domingo, 27 de diciembre de 2015

12 FORMAS DE EXPANDIRSE Y CRECER

“La función básica de cada ser es expandirse y contraerse. Los seres expandidos son permeables, los seres contraídos son impermeables”. -Thaddeus Golas, Manual de iluminación para holgazanes


La vida es una experiencia dinámica. Algunas veces puedes tener la impresión de que tu vida es estática y fija, pero a la distancia es posible ver que en realidad estás en un estado de cambio constante. Los cuerpos vienen y van, al gual que las emociones, los estados de ánimo, las percepciones y las personalidades. Algunas veces una situación o cambio te ayuda a expandirte y crecer, y otras puede hacer que te contraigas y ensimismes. 
Aunque la expansión y contracción son una parte natural de la vida, las personas tienden a recurrir a la contracción durante momentos de estrés. La contracción es una suerte de mecanismo de defensa habitual. Al sentir estrés ante el cambio o la agitación es más sencillo ensimismarse. A pesar de la tendencia natural a contraerse, la expansión ofrece mayores posibilidades de crecimiento, transformación, y felicidad. 

Ten en cuenta que un ser expandido por lo general es más incluyente, más envolvente y espacioso, capaz de llenar el mundo con la versión más grande y mejor de sí mismo. Por otra parte, un ser contraído es hermético, limitado, y comprimido en un núcleo sólido, denso e inamovible. Un ser expandido es como una onda, que se disemina en el tiempo y el espacio. Un ser contraído se parece a una partícula, estática y fija en una posición en un momento determinado. 
Piensa en una estrella. Una estrella saludable, como el sol, brilla e irradia luz y calor; envía ondas expansivas de energía en todas direcciones. No hay planeta ni objeto interestelar que se resista al toque del sol, brilla sobre todo. Sin embargo, cuando una estrella está próxima a morir, comienza a quedarse sin combustible y se contrae hasta que hace implosión. Aplastada por su propia gravedad, se convierte en una masa tan increíblemente densa y pesada que literalmente apaga su propia luz. Todos somos como esa estrella, y podemos elegir brillar y expandirnos hacia el mundo, o encogernos y encerrarnos en nuestra propia densidad abrumadora. 
¿Cómo puedes dejar que tu luz brille? ¿Cómo puedes expandirte aún más? Estos doce consejos pueden ayudarte.
 
  1. Pregúntate: “¿Me estoy expandiendo o contrayendo en esta situación?” El sólo hecho de reconocer tu situación te ayudará a hacerte más consciente de hacia qué lado te estás inclinando en un momento determinado. En esa conciencia radica el potencial de cambiar hacia un estado expandido.
     
  2. Rehúsate a quejarte, rezongar o a ventilar reclamos. Estos comportamientos son pesados, indolentes y limitantes. Conducen al juicio y a la condena que sólo te aíslan y hacen que tu conciencia se pliegue en una concha cerrada herméticamente.
     
  3. Sé un millonario de las sonrisas. Esta es una manera sencilla y disfrutable de expandir tu conciencia y de irradiar felicidad al mundo. El acto de sonreír es una expresión física de expansión, ya que irradias una onda contagiosa de dicha hacia el mundo.
     
  4. Respira y muévete. Cuando te quedas quieto por mucho tiempo, tu energía física y mental se estanca. Pero cuando te levantas, te mueves, y respiras profundamente, expandes tus pulmones y llenas tu entorno. Sentarse sin moverse crea una inercia que te hace sentir restringido, así que levántate y muévete.
     
  5. Domina al ego. De todas las capas de la vida, el ego es la más limitada. Lucha por sentirse distinto y superior que los demás y defiende su sentimiento de engreimiento a toda costa. Salirte de tu ego es un movimiento expansivo muy importante. Toma a tu ego de la mano, llévalo a una esquina y dile de buen modo: “Siéntate y cállate; en este momento nos estamos expandiendo”.  Siempre puedes volver por él después, no se irá a ningún lado.
     
  6. Ve lo divino en los demás. Reconoce que todos los seres vivos son una expresión del mismo campo unificado de conciencia y se merecen tu respeto y amor. En la India, por lo general la gente reconoce esta idea a través del saludo en sánscrito Namaste, que significa honro a la divinidad en ti que es la misma divinidad en mí; somos uno. En silencio, repite Namaste cada vez que tu mirada se cruce con la de otra persona y recuerda que a nivel del espíritu, somos uno.
     
  7. Deja ir los apegos y acepta lo desconocido. Los apegos se fundamentan en el miedo y la inseguridad, dos estados emocionales extremadamente contraídos. El desapego, en cambio, acepta la incertidumbre y conduce a la expansión. Adéntrate en lo desconocido, suelta esas ideas preconcebidas, prueba algo nuevo. Todo lo anterior te ayudará a crecer para convertirte en una persona más grande, más extendida y que lo acepta todo.
     
  8. De manera consciente, envía paz y compasión al mundo. En la tradición budista tibetana, existe una práctica de medicación que se conoce como Tonglen en la que uno se visualiza absorbiendo el dolor o el sufrimiento de otra persona y los transforma  en paz, amor, y compasión que envía de regreso al mundo. Tú también puedes imaginar que irradias luz, paz, y compasión a todos aquellos en tu entorno inmediato. Visualiza la paz que brilla en cada centímetro de tu entorno y se expande hacia los más lejanos confines del espacio.
     
  9. Pregúntate: “¿Cómo puedo ayudar?” Esta pregunta encarna el diálogo interno del espíritu. Influye y expande tu conciencia orientándola hacia el servicio y el cuidado de los demás y la aleja de  la limitada y cerrada conciencia del ego. Reconoce que una parte de la razón por la que estás aquí es para ayudar al prójimo.
     
  10. Da gracias por todo. La gratitud es otra emoción expansiva que te permite dar la bienvenida a todo aquello que experimentas y a verlo como una herramienta para el crecimiento o como un punto de partida para algo mejor. Cuando valoras todo lo que viene a ti, abres un poco más un estado de conciencia cerrado.
     
  11. Repite este mantra todos los días: No estoy en mi mente, mi mente está en mí; no estoy en mi cuerpo, mi cuerpo está en mí; no estoy en el mundo, el mundo está en mí. Puedes usar estas palabras para poner los pies sobre la tierra y comprometerte a expandir aún más tu estado de conciencia. Es un recordatorio de quién eres en realidad más allá de la ilusión de una existencia material separada. Repite estas palabras y siente cómo te expandes en todas direcciones hacia el infinito.
     
  12. Acepta y ama tanto como puedas, ama a todos y todo. El sol no niega su luz ni su calor a nada ni a nadie que esté a su alcance. Del mismo modo, muéstrate dispuesto a amar y a aceptar todo aquello que experimentes, incluyéndote a ti. Entre más amoroso y dispuesto a la aceptación estés, más expandido serás. Para bien o para mal, ama todo. Tal vez haya cosas que no puedas imaginarte amando en este momento. ¿Imagina cómo sería si pudieras amar a esa cosa o persona? Con este sencillo ejercicio puedes expandirte más allá de los límites que le has puesto a tu capacidad de amar.
Siempre que te sientas pesado, denso, y contraído, haz  la prueba con estos sencillos pasos para volcarte hacia el exterior. Con suerte, te ayudarán en tu camino hacia un estado de conciencia más expandido.

Adam Brady/The Chopra Center

sábado, 26 de diciembre de 2015

HAY QUE BUSCARSE UN AMANTE !!!


Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.
Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.


Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ES UN AMANTE.

Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto. Están las que piensan: ¡Cómo es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica!. Y también están las que escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más.



A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición:
Amante es: "Lo que nos apasiona". Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir. 
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.



A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby...

En fin, es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida" y nos aparta del triste destino de durar.

Y que es durar? - Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia.

►Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.



Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, se vos también un amante y un protagonista... de la vida
Pensá que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.
Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante...


La sicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental:

"Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida".


Cuentos para pensar
JORGE BUCAY

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Juicio y Discernimiento


“Un ‘No’ pronunciado desde la más profunda convicción es mejor que un 'Sí’ pronunciado sólo 
  por complacer, o peor aún, por evitar un conflicto…” 
                                                                                                                            Mahatma Gandhi



Hay cierta inteligencia que sabe cómo no mantener una mano en el fuego. No se trata de una guerra ni de una lucha dramática entre la mano y el fuego, entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto, entre la luz y la oscuridad, entre Dios y el diablo, entre la dualidad y la no dualidad, se trata tan sólo de un movimiento inteligente y espontáneo, el hecho de retirar una mano sin una historia de por medio. La mano nunca juzga al fuego, ni antes, ni durante, ni después del movimiento.  Cuando todo se vuelve demasiado caliente, simplemente se retira sin tener que pensarlo. No hay guerra. No hay juicio. No hay división psicológica. Tan sólo una acción natural. Esto es un SÍ a la vida, una alineación total con todas las cosas, incluso si desde fuera pareciera haber un “no” al fuego.

El juicio, a diferencia del discernimiento, siempre divide, y siempre es acerca de un “yo” en determinado tiempo y espacio. El juicio me posiciona a “mí” como superior o como inferior. Es una comparación entre dos entidades aparentemente separadas. Juzgar que el fuego es malo o inadecuado, enfermo o malo, convirtiéndome a mí en la buena, pura, santa e inocente víctima, estableciendo una guerra contra el fuego y contando historias interminables acerca de lo horroroso que es, tratando de que los demás apoyen mi historia, es justamente, el mecanismo del juicio. Esto me separa a “mí” de la vida y entonces, la guerra comienza con su batalla entre lo correcto, por un lado, y lo incorrecto por el otro. Esto proviene de un “no” interior a la vida.

Puede haber discernimiento honesto e inteligente, sin guerra, sin una historia, sin la intervención del pensamiento. La mano se retira del fuego, sin convertirlo en su enemigo mortal, sin tener que repetir la historia acerca de su maldad, sin tener que repetir la historia de una herida profunda, sin involucrar ninguna identidad. No se necesitan Diez Mandamientos para explicar porqué el fuego es malo. La lección se aprende sin un drama de por medio, sin karma, sin separación, sin guerra. Es como cuando un niño pequeño está jugando en un columpio y se cae, se raspa la rodilla, llora por un momento, y después se levanta para seguir adelante con su serio negocio de jugar. Después de un rato se deja absorber nuevamente por la vida. Puede ser que incluso haya olvidado que se cayó del columpio. El karma nunca se creó ni tampoco se destruyó. Y puede aprender a estar un poco más atento la próxima vez que juegue…

El juicio dice “esto está bien, esto está mal”, “yo estoy en lo correcto, ellos no”, “yo estoy despierto, ellos aún no” y así sucesiva e ilimitadamente. El juicio separa y divide, y es el origen de todo conflicto y violencia.

El discernimiento simplemente sabe distinguir que algo duele o no y se mueve inteligente y espontáneamente para resolver las cosas sin tener que recurrir a la violencia o a los insultos y sin la necesidad de que se le diga que algo está bien o mal. Y luego, sigue adelante hacia la próxima aventura…

¿En dónde acaba el discernimiento y dónde empieza el juicio? Esta es una aventura fascinante para todos.


- Jeff Foster