sábado, 4 de febrero de 2017

Cuando las prioridades están claras, las decisiones son más fáciles


Cuando uno tiene claras cuáles son sus prioridades, las decisiones que toma son mucho más fáciles. Es como apartar las ramas de un tupido bosque con el fin de recordar dónde están nuestras raíces, esas que nutren nuestra autoestima para saber qué y quién nos sobra, para actuar sin miedo y siempre acorde a la voz del propio corazón.
Esta idea que en apariencia puede resultar más que evidente encierra en realidad ciertos matices sobre los que reflexionar. Vivimos en un mundo donde hay una dimensión que conquista territorios con pies de gigante: la desesperanza. Esta emoción que precede muchas veces a un estado depresivo donde la persona pierde por completo el control de su vida, es como una espina que se clava en nuestro interior hasta dejarnos sin respiración.

►“Aquél que lo piensa mucho antes de tomar una decisión, se pasará toda su vida sostenido en un solo pie”
                                                                                Proverbio chino
Esta debilidad emocional se origina en el momento en el que empezamos a cuestionar las decisiones tomadas a lo largo de un periodo de nuestra vida. ¿Por qué invertiré tanto tiempo y esfuerzos en personas que luego me traicionan? ¿Por qué me preocupo tanto por cumplir en un trabajo donde no me valoran? ¿Por qué no habré hecho caso a mi intuición en ese momento y me habré ido cuando tuve la oportunidad?
La desesperanza o el desencanto vital ocasiona insatisfacción, y la insatisfacción la pérdida gradual del control de la propia vida. Son momentos en los que llegamos a pensar aquello de que “haga lo que haga, nada va a cambiar”. Ahora bien, lejos de permitirnos caer en este vacío aciago tenemos la oportunidad de asumir dicho instante de crisis personal como lo que es: un punto de inflexión en nuestras vidas.
Es un momento idóneo para hallar nuevos significados, para autoexplorar nuestros universos interiores en busca de aquello que da fuerza, aliento y coraje a nuestra identidad: las prioridades.
Te proponemos reflexionar sobre ello. 

Prioridades, demandas y el cerebro emocional

Uno de los mayores problemas que tenemos a día de hoy es nuestra dificultad para separar las propias prioridades de las demandas del entorno. No se trata en absoluto de rechazar unas para acogernos en exclusiva a las otras. Nadie puede ir por el mundo priorizándose a sí mismo y desoyendo lo que desde el trabajo, la familia o el resto de nuestros entornos le demandan. En realidad, la clave está en mantener un equilibrio sabio, armónico y firme.
Si dedicamos todo nuestro tiempo a cumplir demandas ajenas, nos descuidaremos y nos alejaremos de ese centro de poder, es núcleo delicado al que cuidar y escuchar cada día: nosotros mismos. La raíz del problema está en visualizar primero nuestras prioridades para permitir que las demandas se muevan siempre en esa esfera. Es decir, nadie me puede pedir nada que vaya en contra de mis valores, que vulnere mi autoestima o que afecte a mi integridad física o emocional.
Teniendo esto claro, en el día a día tomaremos siempre decisiones que vayan en esta misma línea: la del propio corazón o más que corazón, nuestro cerebro emocional. Ahora bien, ¿cómo lograrlo? Para entender mejor cómo podemos conseguirlo vale la pena ahondar primero en los mecanismos cerebrales que acompañan a una toma de decisión cualquiera.

Neuronas emocionales y neuronas de decisión

Según un estudio publicado en la revista “Nature Neurosciencie“, la estructura cerebral que orquesta nuestra toma de decisiones es la corteza orbitofrontal. Este trabajo arrojó un dato útil y de gran interés: en esta estructura se concentran dos tipos de neuronas con una función muy concreta.
  • Las primeras son las neuronas OFC, cuya función es función ofrecer un valor emocional a cada opción que hemos de valorar antes de tomar una decisión. Lo hacen en base a nuestras experiencias previas, a nuestra identidad y nuestra personalidad. Es como un mecanismo previo que se vincula directamente a eso que llamamos “intuición”.
    • Por ejemplo: Algo me dice que debería rechazar esa oferta de trabajo, porque sé que me exige ciertas competencias que no van como mi carácter.
  • El segundo grupo de neuronas son las células de valor. Aquí ya no existe un componente emocional, se aplica más bien una atribución práctica “tengo que aceptar ese trabajo porque necesito un sueldo, porque volver al mercado laboral es una prioridad en estos momentos”.
Una vez la persona toma una decisión en base a estos dos mecanismos, el emocional y el componente de valor atribucional, la corteza orbitrofrontal asigna una nueva emoción a esa opción tomada. La finalidad es sencilla: el cerebro nos intenta motivar en todo momento para tener éxito en ese objetivo, en esa demanda.

La necesidad de tener las prioridades claras para tomar decisiones más seguras

Algo que todos sabemos es que en esta vida hay que arriesgar. Habrá decisiones más acertadas y otras que lo serán menos; sin embargo, en ocasiones, lo que nos parece en un principio toda una locura acaba siendo la opción más lógica y exitosa de nuestra existencia. Con todo ello lo que queremos decir es algo muy simple: para ser feliz hay que tomar decisiones y ser responsables de ellas en todo momento.
“Si tienes decisiones que tomar, no lo dudes: asume aquella que te haga feliz”
La sensación de desesperanza -citada al inicio del artículo- se resuelve precisamente conectando con nuestro interior y sacando a la luz las propias prioridades, esas que nada ni nadie debe boicotear. Para lograrlo, vale la pena tener en cuenta 3 sencillas estrategias:
  • Reduce. Enumera en un papel todas tus necesidades presentes. Te darás cuenta de que son muchas, sin embargo, entre todas ellas están las auténticas prioridades: ser feliz, ser respetado, estar bien física y emocionalmente… Reflexiona sobre ellas.
  • Compara. Una vez tengas clarificadas tus prioridades compáralas con las demandas de tu entorno. ¿Están en armonía? ¿Se te exige algo que va en contra de tus valores? ¿Hay alguna persona que altera tu salud emocional?
  • Consolida. Ahora que ya hemos tomado plena conciencia de que hay ciertos aspectos que van en contra de nuestras prioridades, deberemos actuar para consolidar ese equilibrio entre prioridades internas y demandas externas.
Por último, una vez hemos cumplido estos pasos, solo nos queda un último detalle, uno maravilloso y esencial: trazar un plan de vida. Porque si hay algo que nos ofrece el tener bien claras las propias necesidades, los propios valores, sueños y esperanzas, es demostrarnos que podemos y debemos ser dueños de nuestro destino.
►Cuando uno tiene por fin muy claro lo que desea, la aventura de la vida se pone en marcha de nuevo.

Psicología/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com

viernes, 3 de febrero de 2017

Conviértete en lo que eres




Se ha dicho que la sabiduría más elevada estriba en el desapego, o según palabras de Chuang-tse: "El hombre perfecto utiliza su mente como un espejo; no se aferra a nada, no rechaza nada; sólo recibe, pero no retiene". El desapego significa no sentir ningún remordimiento por el pasado ni miedo por el futuro; dejar que la vida siga su curso sin intentar interferir en su movimiento y cambio, sin intentar prolongar las cosas placenteras ni provocar la desaparición de las desagradables. Actuar de este modo es moverse al ritmo de la vida, estar en perfecta armonía con su música cambiante, a esto se llama iluminación.

Dicho brevemente; es no apegarse al pasado ni al futuro y vivir en el eterno ahora. Ya que, en realidad, ni el pasado ni el futuro tienen una existencia separada de este ahora; por sí mismos son una ilusión. La vida existe sólo en este preciso momento, y es en este momento cuando es infinita y eterna. Ya que el momento presente es infinitamente pequeño, antes de que podamos medirlo ha desaparecido, y sin embargo persiste para siempre. Este movimiento y este cambio ha sido llamado Tao por los chinos pero, en realidad, no hay movimiento, ya que el movimiento es la única realidad y no existe nada más allá en relación a lo cual pueda decirse que se mueve. De ahí que, en definitiva pueda denominarse el eterno movimiento y el eterno reposo.

¿Cómo podemos vivir en armonía con el Tao? Un sabio dijo que si pretendemos vivir en armonía con el Tao, debemos alejarnos de él. Pero no acababa de estar en lo cierto. Ya que lo curioso del caso es que no podemos alejarnos de él aunque queramos; aunque tus pensamientos huyan hacia el pasado o corran hacia el futuro, no pueden escapar del momento presente. Por mucho que quieran retroceder o avanzar para escapar, nunca pueden separarse del momento, ya que esos pensamientos se hallan en el momento; al igual que todo cuanto comparten, de hecho son el movimiento de la vida, que no es otra cosa que el Tao. Quizá te creas fuera de la armonía de la vida y de su eterno ahora; pero no podrías existir, ya que tú eres vida y existes ahora, de otro modo no estarías aquí. De ahí que no sea posible escapar ni atrapar el Tao infinito; no hay ni un acercarse a él, ni un alejarse de él, simplemente es, y tú lo eres. Por lo tanto, conviértete en lo que eres.


Una vez Chesterson dijo que los ángeles saben volar porque se toman a sí mismos a la ligera. Uno ve tantos rostros ensombrecidos por la seriedad que sería comprensible si estuviera provocada por el dolor. Pero esta clase de seriedad que arrastra al ser humano a la tierra y mata la vida de su espíritu no es hija del dolor, sino de cierto tipo de representación en la que el actor se engaña al identificarse con su papel. Cuando los niños participan en la representación también lo hacen con seriedad, pero es diferente, porque el niño es consciente de que solamente es un juego y su seriedad es una forma indirecta de divertirse. Pero en el adulto esta seriedad se convierte en vicio, porque transforma el juego en religión, identificándose con el papel o posición en la vida que tanto teme perder. Esto ocurre especialmente cuando la persona no iluminada alcanza cualquier nivel de responsabilidad; desarrolla una falta de ligereza, de abandono, y una rigidez que indica que está utilizando su dignidad como unos zancos para mantener la cabeza por encima de la adversidad. El problema estriba en que, en lugar de representar su papel, es éste el que lo representa a él, convirtiéndole en el hazmerreír de todos cuantos le observan a través de su disfraz.

El mensaje de la sabiduría oriental es que las formas de la vida son maya y, por lo tanto, desde el punto de vista de la realidad, carecen profundamente de seriedad. Pues el mundo de la forma y de la ilusión que la mayoría toma como reales, no es otra cosa que una especie de representación teatral del Espíritu, o, como lo han denominado los hindúes, la danza de Siva. Él es el iluminado que se une a ella siendo consciente de que es un juego, ya que el ser humano sufre sólo porque se toma en serio lo que los dioses han creado por pura diversión. De ahí que el ser humano sólo se convierte en un ser humano cuando pierde el sentido de la ligereza de los dioses. Pues los dioses (o budas, o lo que prefiráis) son simplemente nuestra propia y más íntima esencia, que podría hacer añicos y reducir a la nada el universo en un momento si quisiera. Pero no es así, y los mundos continúan moviéndose con el propósito divino de un juego, porque, al igual que un músico, es un creador que se deleita en confeccionar un ritmo y una melodía. Unirse a su juego no es un deber, sino un goce, y quien no lo vea de ese modo no podrá participar en él ni comprenderlo.

Fuente: Alan Watts. Conviértete en lo que eres (Ediciones Oniro, 2004) vía AdvaitaInfo
 

¿ CONOCES LAS DIFERENCIAS ENTRE CONCIENCIA Y CONSCIENCIA ?

 

A veces son términos intercambiables, pero no siempre. Con el sentido general de ‘percepción o conocimiento’, se usan ambas formas.

Conciencia : Conocimiento de lo que nos rodea, en base a los órganos de los sentidos. En sentido moral, como ‘capacidad de distinguir entre el bien y el mal’ (el Pepito Grillo de Pinocho), sólo se usa la forma conciencia. También tener mala conciencia, remorderle a alguien la conciencia, no tener conciencia.

Consciencia : Conocimiento de sí mismo. La consciencia define al ser. Se es consciente de sí mismo y de lo que nos rodea en base a lo que uno Es. Otra definición es la que asocia la consciencia a un estado de unión con la vida universal. Es una expansión continua, igual que el universo.


¿Se puede ser consciente, sin conciencia?

Parece que si apagamos la conciencia, no estamos en el aquí y en el ahora, difícilmente llegaremos a elevar la consciencia. El lo que nos da a entender el cuento del maestro zen que recibía muchas visitas de personas en busca de consejos:


Un día recibió a un joven que se tomaba muy en serio su camino espiritual. Se sentía preparado para convertirse en la mano derecha de cualquier gran maestro.

Ese día había llovido cuando el joven llegó a la casa del maestro. El joven se quitó los zapatos y dejó el paraguas antes de entrar en la habitación. Se inclinó ante el maestro y le dijo que le gustaría convertirse en su discípulo.

El maestro sonrió, pero no dijo ni una palabra.

El joven, un poco incomodado por el silencio, le dijo que había estudiado mucho. Que pensaba que estaba llamado a convertirse en uno de los “iluminados”.

El maestro le preguntó: ¿sabes a qué lado de la puerta has dejado el paraguas y a qué lado de la puerta has dejado los zapatos?.

N-n-no, tartamudeó el joven, desconcertado, ¿Por qué?.

El maestro le respondió de forma muy calmada: “Porqué lo que tu buscas es la consciencia” ¿Y cómo puedes estar consciente si ni siquiera sabes dónde has dejado los zapatos y el paraguas?.


¿Cuál es la diferencia entre una persona que no es consciente y otra que sí lo es?

Si no soy consciente considero que mis límites son fronteras inexpugnables, acumulo límites… En cambio, un ser consciente conoce sus límites y sin embargo aspira a la totalidad, quiere ir más allá de los mismos.


¿La psicogenealogía puede ser una herramienta útil para ganar consciencia?

 “cuando construimos nuestro árbol genealógico estamos realizando una toma de consciencia”. Ahora bien, una toma de conciencia que no es seguida de un acto resulta completamente estéril. Un acto vale más que mil palabras.


¿Desde el momento de nuestro nacimiento tratamos de expandir continuamente nuestro nivel de consciencia?.

El ser humano va transitando desde los niveles más bajos: consciencia animal, hasta tratar de alcanzar los estratos más altos, la consciencia cósmica y la divina:


Consciencia animal: caracterizado por los problemas de territorio


Infantil: la infancia persistente, donde se pide sin cesar sin dar…


Romántico: cuando la pareja es considerada como la panacea universal


Adulto: el adulto es el sujeto que invierte. Ahora bien, puede ser un adulto explotador, cuyo afán sea poseer y explotar, o un adulto generoso, que por el contrario no se queda nada para él, sino que se lo da a los demás. El adulto generoso también sabe recibir y aprende lo que es el servicio.


Cósmico: en este nivel ya se ha descubierto que todo está unido. El secreto de la conciencia es la “re-unión: volver a unir lo que estaba separado.


Divino: nivel de conciencia unida al nombre inefable que está dentro de cada uno.

Parece muy atrevido hablar de consciencia divina


 “Tenemos que dejar de pensar que Dios nos va a arreglar las cosas, y decir que si Dios construyó mal este universo, aquí estamos nosotros para rehacerlo. Si hay un Dios, estamos para ayudarlo. Así nos apoderamos del mundo y de nosotros mismos, haremos lo que queramos con plena consciencia y con plena responsabilidad. En este nivel de consciencia divina se encuentra el arte verdadero”


¿Se puede definir la enfermedad como un producto del estancamiento de la consciencia?

Las enfermedades son cristalizaciones de niveles de consciencia que no cambian. Las enfermedades genéticas son “abrigos” que nos han puesto y que vienen de nuestro árbol genealógico. La curación comienza por la aceptación de la enfermedad y su transformación en aliada. La enfermedad es esencialmente separación, es decir, creencia de estar separado.


¿Algunos caminos para ganar consciencia?

Uno es la información, considerando la información no como palabras sino como experiencias… Otro es el arte, que nos abre a otros mundos, a otras miradas, nos muta la consciencia.


¿Qué es una falta de consciencia?

Cuando algo que te ha sucedido y no recuerdas te está marcando. El trato que te dieron tus padres: las neuras, obsesiones, maltratos…que se transmiten por el árbol genealógico. Si nos hacemos conscientes de nuestros traumas genealógicos, estaremos en condiciones de poder desactivarlos.


¿Adónde nos conduce la toma continua de consciencia?


:“Cuando empiezas poco a poco a desprenderte de tu identidad, a ser un humano genérico, dejas de verte en una edad determinada. Luego dejas de identificarte con el tiempo en general. Después ya no te reconoces originario de una patria o hablante de una lengua determinada. No te ves en tu nombre, no te confundes con las cosas que posees, vas cesando en la identificación. Te agarras a lo que eres. A la alegría de la vida. Eres cada vez más feliz y no necesitas el traje rígido del carácter o de la personalidad. Te haces fluido, como el agua”.


Finalmente, al morir, ¿qué es lo que dejamos al mundo?.

Cuando lleguemos a la muerte, lo mejor que podemos ofrecer es una perfecta y luminosa consciencia, una consciencia clara que hay que saber crear, porque si no, como decía Gurdjieff, mueres como un perro, sin ofrendar la consciencia ni construir un alma.


Diez reflexiones sabias sobre el tema de la consciencia.

1.- “Si queremos cambiar el mundo, primero debemos cambiar nuestra manera de verlo” Que en el pasado este cambio de consciencia sólo sucedió a un número muy reducido de personas, sin embargo en la actualidad el cambio de consciencia se da a una escala mucho mayor. E. Tolle


2.- “Darse cuenta de lo que hay que hacer, y no hacerlo, es cobardía” Confuncio


3.- “La consciencia es la presencia de Dios en el hombre” Swedenborg


4.- “El valor sin consciencia es una fiera salvaje” Robert G. Ingersoll


5.- “… esa chispita del fuego celeste, la consciencia” George Washington


6.- “Que peligrosa es la inconsciencia! Para liberarte de los prejuicios solo tienes la consciencia. Es la consciencia la que te puede liberar. Siempre serás esclavo de las cosas de las que no eres consciente” Anthony de Mello.


7.- “La conciencia es la brújula del hombre”. Vincent Van Gogh.


8.- “La finalidad del arte es dar a la gente un mayor nivel de conciencia”. Brassai.


9.- “La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo.” William Shakespeare .


10.- “Conciencia es la voz silenciosa de tu ser interior que no te deja ni de día ni de noche, ni en la vigilia ni en el sueño esperando que lo escuches”. Vásquez D.R.D.
 
 
 Vía Karmayoga