jueves, 14 de diciembre de 2017

Consideración y desconsideración



Todos los aspectos que hemos trabajado en las últimas semanas en estos artículos sobre conceptos duales, posiblemente tienen en común el hecho de que son cualidades que, por un lado, todos consideramos en general deseables, y por otro, todos las reconocemos y las destacamos cuando no están presentes o cuando vemos a alguien que no las manifiesta. Así por ejemplo el amor, la laboriosidad, la sinceridad o la atención, de las que ya hemos hablado, pasan algo más desapercibidas que el miedo, la desidia, el engaño o la distracción.
Es simplemente cuestión de darnos cuenta que ambas polaridades forman parte de la maquinaria humana, a nivel mental principalmente, y que, en general, tengamos claro cual de las dos facetas es la que queremos manifestar para todos en la sociedad de esa “nueva Tierra”, como nos ha dado por llamar a un futuro nivel evolutivo que esperamos algún día ver manifestado en nuestra realidad.
Los dos paramentos de hoy no son diferentes en ese aspecto, la consideración hacia los demás, y la desconsideración hacia ellos. La empatía y la apertura de miras, el querer comprender y el ponerte en la piel del otro, o el querer cerrar los ojos ante ellos y rechazarlos, ya que es más fácil, o suele serlo, debido a mecanismos automáticos de protección imbuidos en la psique, rehusar y confrontar que escuchar y aceptar. Y todo, efectivamente, una vez más, por los múltiples miedos subyacentes que poseemos y que se manifiestan en las relaciones humanas.
Un espacio para el entendimiento
¿Qué es la consideración? Es tener y tomar en cuenta a los demás, lo que dicen, lo que piensan, lo que hacen. Aunque no lo compartamos o no nos veamos reflejados en ellos, les comprendemos o tratamos de hacerlo. Este comportamiento provoca y genera un espacio energético para el entendimiento, cosa harto difícil en muchos lugares, situaciones y entre muchas personas ahora mismo en una gran parte de las realidades de nuestro planeta. ¿Os imagináis que toda la población fuera considerada con todo el resto? Utopía quizás, pero realidad sin la cual no se puede alcanzar ningún futuro nivel evolutivo basado en otras reglas de convivencia y respeto común.
La consideración de una persona hacia otra suele ser un atributo de aquel que comprende varias máximas de la realidad en la que vive, y, por lo tanto, las aplica en su trato con sus semejantes, y que vienen a ser algo así como que nadie tiene en este plano la verdad absoluta, que cada uno vive en su propio universo y nivel de realidad según sus creencias, patrones y programas almacenados en su psique, y que, para cada uno de nosotros, existe una verdad tan real como la verdad de la persona de al lado, pero que no la percibe de la misma manera.
Teniendo en cuenta esto, ¿para que vas a discutirle a alguien algo en lo que cree firmemente solo porque no cuadra con lo que crees tu? Siempre suele ser más efectivo escucharse mutuamente y tomar en cuenta, considerar, todas las verdades individuales de todas las realidades existentes en el planeta, pues el mundo que vemos es la suma de las realidades donde considerándolas todas como válidas por parte de su proyector responsable (la persona que la crea), podemos llegar a entender a otra parte de la Creación haciendo su trabajo de crear en su trozo de universo la experiencia que necesita para que la Fuente se expanda y se comprenda a si misma un poco más.
Las fuerzas del choque entre realidades
Por el contrario, las fuerzas de la confrontación promueven la desconsideración como arma para enfrentar posturas, aunque lo que subyace por debajo de ello puede ser simplemente el miedo que uno puede tener a estar equivocado, a sentirse infravalorado, o simplemente miedo a que con las posturas o ideas de los demás se lleguen a romper parte de las estructuras y creencias que pudiéramos tener nosotros fuertemente implantadas sobre algún aspecto, y que nos obligue a replantear los cimientos mismos de nuestra vida en casos más extremos.
Así, para evitar esto último, poseemos varios Yos gestionados por el ego que facilitan la puesta en marcha de mecanismos de defensa ante estas situaciones, y que son los que detonan ataques entre personas, procesos de difamación, juicio a otros, crítica, etc. Simplemente, por miedo, y por ser incapaces de ponernos en la piel de los demás y entender que ven el mundo de forma diferente a uno, ya que el contenido de su realidad es distinto. 
Energéticamente, además, es fácil suponer que subyace debajo de estos opuestos, pues la consideración incluye patrones derivados de la energía del amor, mientras que la desconsideración tiene siempre un sustrato de algún tipo de miedo, por mucho que se disfrace o se esconda bajo cualquier otro comportamiento aparentemente más inocente o superficial. También, como posiblemente ya habéis visto o leído anteriormente, el ser humano puede llegar a poseer de forma natural la cualidad de la consideración activa a través de los llamados centros superiores de control, ya que precisamente el centro emocional superior regula esta capacidad de entender y ponerse en la piel de otros para empatizar con ellos y pasar de la visión del “yo” a la visión del “nosotros”, proceso que se consigue a partir, como siempre, del trabajo interior que cada uno debe hacer para conseguir despertar esas otras cualidades subyacentes de forma que se manifiesten siempre de forma automática.
Dejemos paso a la consideración. Hay tantos puntos de vista y realidades solapadas como mónadas hay en el conjunto de toda la existencia, y es de recibo que todas contengan su propia versión del universo y de la Creación.

David Topí
http://davidtopi.com

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Los 5 tipos de personalidad según Erich Fromm


Los 5 tipos de personalidad según Erich Fromm están basados en el principio de productividad. Según el célebre psicoanalista solo una de esas cinco tipologías es capaz de invertir en su propia libertad, de conquistar su independencia emocional y personal. El resto, en cambio, vendría a representar un tipo de filosofía existencial más interesada, materialista e improductiva.
Teorías sobre la personalidad hay muchas. De hecho, hasta es posible que a estas alturas más de uno sienta cierta contradicción. Tenemos la teoría de la personalidad de Jung, la de Carl Rogers, la de Cattell, la de Eysenk o la de los cinco grandes de Costa y McCrae… ¿Significa esto que a día de hoy la ciencia del comportamiento aún no se ha puesto de acuerdo en esto de definir el carácter y rasgos de la personalidad humana?
Las personas egoístas son incapaces de querer a los demás, y tampoco son capaces de quererse a sí mismas.
                                                          Erich Fromm

Cada corriente, cada escuela psicológica y cada autor enuncia desde sus propios modelos teóricos una definición particular sobre la personalidad. Así, la tipología desarrollada por Erich Fromm en su momento partió desde un interesante enfoque basado en la filosofía humanista que, lo creamos o no, la hace verdaderamente útil en la actualidad.
Si había algo en lo que creía este psicólogo social y autor de “El arte de amar” o “El miedo a la libertad” era en la firme obligación del ser humano de conseguir una auténtica autonomía, en invertir en su independencia mientras se respeta las de los demás. Lograrlo, según Erich Fromm, es sinónimo de productividad.

Los tipos de personalidad según Erich Fromm

La teoría de la personalidad de Erich Fromm, psicoanalista neo-freudiano, se basa en dos necesidades primarias: la necesidad de libertad, como ya sabemos, y la necesidad de pertenencia. Así, cuando leemos su obra, hay un hecho que suele llamarnos la atención: Fromm tenía una visión del ser humano algo negativa, lo veía demasiado pasivo y motivado solo por su necesidad de consumo.
Por ello, en gran parte de sus trabajos se nos anima a favorecer nuestro desarrollo personal, a dejar a un lado nuestra dependencia por los factores externos, los bienes materiales o la necesidad de triunfo y reconocimiento para invertir en cualidades como el amor, el respeto, la creatividad o la humildad.
De este modo, y a pesar de que el carácter y la personalidad humana está muy arraigada y es difícil de cambiar, bastaría con que fuéramos un poco más conscientes de nuestras tendencias y actitudes para comprometernos con el cambio. Veamos ahora cuáles son esos 5 tipos de personalidad según Erich Fromm.

1. La personalidad perceptiva

El tipo receptivo se caracteriza por la constante necesidad de recibir aprobación y reconocimiento de los demás. Ahora bien, lo más llamativo de este perfil de personalidad es que ese apoyo que reciben no lo suelen devolver, no hay una inversión para con el otro ni una atención recíproca.
Asimismo, suelen caracterizarse también por mostrar escasas habilidades sociales, dificultad para tomar decisiones y una clara infravaloración de su propio potencial humano.

2. Personalidad del explotador

De entre los 5 tipos de personalidad, según Erich Fromm esta es sin duda una de las más comunes según el propio autor. Hace referencia a ese tipo de perfiles que establecen vínculos y relaciones con los demás por puro interés, por beneficio propio e incluso como dijo Fromm en su momento, “por interés comercial”.
El tipo explotador está dispuesto a mentir y a manipular para obtener lo que necesitan, y lo logran al centrar su interés en personas con baja autoestima para explotarlas.

3. El acumulador

El perfil acumulador o de acaparamiento hace referencia a esas personas que solo tienen un objetivo, una necesidad: atesorar bienes materiales, poseer cada vez más cosas, más objetos…
Así, cuántas más cosas logra tener más seguro parece sentirse, más reforzado se auto-percibe y mayor satisfacción personal cree conseguir. No obstante, cabe destacar que ese apego insano hacia lo inmaterial nunca se ve saciado, porque siempre le falta algo, la felicidad nunca es completa o lo que es peor, siempre sale algo nuevo en el mercado del que carece y que intentará conseguir.
►Solo la persona que tiene fe en sí misma es capaz de tener fe en los demás.
                                                       Erich Fromm


4. La personalidad mercantil

De entre los tipos de personalidad, según Erich Fromm este es el que más abunda en nuestro mercado laboral por razones obvias: son personas que establecen relaciones con otras con el fin de obtener un beneficio económico. Son vínculos basados en un claro objetivo financiero o mercantil.
Ahora bien, lo que en un principio puede parecernos normal o esperable, en realidad es lo que más daña el principio inviolable de libertad humana defendido por Fromm. ¿La razón? Esos vínculos mercantiles buscan establecer diferencias de estatus social, ahí donde unos logran prestigio y poder, mientras otros por su parte supeditados a los primeros.

5. El productivo

Hasta el momento hemos visto esos tipos de personalidad según Erich Fromm que definen a los “improductivos”, es decir, perfiles que ni invierten en su propia libertad y autonomía personal y aún menos en la de los demás. Sin embargo, lejos de estar todo perdido, lejos de quedarnos con esa visión algo pesimista del ser humano, cabe decir que existe ese quinto perfil donde se centra nuestra esperanza y nuestro objetivo personal.
  • El tipo productivo es una persona que canaliza todo su esfuerzo e interés en ser alguien comprometido con el ser humano. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente queson individuos capaces de construir relaciones amorosas, enriquecedoras y significativas con sus semejantes.
  • Aún más, aplican un enfoque muy saludable para lidiar con las emociones negativas y con las presiones o intentos de control que otros puedan ejercer sobre ellos.

Para concluir, este enfoque que nos propuso Erich Fromm nos invita a reflexionar una vez más en esa idea que tanto hemos visto en el campo del crecimiento personal, a saber: solo quien invierte en su valías psicológicas, en su autoestima, en su independencia y es capaz a su vez de promover esto mismo en los demás, logra poner los cimientos de una sociedad más humana, más esperanzadora.
Como vemos, este enfoque sobre la personalidad según Erich Fromm tiene un claro componente social que puede erigirse en una fuente de motivación válida, por qué no, para generar en la medida de lo posible cambios que estimulen nuestro crecimiento. Pongámoslos en práctica.

Psicologia/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com

martes, 12 de diciembre de 2017

PROBLEMAS DE PAREJA

Estamos siempre proyectando, eso ya lo sabemos. De lo que tal vez no seamos tan conscientes es de las proyecciones que hacemos en nuestra pareja.

A menudo vivimos la relación de pareja desde el niño interno herido, buscando inconscientemente personas que representan a papá o mamá para que llenen el vacío que éstos dejaron. Ya sea porque nos faltaron, porque fueron ausentes o porque fueron tan “grandes” que nunca pudimos alcanzarlos.

De un modo u otro buscamos a papá o mamá en la pareja.

El problema es que entonces no estamos dentro de la relación desde el papel de un adulto, si no desde un papel de “esperador”. Esperando que el otro haga o no haga, diga o no diga, que se comporte de maneras determinadas para llenar nuestras carencias. 


Como un niño que espera ser amado, cuidado, atendido… 

Y en la medida que vamos recibiendo lo que necesitamos, todo funciona pero cuando el otro deja de darnos lo que esperamos el mundo “se nos viene encima”. Nuestras reacciones son desproporcionadas, (como las de un niño pataleando en el supermercado), incluso más tarde podemos reconocer que nos hemos pasado, pero en el momento no lo hemos podido evitar, el niño ha tomado el control.

►Vivir la relación de pareja desde el niño interno genera una relación disfuncional, porque un niño no tiene recursos para gestionar la vida de un adulto, capacidad de ser responsable, de asumir su papel masculino o femenino, paterno o materno y esto se verá reflejado en desequilibrios emocionales y sexuales de todo tipo. 


Además va a perpetuar el problema si hay hijos, pues estarán siendo educados por niños heridos y no por adultos responsables y crecerán con carencias que más tarde buscarán de nuevo en sus parejas.

Identificar tus proyecciones, hacer un trabajo con tu niño interior y colocarte en el adulto que eres, se hace necesario para que tu relación de pareja funcione.




Gemma Pitarch.

https://gemmapitarch.com/
biodescodificacionenmallorca.com