en exclusiva en el ego, en sus condicionamientos aprendidos o en esos patrones mentales rígidos y poco receptivos.
“El sueño es la pequeña puerta escondida en el más profundo e íntimo santuario del alma”
                                                                  Carl Gustav Jung

Sin embargo, parece ser que el propio psiquiatra suizo experimentó este tercer despertar siendo niño gracias a un sueño extraño, simbólico a la vez que fascinante. Era una sala amplia con una alfombra roja donde se alzaba un ser extraño postrado en trono. Era un monstruo con aspecto de árbol que lucía un inmenso ojo en el centro. Vestía piel de hombre y apenas reaccionó cuando el pequeño Gustav Jung se acercaba hasta él. Sin embargo, al poco pudo escuchar la voz de su madre que le gritaba desde una fosa cercana que no se acercara, que era “el comedor de hombres”.

A pesar de que en un primer momento aquel sueño fue recibido más bien como una temible pesadilla, no tardó en despertarse en él un profundo interés por el mundo de lo onírico y su simbología. Años después fue consciente de que aquel sueño fue como una llamada, como una invitación directa a investigar lo que más tarde se denominaría por parte de los psicoanalistas, como “lo inconsciente“.

El legado espiritual de Jung

A pesar de que el enfoque clínico en el que trabajaba C. Gustav Jung se basaba en una psiquiatría muy teórica, siempre tuvo claro que no deseaba quedarse con esa visión reducida y limitada sobre el campo del conocimiento humano. No tardó en incorporar a sus teorías raíces de la antropología, conceptos del arte, de la espiritualidad y de ese legado cultural donde se escondían ideas reveladoras sobre el reino del inconsciente.
  • Jung estudió en profundidad el cristianismo, el hinduismo, el budismo, el gnosticismo, el taoísmo y otras tradiciones porque para él, lo espiritual constituía la raíz misma de la vida psíquica.
  • Uno de sus ejes vertebradores era que para entender la mente humana también había que estudiar los productos de esta, es decir, sus producciones culturales.
  • A su vez, defendió en múltiples ocasiones que toda experiencia espiritual era esencial para favorecer nuestro bienestar, algo en lo que Sigmund Freud no estaba de acuerdo.
  • En 1944 Jung publicó Psicología y Alquimia para demostrar cómo en muchos de nuestros sueños más comunes se esconden símbolos utilizados por los alquimistas, así como imágenes mitológicas que todos tenemos arraigadas en nuestro subconsciente.
Con estas ideas, Jung reforzaba el carácter universal de su teoría del arquetipo haciendo además una defensa en valor de la espiritualidad como herramienta para mejorar la salud psíquica del hombre moderno.

Jung y el estudio de los mandalas

C. G Jung, en su infinita pasión por esos saberes arraigados en nuestras culturas ancestrales, no tardó demasiado en descubrir los efectos psicológicos de los mandalas, mientras que abordaba el estudio de la religión oriental.
  • Según él mismo explicó en numerosas ocasiones, el mandala responde a un diseño geométrico sagrado capaz de provocar algo revulsivo a la vez que terapéutico en nuestro interior.
  • Toda figura con forma de círculo supone no solo una representación del cosmos, es una invitación directa a escuchar nuestro ser, a restaurar la armonía y a favorecer un despertar, un crecimiento.
Jung utilizó los mandalas con sus pacientes para favorecer en ellos la escucha de la voz interior. Era un modo de descentralizar el ego, de romper el rumor de los pensamientos obsesivos para que la persona encontrara nuevas rutas de liberación y se asomara a un nuevo estado de conciencia.
“Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”
                                                                      Carl Gustav Jung  
Para concluir, el legado de Carl Gustav Jung es sin duda uno de los más vastos, de los más ricos en cuanto a saberes, enfoques y concepciones. A pesar de que sus contribuciones teóricas siguen muy presentes en el campo del psicoanálisis, a día de hoy no falta quien prefiere centrarse solo en sus idearios espiritualistas.
Por nuestra parte te invitamos a conocer todo el conjunto de sus trabajo, sin restringir ningún área. Libros como “El libro Rojo”, “El hombre y sus símbolos”o “Recuerdos, sueños, pensamientos” son testimonios de un enfoque multidisciplinar, de un crisol de conocimientos y despertares que a día de hoy siguen inspirando a expertos, curiosos y profanos.

Psicología/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com

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