“Veo dibujos e imágenes
en las más pobres de las chozas
y en los más sucios rincones.”
- Vincent Van Gogh
No juzgues tu dolor demasiado
rápido ni con tanta severidad, amigo. Honrar la oscuridad interior no es lo
mismo que ‘regodearse’ en ella; y cultivar una verdadera confianza en cada
movimiento de la vida no es lo mismo que la auto indulgencia o disfrutar de la
'auto compasión’. Por favor, no hay que malinterpretar.
Tu sueño de un ininterrumpido
gozo espiritual es maravilloso, ¡sí! ¡Ama tu deseo por la perfección! ¡Tus
fantasías de iluminación son tan dulces y tan adecuadas! ¡Amas la luz! ¡Y
quieres brillar! ¡E inspirar a los demás!
Pero reserva un pensamiento para
(aquello que ahora llamas) tus imperfecciones. Encuentra un espacio en tu
corazón para todos los aspectos indeseables, poco amados y rechazados de tu
experiencia. El indigente no es menos santo que el Papa, no es menos digno de
bondad. La rancia mierda del perro en la calle es tanto una obra de arte como
las relucientes cosas que estás buscando. Hay tanta belleza en las deformidades
y en lo sucio, tanta creatividad en el inframundo, tanto poder en los momentos
nocturnos. Si nos negamos a sondear las profundidades nos quedaremos con sólo
la mitad de la vida, sin importar lo 'iluminados’ que creamos estar. Artistas,
músicos, poetas de todas las culturas a través de todas las épocas han
entendido esto.
Mira tu vida como una galería de
arte, amigo. Abraza todo el espectro de tu experiencia, desde la luz hasta la
oscuridad, desde lo sagrado hasta lo profano. Incluye todo en tus oraciones,
ilumina todo con la luz de la amorosa presencia consciente. ¡Sé esa presencia
consciente! ¡Dignifica todo lo que se manifieste!
Quizás tu dolor está ahí para
recordarte la alegría que está a punto de estallar. Tal vez la contracción que
estás sintiendo en tu cuerpo está abriéndote camino hacia una gloriosa
expansión. Quizás tu frustración sólo quiere frustrarse a sí misma por completo
y ser sentida. ¡Tal vez este momento no contenga ningún error! Quizás el alivio
que vas a sentir, en su momento, será infinitamente dulce por el hecho de haber
sufrido tan profundamente. Tal vez tu sufrimiento te está enseñando humildad, y
gratitud, y quietud, y compasión por los demás, y confianza, una inquebrantable
confianza en los tan extraños procesos de la vida.
No juzgues tu tristeza, tu
depresión, tus sentimientos de fracaso tan precipitadamente, y no juzgues los
procesos de los demás, porque en realidad nunca sabes lo que es mejor para cada
quién, y nunca sabes realmente más que la vida misma. Eso que rechazas (en los
demás o en ti mismo) podría ser en verdad la medicina que más necesitas, un
malinterpretado maestro, invitándote a un despertar mucho más profundo de lo
que algún día te imaginaste. ¡Podría tratarse de un guardián del umbral, el
portero de un reino olvidado!
¡Y, oh, la gloria de una vida
completamente sentida!
- Jeff Foster
Imagen: 'Iris’, de Van Gogh. Una explosión de belleza exquisitamente dolorosa, pintada un año antes de su transición hacia el infinito.
Reconfortante. Gracias. Bendiciones
ResponderEliminarReconfortante. Gracias. Bendiciones
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