El dolor es la principal razón por la que las personas acuden a un médico, se sabe que más de 100 millones de estadounidenses sufren de dolor crónico, un número mayor al de todas las personas que padecen diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, demencia y derrames cerebrales. Los doctores tienden cada vez más a recetar analgésicos para controlar el dolor, lo que ha ocasionado que se hayan convertido en una importante causa de adicción y muerte por sobredosis.
El problema con los medicamentos para aliviar el dolor
La población de Estados Unidos representa casi el cinco por ciento de la población mundial, pero consume alrededor del 80 por ciento de los medicamentos controlados llamados opiáceos, que son los analgésicos más fuertes y adictivos. Hoy en día, las muertes por sobredosis de opiáceos (una cada 30 minutos) exceden a las muertes por accidentes de tránsito, así como la tasa de mortandad por sobredosis de heroína y cocaína juntas.
Las propiedades del opio para aliviar el dolor se conocen desde hace miles de años, pero debido a sus peligrosos efectos secundarios y propiedades adictivas, por lo general se reservan para formas más graves de dolor agudo.
A mediados de la década de 1990 los doctores comenzaron a recetar opiáceos para su uso a largo plazo de forma más generalizada. Las compañías farmacéuticas lanzaron campañas de mercadotecnia, y en el transcurso de las siguientes dos décadas el uso médico de los opiáceos en Estados Unidos aumentó diez veces. Cada vez hay más pruebas de que el uso de opiáceos por largos periodos de tiempo genera un círculo vicioso de dolor continuado y adicción. La apuesta entre aliviar el dolor de los pacientes y el riesgo de adicción está perdida.
El alivio del dolor con el ayurveda
El ayurveda sugiere un método distinto para aliviar el dolor. Para comenzar, el dolor es visto como una experiencia mente-cuerpo que es muy subjetiva. El dolor se observa a través de un fenómeno llamado "autoeficacia". El cerebro contiene diversos químicos que alivian el dolor, y pueden activarse mentalmente, razón por la cual tomar un placebo alivia el dolor en un gran porcentaje de la población.
Sin darse cuenta, las personas autoregulan su dolor. No se trata de un engaño mental. Las tomografías cerebrales muestran que un placebo, cuando surte efecto, cambia al cerebro de la misma forma que las píldoras con sustancias activas, y estos cambios se pueden encontrar en la columna vertebral, no sólo en el cerebro. También surte efectos importantes en el dolor crónico durante un periodo extendido de tiempo. Los estudios en pacientes con artritis han demostrado que el efecto placebo puede durar más de dos años. De hecho, la autoeficacia es más poderosa y duradera de lo que se acepta generalmente, incluso entre médicos. El ayurveda reconoce este poder de la mente para aliviar el dolor, y fortalece esta fuerza a través de prácticas de meditación e ideas positivas.
Cómo influye el estilo de vida en el control del dolor
Lo que sabemos hasta ahora es que la mitad de nuestra sensibilidad al dolor está determinada por nuestros genes mientras que la otra mitad depende de una combinación de variables: nuestros antecedentes culturales y religiosos, estado de ánimo, experiencias pasadas con el dolor, y nuestro entorno (por ejemplo, tener una buena estructura de apoyo o carecer de ella). Las mujeres perciben el dolor en forma distinta que los hombres, incluso desde que acaban de nacer, y es más probable que den a conocer que padecen enfermedades dolorosas.
Los componentes del estilo de vida ayurveda (tales como las relaciones positivas, las emociones que nutren, el masaje, las actividades equilibradas, el descanso, y la dieta) son algunos de los medios para reequilibrar, fortalecer, y purificar las variables de la mente y el cuerpo que reducen nuestra sensibilidad al dolor. El amor y el contacto humano son otros poderosos elementos para aliviar el dolor. Los estudios han demostrado que un abrazo de 20 segundos puede aliviar el dolor y el estrés al actuar sobre las células nerviosas para liberar los químicos que alivian el dolor como la oxitocina y reducir la liberación del cortisol, la hormona del estrés.
La espiritualidad y el control del dolor
Así mismo, la religión y la espiritualidad son muy importantes en el control del dolor. Los investigadores de la Universidad de Oxford usaron tomografías cerebrales para estudiar cómo las creencias religiosas afectaban la respuesta al dolor.
- A los participantes en el estudio se les mostró una imagen de la Virgen María de un pintor italiano del siglo XVII o una pintura no religiosa de da Vinci.
- Después de ver cada imagen durante 30 segundos, se les aplicaron descargas eléctricas y se les pidió que calificaran su nivel de dolor.
- Resultados: Los católicos devotos y los ateos respondieron al dolor de manera similar después de ver la pintura no religiosa, pero los creyentes devotos dieron una clasificación más baja a su dolor después de haber visto a la Virgen María. Las tomografías cerebrales mostraron que los católicos devotos usaban más su corteza ventromedial, una región del cerebro conocida por su participación en el efecto placebo, que en apariencia hizo que su dolor fuera menos amenazante.
El conocimiento védico dentro del ayurveda dice que el dolor afecta al cuerpo, surge del karma de una persona, pero no toca el alma ni el yo superior. En el Bhagavad Gita, el Señor Krishna dice al guerrero Arjuna que "las armas no lo cortan, el fuego no lo quema… el ser es indestructible y atemporal".
Entender que todo dolor es temporal y que está separado de su naturaleza verdadera les da a las personas que se inclinan por la espiritualidad la fortaleza mental para poner el dolor en su contexto justo y lidiar con él sin caer en la depresión ni la culpa. Los no religiosos pueden lograr efectos similares a través de la conciencia, el yoga, o distintas formas de meditación.
Un estudio controlado aleatorio de tres meses en 2011 sobre el yoga Iyengar en 313 pacientes con dolor de espalda mostró cómo sus espaldas funcionaron mejor después de tres, seis y doce meses de práctica de yoga en comparación con el grupo con un cuidado médico habitual.
El ayurveda presenta técnicas conscientes, de conciencia de uno mismo, para reducir el dolor que son eficaces sin ser adictivas. Está claro que no sugerimos que hay que tomar el dolor a la ligera o que debería tratar cualquier tipo de dolor médico sin ayuda de nadie. Ninguna persona debería dejar de tomar opiáceos controlados para reducir el dolor de un día para otro. Lo que sugiero es que la solución a largo plazo para el uso generalizado de opiáceos en Estados Unidos radica en cambiar el entorno de autoeficacia, y el Ayurveda brinda varias opciones útiles.
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