jueves, 9 de junio de 2016

La tecnología y el letargo humano: ¿Cómo nos afectan las nuevas tecnologías a nivel energético?


Vivimos nuestro día a día tocando y exponiéndonos a un sinfín de aparatos eléctricos y electromagnéticos, ¿sabemos realmente si esto tiene algún efecto nocivo sobre nosotros?
Empezaremos hablando del efecto de las nuevas tecnologías sobre los niños de 0 a 7 años de edad. Para adentrarnos voy a compartir un comentario de un neuropsicólogo:
¿Qué efecto tienen las pantallas en los niños pequeños?
Son un refuerzo grande, pero no tanto para los niños como para los adultos: con mucha frecuencia las pantallas se utilizan como niñeras digitales. Si cada vez que vamos a un restaurante o viajamos en coche les damos una tablet, estamos haciendo que pierdan la capacidad de esperar, de tolerar la frustración y que el cerebro les entretenga. Las nuevas tecnologías nos hacen más impacientes porque tienen un componente adictivo y las tenemos que utilizar con precaución y no exponer a los niños. Las pantallas también están relacionadas con el aumento del número de niños con TDAH. Acostumbrados a la pantalla, el profesor y la pizarra les parecen aburridos y trabajar con libros les cuesta más esfuerzo.

Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y autor del libro “El cerebro del niño explicado a los padres”

Antes de que cumplamos los 7 años nuestro cráneo está en pleno desarrollo, y energéticamente hablando esta fase es muy importante. Digamos que el cráneo durante ese periodo es más flexible o débil y permite la entrada fácil de varias energías y vibraciones externas. Al igual que los niños a esas edades están muy conectados con su espiritualidad y creatividad, en realidad están conectados a TODO, reciben a todas horas una gran cantidad de estímulos que su cerebro debe procesar, no se dejan ninguna energía por descubrir, lo captan absolutamente todo sin hacer distinciones de lo positivo o lo negativo, porque hasta los 7 años esa puerta energética estará abierta de par en par. De ahí que nos resulte más fácil de niños conectar con energías más sutiles, seres de luz, elementales, familiares difuntos, etc.
Pero como os comentaba, esta entrada de energía no hace distinciones, no tiene ningún filtro, de manera que toda la energía externa que los niños reciben accede a su corteza cerebral sin problemas ni intromisiones. Hasta los 7 años gozamos de una percepción y sensibilidad energética increíble, pues la energía tiene más fácil acceso debido a que nuestro cráneo todavía está en proceso de “endurecerse”.
Dicho esto, cuando la energía es positiva y está cargada de iones negativos (que son los buenos) es estupendo para el niño porque enseguida alcanza un estado de bienestar, el problema viene cuando las energías son dañinas y nocivas. Si el niño es expuesto de manera asidua a corrientes electromagnéticas negativas se acabará representando en su cuerpo físico en forma de desequilibrio. Las afecciones más comunes son dolor de cabeza, alteración del sistema nervioso, problemas de atención, mareos y pérdida de energía vital.
Con esto no quiero decir que los niños no se puedan acercar a una televisión, ordenador o móvil, pero sí que es conveniente evitarlo en la medida de lo posible.

¿La tecnología es mala para el ser humano?
Sí y no.

Por qué SI es beneficiosa
Cuando nos referimos a tecnología abarcamos una gran cantidad de máquinas y artilugios. Hay grandes inventos que nos han hecho llevar una vida más fácil, que nos permiten gozar de más tiempo para nosotros mismos y para compartirlo con los demás. Por ejemplo, la mayoría de personas hoy en día usamos lavadoras para limpiar nuestra ropa, lavavajillas para ahorrarnos el tiempo de fregar los platos, etc. Imaginaros el tiempo que perderíamos haciendo según qué cosas a mano… Las ideas, el ingenio aplicado en la tecnología son estupendas, siempre actualizándose para hacernos una vida más cómoda, pero hay un trasfondo en la manera y los materiales usados para diseñar la tecnología, y sobretodo hay algo oculto en la vibración que emite cada aparato.

Por qué NO nos resulta favorable
La escala de vibración que emiten las nuevas tecnologías es muy baja. Cuando decimos que algo vibra alto nos referimos a que es muy positivo y está sintonizado con energías de altas frecuencias, y cuando decimos que la energía vibra bajo nos referimos a que nos resulta negativo y nombramos a esta vibración como energía negativa o densa.
Los materiales que se utilizan para crear la tecnología son grandes conductores de energías negativas, y a ello le sumamos que toda la tecnología lleva uno o varios componentes que aún hoy no comprendemos (o no nos dejan comprender), y estos componentes se dedican a emitir energías de letargo, falta de vitalidad y aislamiento, que atacan de manera directa a nuestro sistema energético humano.

El día a día
Recuerdo con 6 o 7 años estar mirando los dibujos por televisión, y que alguien comentara a mi madre:
– ¿Le pasa algo a Irene?  La veo muy seria.
– No le pasa nada, es que cada vez que ve la tele pone esa cara, como de mucha concentración y parece que esté enfadada.
Sinceramente no recuerdo muy bien la sensación en esos momentos, pero para mí, este recuerdo es una evidencia clara de cómo me afectaba ver durante horas la televisión, cambiaba mi expresión y desviaba totalmente mi atención de todo lo externo. Recuerdo incluso, que viendo la tele mi madre tenía que repetirme varias veces las cosas para que las hiciera, como poner la mesa o ir a la ducha, porque estaba tan embelesada con la televisión que ni siquiera le escuchaba y contestaba por inercia.
Conozco casos de primera mano, con insomnio, dolores terribles de cabeza al despertar, que se han eliminado de forma automática simplemente cambiando el despertador eléctrico por uno a pilas analógico, o simplemente por sacar el móvil del dormitorio durante la noche.
Otro ejemplo, ¿no os ha pasado cuando vais al cine que salís de la sala con una sensación extraña, como de sueño, pesadez, o ganas de descansar? A mí me pasaba siempre, y no lo entendía, e incluso muchas veces se me ponía dolor de cabeza al salir a la calle. Entiendo que en una misma sala estamos compartiendo nuestras energías con un gran grupo de personas y esto puede afectar, pero tengo claro que no se trata de eso, sino de estar expuesta durante casi 2 horas a una pantalla gigante, a unos altavoces que envuelven toda la sala, y que están emitiendo de manera constante energías de baja frecuencia. Otra de las cosas que detecté es la sensación de hambre que tenía al salir del cine, es por la pérdida de energía vital, aunque hubiese hecho una comida copiosa antes de entrar, y no hubiera quemado ni una caloría al estar sentada, seguía teniendo hambre al salir, necesitaba reponerme.
Lo que me resulta más preocupante de todo esto es el uso de los teléfonos móviles, tablets y todos estos aparatos que las personas suelen llevar en las manos, o pegados al cuerpo durante todo el día. Algunos sabéis que soy capaz de visualizar los campos energéticos, pues bien, cuando una persona sostiene un aparato de estos durante mucho rato, puedo identificar una energía roja y densa que emite el aparato y va comiendo parte de las capas del aura de la persona, es una energía totalmente invasiva e intrusiva que se deposita en los cuerpos sutiles y crea bolsas de energías densas que quedan adheridas a nuestro campo aúrico. Generalmente las capas del aura que se ven afectadas son de la 5ª a la 7ª capa. Y estas capas están asociadas a sus 3 chakras correspondientes, el chakra garganta, el tercer ojo y el corona, que se encargan de todo lo relacionado con la percepción de la realidad, la vibración, el sonido, la comunicación, las capacidades psíquicas o extrasensoriales, y en el caso del corona, la recepción de la energía Universal. Todo el proceso natural del flujo energético del ser humano, se ve afectado por la invasión de la energía que emite la tecnología.

¿Podemos hacer algo al respecto?
 Sí. Soy consciente de que la mayoría de personas utilizamos tanto el ordenador como el móvil para gestionar nuestro día a día, y en muchos casos para desempeñar nuestro trabajo. Aquí van algunos consejos para evitar que nuestro sistema energético y nuestra salud física y mental se vean afectadas por la tecnología:
  • Coloca una amazonita al lado de cada aparato, esta gema absorbe los iones positivos y nos protege de las corrientes eléctricas y electromagnéticas nocivas. También puedes llevarla encima para que proteja tu campo aúrico.
  • Pon en tu mesilla de noche un despertador analógico, nunca duermas con el móvil al lado ni con un despertador que necesite energía eléctrica.
  • Intenta reducir las horas de visionado de la televisión y de la pantalla del ordenador.
  • Por la noche, antes de ir a dormir, desenchufa todos los aparatos eléctricos (¡menos la nevera!).
  • Si trabajas en una oficina, o rodeado/a de tecnología busca un momento al final del día para descalzar tus pies y tocar tierra o césped, así descargarás todas las energías. Otra opción es abrazar a una árbol para que dirija el sobrante de tu energía hacia la Tierra. A parte, coloca una fluorita en tu mesilla de noche para que  ayude a regenerar tu energía durante el proceso de sueño.
  • Para una descarga rápida de las energías sobrantes, coloca una plancha de cobre erguida (apoyada en la pared) y haz que parte de la plancha esté sumergida en agua, puedes meterla en una barreño. A continuación coloca tus dos manos encima de la plancha de cobre, no las metas dentro del agua, sólo que toquen el cobre. Notarás como se descarga toda la energía de golpe hacia el agua, puedes repetir este paso las veces que desees, y cuidado, puede que si estás muy cargado/a salten chispas cuando tus manos toquen el cobre, no te asustes, no hay peligro ni vas a resultar dañado/a.
  • Procura ir de vacaciones a lugares en entornos naturales, lejos de los ruidos y las tecnologías. Hoy en día hay muchos hospedajes en los que han eliminado totalmente la televisión y las tecnologías, e incluso hay algunos en los que ni siquiera tienes un enchufe para cargar el móvil, qué gozada, y qué descanso para nuestro Ser.

selene

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