Tenemos relaciones de una noche, de unas horas, de un día o de un mes, nada que nos comprometa, que nos haga sentir más allá del deseo, nada que signifique querer a alguien, demostrar sentimientos, ternura y afecto. ¿Tememos al amor?
Inventamos todo tipo de excusas para escudarnos “no tengo tiempo”, “amo mi libertad”, “quiero estar solo”, “no quiero ningún compromiso”, “no quiero que me separe de mis amigos”, cuando realmente lo que ocurre que es tenemos miedo de nosotros mismos.
Descubre qué es el amor auténtico
Según el psicólogo Walter Riso, debemos diferenciar lo que es el buen amor (sano, coherente y constructivo), del mal amor (enfermo, incoherente, destructivo). El auténtico amor contiene siempre tres elementos y si falta alguno el sufrimiento aparecerá antes o después.
“Amor solo hay uno auténtico y verdadero. Pero copias del amor hay muchísimas”
-François de la Rochefocauld-
Los tres elementos del amor auténtico son: Eros, Philia y Ágape. Eros es el deseo sexual y se manifiesta en la posesión, el enamoramiento y la pasión. Es la faceta más egoísta del amor. Philia es la amistad de pareja, que nos hace trascender del Yo, buscando compartir. Ágape es el amor desinteresado, la ternura y la delicadeza.
A lo largo del tiempo durante la relación de pareja puede predominar más un elemento que otro, pero siempre se tienen que dar los tres. En relación a este tema, cabe destacar que varios científicos de la Universidad de Stony Brook en Nueva York descubrieron que el amor puede perdurar en el tiempo.
Realizaron escáneres cerebrales a varias parejas que llevaban juntas 20 años y a otras que acababan de comenzar la relación. Compararon los resultados y se dieron cuenta de que una de cada diez parejas maduras tenía la misma reacción química que las parejas que acaban de empezar. Esto demuestra que es posible mantener el mismo nivel de amor, aunque pasen los años.
Las causas de nuestro temor al amor
Tener recelo respecto a lo que es nuevo, a lo que supone que nos tengamos que exponer o que nos puede hacer sufrir, nos paraliza y no nos permite descubrir el auténtico amor. Es evidente que algunas relaciones funcionan y otras no y que siempre existe un riesgo.
“Me basta mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma”
Vivimos en una sociedad en la que todo ocurre muy deprisa, no nos paramos a conocer a las personas y pasamos de una relación a otra sin dejarnos sentir o disfrutar de descubrir a alguien. Esto se debe a diversas causas, entre las que podemos destacar las siguientes:
Me siento vulnerable
Comenzar una relación nos hace sentirnos inseguros y vulnerables porque nos exponemos ante otra persona y a veces nos resulta más fácil desnudar nuestro cuerpo que nuestra alma. Sentimos una falta de control sobre lo que pueda ocurrir en el futuro y eso nos produce temor.
“Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos”
Encontrar estas 3 factores reunidos es casi un milagro.
ResponderEliminarGracias
Bendiciones