lunes, 9 de noviembre de 2015

Presencia Consciente



Así como una ola puede parecer pequeña, y sin embargo, expresar perfectamente la esencia de todo el océano, de la misma forma, un único y aparentemente separado ‘momento’ contiene toda la inteligencia de la vida, por esto es que podría valer mucho la pena ponerle atención.

 No hay imperfecciones, no hay errores, no hay ningún fragmento de experiencia en donde la inteligencia de la vida no se esté moviendo. El incesante susurro de la vida es 'confía, confía…’, e incluso si en este momento no somos capaces de confiar, o si ya no creemos más en la confianza, quizás tan sólo en eso podríamos confiar. 

Sin importar lo limitada que una ola parezca, siempre será secretamente oceánica por naturaleza. 
Incluso la limitación que se percibe en ella es una simple expresión de su inmensidad. 

No hay momentos que no valgan la pena. 

- Jeff Foster

No discutas con lo que es





Viviendo en un sí consciente y constante a la vida, abandona toda oposición contra el aquí-ahora y la forma y los contenidos –hechos, personas, situaciones, circunstancias…- con los que la vida se manifiesta y se hace presente de instante en instante.

Esto no es algo teórico, sino radicalmente práctico. 
En tu cotidianeidad, deja de etiquetar, clasificar, encasillar, circunscribir y reducir a conceptos y esquemas mentales todo lo que te rodea y a ti mismo.
 
Igualmente, cesa de poner nombre a todo, de colocar palabras encima de los objetos y la gente, y permite que lo real emerja por encima del lenguaje: del árbol, ve mucho más que el “árbol”; de la mesa, mucho más que la “mesa”; de esa persona, mucho más que esa “persona”; de la montaña, mucho más que la “montaña”; de tu hijo, mucho más que tu “hijo”;... Y, por fin, termina con esa obsesión, que te impide gozar la vida, de interpretar y enjuiciar cada cosa, cada persona que encuentras, cada acontecimiento, cada acción propia o ajena, cada emoción, sentimiento o pensamiento... 

Observa, obsérvate y libérate y ríete a carcajadas de tantos lastres mentales con los que has venido cargando hasta ahora.

Se trata, en definitiva, de que no discutas con lo que es.
 
¿Tan difícil te parece? Pues es lo que hacen de manera natural y espontánea la tierra y el agua, el Sol y la lluvia, la Luna y las estrellas, las piedras y las nubes, las plantas y los animales, la Naturaleza, el Cosmos y la Creación entera. ¿O es que acaso te has desnaturalizado y transformado en un robot bajo la abducción de la mente?; ¿no será que, en lugar de vivir, pasas tus días actuando automática y mecánicamente como respuesta a las indicaciones y mandatos de los programas informáticos –es decir, los sistemas de creencias- que han introducido en tu cabeza desde que viniste a este mundo? 

En serio, ¿es así, desnaturalizado y convertido en un autómata mental, como vas a dejar pasar la vida?

Emilio Carrillo
Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo 

domingo, 8 de noviembre de 2015

5 COSAS QUE ME GUSTARÍA HABER SABIDO CUANDO EMPECÉ A MEDITAR


Antes de comenzar a meditar sentí que tenía dos ventajas: era de la India y, debido a mi formación médica, había investigado los beneficios de la meditación en la salud.  Así que cuando pienso en las cinco cosas que me gustaría haber sabido hace 30 años, pienso en que el tema debería ser "cosas que desearía que todos supieran".

  1. La meditación es natural. No es algo exótico que se importa del oriente ni los valores culturales del oriente.
  2. La meditación es sobre la mente, el cuerpo, y el espíritu como un todo continuo, y no tres cosas separadas.
  3. Los beneficios de la meditación tal vez son más profundos de lo que imaginamos. La actividad genética responde a la meditación de manera muy rápida y sustancial.
  4. La meditación saca a la luz el verdadero yo que yace en el núcleo de cada persona.
  5. El estado de conciencia pura que se alcanza a través de la meditación es el estado fundamental de todo.

No es que yo ignorara por completo estas cosas. Hace tres décadas, la conexión mente-cuerpo estaba emergiendo con rapidez, y la investigación daba sustento a las experiencias que antes se habían desechado por ser subjetivas, o  religiosas, ajenas a los valores occidentales, o por ser pura fantasía. Pero sí asumí, erróneamente, que la meditación era algo que llevaba en la sangre por ser de la India, y por ello estaba en mi “naturaleza”, en tanto que mis amigos de Occidente que meditaban tenían que hacerlo como quien está aprendiendo a conducir, por así decirlo.
Mientras echan un vistazo a las cinco cosas que menciono, es probable que su importancia varíe dependiendo de sus antecedentes, el tiempo que llevan meditando, y otros factores personales que sólo aplican en su caso particular. No obstante, hay un factor común en la lista:  Existe una realidad oculta en la conciencia humana.

Usé un término bastante neutro, el verdadero yo, para que esta realidad oculta no se confunda con varias tradiciones religiosas. En las antiguas tradiciones de sabiduría del mundo, siempre existe un contraste entre dos estados de conciencia. El primero es el estado de dualidad o separación. El segundo es el estado de totalidad o unidad de conciencia.

En términos generales, la separación es natural, porque la realidad a la que nos enfrentamos de manera cotidiana está compuesta de opuestos: bueno y malo, luz y oscuridad, placer y dolor, etc. Nuestras mentes están condicionadas para “resolver” la dualidad al elegir el lado preferible de cada opuesto. Por lo tanto, tratamos de ser personas buenas, éticas, que se rigen por los valores humanos.  Pero de alguna manera, el estado de separación perpetúa el sufrimiento, sin importar lo buenos, puros y bien intencionados que seamos. Por tal motivo, durante miles de años ha habido tradiciones de sabiduría que dicen: “La separación está dada si eliges permanecer en un cierto estado de conciencia. Te parece natural porque aceptas que la mente es lo mismo que el contenido de la mente: todos los pensamientos, imágenes, deseos, y sensaciones que llenan tu cabeza. Pero esta actividad se lleva a cabo en un contexto que es silencio, totalidad, y está libre de sufrimiento. Éste es tu verdadero yo, cuando llegas ahí, la totalidad es tan natural como la separación".

En cada tradición, esta promesa de un estado de conciencia más elevado es central. En el lenguaje moderno, la conciencia es como una pantalla de cine en la que se puede proyectar una película. Sin importar qué ocurra en la película, la pantalla no se ve afectada. Por lo tanto, cada persona puede elegir entre el “yo” que está en el centro de la constante actividad o el “yo” que es consciencia. Las cinco cosas que he incluido en la lista son cosas que comprendemos a nivel básico, podríamos decir, que le permiten a nuestra mente ver otra cara de sí misma, incluso aunque se encuentre inmersa en la dualidad y en el juego de los opuestos.  Esto es lo principal y lo más valioso, ver una apertura hacia la totalidad.

Cuando comencé a meditar, y hasta cierto punto hoy en día, me parecía evidente que la gente se resista a comenzar la práctica salvo que ésta ofrezca incentivos que resulten atractivos para el yo separado, o ego. Esto, sin duda, es válido. Existen cientos de estudios que han comprobado los beneficios de la meditación para la mente-cuerpo.  En el otro extremo de la balanza,  otras personas se sienten motivadas a empezar sólo para volverse puros espiritualmente y mejorarse a sí mismos. Esto también es válido, pero de una forma muy sutil coloca al espíritu en una posición privilegiada, por encima de la mente y el cuerpo.  La verdad es que la totalidad no se logra como si se armara un rompecabezas, con sólo ensamblar un conjunto de piezas.

La totalidad es un estado por sí mismo. Si no fuera así, cualquiera podría venir y separar el rompecabezas que has armado con tanto cuidado.  Pero al ser un estado por sí mismo, la totalidad o unidad de conciencia es el estado fundamental del ser. Es el vientre de la creación, la única “cosa” real de la que se crearon el mundo “interior” y el mundo “exterior”. Por lo tanto, la meditación es misteriosa en cuanto a su capacidad de transformar a alguien, porque sin importar el daño que haya causado el estado de separación, tanto en lo personal como en lo social, cada uno de nosotros es un todo inseparable. ¿Cómo se puede ser completo y no saberlo? Tal es el misterio que presenta la meditación. Al mismo tiempo, presenta la respuesta al misterio: la totalidad es el terreno silencioso de la existencia y por ende no se puede conocer como una cosa, de la manera en la que conocemos otras cosas, como las piedras, las nubes, y los árboles.

Cuando la conciencia está consciente de sí misma, está completa. Cuando la conciencia se centra en un objeto, ya sea “adentro” o “afuera”, el estado de totalidad se disfraza. Te vuelves observador de algo que parece estar fuera de ti mismo. En realidad, el universo entero existe en conciencia; por lo tanto, toda experiencia yace en ti.

Saber y entender esto habría sido demasiado pedir para mí cuando comencé a meditar. Mirando hacia atrás, con la conciencia de que la meditación ha creado a lo largo de los años, agradezco el proceso que lleva a toda persona desde la separación a la totalidad. La vida se ha reducido a una elección, y al meditar, la elección de estar completo se da naturalmente.

por: Deepak Chopra, M.D.

sábado, 7 de noviembre de 2015

ADN Y EMOCIONES POR GREGG BRADEN

Experimento realizado por el Instituto Heart Math y el documento que lo soporta tiene este título: Efectos locales y no locales de frecuencias coherentes del corazón y cambios en la conformación del ADN.
En este experimento se tomo el ADN de placenta humana ( la forma más prístina de ADN) y fue colocado en un recipiente donde se podía medir los cambios del mismo. Se distribuyeron 28 muestras en tubos de ensayo al mismo número de investigadores previamente entrenados. Cada investigador había sido entrenado a generar y SENTIR sentimientos, y cada uno de ellos podían tener fuertes emociones.
Lo que se descubrió fue que el ADN CAMBIO DE FORMA de acuerdo a los sentimientos de los investigadores.
  1. Cuando los investigadores sintieron gratitud, amor y aprecio, al ADN respondió RELAJÁNDOSE y sus filamentos estirándose. El ADN se hizo más largo.
  2. Cuando los investigadores SINTIERON rabia, miedo o estrés, el ADN respondió APRETÁNDOSE. Se hizo más corto y APAGÓ muchos de los códigos. ¿alguna vez se han sentido “descargados” por emociones negativas? ahora saben porque sus cuerpos también se descargan. Los códigos del ADN se conectaron de nuevo cuando los investigadores tuvieron sentimientos de amor, alegría, gratitud y aprecio.
Este experimento fue posteriormente aplicado a pacientes con VIH positivos. Ellos descubrieron que los sentimientos de amor, gratitud y aprecio crearon 300.000 veces mayor RESPUESTA INMUNE que la que tuvieron sin ellos. Así que aquí tenemos una respuesta que nos puede ayudar a permanecer con salud, sin importar cuán dañino sea el virus o la bacteria que este flotando alrededor.
Manteniendo los sentimientos de alegría, amor, gratitud y aprecio. Estos cambios emocionales fueron más allá de ser efectos electromagnéticos. Los individuos entrenados para sentir amor profundo fueron capaces de cambiar la forma de su ADN. Gregg Braden dice que esto ilustra una nueva forma de energía que conecta toda la creación.
Esta energía parece ser una RED TEJIDA ESTRECHAMENTE que conecta toda la materia. Esencialmente podemos influenciar esa red de creación por medio de nuestra VIBRACIÓN. Este alargamiento de las hebras es lo que hace la RECONEXIÓN. 
Gregg Braden
A. Barranca/Consejos del conejo

Pensamiento simiente 6 noviembre 2015: hablar con amor ...


Se nos dice que nuestras palabras vuelan y que en algún lugar producen efectos.

Palabras que reconfortan y vivifican, que inspiran y encienden el fuego sagrado.

El que las emite, también se nos dice, tiene una varita mágica, y se convierte así en mago.

Dice Aïvanhov: hablar con amor a las plantas, a los árboles, a los animales, a las personas... es una costumbre divina.
Podemos así hablar al universo entero y trabajar con la divinidad.
Se producirá poco a poco un cambio, que también tiene que ver con el despertar de nuestra divinidad interior.

Cada palabra puede ser un instrumento divino.
 
Tenemos tantas oportunidades cada día para sembrar en el mundo sutil.

"Poned atención en cada palabra que pronunciéis, porque siempre hay en la naturaleza uno de los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire o el fuego, que espera el momento para poder revestir con materia todo lo que expresáis. La realización a menudo se produce muy lejos de la persona que ha puesto las semillas, pero se produce infaliblemente. Así como el viento transporta las semillas y las siembra a lo lejos, vuestras palabras vuelan y producirán en algún lugar del espacio resultados buenos o malos.
Acostumbraros pues a hablar con amor a las flores, a los pájaros, a los árboles, a los animales y a los seres humanos, pues es una costumbre divina. Aquél que sabe pronunciar palabras que reconfortan, vivifican, inspiran y encienden el fuego sagrado, posee una varita mágica en su boca." 

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: atardecer en el campo de Toledo el 5 de noviembre de 2015 (Carchín Oriol) a través de Fundación Ananta