miércoles, 23 de septiembre de 2015

Madurar con humor

"Maduramos el día en que nos reímos francamente de nosotros mismos".
(Albert Einstein).

Nos pasamos media vida tratando de tomar en serio nuestro papel en el mundo y, otra media, tratando de aligerar el peso que tuvimos que cargar para salir adelante. Media vida poniendo un rostro grave para que nos tomen en serio y, otra media, tratando de reírnos un poco de nosotros mismos mientras compartimos el “tinglado” de la doble moral y las corrupciones silenciosas. Un espacio lúdico y patético en el que todos “están en el ajo”, incluida la propia persona.

Madurar es un objetivo que promete serenidad y disminución del sufrimiento existencial. De hecho, el proceso de maduración conlleva una permanente reducción de la importancia personal y de la importancia que a su vez, parecen tener las cosasConforme uno crece y se desarrolla, vive la cara y la cruz de la moneda de casi todas las situaciones de la vida. Y dicha toma de consciencia, de pronto, crea la liberación de ese miedo sutil que inspiraba la solemne dramatización del camino de ida.

El hecho de reconocer que hemos cometido todos los pecados que un día atrás llegamos a condenar, disuelve la circunspección con la que se adornan los asustados púberes que todavía creen en lo que opinanEl sentido del humor merece una alabanza que como signo de flexibilidad, pone en “tela de juicio” las verdades que encorsetan a este mundo de ambición uniformada y clones de éxito oficial.

¿Qué puede uno hacer para reírse un poco más de sí mismo?

En principio, no reñir a las partes de nosotros que no “dan la talla” y, seguidamente, proclamar nuestras debilidades y carencias, justo en el momento en que aparecen por la puerta de nuestra consciencia. Una vez reconocidas, conviene dejar el camino de la culpa y la exigencia, y cruzar por el que dice“Reírse rápido de nuestra limitación y torpeza, antes de que se olvide y desparezca”.

Si aún así, a usted le cuesta, ríase de su seriedad, tal vez de sus kilos de más y de su importancia personal. Ríase del miedo al fracaso, del temor al engaño y del fantasma de la soledad. Ríase de su intestino, de sus comilonas y de sus adicciones varias. Ríase de su inseguridad, de sus lágrimas en el cine y de sus anhelos de pareja perfecta. Ríase de su vergüenza, del ridículo que un día hizo y de sus exageraciones patológicas. Ríase de su incertidumbre y de su ansiedad soterrada. Ríase de su cuerpo, de sus enfermedades y de la sutil decadencia. Ríase de su orgullo, de sus envidias y de su impaciencia. Ríase de sus anhelos espirituales, de sus fantasías y de sus ansias varias. Ríase de sus dolores, de sus lágrimas y de sus miedos a empezar una vez tras otra..

Ríase de su insolencia, de sus fallos de la puntual estrechez de su consciencia. Ríase de sus bajones, de su cólera y de sus carencias. Ríase del flujo de sus dineros, de sus pasiones y de sus emociones extremas. Ríase de los momentos opacos, de sus ciclos bajos y de las noches oscuras del alma. Ríase de su incomodidad ante las críticas, de su perfeccionismo y de la densidad de su cólera. Ríase de la enfermedad y del miedo a una muerte sin vuelta. Ríase de no haber hecho lo que queríade no haberse enamorado más de la vida y de haber perdido el profundo sabor de la Presencia.

Ríase de los momentos miserables en los que siente perdido el noble rostro de su alma.

De Inteligencia del Alma de José María Doria

martes, 22 de septiembre de 2015

Los diez secretos de la Abundante Felicidad

(Apuntes Breves del libro homónimo de Adam J. Jackson )

La abundancia de Felicidad no es sólo librarse de la depresión y del dolor, sino que más bien consiste en una sensación de alegría, de contento y de maravillado asombro ante la vida.
Esto no significa que sea posible, ni siquiera deseable, vivir en éxtasis continuo; hay momentos en los que nuestras vidas se ven afectadas por tragedias y pérdidas personales y es totalmente natural sentir tristeza, pena y decepción.
Pero hay diversas formas de hacer frente a tales experiencias y, con mucha frecuencia, podemos convertir en triunfos los obstáculos y las adversidades de la vida.

… A través de las páginas de este libro descubrirá que esto es posible.
“Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu mano”.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen por qué ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:
  • Horacio: “Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu mano”.
  • Cualesquiera que sean tus circunstancias presentes, tienes en ti mismo no sólo el poder de ser feliz, sino el poder de experimentar una gran abundancia de felicidad.
  • Thoreau: “La mayoría de la gente vive sus vidas en una tranquila desesperación”.
  • Tu vida es preciosa, demasiado preciosa para malgastarla siendo infeliz. La vida se hizo para vivirla.
  • Siempre me sorprendo de ver la enorme cantidad de gente que elige ser infeliz.
  • Yo no creo que las circunstancias, cualesquiera que éstas sean, tengan poder alguno para hacerte feliz o infeliz. Tu opinión y sólo tu opinión sobre dichas circunstancias, es la que condiciona tu estado de ánimo.
  • ¿Quién es más feliz, el que ve su botella medio vacía o el que la ve medio llena?
  • El dinero le permite a uno ser infeliz con cierta comodidad, pero la desgracia cómoda sigue siendo desgracia.
  • No hay ningún problema que no traiga consigo un regalo.
  • Todo cuanto ocurre tiene una finalidad, un motivo y una lección que puede enriquecer nuestra vida.
  • Cualquier cosa que creas sinceramente, será verdad para ti, ¡por ello es tan importante que escojas bien lo que quieres creer!
  • Hay leyes no tan conocidas y entre ellas están las leyes de la felicidad. Son 10 principios que han operado desde siempre y cualquiera que los siga no puede dejar de crear felicidad.

  • Primer secreto: el poder de la actitud.
    • Uno es todo lo feliz que previamente él mismo se ha propuesto ser.
    • Esperar siempre lo peor destruye todos nuestros sueños y nos impide experimentar la felicidad.
    • Si usted espera lo peor, inevitablemente experimentará lo peor y también al contrario.
    • Muchas personas centran su mente en lo que “no tienen” en lugar de disfrutar de todo lo que “tienen”, por ello sólo “ven” aquello que les falta en su vida. Y así es cómo crean su propia desgracia.
    • Nuestra actitud hacia la vida es lo único que determina nuestra felicidad.
    • Cuando la tragedia toca nuestras vidas, las semillas de la bondad contenidas en ello pueden ser difíciles de ver. Una forma de afrontar la tragedia es hallar algo positivo, algo que tenga cierto significado en el dolor que nos aflige.
    • Lo que determina nuestros sentimientos sobre los sucesos que ocurren en nuestras vidas no son los propios sucesos, sino el significado que nosotros les demos.
    • Cuando usted no ve ningún aspecto positivo, generalmente significa que no lo ha buscado.
    • Si usted se siente infeliz o deprimido, generalmente eso significa que se está haciendo las preguntas equivocadas. Se está usted preguntando qué es lo que no funciona en su vida en lugar de qué es lo que funciona.
    • La primera pregunta es: ¿Qué tiene de bueno esta situación? o ¿Qué podría haber de bueno?
    • La segunda pregunta es: ¿Qué es lo que todavía no es perfecto?
    • La tercera pregunta es: ¿Qué puedo hacer para que las cosas sean como yo quiero que sean, divirtiéndome mientras lo hago?
    • La gratitud es la semilla de la Abundante Felicidad. A partir de ahora encontraré cosas por las que sentirme agradecido.
    • Mis pensamientos son los que me hacen sentirme feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Controlo mis pensamientos, por lo tanto, controlo mi felicidad.
  • Segundo secreto: el poder del cuerpo.
    • El ejercicio no sólo es necesario para la salud física, sino también para lograr un bienestar mental y emocional a largo plazo.
    • George Bernard Shaw: “El secreto de la infelicidad es tener el tiempo suficiente para pensar sobre si uno es o no es feliz”.
    • ¿Qué cantidad de ejercicio aeróbico es necesario para poder sentir sus efectos benéficos? Unos 30 minutos al día.
    • Lo primero de todo es la postura, el modo en que estamos en pie, nos sentamos y caminamos. Si nuestra postura no es la adecuada nuestra salud y nuestras emociones sufren las circunstancias.
    • La técnica de la cuerda. Imaginar que hay una cuerda atada a la cúspide de su cabeza y que arriba hay un hombre que está todo el tiempo tirando suavemente de ella, para mantenerlo a usted erecto.
    • Lo ideal es salir cada día a la luz natural durante una hora por lo menos.
    • Los alimentos que tomamos tienen una influencia notable sobre cómo nos sentimos. Evitar los estimulantes como el café, el té, el alcohol, los alimentos que contienen azúcar y los aditivos artificiales. Tomar fruta fresca y verduras en abundancia, también cereales integrales.
  • Tercer secreto: el poder del momento.
    • El único momento que podemos vivir es ahora.
    • Es necesario experimentar la felicidad momento a momento.
    • Cuando usted mira hacia atrás, a su vida, y recuerda tiempos felices, ¿qué le viene a la mente? Momentos.
    • Todos nuestros recuerdos están formados de momentos, no recordamos años, meses ni siquiera días.
    • El secreto es coleccionar tantos momentos de ese tipo como se pueda.
    • Reflexionamos sobre el pasado y nos preocupamos por el futuro y a consecuencia de ello nunca le damos al presente toda nuestra atención.
    • Sólo viviendo en el momento actual podremos crear el futuro que deseamos.
  • Cuarto secreto: el poder de la propia imagen.
    • El hombre es como él cree que es.
    • Lo que hace a una persona anciana no es su edad, sino su mente.
    • Son muchas las personas que crecen llenas de complejos.
    • Nuestras impresiones sobre nosotros mismos se forman durante la infancia.
    • El mayor error que usted puede cometer en la vida es basarse en los demás para averiguar quién es realmente.
    • Los demás son un espejo nuestro, pero un espejo distorsionado.
    • Hacer cada día afirmaciones positivas, afirmando el tipo de persona que quiero ser.
    • Actuar del modo que me gustaría ser.
  • Quinto secreto: el poder de las metas.
    • Las metas dan a nuestras vidas un propósito y un significado.
    • Para vivir realmente y ser felices, es necesario que nuestra vida tenga un propósito.
    • Los tiempos difíciles son más soportables cuando sabemos que al final de ellos algo nos estará esperando.
    • Técnica de la mecedora. Uno se imagina que ha llegado el final de su vida y está sentado en una mecedora pensando en cómo vivió la vida y en los logros que consiguió en ella. ¿Qué cosas le gustaría a usted haber hecho? ¿Qué lugares le gustaría haber visitado? ¿Qué relaciones le gustaría haber tenido? Y lo más importante, ¿qué tipo de persona le gustaría a usted haber llegado a ser?
    • La prioridad de nuestros valores en la vida se va modificando a medida que evolucionamos. Por eso la técnica de la mecedora debe hacerse con frecuencia, al menos una vez al año.
    • Teniendo metas, nos dedicamos a lograr el placer, más que a evitar el dolor.
    • Las metas nos dan un motivo para salir de la cama por las mañanas.
    • Las metas hacen que las épocas difíciles sean más llevaderas y que los momentos buenos sean todavía mejores.
  • Sexto secreto: el poder del humor.
    • Reírse de los problemas es uno de los modos más efectivos para vencer las situaciones estresantes y para crear felicidad.
    • La risa es un producto de la felicidad, pero también algo que produce una sensación de felicidad.
    • El secreto está en hallar algo de lo que reírse.
    • El primer paso es: no preocuparse por las cosas pequeñas.
    • El segundo paso es recordar que la mayoría de las cosas de esta vida son pequeñas.
    • Si tuviera que vivir mi vida otra vez, intentaría cometer más errores. No sería tan perfect@. Descansaría más. Sería más flexible. Me divertiría más de lo que me he divertido en ésta. De hecho, me tomaría muy pocas cosas en serio. Sería más loc@. Sería menos higiénic@. Tendría más problemas reales, pero menos imaginarios.
    • George Burns: “¿El secreto de la felicidad? Muy sencillo, un buen puro, una buena comida y una buena mujer, ¡o una mala, según la cantidad de felicidad que uno pueda aguantar!”.
    • La risa incrementa nuestro poder de concentración y aumenta nuestra capacidad para resolver problemas.
  • Séptimo secreto: el poder del perdón.
    • Es difícil ser feliz cuando uno lleva en su interior odio y resentimiento.
    • ¿Por qué odiar a alguien que ha cometido un error? En un momento u otro de nuestras vidas cometemos errores.
    • Quien no perdona no es feliz.
    • El odio y la amargura se van diluyendo con los años, pero salvo que estemos decididos a perdonar, nunca abandonan totalmente el alma.
    • Indios sioux: “Oh, Gran Espíritu, apártame de juzgar o criticar a otro, mientras no haya caminado en sus mocasines durante dos semanas”.
    • ¿Qué ocurre si no es usted capaz de perdonar? ¿Quién sufre? ¡Usted!
    • La venganza no puede dar la paz, sólo alimenta más venganza.
    • El perdón libera a su alma del odio y crea espacio para que pueda entrar el amor.
    • Perdonar es borrar todo, dejando la pizarra totalmente limpia.
    • Confucio: “Ser engañado o ser robado no es nada, salvo que uno siga recordándolo”.
    • ¿Sabe a quién le va a costar más trabajo perdonar? ¡A usted mismo!
    • Los errores y los fallos son lecciones de la vida. Perdónate a ti mismo y perdona a los demás.
  • Octavo secreto: el poder del dar.
    • ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde el alma?
    • Cuando usted da felicidad, instantáneamente la recibe de vuelta.
    • Si usted sonríe a alguien, invariablemente la otra persona le sonreirá a usted.
    • La felicidad es como un boomerang, cuanto más da, más regresa a usted.
    • Uno se siente bien cada vez que ayuda en algo a otro ser humano.
    • En el fondo los seres humanos no somos egoístas. Somos capaces de hacer por otros mucho más de lo que haríamos por nosotros mismos.
    • Es mayor la bendición de quien da, que la de quien recibe.
    • La felicidad no se halla en tener ni en adquirir para nosotros mismos, sino en dar y ayudar a los demás.
    • Cada día puedo crear felicidad en mi propia vida, buscando la forma de dar felicidad a los demás.
  • Noveno secreto: el poder de las relaciones.
    • Sin relaciones la vida está vacía.
    • El ser humano es una criatura social. Todos nos necesitamos unos a otros.
    • La calidad de nuestras vidas es la calidad de nuestras relaciones.
    • Hace que las experiencias buenas sean todavía mejores pero también hace que los momentos difíciles sean menos duros.
    • Intento tratar a todo el mundo como si fuera la última vez que los voy a ver.
  • Décimo secreto: el poder de la fe.
    • Simplemente para vivir, todos necesitamos una cierta cantidad de fe, cuánto más para ser felices.
    • Hay una fe que es la que más necesitamos, y es en la fe en Dios, en un Poder Superior, en la Fuerza Universal, no importa cómo le queramos llamar.
    • Sin ella es muy difícil lograr una felicidad duradera.
    • Sin fe en un Poder Superior, la vida se convierte en un conjunto de dudas, ansiedad y miedo.
    • Sólo hay una persona que le puede hacer feliz o desgraciado y esa persona es usted.
    • La fe es algo que tenemos que encontrar por nosotros mismos.
  • R. Tamayo

domingo, 20 de septiembre de 2015

Elegir un compañero de vida


1- Elige a alguien como si fueras ciego. Cierra los ojos y observa qué puedes sentir de esa persona, de su gentileza, su lealtad, su comprensión, su devoción, su habilidad para ocuparse de ti, su habilidad para cuidar de sí mismo como un ser independiente.
En nuestra cultura nos basamos mucho en lo que vemos con nuestros ojos externos. Pero cuando miramos al objeto de nuestro amor, es mucho más importante lo que vemos con los ojos cerrados.

2- Elige a alguien que tenga la habilidad de aprender.
Si hay algo que verdaderamente hace diferencia entre un amante para toda la vida y uno fugaz, es una persona que tenga la habilidad de aprender. Dice el refrán “el ignorante es poco tolerante”. Aquellos que no pueden aprender cosas nuevas, ver las cosas a la luz de lo nuevo, ser curiosos acerca del mundo y de cómo funcionan las cosas o las personas, a menudo se cierran y dicen. “No, esto tiene que ser así, de este modo” y para una relación de toda la vida es mejor estar con alguien que se abra y se cierre aprendiendo y evolucionando.

3- Elige a alguien que quiera ser como tú, fuerte y sensible a la vez.
Para no confundir el significado de estas palabras, no relacionarlas con la rigidez y la fragilidad. La fuerza en el sentido en que es fuerte un árbol: pueden soplar fuertes vientos pero se sostendrá porque es flexible y se moverá para adelante y para atrás con el viento. Y en cuanto a la sensibilidad, estoy hablando de ver, estar alerta a las cosas que están alrededor de uno. Algunas personas pueden necesitar una pequeña ayuda en esto, pero a menudo en algún lugar profundo en su mente, o en su corazón, ya están despiertos y alerta a todas estas cosas, si bien no saben cómo articularlas. Y es por eso que el número 2 es tan importante: la habilidad para aprender. Puedes tener todas las posibilidades, todas las potencialidades del mundo para ser amable, amoroso, devoto, bueno y el mejor amante conocido del género humano pero si no puedes aprender a desarrollar ese potencial. ¡Entonces no sirve de nada!

4- Elige a alguien que cuando lo hieras, sienta dolor y te lo muestre.
Y viceversa… elige a alguien que cuando te hiera, vea tu dolor y lo registre. Esto es muy importante. Hay muchos modos en que la gente muestra el dolor. A veces reclamando es una de las cosas que hacen las personas más extrovertidas. Reclaman, se vuelven locos… pero es su propia expresión de dolor. Lo peor es cuando le haces a tu compañero algo que no es amable, o que es impensado y él no muestra reacción. Como si no se permitiera a sí mismo mostrarse verdaderamente humano en tu presencia. Pasamos por muchas relaciones o unas cuantas, antes de encontrar a alguien con quien querríamos pasar nuestra vida. Sentimos las heridas en tantas relaciones que empezaban con grandes esperanzas pero que terminaban con fallas y accidentes. Por otro lado, te vas a encontrar con otro que no está intacto, que también está herido de algún modo. Como resultado de esto es que la habilidad de tu compañero de mostrar su dolor es tan importante como su habilidad para percibir tu dolor. ¡Es muy importante! Porque por naturaleza de las relaciones hay momentos de tensión en que presionamos o hicimos algo que lastimó al otro y esto no puede ser evitado completamente, pero no debe ser la misma herida una y otra vez. La gente tiene que aprender cada vez. Puede que alguien haya acumulado enojo y sufrimiento, heridas de los amantes anteriores, y haya adquirido así la habilidad de herir al nuevo amante y hasta ser desbordado por el deseo de herirlo. Entonces debe ser capaz de parar, de detenerse cuando ve el dolor en la otra persona.

5- Elige a una persona que tenga una vida interior.
Trabajando, dibujando, escribiendo, a través de la meditación, la religión, algo que ame. Elige a una persona que esté en viaje y te vea como a un compañero de camino, un compañero de viaje. La habilidad para estar completamente con el otro y al mismo tiempo enteramente separado es muy importante. Las relaciones son cíclicas y hay momentos para estar muy cerca el uno del otro y otros momentos para apartarse.

6- Elige a alguien que tenga pasiones similares a las tuyas en la vida.
Una relación construye una memoria. Estas memorias, lo compartido, son el “pegamento", lo que une la relación. Por el placer que es recordar buenos tiempos juntos, pero también los tiempos duros. Si no hay nada que verdaderamente disfruten juntos, es muy difícil pasar estos tiempos con el otro. Aun cuando cada uno pueda ser muy distinto del otro y hacer cosas muy diferentes, tiene que haber algo, algo tan simple como descansar juntos en la bañera o secarse juntos el pelo al sol, o dar vuelta a la manzana cada noche, o cualquier cosa de éstas muy simple… sé que estarás pensando, cepillarse juntos los dientes a la mañana… Si, poco más que esto.

7- Elige a alguien que tenga valores similares.
En cuanto a tener hijos, al nacimiento de los niños, la familia, roles de hombres y mujeres y las ideas acerca del dinero y la religión. Tal vez todas estas cosas juntas son el ideal y no las puedas encontrar todas sobre todo al principio de la relación, pero puedes tener esto en cuenta. Elegir a alguien que tenga valores similares tiene que ver con disminuir las fricciones en la relación y estas cosas deben sintonizarse si hay verdadero compromiso. Esta sintonía debe darse también en un nivel pragmático y cuando se da en estos niveles prácticos es más fácil que pueda darse en otros niveles más sutiles.

8- Elige a alguien compasivo, alguien que sea capaz de escuchar, alguien que te dé tiempo.
Particularmente si eres una persona impulsiva, al tener un compañero que no sea tan impulsivo como tú, eventualmente hallarás cierta lentitud que será buena para ti. También alguien que sea un poco lento, al estar con un compañero que sea bien distinto se acelerará un poco. Y podrán después de un tiempo hallar un ritmo propio de la relación. A veces las personas tienen que estar ocho o nueve años hasta tener este ritmo completamente desarrollado. Lleva tiempo construir un milagro… no un milagro porque estén juntos sino por la fuerza que hay en el centro de una relación por la profunda guía del amor.

9- Elige a alguien que se pueda reír de sí mismo. Poder hacer un chiste y reír de la situación y de sí mismo es muy importante. Pero supongamos que no tienes un compañero muy chistoso, elige a alguien que pueda parar una discusión y aprender a reírse de la situación (vuelve al punto 2, alguien que tenga habilidad para aprender)

10- Elige a alguien a quien puedas tolerarle las fallas y características.
En los momentos de tensión y cansancio, las cosas que más te atraerían de un compañero, aún cosas encantadoras, serían las que después te volverían loc@… Así que no pienses que podrías vivir con alguien que tiene cosas que realmente molesta a las otras personas y que para ti no son importantes porque él o ella las está haciendo y él o ella es tu amante. Hay algunas cosas que son intolerables en cualquier relación sea el matrimonio o las sociedades y los negocios. Tales como el alcoholismo, el abuso sexual, el juego, las actividades criminales, Una persona que no dice la verdad, una persona que no te puede mirar a la cara, una persona por la que no podrías dar fe, una persona que puede hacer cualquier cosa por tapar sus errores. Todo eso sería construir una relación en un terreno inseguro.

11- Ser amigos y no-solo amantes. Y no es solo que digas “si yo sé lo que eso significa, significa que me guste y que lo ame” Significa más que eso y un modo de juzgarlo es pensar. ¿Harías por tu pareja lo que estás dispuesta a hacer por tu mejor amigo? ¿Estás dispuesta a escucharlo, estás dispuesta a hablar de las cosas de las que él tiene ganas de hablar, a prestar atención a los detalles de lo que dice o tiene ganas de hacer? Esto no significa que tengan que estar cuidándose el uno al otro siempre y para siempre, pero sobre ciertas bases y en algunos detalles por cierto que deben hacerlo. Entonces cuando pienses en lo que harías por tu mejor amigo y en lo que harías por tu amante, las cosas se aclararán para ti.

12- Elige a alguien que haga tu vida más grande y no más pequeña.

Biodecodificación Enric Corbera
 Mujer Ayuda

sábado, 19 de septiembre de 2015

El ego

El ego nace a causa de una ruptura en la psique humana. La mente divide la identidad en dos partes que podríamos llamar "yo" y "mí" o "yo" y "yo mismo".Por consiguiente, todo ego es esquizofrénico, para usar la palabra en su acepción popular de la doble personalidad.
 
Vivimos con una imagen mental de nosotros mismos, un ser conceptual con el cual tenemos una relación. La vida misma termina siendo un concepto separado de nuestra esencia en el instante mismo en que hablamos de ella como "mi vida". Tan pronto como decimos o pensamos en términos de "mi vida" y creemos en lo que decimos (en lugar de ver la expresión como una convención lingüística), habremos entrado en el ámbito de lo ilusorio. 
De existir "mi vida", inmediatamente se desprende que Yo y mi vida somos dos cosas distintas, de tal manera que también puedo perder mi vida, mi tesoro imaginario más preciado. La muerte se convierte en una realidad aparente y en una amenaza. Las palabras y los conceptos dividen la vida en segmentos separados carentes de realidad en sí mismos. 
Podríamos incluso decir que la noción de "mi vida" es el delirio original de la separación, la fuente del ego. Si yo y la vida somos dos, si estoy separado de la vida, entonces estoy separado de todas las cosas, de todos los seres, de todas las personas. ¿Pero cómo podría estar separado de la vida? ¿Cuál "Yo" podría existir separado de la vida, separado del Ser? Es completamente imposible. Por consiguiente, "mi vida" no puede existir y no tengo una vida. 
Soy la vida. Yo y la vida somos uno. No puede ser de otra manera. ¿Entonces cómo podría perder mi vida? ¿Cómo podría perder algo que no poseo? ¿Cómo podría perder algo que Yo Soy? Es imposible.
Eckhart Tolle

viernes, 18 de septiembre de 2015

El malhumor

 


Todos podemos tener nuestros momentos de mal humor que se consideran totalmente normales, siempre y cuando no sea una conducta habitual.

Si el mal humor se instala en forma permanente en nuestra conducta y comienza a ser algo más que circunstancial, deberíamos conocer las causas y hacer algo al respecto.
El estado de ánimo malhumorado se caracteriza por ver el lado negativo que suelen tener las cosas, por ejemplo viendo siempre el vaso medio vacío en lugar de medio lleno.
Esta forma de ser puede tener o no motivos que la generan. Si los hubiera, lo mejor es intentar descubrirlos para modificar las consecuencias que puede provocar en las relaciones interpersonales y en el propio desarrollo.

Por otro lado, nos está señalando una personalidad con cierta tendencia depresiva, agravada por determinadas situaciones de la vida que por alguna razón no puede resolver.
Es un hecho que casi todos tengamos que atravesar por problemas que nos producen sufrimiento. La cuestión no es tanto resolverlos como conocerlos y aprender a vivir con ellos lo mejor posible.
Cualquier problema puede tener solución pero a veces esa solución se convierte posteriormente en otro problema aún más grave; por lo tanto, es necesario aceptar que eventualmente tendremos que enfrentar los contratiempos y disgustos que esas situaciones nos puedan deparar.

Algunas veces llamamos problemas a ciertos desafíos que la vida nos impone y que no son más que oportunidades para evolucionar y no quedarnos estancados.
Otras veces, llamamos problemas a situaciones comunes de la vida, dándoles una connotación trágica que no se merecerían si aceptáramos que son inevitables.

Pero la mayoría de las veces los malhumorados no tienen mayores motivos para su estado de ánimo.
Les molesta la compañía pero por otro lado se quejan porque están solos, se aburren pero no tienen ninguna iniciativa, viven contando sus problemas pero son incapaces de escuchar a los demás, critican a todos porque ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio; están disconformes con el gobierno, con su familia, con su trabajo y por supuesto ven todo negro.
Se trata por lo general de personas eternamente disconformes, intolerantes e individualistas que no pueden ser felices de ninguna manera y que con su mal humor canalizan sus energías negativas provocadas por sus desequilibrios emocionales y lo han convertido en un hábito.

Estas personas son muy difíciles de tratar porque creen tener siempre la razón. Poseen una visión pesimista del mundo y están convencidas plenamente de que estamos todos al borde del abismo, que se aproxima el Apocalipsis y que es inútil cualquier intento para evitarlo.
Para ellas todo está a punto de estallar y sólo es cuestión de esperar que alguien apriete el detonador.

Sigmund Freud diría que el mal humor es un síntoma de represión de la libido sexual, que no necesariamente siempre se refiere a lo genital, sino a toda la sexualidad entendida como instinto de vida, al no lograr expresarse para participar creativamente en un medio social. El Psicoanálisis podría permitir revelar el trauma, que una vez consciente ayudaría a canalizar lo reprimido adecuadamente.
Otras fuentes lo llamarían vacío existencial o discapacidad para adaptarse a los cambios y para crecer y la terapia desde este enfoque podría ayudar a cambiar la percepción y ver la realidad desde una perspectiva más amplia.
En tanto que para los conductistas sería un condicionamiento adquirido que es necesario desaprender para adquirir otros nuevos más adaptativos.

El mal humor es un defecto de carácter que produce conflictos de relación, discordia familiar e infelicidad, y lo más grave de este modo de ser, es que es contagioso.

Psicología/La guia2000