martes, 6 de febrero de 2018

La curación del cuerpo llega a través del alma


Tarde o temprano todos los seres humanos enfermamos y el dolor reduce nuestra capacidad para el trabajo y el placer, llegando incluso a arrebatarnos la vida. Sin embargo pocas son las personas conscientes de que la enfermedad aparece cuando malgastamos nuestra energía, permitimos que nos la roben o la encarrilamos hacia objetivos erróneos. Comprenderlo así nos abre el camino de la auto curación, un milagro posible si interpretamos las dolencias del cuerpo como lo que lo de verdad son: expresiones de un malestar espiritual que SI tiene curación.

Los miedos, las fobias, la falta de autoestima o el afán excesivo de control pueden tener repercusiones físicas insólitas y de difícil diagnóstico, que solo podemos resolver aprendiendo a mantenernos en contacto con nuestro YO más hondo.

Aprender el leguaje del sistema energético humano es un medio para comprendernos a nosotros mismos, un medio para salir airosos de estos retos espirituales. Comprender la anatomía de la energía identificará las pautas o modalidades de nuestra vida y la profunda interrelación que existen en el funcionamiento de mente, cuerpo y espíritu.
Este conocimiento propio nos proporcionara placer y paz mental, y al mismo tiempo lo conducirá a la curación emocional y psíquica.

Nos rodea una energía emocional generada por experiencias interiores y exteriores, tanto las positivas como las negativas. Esta fuerza influye en el tejido físico interno del cuerpo. De esta manera, la biografía de una persona, es decir, las experiencias que conforman su vida, se convierte en su biología.

►La biografía se convierte en biología

Nuestro cuerpo contiene nuestra historia, todos los capítulos, párrafos versos, línea a línea, de todos los acontecimientos y relaciones de nuestra vida. Un miedo, por ejemplo, activa todos los sistemas corporales, el estómago se tensa, el ritmo cardiaco se acelera y tal vez el cuerpo comienza a sudar. Por el contrario, un pensamiento amoroso puede relajar todo el cuerpo.

Todos tenemos sentimientos negativos, pero no toda aptitud negativa produce enfermedad. Para crear enfermedad, las emociones negativas tienen que ser dominantes, por ejemplo, una persona puede saber que debe de perdonar a alguien, pero decide que continuar enojada le da más poder. Sin embargo, continuar obsesivamente enojada la hace más propensa a desarrollar una enfermedad porque la consecuencia energética de una obsesión negativa es la impotencia.

La energía es poder, y transmitir energía al pasado pensando insistentemente en acontecimientos penosos resta poder al cuerpo, (o sea lo debilita) y puede conducir a la enfermedad. El poder (que nos da la energía) es esencial para sanar y para conservar la salud. Las aptitudes que generan sensación de impotencia no solo conducen a una falta de estima propia, sino que también agotan la energía del cuerpo físico y debilitan la salud en general.

►El poder personal es necesario para la salud

 Muchas personas desarrollan una enfermedad cuando pierden algo que para ellas representa poder, como dinero, un trabajo o cuando pierden a alguien a quien han investido de poder o de su identidad, como el cónyuge, un progenitor o un hijo. Nuestra relación con el poder está en el núcleo de nuestra salud. Para que una terapia alternativa tenga éxito es necesario que el paciente tenga un concepto interno del poder, una capacidad para generar energía interna y recursos emocionales, como por ejemplo, creer en su autosuficiencia. Es necesario tomar conciencia de lo que nos da poder. La curación de cualquier enfermedad se facilita identificando nuestros símbolos de poder y escuchando los mensajes que el cuerpo y las intuiciones nos envían acerca de ellos.

►La persona puede sanarse sola

 Curación total y cura no son lo mismo. Se produce una “cura” cuando la persona ha logrado controlar o detener el avance físico de una enfermedad. Curar una enfermedad física, sin embargo, no significa necesariamente que se haya aliviado también el estrés emocional y psíquico que formaba parte de ella. En este caso es muy posible, y con frecuencia probable, que la enfermedad reaparezca.

El proceso de la cura es pasivo, es decir, el paciente se inclina a ceder su autoridad al médico y al tratamiento prescrito, en lugar de desafiar activamente la enfermedad y recuperar la salud. La curación en cambio es un proceso activo e interno que implica investigar las aptitudes, los recuerdos y las creencias con el deseo de liberarse de todas las pautas negativas que impiden la total recuperación emocional y espiritual.

Conseguir salud, felicidad y equilibrio energético se reduce a centrar más la atención en lo positivo que en lo negativo, y a vivir de una manera espiritualmente coherente con lo que sabemos que es la verdad.

►La conciencia y su conexión con la curación

Durante las cuatro últimas décadas se ha escrito mucho sobre el papel de la mente en la salud, nuestras actitudes tienen un papel importantísimo en la creación y la destrucción de la salud corporal. La depresión, por ejemplo, no solo afecta a la capacidad de sanar, sino que deteriora directamente el sistema inmunitario. El enojo, la amargura, la rabia y el resentimiento obstaculizan el proceso de curación, o lo impiden totalmente. La voluntad de sanar tiene un enorme poder, y sin ese poder interior una enfermedad suele salirse con la suya.

►La conciencia y la muerte

¿Significa esto que las personas que no se curan no han conseguido ampliar su conciencia? NO, en absoluto. Morir no significa no haber sanado. La muerte es una parte inevitable de la vida. La realidad es que muchas personas se curan de sus tormentos emocionales y psíquicos, y por lo tanto mueren “sanadas”.

Al igual que nacemos en el momento idóneo para que nuestra energía entre en la tierra, también hay un momento idóneo para dejar la tierra. No tenemos que morir con dolor y enfermedad (por lo menos no es necesario). La mente consciente es capaz de liberar el espíritu del cuerpo sin tener que soportar el dolor del deterioro físico. Esta elección la podemos tomar todos.

Tomar conciencia significa cambiar las reglas según las cuales vivimos y las creencias que conservamos. Nuestros recuerdos y aptitudes son literalmente las reglas que determinan la calidad de vida y la fuerza de los lazos con los demás.

►¿Pueden ser curadas todas las enfermedades?

Si, por supuesto, pero eso no quiere decir que todas las enfermedades van a ser curadas. A veces una persona tiene que soportar una enfermedad por motivos que le servirán para afrontar sus miedos y su negatividad. Y a veces a una persona le ha llegado la hora de morir. La muerte no es el enemigo, el miedo a la muerte lo es.


Fuente: Extractado del libro: “Anatomía del Espíritu”. Autora: Caroline Myss, Ph.D.
https://www.cambiodevida.com.ar

lunes, 5 de febrero de 2018

A mil kilómentros de ti


Mírate. No te miras nunca y no te ves… No como realmente eres. No ves en ti lo que otros buscan y ni siquiera sabes lo que buscas tú. No dejas de medirte y pesarte, cuando en realidad, eres inmenso y no tienes límites…  Te miras a través de los ojos ciegos de aquellos que no saben ver y te pones precio a la baja…  Como si tu valor pudiera medirse o tasarse… 
¿Por qué siempre hablas de lo que te falta?
¿Por qué no ves lo mucho que brillas y lo que aportas? ¿Por qué cuando te buscas en los espejos sueñas con encontrar a otra persona si la que te aguarda allí es perfecta? ¿A qué esperas para valorarla? ¿A qué envejezca tanto que luego te duela no haber amado su juventud? ¿A que se enfade tanto contigo por repudiarla que ya no sea capaz de mirarte ella a ti?
¿Por qué no te das cuenta de una vez por todas de que has llegado a ese punto del camino donde ya no necesitas explicarte ni demostrarte nada? Ese lugar donde ya no hay más meta que ser tú en libertad… 
No más excusas ni lamentos. No más buscar historias que sirvan de coartada para esconder imperfecciones que quieres que permanezcan ocultas… No hay nada en ti que no merezca ver la luz… No hay nada en ti que deba esconderse o de lo que puedas avergonzarte.
No más decir que no a lo que deseas porque asumes que no darás la talla.
Sueña pero por soñar no dejes de ver lo que ya has conseguido, lo que está en ti y puedes compartir con los demás, lo que no muestras y tiene un valor incalculable… 
¿Y si dejas de buscar y te concentras en lo que ya eres? en lo que ves, en lo que crees que tienes aunque sea efímero y pasajero… En lo que sientes y notas, en lo que te rodea… ¿Y si resulta que lo que quieres ya está en ti y no lo ves porque no paras ni un instante para sentirlo y notarlo? ¿Y si la belleza que crees necesitar desesperadamente ya está aquí y te invade sin darte cuenta porque has cerrado los ojos, la mente, el alma?
Tal vez podrías usar los sentidos más allá de lo habitual y pasar los límites, ver dónde veías y oler lo que no has conseguido oler nunca… Notar lo que habitualmente no notas, acariciar lo que normalmente tocas sin ganas porque no ves su valor… Tal vez la vida ya te ha dado ese gran tesoro y estás buscándolo a mil kilómetros de ti mismo… Tal vez miras tanto al cielo que nos has visto que ya estás en la cima, que tus pies se han despegado de la tierra y vuelas…
Obsérvate. Para para verte. Detente a contemplar cómo todo se mueve y late, cómo baila la vida en movimiento, con qué cadencia se agita el mundo que te rodea… Cómo respiras y te llenas de vida…
Eres inmenso. Impregnas el aire con tu entusiasmo cuando dejas que en ti habite ese entusiasmo. Cuando te levantas por la mañana y envías las preocupaciones al cajón del olvido y decides creer que todo irá bien. Y vas por la calle cruzando la vista con un montón de personas que repiten en susurros sus miedos y suplican lo mismo que tú… Tal vez ellos tampoco se han dado cuenta de que ya son lo que quieren. Ya son lo que sueñan pero se miran con los ojos del que pide y no del que da, con el ánimo del que busca y no del que encuentra, con la obsesión del que necesita y no del que sabe que merece.
¿Y si decides acurrucarte en este momento preciso y vivirlo sin pensar en nada más? Sin notar nada más que el aire que entra en tu pecho y el viento que acaricia tu cara… Nada más que la sensación de estar en este ahora y apurarlo sabiendo que se termina y ya no existe, que cuando acabes de leer esto será tu pasado y podrás recordarlo feliz porque sabrás que fue tuyo por completo.
¿Por qué no eres tuyo por completo? ¿Por qué tienes la mente en mañana y los pies en antes de ayer? ¿Por qué buceas en lo que no te gusta de ti ni del mundo y no te centras en lo que te hace brillar? ¿Por qué hablas mal de otros y te olvidas de hablarte bien a ti?
Contempla lo que eres… Un ser por escribir su historia, pendiente de todo menos de él…Ignorando que puede, que sueña, que llegado el momento sabrá qué debe hacer… Que hay un algo maravilloso a punto de suceder y va a pillarlo con un pensamiento triste y amargo en la boca, masticando quejas y los ojos perdidos en lugar de hambrientos… Lo que esperas…  Lo que sueñas te ronda y va a encontrarte a mil kilómetros de ti… Y vas a perderte el latido único de encontrarte contigo y notar que estás, que eres, que has llegado a ti después de un largo viaje. 


Merce Roura
https://mercerou.wordpress.com

domingo, 4 de febrero de 2018

2018 - Año del perro de tierra



Aunque el día de AÑO NUEVO CHINO será el 16 de febrero de 2018, realmente la energía del PERRO de Tierra entrará unos días antes, concretamente el 4 de febrero. Por ello todos los nacidos a partir del 4 de febrero de 2018 (hasta el 3 de febrero de 2019) tendrán como Horóscopo Chino PERRO de Tierra.

EL CICLO SEXAGESIMAL

El ciclo Jia Zi completo que establece el Calendario Lunar Chino es de 60 años. Cada año se corresponde con una pareja de Tronco Celeste (los troncos denominados TC son 10) y Rama Terrestre (las Ramas denominadas RT son 12). Cada 12 años se repite una misma Rama Terrestre, y los nacidos en ese año tendrán esa RT como horóscopo Chino, pero el elemento asociado al tronco que acompaña a la RT va cambiando, siendo sucesivamente: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua, y añadiendo un matiz de personalidad distinto al animal de esa Rama Terrestre.
Así, en el ciclo Jia Zi, cada Rama Terrestre aparece 5 veces acompañada por un elemento distinto, y hasta que no pasan 60 años no vuelve a repetirse la misma rama con el mismo elemento. El último año PERRO de Tierra fue justo hace 60 años, en 1958 pero hace 12 años, el año 2006 fue año del PERRO de Fuego.
La influencia de la Rama Terrestre de Año RT11 PERRO, cuyo elemento natural es Tierra, va acompañada en 2018 por el elemento del Tronco Celeste TC5 (Dragón Amarillo), que también es Tierra. (Ver el cuadrado destacado en rojo en la tabla). La energía del año PERRO de Tierra es Yang y la energía del elemento del Tronco Celeste que lo acompaña (TC5 Dragón Amarillo – Tierra) también es Yang, por lo que durante este año la acción va a ser muy importante.
La personalidad del PERRO defiende fogosamente a los familiares y amigos y se muestra cauteloso con los que no conoce. Dentro de su círculo cerrado es muy leal y fiel, y sus vínculos son inquebrantables. El PERRO representa a seguridad del hogar y a los amigos en los que podemos confiar.
En general, un año PERRO será un año favorable para aquellas personas cuyo Horóscopo Chino es “CONEJO”, que es el amigo del “PERRO”. Los “CONEJO”, se sentirán especialmente vitales para cumplir sus objetivos. Es conveniente que utilicen su tiempo y recursos económicos sabiamente, y estén muy atentos para aprovechar las oportunidades, pues se pueden presentar donde menos se lo esperan.
Para los que tienen como Horóscopo Chino el “DRAGÓN” este año no será tan favorable, debido a que es el enemigo del “PERRO”. Los “DRAGÓN” tendrán la sensación de que es imposible alcanzar las metas pues constantemente aparecerán obstáculos y dificultades; deberán aceptar la situación, procurar frenar las pérdidas y sobre todo cuidarse.
Los que tienen como Horóscopo Chino el “PERRO” tampoco lo tendrán fácil, pues su energía entrará en conflicto, al sentir que tienen que competir con otros de su misma condición; en este caso, es mejor quedarse en segundo plano y ser consciente de que conseguir las cosas supondrá esfuerzo.
Las energías del Universo y de la Tierra actúan sobre los órganos del cuerpo y también sobre los sentimientos y emociones. En este caso la energía del Elemento Tierra va a ser la dominante durante el AÑO DEL PERRO de Tierra. El poder de la Tierra deriva de la capacidad de unir, nutrir y mantener.
El elemento Tierra según la Medicina Tradicional China rige el Estómago (Yang) y el Bazo (Yin), por lo que se aconseja cuidar estos dos órganos especialmente.
Hay que tener en cuenta que si el individuo es Tierra (según su Hexagrama Natal) puede tener exceso de la energía de Tierra, que le puede generar desarmonía del Bazo-Hígado o/y del Bazo-Riñón, una congestión de la Energía vital (Qi) y de los fluidos del cuerpo, y una acumulación de calor y humedad.
La agravación de los problemas derivados por el exceso de Tierra, se ocasiona sobre todo al final del verano, y en los cambios de estación, también por la excesiva humedad, calor o frío del ambiente, y por el consumo de alimentos dulces, pegajosos y fríos.
Los chinos en la toma de decisiones cotidianas tienen muy presente el influjo energético externo que interactúa en su entorno. En el Aula de Estudios de La Biotika editamos cada año una AGENDA-CALENDARIO LUNAR CHINO. En la agenda del 2018, se indican los días y horas favorables para realizar los eventos que se consideren importantes. Si además conoces tu Hexagrama Natal, podrás aprender que días, meses o años, son especialmente favorables o desfavorables para ti en concreto y conocer los potenciadores del Feng Shui.

POTENCIADORES DEL FENG SHUI PARA EL 2018

Según el Feng Shui, en los puntos cardinales rigen energías que se asocian con diferentes aspectos de las personas en correspondencia con los “Nueve Palacios”. Tomar conciencia de estas energías nos permite captarlas tanto en nuestra casa, como en nuestra oficina o local, y armonizar su influencia, utilizando los potenciadores adecuados.

Cuadro 2018
En la tabla se indica para cada uno de los “Nueve Palacios” el potenciador que puede utilizarse para transformar la energía correspondiente y mejorar el aspecto de la vida asociado a ella. Hay que tener en cuenta que el influjo energético no es fijo, cambia cada año coincidiendo con el inicio de la nueva Rama Terrestre de Año.
Según el Feng Shui, la energía que rige el centro de nuestra casa para 2018, es la del Número 9, que es una energía para la suerte, y la buena relación en el matrimonio y con los hijos. Para potenciar este aspecto de la vida, poner en el centro de la casa 9 cantos rodados de amatista.
Lo más adecuado es que coloques el potenciador en un día favorable pues en estos días la energía es muy alta. Si además al poner el potenciador te concentras en lo que deseas lograr, aumenta mucho la posibilidad de conseguir tus objetivos.


Shu -Yuan Chen y Maite Foulquie
Profesoras de I Ching
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