jueves, 19 de mayo de 2016

HAY QUE CAMBIAR LA MENTE

Hay que cambiar la mente, más exactamente, cambiar los pensamientos, la forma en que usamos el poder de la mente y empezar urgentemente a preguntarnos para qué fin usamos los pensamientos de cada día. Preguntarnos ¿Qué ha fallado en la humanidad? ¿Por qué han cambiado a pasos agigantados tantas cosas y el ser humano, apenas si lo ha hecho? Es posible encontrar al menos una respuesta.
Todo se ha dicho, pero nada se ha hecho. Ha habido grandes maestros e iniciados como Lao-Tsé, Buda, Jesús, Pitágoras, Mahavira y muchos más, pero el ser humano sigue creando toda clase de horrores y errores, guerras, conflictos de todo tipo, desigualdades, atrocidades sin límite, holocaustos (de hombres y animales) y espantos indescriptibles. Ha habido religiones para crear la paz y a menudo han generado la división y la guerra. Han surgido grandes seres como Gandhi o Mandela, pero el planeta sigue estando sembrado de conflictos y miserias.
Se han escrito preciosos e inspiradores textos como el Dhammapada, el Tao-teh-king, los Evangelios y tantos otros, pero por donde quiera que uno mire hay desolación, altercados, venganza, destrucción.¿Qué ha fallado? ¿Por qué los mejores propósitos han naufragado y los intentos más nobles fracasado? ¿Por qué las voces más compasivas han sido sofocadas y se ha olvidado la enseñanza de los maestros de mente realizada? ¿Dónde han quedado las tentativas reformistas y revolucionarias?

CAMBIAR NUESTRA MENTE

Lo que ha fallado es que no ha cambiado la forma de pensar del ser humano, no ha mutado su psicología. Ha habido un gran avance tecnológico y científico, pero en la cabeza del ser humano, en mayor o menor grado, persisten tendencias tan insanas como la ofuscación, la avaricia y el odio. Si no cambia la mente del reformador, ¿qué tipo de reforma o revolución van a efectuar? Y si somos guiados por gobernantes ávidos, corruptos, ciegos y sin compasión, ¿a dónde iremos todos a parar si no es al precipicio? El gran avance exterior no se ha visto en absoluto correspondido por un progreso interno. Continuamos siendo homo-animales, muy lejos de lo que debe ser el verdadero ser humano.

Lo que sucede en el escenario del mundo procede de los pensamientos. Urge cambiar los pensamientos y conseguir humanizarnos, y esa es en realidad la única esperanza de que puedan producirse cambios positivos y alentadores en la sociedad. Si la mente no cambia, nada cambiará. Pensamientos que cosechan codicia, crean una sociedad codiciosa; una mente que acarrea odio, origina una sociedad que odia; una mente oscurecida, es causa de confusión, desorden y violencia.

Si todo surge de la mente, a la mente misma hay que apuntar y transformarla, embelleciendo los sentimientos y permitiendo que eclosione la energía sanadora de la compasión. Cuando abandonen la mente la ofuscación, avidez y odio, para dejar paso a la lucidez, la generosidad y el amor, este planeta dejará de ser un manicomio y una continua fábrica de sufrimiento. 

Ramiro Calle
http://semillassolares.com/

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