martes, 28 de marzo de 2017

Zen: hacia la medicina holística del siglo XXI

Dr. Sergio Mejía, cardiólogo: La Enseñanza Zen, una puerta hacia la medicina holística en el Siglo XXI


La Enseñanza Zen o Técnica Zen se basa sobre el control del sistema nervioso mediante la respiración consciente, la meditación y una simple práctica de los “toques Zen” estimulando unos puntos energéticos o chacras para eliminar posibles bloqueos y permitir que la energía fluya correctamente por todo el cuerpo. Es una herramienta práctica y sencilla y al alcance de todo el mundo sin importar su estatus social, económico, cultural u otro. No está relacionado con ninguna religión, doctrina ni meditación zen budista.
En vista de los resultados que se ven gracias a la práctica de la herramienta del “toque Zen”, el sector de la medicina ha tomado un gran interés y son cada vez más las personas del ámbito sanitario que asisten a los cursos Zen. Suzanne Powell, escritora de libros como Conexión con el Alma, instructora Zen y conferencista, expresa en una de sus conferencias su gratitud por haber tenido la oportunidad de trabajar con médicos con la mente abierta: “Médicos con ganas de descubrir cosas nuevas más allá de los que aprenden en su profesión. Aprenden los cursos Zen para expandir sus conocimientos y quedarse sorprendidos.”
Ver vídeo del taller impartido por Suzanne Powell para la Asociación de Médicos y Sanadores presidida por el Dr. Francisco Barnosell
El Dr. Sergio Mejía que dirige el Centro Médico Cardiovascular de Málaga, confiesa que: “Después de miles de pacientes, ecocardiogramas, stents coronarios implantados, empecé a sentir una preocupación, NO estaba curando pacientes, estaba solo haciendo diagnósticos, algunos acertados y otros no, para tratar de aliviar síntomas, pero no curando.” Quedó realmente impactado tras constatar con testimonios reales que la Enseñanza Zen te capacita para canalizar energía y ayudar a la gente a curarse a sí misma.
Enseñanza Zen
Además sostiene que: “Debemos aprender a integrar los avances reales de la medicina moderna con el conocimiento preciso de culturas antiguas que sabían que el cuerpo se puede curar a sí mismo si le damos las herramientas. He visto en mi propia práctica como un ‘toque Zen’ puede tener efecto inmediato sobre una arritmia cardíaca, y que no necesitas ser médico para hacerlo. Sin embargo, hoy en día, los médicos somos de muchísima importancia para mantener la salud de la población. La gente confía en sus médicos y los necesita. Por tanto, conocer las diferentes técnicas de sanación energética aporta muchísimo a la práctica médica. Personalmente conozco varias, pero la más simple desde mi punto de vista es la Enseñanza Zen, la cual no dudo en recomendar como parte de la vida de cualquier persona, no importa si es médico, paciente o ambas.”

“Como médico, creo que la Enseñanza Zen es una puerta hacia la medicina holística del siglo XXI. Medicina sanadora basada en la verdad. Afrontamos tiempos muy interesantes en el campo médico. La dualidad nos está retando más que nunca, tanto a médicos como a pacientes que, sintiendo la llamada al despertar de la conciencia, rechazan de corazón los productos químicos innecesarios.”

La salud holística busca la práctica de hábitos saludables que permiten alcanzar un sinnúmero de beneficios como la prevención de enfermedades. Somos cada vez más conscientes que la salud no se reduce a algo puramente biológico, sino que afecta a toda la persona. El concepto de salud holística toma en cuenta al ser humano como una entidad completa, un ser total que engloba lo físico, mental y espiritual.
Cristina Casanova
http://suzannepowell.blogspot.com.ar/

lunes, 27 de marzo de 2017

LA LEY DEL EQUILIBRIO Y LA ARMONÍA EN LAS RELACIONES


Amarte es darte lo que realmente necesitas.

Tienes que estar en ti y en tu cuerpo, en lo que sientes y por qué para saber lo que de verdad quieres.
Amarte es saber acompañarte para nunca ser dependiente, es saber acompañar para no aislarte.

Saber darte y saber dar, buscando la armonía entre lo que das y recibes.

En la vida, en la naturaleza, en cualquier ecosistema, en tu vida y relaciones hay una ley natural, la ley del Equilibrio y la Armonía que rige las relaciones porque la vida no son meras palabras, ideas y emociones.

Tú eres un ser de energía y no puede haber un desequilibrio entre lo que das y lo que recibes.

Necesitas Amarte para poder Amar y saber nutrirte para tener algo que dar.
El Amor por los demás comienza en el Amor por ti mismo y el saber Amarte pasa también porque te permitas Amar a los demás en un permanente equilibrio.

El acto de vivir, de relacionarte, requiere siempre una inversión de energía que tiene unos resultados concretos.

►La relación entre lo que das y lo que recibes es tan importante que va a determinar tu gozo o dolor, también tu salud o enfermedad, éxito o fracaso. 


En el aprendizaje del Amor, el equilibrio y la armonía son virtudes necesarias para la verdadera expresión del Amor.

Equilibrio entre lo masculino y lo femenino, entre individualidad y globalidad, libertad y compromiso, entre tú y el otro.

La búsqueda del Amor es la búsqueda con el otro que solo puede conseguirse tras lograr una armonía interior, siendo racional y emocional a la vez, material y espiritual, que el cielo y al tierra se Amen dentro de ti.

Si empiezas a ver tu vida como el resultado de tu habilidad en manejar la energía y su necesidad de equilibrio, estas acercándote a una verdad universal, al secreto más profundo y valioso de la vida.


*Francisco Pedro Torres Perales

domingo, 26 de marzo de 2017

SE HACE SABER…


Vayas donde vayas solo ves gente intentando sobrevivir. Es decir, hay unas leyes de supervivencia que son iguales para todos y cada uno de nosotros, estas leyes tienen que ver con el alimento, la respiración, la pareja, la reproducción, los hijos, la desvalorización, la protección y el territorio, básicamente. Por muy diferente que sea la cultura o las tradiciones de cada uno de nosotros, todos estamos bajo la influencia de esa información ancestral, y todo nuestro funcionamiento, aunque inconscientemente, gira en torno a ella.

Del mismo modo, cada músculo, tejido, órgano, función y en definitiva, célula del cuerpo está relacionada con alguna de estas leyes. De este modo podemos relacionar diferentes patologías y estados de ánimo con conflictos biológicos, que nos suceden o nos han sucedido, y así poder descubrir situaciones y vivencias que estamos experimentando, que producen que alguna de esas leyes biológicas sean percibidas incoherentemente por nuestro inconsciente, activando así al síntoma que viene a ponerlo de manifiesto.
Cuando nos damos cuenta de esta correlación, es cuando podemos hacer algo para equilibrar esa ley. Así, es importante tomar conciencia de cómo estamos viviendo esa situación, y poder verla de otra manera, sentirla de otra manera, y así, el mensaje que damos a nuestro inconsciente cambiará, y no necesitará al síntoma para expresar la incoherencia.
Todo se complica un poco más, si añadimos a lo anterior, la influencia de lo que vivimos en la barriga de nuestra madre y los primeros años de vida. Momento en el que no estamos todavía desarrollados completamente y somos susceptibles de hacernos portadores de mochilas emocionales que no nos pertenecen, pero que nos afectarán toda la vida si no somos conscientes de ellas.
Sin olvidarnos de lo que ya la epigenética conductual nos ha explicado, que es la enorme influencia que tienen los traumas vividos  por las generaciones anteriores a nosotros. Traumas que se convierten en todo tipo de síntomas, conductas y vivencias, que resuenan con esa ley biológica que no fue satisfecha por nuestro antepasado, y se convirtió en un conflicto para él, que no supo resolver adecuadamente.
Este cóctel de tres ingredientes es el que dibuja lo que somos y nuestra vida, el que guía nuestras experiencias constantemente, sin un solo segundo de descanso. Son las instrucciones del piloto automático que llevamos conectado permanentemente, llamado “el inconsciente”, que bajo su única prerrogativa de proteger nuestra supervivencia, hará lo que crea necesario para llevar a cabo su tarea.

Andrés López
https://laemocionparasanar.wordpress.com

sábado, 25 de marzo de 2017

Es inevitable


Lánzate ya, ahora es el momento, pero no lo hagas sólo para triunfar, hazlo para ser feliz… Sea lo que sea, hazlo porque te transforma.
Porque te llena y llena a otros. Porque si no lo haces, tus estanterías interiores siempre están vacías y tus ojos no brillan.
No lo hagas sólo por ambición por ser y demostrar sino por amor a lo que realmente eres, por ganas, por querer compartir lo que sueñas y quieres para ti. Porque quieres aportar al mundo algo que crees que lo mejora.
Hazlo porque no imaginas vivir de otro modo, porque ya no puedes vivir desde otra actitud.
Hazlo porque buscas sentirte bien con la vida que vives, porque quieres amar lo que haces y sabes que puede ayudar en este camino.
Hazlo para compartir lo que eres.
Porque vibras cuando lo imaginas, cuando te pones la película de tus sueños pendientes y los notas tanto que se te agolpan las lágrimas en las mejillas de felicidad… Porque los tocas, porque los sientes. Porque la locura es no intentarlo y desistir.
Hazlo porque notas que pasará, que es inevitable que tu vida sea maravillosa si actúas siendo tú, ese tú de verdad…
Hazlo por la persona en quién te convertirás si lo consigues, no por el logro en sí y el mérito, sino por la transformación que tendrá lugar en tu interior.
Y a lo mejor te encuentras haciendo lo mismo que antes, con las mismas ganas, pero con otra actitud, con otra forma de mirar lo que te rodea y sin esa obsesión por el resultado… Prescinde del resultado y goza de la experiencia…
No lo hagas por el éxito y tendrás éxito.
Hazlo por ser coherente contigo y con tu forma de ver el mundo… Porque tus sueños te ponen las pilas y tus metas te hacen volar…
No lo hagas por tener, hazlo por ser. Conviértete en esa persona que no necesita demostrar nada porque sabe que es.
No lo hagas por lo que tendrás sino por el sentido que le dará a tu vida.
Ama la incertidumbre de no saber cómo ni cuándo, pero teniendo clarísimo el qué y el para qué.
Abraza la paciencia y deja de preocuparte por qué dirán. Nadie vivirá por ti la vida insulsa que te espera si no lo haces.
El mundo está lleno de ilusiones rotas que toparon con miradas inquisitivas y no supieron pasar de largo… La única mirada que cuenta es la tuya.
No te desesperes, no busques atajos, no bombardees al mundo con incoherencia… No actúes sin notar, sin sentir… No te dejes llevar por esa parte de ti que no confía y no sabe esperar mientras planifica, no te maltrates pensando que no saldrá bien… Sigue trabajando en ti y en tu sueño, sigue sembrando, sigue cuidando de lo que siembras, sigue aprendiendo, sigue sumando, sigue aportando…
Lo que importa es cómo te sientes contigo y cómo te llamas cuando te buscas, qué nombres encuentras para susurrarte, qué momentos llenan tu vida… Que encuentres tu equilibrio, que sepas que estás en ese lugar desde el cual se construye, se crea, se sigue caminando motivado y apasionado por lo que amas.
Vive la belleza del momento en que notas que lo que haces es lo que eres. Que estás en tu camino y ocupas tu lugar en el mundo.
Hazlo perfecto sin buscar la perfección, sino soñando la excelencia… Si sufrir por no llegar sino con la ilusión del que sabe que llega y del que no tiene que preocuparse por la nota final.
Hazlo con ganas sin tener que esforzarte porque te gusta tanto que te sale solo…
Porque lo amas tanto que lo harías gratis, pero es tan maravilloso que mereces recibir lo mejor a cambio.
Hazlo porque asumes que es tu misión, pero sabes que puedes elegir.
Por responsabilidad con tu vida, con las personas que te rodean, por los sueños que te zarandean y consiguen que hagas imposibles…
Hazlo porque no eres capaz de resignarte a no ser tu mejor versión y ceder al miedo.
Porque te sale el talento por los poros y no puedes más que ponerlo a circular y trabajar para que crezca y pueda ser compartido.
Descúbrete , asúmete, nótate… Hazlo porque ya no hay vuelta atrás. Porque llegado a este punto, te das cuenta de que ya puedes fingir que no ves o que no sabes, que no sientes. Porque ya estás comprometido contigo y con esa forma nueva de ver lo que te rodea.
Y si te dejas llevar por la pasión y te dedicas a hacer lo que realmente amas es inevitable que vayas a triunfar.
Planifica desde el corazón, sintiendo cada paso. No te fuerces pero no te pares…
Es inevitable que funcione porque todas tus fibras están en sintonía.
Es inevitable que salga bien porque confías en ti…
Es inevitable que tengas éxito porque ahora sabes quién eres de verdad y has sellado tu compromiso.

Merce Roura
https://mercerou.wordpress.com
Pintura: Francisco Sanchis Cortés
http://www.franciscosanchiscortes.es



viernes, 24 de marzo de 2017

Carl Gustav Jung y su legado a la psicología espiritual


La obra de C. G. Jung es un proceso de búsqueda constante, una alquimia maravillosa entre la Psicología Analítica, la antropología y la filosofía donde dejarnos conceptos tan interesantes como “el inconsciente colectivo”, “los arquetipos”, la”sincronicidad” o las bases de un legado espiritual donde se esconde todo un crisol de idearios.
Cuando hablamos de psicólogos famosos, el primero que aparece en la mente de la mayoría de las personas es el icónico rostro de Sigmund Freud. Sin embargo, para muchos, fue Carl Gustav Jung quien logró dejar una impronta mucho más profunda en el estudio de la personalidad y la psique humana.
“Si eres una persona con talento no significa que hayas recibido algo, quiere decir que puedes hacer algo”
                                                                        Carl Gustav Jung

Cabe decir que aunque Jung trabajara en estrecha colaboración con Sigmund Freud durante años, el enfoque de este último sobre la sexualidad como factor relevante detrás de la conducta humana fue siempre una píldora difícil de tragar para el psiquiatra suizo.
En la mente prodigiosa de este libre pensador, fundador de la Psicología Analítica, existían muchas más inquietudes que sobrepasaban las bases teóricas en las que Freud se movía. A pesar de ser un psicólogo clínico práctico y teórico, dedicó la mayor parte de su vida a explorar otros reinos, a dejarse envolver por la filosofía oriental y occidental, por las artes, la literatura, la astrología, la sociología o incluso la alquimia.
Un legado de saberes no exentos de interés del que deseamos hablarte a continuación.


El sueño de infancia que le abrió los ojos

C. G Jung dijo una vez que el ser humano nace tres veces. La primera responde al nacimiento real, el físico. El segundo acontece con el desarrollo del ego, y el tercero es el que da forma al nacimiento de lo que él denominó como “conciencia espiritual”. Según Jung, este último alumbramiento nunca llegará a producirse si la persona se centra en exclusiva en el ego, en sus condicionamientos aprendidos o en esos patrones mentales rígidos y poco receptivos.
“El sueño es la pequeña puerta escondida en el más profundo e íntimo santuario del alma”
                                                                  Carl Gustav Jung

Sin embargo, parece ser que el propio psiquiatra suizo experimentó este tercer despertar siendo niño gracias a un sueño extraño, simbólico a la vez que fascinante. Era una sala amplia con una alfombra roja donde se alzaba un ser extraño postrado en trono. Era un monstruo con aspecto de árbol que lucía un inmenso ojo en el centro. Vestía piel de hombre y apenas reaccionó cuando el pequeño Gustav Jung se acercaba hasta él. Sin embargo, al poco pudo escuchar la voz de su madre que le gritaba desde una fosa cercana que no se acercara, que era “el comedor de hombres”.

A pesar de que en un primer momento aquel sueño fue recibido más bien como una temible pesadilla, no tardó en despertarse en él un profundo interés por el mundo de lo onírico y su simbología. Años después fue consciente de que aquel sueño fue como una llamada, como una invitación directa a investigar lo que más tarde se denominaría por parte de los psicoanalistas, como “lo inconsciente“.

El legado espiritual de Jung

A pesar de que el enfoque clínico en el que trabajaba C. Gustav Jung se basaba en una psiquiatría muy teórica, siempre tuvo claro que no deseaba quedarse con esa visión reducida y limitada sobre el campo del conocimiento humano. No tardó en incorporar a sus teorías raíces de la antropología, conceptos del arte, de la espiritualidad y de ese legado cultural donde se escondían ideas reveladoras sobre el reino del inconsciente.
  • Jung estudió en profundidad el cristianismo, el hinduismo, el budismo, el gnosticismo, el taoísmo y otras tradiciones porque para él, lo espiritual constituía la raíz misma de la vida psíquica.
  • Uno de sus ejes vertebradores era que para entender la mente humana también había que estudiar los productos de esta, es decir, sus producciones culturales.
  • A su vez, defendió en múltiples ocasiones que toda experiencia espiritual era esencial para favorecer nuestro bienestar, algo en lo que Sigmund Freud no estaba de acuerdo.
  • En 1944 Jung publicó Psicología y Alquimia para demostrar cómo en muchos de nuestros sueños más comunes se esconden símbolos utilizados por los alquimistas, así como imágenes mitológicas que todos tenemos arraigadas en nuestro subconsciente.
Con estas ideas, Jung reforzaba el carácter universal de su teoría del arquetipo haciendo además una defensa en valor de la espiritualidad como herramienta para mejorar la salud psíquica del hombre moderno.

Jung y el estudio de los mandalas

C. G Jung, en su infinita pasión por esos saberes arraigados en nuestras culturas ancestrales, no tardó demasiado en descubrir los efectos psicológicos de los mandalas, mientras que abordaba el estudio de la religión oriental.
  • Según él mismo explicó en numerosas ocasiones, el mandala responde a un diseño geométrico sagrado capaz de provocar algo revulsivo a la vez que terapéutico en nuestro interior.
  • Toda figura con forma de círculo supone no solo una representación del cosmos, es una invitación directa a escuchar nuestro ser, a restaurar la armonía y a favorecer un despertar, un crecimiento.
Jung utilizó los mandalas con sus pacientes para favorecer en ellos la escucha de la voz interior. Era un modo de descentralizar el ego, de romper el rumor de los pensamientos obsesivos para que la persona encontrara nuevas rutas de liberación y se asomara a un nuevo estado de conciencia.
“Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”
                                                                      Carl Gustav Jung  
Para concluir, el legado de Carl Gustav Jung es sin duda uno de los más vastos, de los más ricos en cuanto a saberes, enfoques y concepciones. A pesar de que sus contribuciones teóricas siguen muy presentes en el campo del psicoanálisis, a día de hoy no falta quien prefiere centrarse solo en sus idearios espiritualistas.
Por nuestra parte te invitamos a conocer todo el conjunto de sus trabajo, sin restringir ningún área. Libros como “El libro Rojo”, “El hombre y sus símbolos”o “Recuerdos, sueños, pensamientos” son testimonios de un enfoque multidisciplinar, de un crisol de conocimientos y despertares que a día de hoy siguen inspirando a expertos, curiosos y profanos.

Psicología/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com