sábado, 31 de octubre de 2015

El ser y la imagen



Si alguien me preguntase quién soy, para darle datos tendría que referirme a cosas registradas en la memoria. Tendría que formar una imagen llena de etiquetas, y yo no soy nada de eso.

Yo soy.

Un ser imprevisible como la vida misma, que no cabe en ninguna imagen porque mis formas son cambiantes, y mi verdadero ser es inaprensible, imposible de referir. Cuando vivimos dormidos, llevamos con nosotros una imagen propia, un yo ideal que nos hemos fabricado con trozos de recuerdos y otras cosas soñadas por nuestro idealismo.

Cuando alguien dice de mí algo que no me gusta, es la imagen lo que se ofende, pues nadie puede herir al que no tiene imagen propia. Yo no soy nunca la imagen que tengo de mí mismo ni la que tienen los demás de mí.

Yo soy, y el ser no cabe en ninguna imagen porque las trasciende todas. 

Es peligroso vivir de la memoria, del pasado.
 Sólo el presente está vivo. 
Es el ahora lo que importa, porque ahora es la vida, ahora todo es posible, ahora es la realidad. 



Autoliberación interior
Anthony de Mello

viernes, 30 de octubre de 2015

No te ates


No te ates:
 ¿Qué hace falta para despertarse? No hace falta esfuerzo ni juventud ni discurrir mucho. Sólo hace falta una cosa, la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo, de ver algo nuevo y de descubrir lo desconocido.

Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que tenemos.

Ser capaz de saltar sobre los esquemas y mirar con ojos nuevos la realidad que no cambia. 
El que piensa como marxista, no piensa; el que piensa como budista, no piensa; el que piensa como musulmán, no piensa... y el que piensa como católico, tampoco piensa. Ellos son pensados por su ideología. Tú eres un esclavo en tanto y en cuanto no puedes pensar por encima de tu ideología. Vives dormido y pensado por una idea. 

El profeta no se deja llevar por ninguna ideología, y por ello es tan mal recibido. El profeta es el pionero, que se atreve a elevarse por encima de los esquemas, abriendo camino. La Buena Nueva fue rechazada porque no querían la liberación personal, sino un caudillo que los guiase

Tememos el riesgo de volar por nosotros mismos. Tenemos miedo a la libertad, a la soledad, y preferimos ser 3 esclavos de unos esquemas. Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres

¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus cadenas? Las mujeres se atan a sus maridos, a sus hijos. Los maridos a sus mujeres, a sus negocios. Todos nos atamos a los deseos y nuestro argumento y justificación es el amor. ¿Qué amor? La realidad es que nos amamos a nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raquítico que sólo abarca el yo, el ego. Ni siquiera somos capaces de amarnos a nosotros mismos en libertad. Entonces, ¿cómo vamos a saber amar a los demás, aunque sean nuestros esposos o nuestros hijos? Nos hemos acostumbrado a la cárcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo. 

Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad.

Extracto de Autoliberación Interior
Anthony de Mello

La flexibilidad




LA FLEXIBILIDAD: 

Adapta su comportamiento con agilidad a las circunstancias de cada persona o situación, sin abandonar por ello los criterios de actuación personal.


La degeneración de esta virtud es la adaptabilidad: cuando una persona se adapta se está olvidando de si mismo y nadie puede amar a otro si no se ama a si mismo antes. Además la adaptabilidad es sólo un disfraz que después se cobra muy caro.
La flexibilidad es una virtud que está bien considerada en la sociedad de hoy, pero, principalmente porque se la entiende como un “dejarse llevar”, como una invitación a probarlo todo. Así entendida, la flexibilidad no tiene sentido.
La espontaneidad, que suele confundirse con la flexibilidad, no es un fin. En todo caso, es una condición conveniente para conseguir el desarrollo de otras virtudes, especialmente la sinceridad. Para que la espontaneidad sirva de algo, tiene que ser gobernada por la voluntad en relación con el entendimiento.
Por tanto, la última parte de nuestra descripción recobra especial importancia. Me refiero a las palabras “sin abandonar, por ello, los criterios de actuación personal”.
Para ser flexible, hace falta tener criterios y saber reflexionar para relacionar la actividad cotidiana con ellos. 
De este modo, podemos destacar dos caminos para comportarse con flexibilidad de acuerdo con la naturaleza de la situación.
En caso de que los elementos de la situación sean opinables: la flexibilidad se refiere a la disposición y capacidad de la persona de considerar como provisional su punto de vista, y por tanto llegar a matizar o cambiar esta opinión.
En segundo lugar, me refiero al modo de actuar en las relaciones con los demás, o en el modo de trabajar, en caso de que los elementos de la situación no sean opinables.
Un requisito previo para desarrollar la virtud de la flexibilidad es el de saber cuáles son los criterios permanentes que rigen en la propia vida y cuáles son los aspectos de la vida opinables, provisionales.
La flexibilidad, como todas las virtudes, tiene sentido cuando va dirigida intencionalmente a la búsqueda de la verdad y del bien.
Ser flexible no significa en ningún caso dejarse llevar, sino todo lo contrario. Quiere decir aprender a decir sí y a decir no en el momento oportuno. Y, por lo demás, estar abierto al proceso de mejora que existe en la multitud de ocasiones que van surgiendo en nuestro día a día.
La página de la vida

Belleza, Verdad y Bondad

¿Qué son las tres joyas?
Según dicen las enseñanzas, cuando tomamos refugio en las tres joyas del budismo, estamos actualizando un acto de confianza y entrega en Buda, Dharma y Sangha (dicho en términos más occidentales: Belleza, Verdad y Bondad respectivamente), lo cual significa abrirse a nuestra auténtica naturaleza, que se manifiesta en el exterior como siendo las tres joyas. La devoción o entrega a ellas va disolviendo y purificando las obstrucciones que surgen de identificarnos con nuestro ego. La devoción nos recuerda la humildad ante la inmensidad que nos rodea y nos contiene (“el mar, el tiempo, alrededores de lo que no podemos medir y nos contiene”), pues la escalera de la vida carece fundamentalmente de un “yo”, ya que ninguno de sus peldaños posee una sensación de identidad inherente, sino que es el “yo” quien se identifica con los peldaños, generando ese apego y rechazo que va configurando los estadios de desarrollo del ego. Y así es hasta que finalmente -en un salto al vacío- el yo deja de lado la escalera: dentro y fuera, sujeto y objeto, forma y vacuidad… pierden entonces todo su significado.


Tal como yo lo entiendo, esto puede verse como el despliegue de la forma y la vacuidad enervados por el amor-compasión. Esto es para mí el yoga y la meditación: una experiencia unitiva y de no dualidad. Como se dice en la Prajñaparamita, “la forma es el vacío, el vacío es la forma; no hay vacío aparte de la forma y no hay forma aparte del vacío”. En este sentido, cada sonido será una resonancia natural de lo inexpresable y cualquier pensamiento es como el gozo vacío de la unidad de la compasión y la vacuidad. En el momento en que uno reconoce la vacuidad de los fenómenos se eleva en nosotros una compasión universal y no conceptual por todos los seres inmersos en el océano del sufrimiento samsárico a causa de nuestro apego al mundo exterior y al propio ego . Creo que la práctica de la meditación y el yoga es un buen entrenamiento en la toma de conciencia, en la re-sacralización de la vida; es un trabajo que ha de trascender las múltiples facetas del egocentrismo integrando en cada aspecto de la vida cotidiana las nociones de vacuidad de existencia independiente del yo y de los fenómenos por un lado, y la de Bodhichita en tanto amor y compasión, por otro lado. 

Siguiendo el proceso de unión armoniosa entre Espíritu y Materia (“el espíritu es la metáfora de la infinitud de la materia”), bien podríamos decir que la compasión es vacuidad en acción, mientras que la vacuidad es compasión en contemplación. Por otro lado, el hecho de considerar a todos los seres a través de la óptica del amor incondicional constituye un requisito esencial para llegar a percibir la pureza de lo relativo, de la forma, de lo que nos rodea (algo que los vehículos tántricos y la práctica del vajrayana llevan a la práctica mediante la visualización de las deidades; las cuales desempeñan en el plano de la forma el mismo papel que los mantras en el plano del sonido). Esta consciencia se enriquece con la apertura hacia lo otro, con el amor despierto, lúcido.

Esto nos descubre el significado de la impermanencia: la vida ya estaba ahí antes de que llegáramos nosotros. Ella siempre ha estado fluyendo. Ésta es la lección de rendimiento que nos regala la vida: una humildad gozosa, no resentida. ¿Por qué no dejarnos fluir sintiéndonos unidos a cada partícula de vida? Dejémonos penetrar. También nosotros somos una metáfora de la infinitud del Espíritu, una metáfora donde la Vacuidad se reencarna cada vez que un ser humano (el sabio, la naturaleza búdica de todo ser) suelta la escalera. Aquí radica la suerte de poder situarnos devocionalmente ante las tres joyas, actualizando e integrando las enseñanzas para compartirlas con los demás y juntos recrear el templo divino.

La sabiduría es la recreación unificada (no fragmentada en compartimentos estancos, como ha pretendido la modernidad) de las dimensiones estética, científico-cognitiva y moral; es una metáfora que integra ese movimiento incesantemente creativo donde “todo yo (Buda o Belleza) se convierte en Dios, todo nosotros (Sangha o Bondad) se transforma en la más sincera veneración a Dios y todo ello (Dharma o Verdad) se convierte en el templo más resplandeciente de Dios” .

Me gustaría hacer una reflexión sobre la profunda correspondencia existente entre yo-belleza-buda, sociedad-bien-sangha y otredad-espíritu-dharma:


La sabiduría es ser yo, la sabiduría es ser nosotros, la sabiduría es ser lo otro.
La sabiduría es Belleza, la sabiduría es Bien, la sabiduría es Espíritu.
La sabiduría es Buda, la sabiduría es Sangha, la sabiduría es Dharma.

Quizá a partir de esta reflexión podamos atisbar la figura del sabio más nítidamente:
Sabio es quien ha integrado mente, cultura y naturaleza (budha, sangha y dharma) o, lo que es igual, quien reconoce en esas tres facetas los diferentes rostros del Espíritu o Vacuidad y sintoniza con Él o Ella, respetando por igual la Belleza, la Bondad y la Verdad, que es lo mismo que saber integrar esas otras joyas de nuestra cultura occidental: la estética, la ética y la ciencia. Estas joyas fueron fatalmente fragmentadas por la modernidad, y es tarea de nuestro tiempo y de todos nosotros reintegrarlas. Sabio es quien ha sido capaz de descubrir la mentira del ego, ésa que nos inculcó el sentimiento de una identidad separada. Sabio es quien descubre que el yo último (Belleza) es la naturaleza búdica, y que todo “yo”, todo ser sensible, participa de esa naturaleza búdica. Todos somos miembros de la asamblea de todos los seres (Sangha): ésta es la dimensión ética, la bondad última.

Nos dejamos empapar de espacio, como la caracola se inunda de mar, para dejarnos vaciar por la Vacuidad (interdependiente y no dual) y ésta –o el Espíritu- pueda verse a través de nosotros, que no somos más que claridad inseparable de la luz que la engendra. Esto es para mí la meditación: acostumbrarse a ser una ola que surge en el océano para reabsorberse en el mismo océano. La meditación sirve para “acostumbrarnos” a ser conscientes de ese vaivén de la infinitud de la cual somos una fugaz metáfora. ¿Qué son sino nuestros pensamientos y emociones?
“Conocerte o estudiarte a ti mismo es olvidarte de ti mismo y si te olvidas de ti mismo todas las cosas te iluminan”, decía Dogen.

(Javier en Budismo Tibetano)

jueves, 29 de octubre de 2015

Amar Concientemente

Amar concientemente es una de las experiencias más maravillosas que podamos imaginar, porque sin conciencia, el amor queda reducido a un acto animal que agota, mientras que vivido con conciencia, desde el corazón, es fuente de felicidad y energía. Podemos vivir la vida desde distintos niveles de conciencia. Cuanto más profundo es el nivel de conciencia en el cual vivamos, más profunda y gratificante sera nuestra vida.

Amar no es desear, atraer o sufrir; amar es expandir nuestra propia conciencia. Amar es estar por encima de la separatividad, de la dualidad, del temor y del miedo. San Agustín decía: 'Ama y haz lo que quieras'. Ello quiere decir que cuando amas eres libre y puedes hacer lo que quieras. También puedes hacer lo que quieres (o lo que crees que quieres) sin amor; pero entonces estás reaccionando y el verdadero amor, el Amor Consciente, no es reacción, sino continua creación..

El amor es lo que nos proporciona la alegría de vivir, es la sal de la vida y ello por una razón muy sencilla, a saber, que la vida es expansión de la conciencia. Sin amor, la vida está bloqueada, no tiene sentido, o al menos no tiene sentido para el que no ama. Parecería como si sin amor viviéramos en tinieblas. Cuando amamos estamos transmitiendo aquello que todo el mundo está consciente o inconscientemente, buscando; por ello mismo cuando amamos se nos abren las puertas de los milagros.

Todos podemos vivir una vida amorosa más rica y plena si aprendemos a amar con más conciencia. No se trata de llegar a una meta determinada, sino de crecer, de crecer por dentro, irradiando aquello que está en el interior de todos los hombres, aquello que llamamos Amor. El Amor es el sentimiento de Unidad y Conciencia que está dentro de tu Corazón. Cuando amamos a alguien estamos en contacto con el Amor universal que esta dentro de cada uno de nosotros y lo irradiamos a nuestro alrededor.

Si queremos llegar al Amor universal, comencemos amándonos a nosotros mismos y a quienes nos rodean desde el Corazón. El Amor Consciente es un logro importante que puedes obtener mediante la práctica de los siete principios siguientes. Se trata de patrones de conducta que aumentarán tu nivel de conciencia y harán que todo lo que vivías, incluido el amor,  adquiera más conciencia.

1. Trabajar por tu Paz Interior
Todo, en esta vida depende de cuán grande sea el nivel de tu paz interior. Cuanto más en paz estés contigo mismo, más en paz estarás con cuanto te rodea y cuanto más armónicamente vivas contigo mismo, más en armonía estarás con los demás. La paz interior no es solo un logro que te llenará mucho más que la satisfacción de cualquier deseo: es el estado original del hombre a partir del cual la vida se convierte en un milagro permanente.

2. Aprender a Perdonar
El secreto para ser feliz se halla en el perdón. Cuando perdonamos a aquellos que nos han causado daño, en realidad estamos sanando nuestra relación con nosotros mismos. El perdón lo resuelve casi todo; perdonar es la clave de la evolución. El perdón es la magia porque te libera del resentimiento y de los patrones erróneos que te hacían infeliz. Cuando perdonamos se producen toda una serie de cambios en nuestro organismo y en nuestro corazón que hacen que vivamos la vida con una plenitud creciente. Perdonar es abrir tu Corazón a los efluvios del Amor Universal.

3. Amarte a ti mismo
Cuando nos amamos a nosotros mismos, aparecen los milagros en nuestras vidas. Es absurdo querer emprender un camino de amor consciente si antes no te amas a ti mismo. Amarse a si mismo es no juzgarse con dureza, perdonarse y concederse capricho de vez en cuando. Amarse a si mismo es algo mas; es Aceptarse y Aprobarse tal cual somos porque sabemos que somos perfectos. La vida entonces se convierte en una discreta pero maravillosa sucesión de pequeños milagros. A medida que practicas el amor consciente hacia ti mismo, te das cuenta que tu salud mejora, que tus amigos te hacen más caso, tus relaciones son más satisfactorias y toda tu vida se torna más creativa. Amándote a ti mismo despiertas en ti el Amor que atraerá hacia ti el amor de los demás. Es la mejor manera de hacer que los demás te amen, sin coacción, sin violencia, con dulzura.

4. Obedecer a la Voz Interior
Dentro de ti, en tu Corazón, hay una inteligencia conectada con la inteligencia cósmica, y esta inteligencia te habla a través de una voz: la voz interior que te aclarará cualquier duda que se te plantee y te ayudará a caminar con el corazón. Con el tiempo descubrirás que la voz interior es un verdadero maestro interior. Acepta sus lecciones y ponlas en práctica. El te guiará en los momentos difíciles.

5. Vivir el momento presente, aceptando lo que viene y no intentando retener lo que se va. Cuando nuestra mente se encuentra ocupada en pensar qué pudo haber ocurrido o qué ocurrirá, cuando está enfocada en el pasado o en el futuro, no está viviendo el presente. Cuando no vivimos el presente estamos desperdiciando cantidades ingentes de energía, lo que produce ansiedad, depresión, tristeza, desamor. En el Amor Consciente, vivimos en el aquí y ahora todo lo que necesitamos para ser felices. No debemos obsesionarnos y la mejor manera de lograrlo es haciéndonos conscientes del amor que llevamos dentro.

6. Dar antes de recibir
Es sumamente importante recordar que la verdadera esencia de nuestro ser es el Amor y que solo viviremos rodeados de Amor cuando conectemos con él. Cuando vivimos con conciencia, nos damos cuenta de que tenemos todo lo que necesitamos y en el momento en que lo necesitamos. Si creemos que se nos está negando algo que merecemos, es que algo falla todavía en nosotros. Es entonces cuando debemos practicar el dar. No hemos de dar esperando nada a cambio; no seria dar, sino cambiar. En la práctica del dar consciente damos porque sabemos que dando nos estamos conectando con el Amor Universal y cuando estamos conectados con éste, automática y espontáneamente recibimos lo que merecemos en cada momento.

7. Actuar con Sinceridad
El camino hacia la conciencia pasa por la total sinceridad. Has de ser completamente honesto y sincero contigo mismo, pues en cuanto abres tu corazón para que se expanda, éste aceptará todo lo que le propongas sin discriminar qué es verdad y qué es mentira. Si mientes, te estarás mintiendo a ti mismo. Cuando tengas que elegir entre lo correcto o lo que te agrada (a veces pueden coincidir), si eliges lo correcto, habrás avanzado un paso más en el camino del amor consciente.

Las leyes eternas del Amor por Jack Lawson

lunes, 26 de octubre de 2015

Tu senda a la alegría


La alegría es una cualidad divina de nuestro verdadero yo, que es de por sí despreocupado, juguetón, y libre. Puedes ver la expresión plena de esta alegría en los niños pequeños que no han aprendido a preocuparse o a tomarse demasiado en serio. Juegan y ríen libremente, encontrando algo maravilloso en las cosas más pequeñas. Son infinitamente creativos, ya que todavía no han desarrollado las capas de condicionamiento que crean limitaciones y restricciones. Están en contacto con su intuición, que es una forma de inteligencia que va más allá de la mente racional. Lejos de ser superficial o trivial, la alegría es una experiencia de nuestra naturaleza espiritual más profunda.

El camino a la felicidad es un retorno a la totalidad. Se trata de cambiar nuestra perspectiva del ego al espíritu. El miedo y la inseguridad de nuestro ego hacen que se inflame de auto-importancia y trate de controlar lo incontrolable, mientras que nuestro espíritu, sabiendo que es eterno e infinito, simplemente permite a la vida desenvolverse. Esto crea un estado natural de facilidad, lo  que le predispone a la despreocupación, la alegría y la risa.
Si deseas cultivar más alegría, creatividad y amor en tu vida, los principios que siguen te ayudarán a cambiar tu punto de referencia interno de las limitaciones de la mente egoica a la libertad de espíritu.

La risa es la respuesta más saludable a la Vida
A pesar de que experimentamos pérdida y pena, al final, la alegría y la risa disipan el sufrimiento como al humo y al polvo. Cuando sientes una repentina felicidad o quieras echarte a reír o sonreír sin motivo aparente, estás vislumbrando la realidad eterna.. Por un momento fugaz, el velo se corre y experimentas algo más allá de la ilusión. Con el tiempo, estos momentos de alegría comenzarán a formar una sola trama. En lugar de ser la excepción, el estado primordial de la alegría llegará a ser la norma.

Siempre hay una razón para estar agradecido
El propósito de la gratitud es conectarte a una visión más elevada de la vida. Tienes el poder de elegir dónde  centrar tu atención, y aquello en lo que te enfocas crecerá en tu experiencia. Si prestas atención a los aspectos de espíritu que demuestran amor, verdad, belleza, inteligencia y armonía, estos aspectos se expandirán en tu vida. Poco a poco, como en un mosaico, fragmentos dispares de gracia se fusionarán para formar una imagen completa. Eventualmente esta imagen reemplazará las imágenes temibles o limitadas imágenes creadas por el ego.

Tu alma valora cada aspecto de tu vida
Tu valor es absoluto, y todo lo que te sucede – sea que lo consideres en su momento bueno o no - es parte de un plan divino que se desenvuelve desde el nivel del alma. Convencionalmente, la autoestima se reduce a tener un ego fuerte. Las personas que poseen egos fuertes se sienten seguras de sí mismas y disfrutan enfrentar obstáculos. Asumen desafíos, y la vida, en retorno, les da dinero, estatus y posesiones - recompensas externas por logros externos. Sin embargo, en realidad, su valor es el valor de un alma, que es infinita y nunca varía. Puesto que cada acontecimiento en tu vida no le sucede sólo a una persona sino a un alma, todo en la vida debe ser valorado.

Tu vida tiene un propósito
Aún cuando te sientas perdido o confundido, Tu vida tiene un propósito. Determinas tal propósito a nivel del alma, y luego ese propósito se desarrolla en la vida cotidiana, como parte del plan divino. Cuanto más profundamente estés conectado con el plan, más poder tiene en tu vida. En última instancia, nada puede detenerlo. A medida que dediques tiempo meditando y participando  de otras prácticas que expandan tu conciencia, te volverás más y más seguro de tu verdadero propósito.

Estás seguro
Muchas personas viven en un estado de ansiedad crónica, sintiéndose aislados y amenazados por todas las amenazas potenciales de la vida moderna. Aunque el miedo se sienta muy real, nuestro verdadero ser no puede ser herido o amenazado. Es por eso que los antiguos sabios decían que todo el miedo nace de la dualidad. Cuando nos reconocemos a nosotros mismos como Uno con toda la existencia, entonces nada está separado o es ajeno a nuestra naturaleza y por lo tanto nada realmente nos puede amenazar.

Puedes comenzar gradualmente a dejar de lado el miedo malsano cuestionando tus pensamientos y abriendo tu conciencia. Cuando surge el miedo, sólo obsérvate. Mírate a ti mismo, observa lo que te indican tu cuerpo y tu respiración, observa todo tu comportamiento, tu tono de voz - todo. Entonces pregúntate, "¿Quién es el que está observando todo esto?" El observador es tu esencia interior, tu centro de quietud que existe fuera e independientemente de tu miedo. Cambia tu centro de identidad a dicho Yo auténtico, y desde ese lugar puedes permanecer sin caer en las garras del miedo. El miedo es entonces sólo una perturbación dentro de tu campo mayor. Esta presencia reiterada de tu conciencia permitirá que tu miedo se disipe a medida que experimentas la alegría y la paz interior.

Los obstáculos son oportunidades disfrazadas
Los obstáculos son señales que nuestro verdadero yo nos envía para hacernos saber que tenemos que cambiar de dirección o tomar un nuevo rumbo. Si tu mente está abierta, percibirás la próxima oportunidad para hacerlo. El secreto es abandonar la rigidez y confiar en la espontaneidad. No se puede planear de antemano cómo enfrentar el siguiente desafío, sin embargo, la mayoría de la gente trata de hacer precisamente eso. Se aferran a un pequeño repertorio de hábitos y reacciones y empequeñecen sus vidas.

Adherir a lo familiar puede sentirse reconfortante, pero esto te ocultará lo desconocido, lo que es lo mismo que ocultar tu potencial de ti mismo. ¿Cómo vas a saber de lo que eres capaz, si no te abres a los misterios de la vida o das paso a lo nuevo? Cada vez que te descubras reaccionando de una forma antigua, familiar, sólo tienes que detenerte. No inventes una nueva reacción, no caigas en lo contrario de lo que sueles hacer. En su lugar, pide apertura. Vé dentro, permanece contigo mismo, y permite que tu próxima respuesta llegue de tí.

Hay una solución creativa para cada problema
Cada pregunta incluye su propia respuesta. La única razón por la que un problema surge antes que su solución es que nuestras mentes son limitadas - que pensamos en términos de secuencias, de antes y después. Fuera de los límites estrechos de tiempo, los problemas y las soluciones surgen en el mismo instante. Si bien se podría pensar que es necesario realizar esfuerzos heroicos para hacer frente a los problemas que enfrentamos nosotros y el mundo, de hecho, es todo lo contrario. Cuando estás viviendo en un estado de conciencia expandida, actúas sin esfuerzo, sientes alegría en lo que haces, y tus acciones traen resultados.

Eres un co-creador con el Universo
Eres un co-creador con el Universo y energía infinita está disponible para tí. Para reclamar tu poder creador, sólo tienes que conectar con las energías primordiales en tu interior. El tipo de energía que puedes recrear en un momento dado depende de tu nivel de conciencia. La mayoría de las personas solo cuentan con las energías superficiales generadas por el ego: la ira, el miedo, gran competitividad, deseo de logros, y el anhelo de aprobación. No hay nada correcto o incorrecto en el dominio de la energía, pero el ego cae presa de la ilusión de que sólo el miedo, la ira, el deseo de logros, y así sucesivamente, son reales. Ignora las energías elevadas del amor, la compasión, la verdad.

En la senda de la alegría, accedemos a reinos más sutiles que el de la mente, y a cada paso, nuevos niveles de energía se hacen disponiblesEn los más altos niveles de conciencia, toda la energía está disponible. En este punto, todos tus deseos están alineados con el Universo, Dios, o el espíritu. Eres capaz de crear sin esfuerzo, con facilidad y experimentar la satisfacción espontánea de sus deseos.

Deepak Chopra

viernes, 23 de octubre de 2015

El observador silencioso del presente



Cuando tu conciencia se dirige hacia fuera surgen la mente y el mundo. Cuando se dirige hacia dentro alcanza su propia Fuente y regresa a casa, a lo No-Manifestado. Más allá de las formas de vida existe la Vida Una, eterna y omnipresente. Yo suelo llamarla Ser: es tu esencia misma, puedes acceder a ella inmediatamente como el sentimiento de tu propia presencia. Por eso solo hay un pequeño paso entre la palabra Ser y la experiencia del Ser. No trates de entenderlo. Solo puedes conocerlo dejando la mente en silencio, cuando estás presente, cuando tu atención está plena e intensamente en el ahora.
La libertad comienza cuando te das cuenta de que no eres el “pensador”. En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior. Entonces te das cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento solo es una pequeña parte de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes –la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna– surgen de más allá de la mente. Empiezas a despertar.

La única verdadera liberación es que puedes liberarte de tu mente. Empieza por escuchar la voz que habla dentro de tu cabeza. No juzgues ni condenes lo que oigas. Pronto te darás cuenta de que la voz está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento, surge  de más allá de la mente. A medida de que profundizas en este reino de la No-Mente vas alcanzando el estado de conciencia pura, te lleva más allá de lo que pensabas era “tu identidad”.

Aprende a no identificarte con tu mente, que no es únicamente el pensamiento, incluye también las emociones y las pautas de reacción inconscientes. En cuanto eres capaz de observarlos, ya no estás atrapado por ellos. Contempla el pensamiento, siente la emoción, observa la reacción. No las conviertas en un problema personal. Entonces sentirás la presencia misma, serena y observante, que está detrás de tus contenidos mentales: el observador silencioso.

La presencia es la llave de la libertad, de modo que solo puedes ser libre ahora. Emplea tus sentidos plenamente y centra tu atención en el ahora; no te preocupes por el fruto de tus acciones, mantente atento a la acción misma, el fruto ya vendrá cuando corresponda. En cuanto tu atención se centra en el ahora, sientes presencia, quietud y paz.

La intranquilidad, el descontento y la tensión surgen como consecuencia de juicios innecesarios, resistencias a lo que es y la negación del ahora. Lo inconsciente se disuelve cuando lo iluminas con la luz de la conciencia; dondequiera que estés mantente plenamente presente. Haz morir el pasado cada momento, no lo necesitas.

Es bastante común que la gente se pase toda la vida esperando para empezar a vivir. La espera es un estado mental. Significa básicamente que quieres el futuro y no quieres el presente. Cuando esperas estás creando un conflicto inconsciente entre tu aquí y ahora y el futuro proyectado. Esto reduce mucho tu calidad de vida, obligándote a perder el presente. Simplemente, sé y disfruta siendo. Si estás presente no tienes ninguna necesidad de esperar. Pero, ten cuidado, el falso yo infeliz, basado en la identificación con la mente, vive en el tiempo. Él sabe perfectamente que el momento presente supone su muerte, y se siente amenazado. Hará todo lo que pueda para sacarte del ahora, intentará mantenerte atrapado en el tiempo.

El poder del ahora no es más que el poder de tu presencia, tu conciencia liberada de las formas de pensamiento. Mantenerte presente significa habitar tu cuerpo plenamente, sentir el cuerpo por dentro, y así llegar a saber qué eres más allá de la forma externa, sentir el Ser como un campo energético invisible que da vida a lo que percibimos como nuestro cuerpo físico. Cuando sientas claramente el cuerpo interno como un campo unificado, te quedará una sensación de presencia o de “Ser” y sentirás que el cuerpo interno no tiene límites. Tener acceso al reino de lo informe es muy liberador. Te libera del vínculo con la forma y la identificación con ella. Lo llamamos lo No-Manifestado, la Fuente invisible de todas las cosas, el Ser dentro de todos los seres. Es un reino de profunda quietud y paz, pero también de alegría y de intensa vitalidad. Éste es el estado de conexión que llamamos iluminación.

El resentimiento, el odio, la autocompasión, la culpabilidad, la ira, la depresión, los celos, e incluso la menor irritación… todos ellos son formas del dolor. El dolor emocional, que también es la principal causa del dolor físico y de las enfermedades, es inevitable mientras sigas identificándote con tu mente. Mientras no seas capaz de acceder al poder del ahora, cada dolor emocional que experimentas dejará tras de sí un residuo de sufrimiento que vive en ti, es un campo de energía negativa que ocupa tu cuerpo y tu mente. Es energía que se ha quedado atrapada, energía que no fluye. Desidentificarte del cuerpo-dolor es llevar la presencia al dolor, y así transmutarlo. Es poder ser el observador silencioso de tus pensamientos y de tu conducta, especialmente de los patrones negativos de tu mente y de los roles que representa tu ego.

El amor es un estado de Ser. Tu amor no está fuera, está en lo profundo de ti. Nunca puedes perderlo, nunca puede dejarte. No depende de otro cuerpo, de otra forma externa.

En la quietud de tu presencia puedes sentir tu propia realidad informe e intemporal. Es la vida no manifestada que anima tu forma física. Entonces puedes sentir la misma vida en lo profundo de los demás seres humanos y de las demás criaturas; miras más allá del velo de la forma y la sensación. Esto es alcanzar la Unidad. Esto es Amor.


Eckhart Tölle – Practicando el Poder del Ahora

jueves, 22 de octubre de 2015

¿Cómo desarrollar la apertura mental?


La apertura mental es una característica fundamental para los científicos, investigadores y creadores ya que les permite abrirse a las nuevas ideas y dar lugar a algo nuevo, diferente de lo anterior. Sin embargo, tener una mente abierta también es importante para la vida cotidiana, en primer lugar, porque nos permite vivir de forma más desprejuiciada y más plena y, en segundo lugar, porque nos permite ser más felices.

Obviamente, todos (o casi todos) quisiéramos tener la apertura mental necesaria pero no es tan sencillo, sobre todo porque estamos llenos de estereotipos, creencias, ideas preconcebidas… Estas ideas nos permiten darle un orden al mundo y nos permiten sentirnos más seguros pero también limitan nuestras posibilidades de ver más allá de ellas, de descubrir otros mundos que quizás son aún más interesantes y satisfactorios que el que vivimos.

La buena noticia es que podemos desarrollar la apertura mental, podemos dar pequeños pasos para deshacernos de las creencias que no nos sirven y abrirnos a un mundo diferente. Ya sé que abandonar los viejos hábitos siempre da miedo pero no podemos ganar algo sin dar nada a cambio.

Cinco estrategias para tener una mente más abierta


1. Sal de tu zona de confort. Todos nos movemos dentro de un círculo en el cual nos sentimos seguros, salir de este círculo nos da miedo porque no sabemos lo que vamos a encontrar. Para mitigar la sensación de inseguridad, sal poco a poco de esta zona segura. Primero da pequeños pasos y después da pasos más grandes.

Por ejemplo, si eres una persona rígida y apegada a los hábitos, puedes comenzar simplemente probando un alimento que jamás habías degustado, puedes comenzar a aprender un nuevo deporte, puedes crear un nuevo hábito… En fin, lo importante es que des pequeños pasos que te hagan salir de tu zona de confort, poco a poco, una cosa llevará a la otra y al final te verás haciendo cosas que antes para ti eran impensables. Obviamente, cuando descubras nuevas cosas conocerás nuevas personas y maneras diferentes de comprender el mundo que ampliarán tu visión de la realidad.

2. Cuestiona las cosas. Los niños lo cuestionan todo pero llegado a cierto punto del desarrollo dejamos de cuestionar las cosas, simplemente las aceptamos de manera casi incondicional. Aceptamos lo que dicen los diarios, los noticieros y las personas importantes porque son entes que consideramos fiables. Aceptamos que tenemos que comprar el coche más nuevo y el último modelo de móvil porque lo hacen todos. Sin embargo, de vez en cuando sería interesante cuestionarse nuestras decisiones, cuestionar lo que dicen los otros, cuestionar las costumbres. Por ejemplo, encuentro que no prohibir los toros porque es una costumbre es una barrabasada de tamaño colosal. Siguiendo este razonamiento, las culturas que practican la mutilación femenina pueden continuar haciéndolo porque es una costumbre cultural. En fin, lo que quiero decir es que a veces vale la pena cuestionarse la realidad que damos por sentada. Verás que descubres un mundo totalmente diferente.

3. Descubre las conexiones. Todo el mundo está conectado, una de las principales características de las personas con mente abierta es que son capaces de encontrar estos vínculos, incluso donde aparentemente no los hay. No creas jamás que eres el centro del universo, aprende a comprender que formas parte de una familia, una comunidad, una ciudad, un país y un mundo. Se trata de un cambio de perspectiva radical.

4. No tengas miedo a equivocarte. Cuando emprendemos un camino diferente y novedoso es normal que en algún punto nos equivoquemos. Nuestros errores nos permiten aprender, nos permiten vivir experiencias, nos permiten crecer como persona (siempre y cuando aprendamos la lección). No podemos desarrollar la apertura mental si nos vemos atados continuamente al miedo a equivocarnos.

5. Ábrete al mundo. Las personas y las cosas que nos rodean son una increíble fuente de inspiración. No creas que porque tienes un título universitario un campesino no te puede enseñar nada. La naturaleza y la cultura que nos rodean están llenas de ideas, solo tenemos que ser lo suficientemente humildes como para verlas.


Psicologia/Jennifer Delgado

La fuerza interior y cómo desarrollarla

La capacidad para trabajar duro y responder de manera resiliente ante el fracaso y la adversidad son características esenciales de las personas que tienen una gran “fuerza interior”. Estas personas logran alcanzar sus metas porque no desisten en su empeño y, cuando un camino no les conduce donde deseaban, simplemente toman otro.



¿Qué diferencia a estas personas del resto? ¿Cuál es el secreto de su éxito?

1. Siempre actúan como si tuviesen el control. “Reza como si Dios cuidase de todos, actúa como si todo dependiese de ti”. Las personas que tienen una gran fuerza interior ponen en práctica esta antigua recomendación. Aunque algunos creen en la suerte, también se preocupan por darle una mano. No se sientan a esperar a que la fortuna llame a su puerta sino que salen a buscarla y siempre tienen la disposición adecuada para captar las oportunidades al vuelo. Son personas con un locus de control interno, personas que toman las riendas de su vida y que actúan como si todo dependiese de ellas, aunque saben perfectamente que no es así. Sin embargo, esa actitud les da fuerza.

2. Obvian las cosas sobre las que no pueden influir. Solemos pensar que la fuerza de voluntad es un manantial inagotable pero no es así. Un estudio muy curioso demostró que cuando hemos pasado todo el día ejerciendo el autocontrol, durante la noche somos más indulgentes. Eso significa que la fuerza de voluntad es una cualidad que debemos aprender a dosificar. Por eso, las personas que tienen esa fuerza interior suelen concentrarse en lo que verdaderamente les importa y pasan de las causas perdidas, por las cuales no pueden hacer nada, una actitud que les permite focalizar su energía y lograr sus objetivos. Sin embargo, eso no significa que sean egoístas sino tan solo pragmáticos. Dan su contribución hasta que pueden y no se martirizan porque no pueden hacer más.

3. Ven el pasado como una fuente de información… nada más. La mayoría de las personas viven atadas, de alguna u otra forma, a su pasado. Sin embargo, a menudo se trata de un fardo demasiado pesado que no les deja avanzar. Al contrario, las personas con fuerza interior consideran que sus vivencias son valiosas pero no se quedan encadenadas a ellas. Aprenden de los errores y siguen adelante. El pasado no las define, comprenden que un fracaso es tan solo una oportunidad para aprender, la señal de que quizás el éxito está más cerca.

4. Celebran el éxito de los demás. Muchas personas no son capaces de celebrar el éxito de los demás porque lo viven como un fracaso personal. Piensan en el éxito como si fuera una cuota a repartir y, mientras más tengan los otros, menos quedará para ellas. Con este pensamiento aparece la envidia, el resentimiento y la frustración, sensaciones que no mejorarán tu vida. Sin embargo, las personas con fuerza interior son capaces de alegrarse por el éxito de los demás y aprenden de ellos. 

5. No se quejan. De vez en cuando, quejarse tiene un poder catártico pero la queja continúa, que es una peculiaridad endémica de nuestra sociedad, solo sirve para centrarse en los aspectos negativos de las situaciones y, de paso, perder una energía y un tiempo muy valiosos. Al contrario, las personas con fuerza interior no se sientan a llorar sobre la leche derramada, emplean esa energía para reorganizar su estrategia y volver a la carga.

6. No intentan impresionar a nadie. En una cultura tan competitiva como la nuestra, muchas personas actúan movidas por una motivación extrínseca. Es decir, quieren ostentar sus logros como si fueran medallas colgadas en el pecho para alcanzar la aprobación o la admiración de los demás. Sin embargo, lo que diferencia a las personas con fuerza interior es que estas no pretenden impresionar a nadie, se mueven para lograr sus sueños, por una motivación intrínseca que, dicho sea de paso, es el motor impulsor más poderoso del comportamiento. 

7. Aplican la gratitud. Estas personas, ya sea cuando se levantan o antes de acostarse, suelen dedicarle unos minutos a la gratitud. Hacen un inventario de las principales razones por las cuales se sientan agradecidas. Este pequeño ejercicio les permite reencontrar la tranquilidad interior y les da la fuerza que necesitan para enfrentar los proyectos que tendrán al día siguiente.

Psicología/Jennifer Delgado

sábado, 17 de octubre de 2015

La receta de la infelicidad

Ánimo, ¡tú también puedes arruinar tu vida!

¿Por qué hay gente que actúa como si quisiera ser infeliz?
¿Sabrías reconocer si eres uno de ellos?.
Esta es la pregunta de la psicóloga y terapeuta familiar Cloe Madanes, que tras mucho investigar ha demostrado algo que ya sospechábamos: algunas personas no son infelices sólo por su contexto o situación personal sino que incluso “se esfuerzan” para conseguirlo.
No son pocas las personas que se privan conscientemente de ser felices. Un lujo que no pueden permitirse, ni por educación ni por cultura ni por religión. Es más, muchos de ellos se sienten culpables en el mismo momento en el que experimentan una situación de bienestar, como si se tratase de un pecado capital. Como si socialmente no estuviese bien visto o fuese una reacción egoísta para con los suyos. El mundo debe ser gris para ellos, disfrutar de la vida no está en su hoja de ruta.

Reflexiona, por ejemplo, sobre las veces que intencional e inexplicablemente realizamos cosas que nos hacen infelices. Increíble pero cierto.

Hace unos meses Harvard Business Review escribió un artículo relacionado a este tema en el que comentaban que es lo que nos hace ser infelices. Y es que muchas veces es mucho más fácil identificar aquello que no nos gusta que aquello que nos gusta. De igual modo, en este post vamos a ofrecer una relación de consejos sobre cómo sería posible alcanzar la infelicidad y quizás de este modo, evitarlos.

En un ejercicio de psicología inversa y con un poco de humor “ácido” la doctora Madanes nos aporta una “receta perfecta” para conseguir ser infelices y desgraciados. Prestar atención pero cuidado ¡No la practiques en casa!
1. VIVE PREOCUPADO POR EL DINERO.
¿Has notado que algunas personas sólo hablan de dinero?. De cuánto han ganado, de cuánto se han gastado, de cuánto han ahorrado. El valor de las cosas y las experiencias lo miden en euros. El dinero no da la felicidad, está demostrado. Sólo ayuda cuando gracias a él consigues acceder a los bienes indispensables para vivir. A partir de ahí, el dinero poco tiene que ver con tu sonrisa.
Psicólogos de la Universidad de Valencia, encontraron que cuando el miedo a perder el trabajo aumenta, las personas se sienten menos satisfechas con sus vidas personales, y con menos compromiso en el trabajo.
Si a esto le sumamos el contexto de crisis y el miedo a perder el empleo o ver reducidos nuestros sueldos podemos conseguir un estado permanente de estrés.
Y lo mejor de todo, puede incluso que no perdamos el empleo pero que nos mantengamos de por vida en un trabajo que odiamos por miedo a no encontrar uno mejor. O que tengamos el empleo que tengamos, nos quejemos simplemente del mero hecho de tener que trabajar. Si quieres ser un amargado, ¡enhorabuena!, estás en el contexto socio-político adecuado.
2. PRACTICA EL TEDIO Y LA INACTIVIDAD.
De acuerdo a un estudio realizado por sociólogos de la Universidad de Maryland, las personas que dedican su tiempo a ver la televisión son más infelices. Los datos demostraron que las personas ven la televisión 20% más que las personas felices.
Pero el hábito de ver la televisión puede ofrecer un placer inmediato, ya que la televisión suele ser una actividad pasiva que actúa como una vía de escape para los espectadores.
¿Por qué vivir y experimentar cuando puedes ver por televisión cómo viven y experimentan otros sin tener que correr tú ningún riesgo?.
Cultiva el pensamiento de que la vida no es excitante, que no llegarás más lejos, que no esperan sorpresas ni aventuras y actúa en consecuencia. En definitiva, no actúes porque da lo mismo. No votes, si no va a cambiar nada.
Con un poco de suerte tú mismo te convertirás en un aburrido y la gente te evitará. Gracias a esto ya no tendrás que esforzarte en esquivar amigos y familiares pesados y podrás quejarte a gusto de tu injusta soledad.

3. EVITA EL HUMOR.
Carecer de humor es carecer de humildad, es estar demasiado inflamado de uno mismo. La vida es seria, la vida necesita de orgullo enconado y no está para bromas. Infeliz pero hinchado de soberbia.
Etimológicamente la palabra divertirse remite a la acción de salirse del vértice, es decir, a la ruptura con el orden cotidiano de significados.
Serás muy infeliz pero serás una persona seria si consigues no tomar nada a broma, todo debe estar sujeto a la máxima tensión y concentración, los fallos no tienen excusa aún en los detalles más insignificantes. Debes ser perfeccionista y exigir perfección.
Asegúrate de que tienes una larga lista de críticas hacia los demás y expónselas siempre que puedas, sobre todo si logras hacerlo de una manera levemente hiriente para que quede clara tu opinión.
La gente no soporta que le digas las cosas directamente pero puedes usar el sarcasmo para que duela sin que puedan enfadarse contigo. Prueba. Tan sólo suéltalo y quédate a gusto.

4. CREA UNA IDENTIDAD NEGATIVA.
Lleva tu negatividad más lejos y no te conformes con situaciones transitorias: convierte cualquier problema en tu propia identidad y el leitmotiv de tu vida.
Si estás deprimido, es que eres una “persona deprimida”, si te sientes enfadado, “es que eres un irremediable gruñón”. Si sientes que sufres ansiedad en situaciones sociales trasfórmate en “una persona fóbica”. De este modo tu percepción negativa alcanzará la totalidad de tu ser más allá de una situación puntual y transitoria.
Esta etiqueta te permitirá estar siempre alerta y que ninguna sensación o situación negativa se te escape.

5. DESCONFÍA DE TODOS.
Atribuye malas intenciones a aquellos que te rodean. Por si acaso.
Ya sabes lo que dice el refrán: “piensa mal y acertarás“. Ya sabes lo que dice la canción: “No mires a los ojos de la gente me dan miedo, mienten siempre“.
Suelen ser falsos, actuar por interés, por sentirse superiores, porque te quieren engañar o porque te tienen envidia. La lista de combinaciones es infinita, cualquier cosa con tal de no creer que la gente puede actuar movida por la bondad o el altruismo. Tan sólo hay que ver las noticias para hacerse una idea del mundo en que vivimos.

6. TÚ SIEMPRE TIENES LA RAZÓN. DISCUTE PARA DEMOSTRARLO.
Es, además, una genial manera de quedarse solo. Si tienes pareja, transforma la convivencia en un drama y comienza a quejarte, gritar o llorar por cualquier detalle que no se ajuste a tus deseos.
Que no te hagan cambiar de idea. Sé tajante, dañino y si censuran tu comportamiento niega que hayas hecho tal cosa o modela tu recuerdo según tu conveniencia.
El trabajo, la calle y sobre todo conduciendo el coche también pueden ser excelentes situaciones para poner este comportamiento en práctica. Demuestra a todos que eres el mejor y no piensas ceder ni un milímetro en tus ideas o acciones.

7. PRACTICA LA INGRATITUD ACTIVA.
Varios estudios muestran que quien sabe dar las gracias es más feliz, así que ni se te ocurra hacerlo. La vida es sufrimiento y luego nos morimos, así que ¿por qué estar agradecido por lo poco que recibimos?
Cuidado, tus familiares y amigos pueden sabotear este plan recordándote que deberías dar las gracias por lo que tienes. No caigas en sus trampas. Ante esto, rescuérdales cómo de imperfecto es todo aquello por lo que supuestamente debes estar agradecido y haz una lista de defectos colaterales. Sé inflexible en este punto, se empieza con un pequeño “gracias” y se puede acabar sonriendo un lunes.

8. TRANSFORMA A TU PAREJA ANTES DE QUE ELLA TE TRANSFORME.
Lo importante no es buscar la pareja perfecta sino la pareja en el contexto perfecto. Es decir, con dinero, posición social o aquella que tus amigos o familiares valoren más.
Después, trata de cambiar su personalidad. Es más sencillo cambiarla a ella que cambiar todo lo demás. Convéncete de que lograrás mejorarlo o curar su “carácter”. Niega cualquier posible evidencia de que esto nunca ocurrirá y sigue firme en tu idea. Tu pareja debe amoldarse a ti y ser infeliz a tu lado. No hay nada peor que tener que aguantar la sonrisa ajena cuando la vida te golpea.

9. QUÉJATE. QUÉJATE MUCHO. 
Quien no llora… ya sabes. Hay quienes se conforman con lo que tienen. Puede que sean felices pero.. ¿qué más obtienen? Nada. Si quieres conseguir cosas debes quejarte, exigir.
Modela los pensamientos negativos y exprésalos constantemente en forma de lamento y peticiones.
Haz que se apoderen de tu día a día para transformarlos en un hábito y así te será más fácil generarlos. Si eres constante llegará un momento en el que te salgan solos y sea imposible no ver algo malo de todo.

10. CULPA A TU FAMILIA. O A QUIEN SEA.
Elude toda culpa y atribúyesela a los otros. De este modo, cualquier posibilidad de mejora y paz interior se disipan pero ganas en pérdida de responsabilidad. Si todo falla, la culpa es de tus padres. O tus hermanos. O tu mujer. O tus hijos.
Culpar a otros es un arte en la ruta hacia la infelicidad pues posa las riendas de tu felicidad en ellos. No eres feliz por culpa de ellos lo cual te libra de actuar. Serás infeliz, pero lo ibas a ser de igual modo y así, al menos tendrás una gran excusa.

11. LAS CELEBRACIONES SON UNA VULGARIDAD.
Celebrar placeres como la música, el vino o la gastronomía es de personas frívolas. Recuerda que mientras tu celebras tu mísera vida el mundo está lleno de injusticias, pobreza, muerte y devastación.
No hay nada que celebrar. La belleza de la naturaleza, con sus atardeceres y paseos por la playa son solo consuelo para pobretones.
Por no hablar de las ridículas convenciones sociales, las reuniones de familia y amigos y en general, la alegría de vivir.

12. NO HAGAS NADA QUE NO VAYA EN TU BENEFICIO.
Piensa qué puedes sacar de determinada situación y actúa siempre buscando algún beneficio. Que no te engañen, quien no se aprovecha es porque no puede ¿verdad?.
Y quien puede y no quiere es tonto. Y claro, no lleves a cabo ninguna actividad de caridad o ayudes a alguien por puro altruismo, una palabra que se inventaron los que no pueden solucionar sus propios problemas y quieren que se los solucionemos los demás.
Diversos estudios muestran que ser altruista es bueno para la salud y para la felicidad pero no caigas en la tentación, evítalas o acabarás dedicando tu vida a algo más que a ti mismo.

13. GLORIFICA EL PASADO, EVITA EL PRESENTE Y DEMONIZA EL FUTURO.
Según un estudio de la revista Science, la mayoría de las personas emplea hasta el 46,9% de las horas de vigilia en pensamientos que nada tienen que ver con lo que está haciendo en esos momentos. Esta forma de “divagación mental” produce, además, sentimientos de infelicidad.
Bajo el título A Wandering Mind is an Unhappy Mind (“Una mente errante es una mente infeliz”), los psicólogos Matthew A. Killingsworth y Daniel T. Gilbert, de la Universidad de Harvard, diseñaron un estudio para poner a prueba la idea de que la felicidad está en vivir el momento, defendida por ciertas tradiciones filosóficas y religiosas, que además centran su práctica en entrenar a la mente para resistir a esta tendencia del pensamiento errante y concentrarse en “el Aquí y el Ahora”.
Si no quieres acabar como esos monjes con la cabeza rapada, recuerda: cualquier tiempo pasado fue mejor y el futuro será un infierno… tan sólo hay que mirar el presente para darse cuenta de ello.
Concéntrate en cómo en tu infancia todo era más tranquilo, no había esta sociedad hostil y corrupta de hoy en día. Antes de ir a la universidad el instituto era una fiesta constante. Antes de casarte la vida tenía retos y oportunidades y ahora estás encerrado en esta vida deprimente y sin salida.
Trabaja en esa línea de pensamiento para llegar a la tristeza y victimización máxima. Si no funciona y no estás lo suficientemente agobiado, también es útil demonizar el pasado: naciste en el lugar equivocado, tienes varios traumas y situaciones terribles que recordar en el momento más inoportuno… No desistas, la infelicidad está al alcance de todos. Incluso la tuya.

Esta es la receta perfecta y los consejos de los psicólogos para ser infeliz. Pero… ¡MUCHO CUIDADO!:
¿Estás seguro de no estar practicando alguno de sus ingredientes?

Diseño Social