lunes, 7 de septiembre de 2015

Las Relaciones Como Práctica Espiritual


 
Como los seres humanos nos hemos ido identificando progresivamente con la mente, la mayoría de las relaciones no tienen sus raíces en el Ser, y por eso se convierten en fuente de dolor, dominadas por problemas y conflictos.
Si las relaciones energetizan y expanden los patrones mentales del ego y activan el cuerpo-dolor, tal como ocurre actualmente, ¿por qué no aceptar este hecho en lugar de intentar huir de él? ¿Por qué no cooperar con él en lugar de evitar las relaciones o de seguir persiguiendo el fantasma de una pareja ideal que sea la respuesta a todos tus problemas o el complemento que te haga sentirte realizado?
El reconocimiento y la aceptación de los hechos te permite cierta libertad respecto a ellos.

Por ejemplo, cuando sabes que hay desarmonía y lo tienes presente, ese mismo hecho constituye un factor nuevo que no permitirá que la desarmonía se mantenga invariable.
Cuando sabes que no estás en paz, ese conocimiento crea un espacio tranquilo que envuelve tu falta de paz en un abrazo amoroso y tierno, y después transmuta en paz la ausencia de paz. No hay nada que puedas hacer respecto de tu transformación interna. No puedes transformarte a ti mismo y, ciertamente, no puedes transformar a tu pareja ni a ninguna otra persona. Lo único que puedes hacer es crear un espacio para que ocurra la transformación, para que entren la gracia y el amor en tu vida.
De modo que cuando veas que tu relación no funciona, cuando haga asomar tu «locura» y la de tu pareja, alégrate. Lo que era inconsciente está saliendo a la luz. Es una oportunidad de salvación.

Registra cada momento, registra en especial tu estado interno en cada momento. Si estás enfadado, debes saber que estás enfadado. Si te sientes celoso, si estás a la defensiva, si sientes el impulso de discutir, la necesidad de tener razón, si tu niño interno pide amor y atención o si sientes dolor emocional del tipo que sea, conoce la realidad de ese momento y registra ese conocimiento.
Entonces la relación se convierte en tu sadhana, tu práctica espiritual. Si observas un comportamiento inconsciente en tu pareja, rodéalo con el abrazo amoroso de tu conocimiento y no reacciones.
La inconsciencia y el conocimiento no pueden coexistir durante mucho tiempo, aunque el conocimiento no esté en la persona que actúa inconscientemente, sino en la otra. A la forma energética que reside detrás de la hostilidad y el ataque, la presencia del amor le resulta absolutamente intolerable. Si reaccionas a la inconsciencia de tu pareja, tú mismo caes en la inconsciencia. Pero si a continuación recuerdas que has de conocer y registrar tu reacción, no se pierde nada.

Las relaciones nunca habían sido tan problemáticas y conflictivas como ahora. Como tal vez hayas percibido, su finalidad no es hacerte feliz o satisfacerte. Si sigues intentando alcanzar la salvación a través de una relación, te sentirás desilusionado una y otra vez. Pero si aceptas que la finalidad de las relaciones es hacerte consciente en lugar de hacerte feliz, entonces te ofrecerán salvación, y te habrás alineado con la conciencia superior que quiere nacer en el mundo.
Para quienes se aferren a los viejos patrones, cada vez habrá más dolor, violencia, confusión y locura.

¿Cuántas personas se requieren para hacer de tu vida una práctica espiritual? No te preocupes si tu pareja no quiere cooperar. La cordura —la conciencia— sólo puede llegar al mundo a través de ti. No tienes que esperar a que el mundo se vuelva cuerdo, o a que otra persona se vuelva consciente, para iluminarte. Podrías esperar eternamente.
No os acuséis mutuamente de ser inconscientes. En el momento en que empiezas a discutir, té has identificado con una posición mental, y junto con esa posición estás defendiendo tu sentido de identidad. Entonces el ego se pone al mando. Estás siendo inconsciente. En ocasiones, puede ser apropiado que señales a tu pareja ciertos aspectos de su comportamiento. Si estás muy alerta, muy presente, podrás hacerlo sin que el ego se inmiscuya, sin culpar, acusar ni decir al otro que está equivocado.
Cuando tu compañero o compañera se comporte inconscientemente, renuncia a juzgarle. El juicio sólo sirve para confundir el comportamiento inconsciente de la otra persona con su identidad real o para proyectar tu propia inconsciencia en la otra persona y confundir tu proyección con su identidad.

Esta renuncia a juzgar no implica que no reconozcas la disfunción y la inconsciencia cuando las veas. Significa «ser el conocimiento» en lugar de «ser la reacción» y el juez. Entonces te liberarás totalmente de la necesidad de reaccionar, o reaccionarás conservando el conocimiento, el espacio en el que la reacción puede ser observada y se le permite ser. En lugar de luchar en la oscuridad, pones luz. En lugar de reaccionar a la ilusión, eres capaz de verla y de traspasarla.
Ser el conocimiento crea un espacio claro de presencia amorosa que permite a todas las personas y cosas ser como son. No hay mayor catalizador de la transformación. Si haces de esto tu práctica, tu pareja no podrá seguir a tu lado y continuar siendo inconsciente.
Si los dos llegáis al acuerdo de que la relación va a ser vuestra práctica espiritual, tanto mejor. Entonces podréis expresar vuestros pensamientos, sentimientos o reacciones en cuanto se produzcan, de modo que no crearéis un desfase temporal que pudiera agriar una emoción no reconocida ni expresada.

Aprende A Expresar Lo Que Sientes Sin Culpar


Aprende a escuchar a tu pareja de manera abierta, sin ponerte a la defensiva.
Dale espacio para expresarse. Mantente presente. Acusar, defenderse, atacar..., todos los patrones diseñados para fortalecer o proteger el ego, o para satisfacer sus necesidades, están de más. Es vital dar espacio a los demás y también dártelo a ti mismo. El amor no puede florecer sin espacio.

Cuando hayas resuelto los dos factores que destruyen las relaciones, es decir, cuando hayas transmutado el cuerpo-dolor y dejes de identificarte con la mente y las posiciones mentales —y siempre que tu pareja haya hecho lo mismo—, experimentarás la dicha del florecer de una relación. En lugar de reflejaros mutuamente el dolor y la inconsciencia, en lugar de satisfacer vuestras mutuas necesidades egocéntricas, os reflejaréis el amor que sentís en vuestro interior, el amor que acompaña a la toma de conciencia de vuestra unidad con todo lo que es. Ése es el amor que no tiene opuesto.

Si tu pareja sigue estando identificada con la mente y el cuerpo-dolor, y tú ya te has liberado, esto representará un gran reto, pero no para ti, sino para tu pareja. No es fácil vivir con una persona iluminada o, más bien, es tan fácil que el ego se siente amenazado.

Recuerda que el ego necesita problemas, conflictos y «enemigos» que fortalezcan su sensación de separación, de la que depende su identidad. La mente no iluminada de tu pareja se sentirá muy frustrada porque no te resistes a sus posiciones mentales fijas, lo que significa que se irán debilitando y temblarán, e incluso existe el «peligro» de que se derrumben, produciendo una pérdida de identidad.
El cuerpo-dolor está pidiendo feedback y no lo está obteniendo. La necesidad de argumentar, dramatizar y estar en conflicto no está siendo satisfecha.


Extracto de Practicando el Poder del Ahora - Eckhart Tolle

LAS 7 LEYES DE LAS RELACIONES ILUMINADAS



Aunque no hay una fórmula que aplique a todas las relaciones, adoptar algunos principios clave en tu corazón reducirá el conflicto y aumentará el flujo del amor. Estas siete leyes,  son valiosas en relaciones amistosas, de negocios, para las familias, matrimonios y relaciones de pareja.
Las personas suelen visualizar “idealmente” una relación íntima con base en intereses compartidos, comunicación abierta, apoyo mutuo y pasión. Cuando son incapaces de generar este nivel de conexión emocional, piensan que tienen que esforzarse más por crear relaciones perfectas. No existe una fórmula que aplique para todas las relaciones, adoptar algunos principios clave, te permitirá reducir el conflicto y mejorar el flujo del amor. Estas siete “leyes” son valiosas para las amistades y relaciones en los negocios, así como en las familias, matrimonios y relaciones íntimas.

1. Mis relaciones están basadas en la igualdad

Las relaciones basadas en la desigualdad podrán sobrevivir, pero jamás prosperarán. El amor es la unidad que surge por verte a ti en el otro y por ver al otro en ti. A pesar de las diferencias inevitables en cuestión de finanzas, educación, belleza física o coeficiente intelectual, tu reflexión profunda e irrefutable debe ser: no soy superior a ti, ni soy inferior a ti. Somos manifestaciones diferentes del mismo ser subyacente y por ende, tenemos el mismo valor.

2. Mis relaciones son un reflejo de mí mismo

Si hay discordia en una relación, pregúntate cómo estás contribuyendo tú a esa situación. Antes de culpar a la otra persona, busca en tu corazón y analiza lo que puedes pensar, decir o hacer diferente para cambiar la dinámica. Si buscas más atención, ¿tú podrías ser más atento? Si buscas más afecto, ¿podrías ser más cariñoso?
Ver a los demás como un reflejo de ti mismo te permite cambiar a la única persona que puedes controlar (tú), en lugar de frustrarte por tu incapacidad de cambiar a los demás.

3. En mis relaciones hay lugar para el cambio

Es común que las personas digan a su pareja, “No eres el (la) mismo(a) con quien  me casé. Esto normalmente se dice como acusación, pero en realidad es un hecho. Cada individuo se deja llevar por el flujo del cambio y dos personas distintas no necesariamente cambiarán de la misma manera y al mismo ritmo.
Busca formas en que tu relación acepte y honre los cambios inevitables de la vida, al mismo tiempo que se mantiene la conexión y el compromiso para trascender dichos cambios.

4. En mis relaciones, dejo el pasado atrás

En cada relación el otro experimenta conflictos o dificultades que dejan  huellas de resentimiento. Estos restos de batallas antiguas a menudo se usan como armas en discusiones futuras.
Llevar el pasado al presente intensifica el conflicto y pocas veces ayuda a satisfacer nuestras necesidades. Haz un esfuerzo por no sacar asuntos del pasado al momento de tratar temas del presente.

5. Elijo ser feliz en lugar de tener la razón   

Si te enfrascas en una dinámica de ganar-perder, habrá momentos en los que experimentas la euforia fugaz de ganar una discusión, así como la frustración temporal de perderla. Sin embargo, ni ganar ni perder lleva al amor.
La alternativa es ver más allá de las diferencias evidentes y buscar puntos en común. Toma pasos pequeños dirigidos hacia la postura del otro y pídele que haga lo mismo. 

6. Nutro mis relaciones con atención, afecto, aprecio y tiempo

Aquello en donde enfocamos nuestra atención cobra fuerza en nuestras vidas. Por ende, si quieres que tu relación florezca, debes estar dispuesto a nutrirla con abundante atención, afecto, aprecio y tiempo. Solemos demostrar nuestras prioridades mediante la disposición que tenemos de dar estos ingredientes vitales.

7. Estoy listo para comunicar mis expectativas

Entre más conciencia tengas para identificar y comunicar tus expectativas, es más probable que fomentes un vínculo sano y progresivo. Si te sientes incómodo porque no estás recibiendo los frutos de tu inversión emocional, pregúntate qué necesitas que no te están dando. Después comunica tus necesidades de tal forma que sea más probable que las satisfagan. Esto incluye escuchar lo que la otra persona necesita y estar dispuesto a negociar.
Comprométete con el poder del amor y no dejes que se acumulen emociones tóxicas que restringen a tu corazón, mejor enfócate en ese ser amoroso que tú puedes ser y que mereces ser. Si escuchas la sabiduría de tu corazón te guiará hacia mayores expresiones del amor.

David Simon, MD/The Chopra Center


El Dr. David Simon, neurólogo certificado y pionero en el campo de la medicina mente-cuerpo, fundó en 1996, junto con Deepak Chopra, el Chopra Center for Wellbeing. El Dr. Simon fungió como Director Médico del Chopra Center, en donde desarrolló y dirigió los programas y eventos distintivos del centro, incluyendo Salud Perfecta, Journey into Healing y Seducción del Espíritu.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Meditación Mindfulness: 7 ejercicios que puedes hacer a lo largo del día


En los últimos años la meditación ha vuelto a ser noticia, de la mano de diferentes estudios científicos que han demostrado sus beneficios. De hecho, hoy conocemos que la meditación puede disminuir la depresión y la ansiedad, calmar el dolor, estimular la creatividad y potenciar la sensación de bienestar.

Además, diferentes estudios han demostrado que la meditaciónpuede provocar cambios cerebrales que conllevan a una mejoría de ciertas funciones. Las personas que practican la meditación con regularidad tienen una mayor densidad de sustancia gris y responden con mayor rapidez a los estímulos del medio, captando más detalles.

Sin embargo, a pesar de que la meditación es tan beneficiosa, lo cierto es que en la vida tan agitada que llevamos, tenemos poco tiempo para practicarla. No obstante, la buena noticia es que para practicar la meditación no siempre es necesario sentarse durante una hora en la posición de loto. De hecho, puedes practicar la meditación mindfulness en tu vida cotidiana a través de pequeños ejercicios que puedes incluir en tu rutina.

¿Qué es la meditación mindfulness?

Existen diferentes tipos de meditación, pero en todas se intenta alcanzar un estado de atención concentrada, ya sea sobre un objeto externo, nuestro pensamiento o sobre el estado de concentración en sí mismo. En la meditación zazen, por ejemplo, el pensamiento se deja libre, no se le ponen trabas.

En el mindfulness se promueve la conciencia plena, se potencia la presencia activa en el aquí y ahora. La persona se debe centrar en el momento que está viviendo de forma activa pero intentando no interferir ni valorar lo que está percibiendo y sintiendo. En el ámbito de la psicoterapia, el mindfulness se dirige a potenciar la aceptación de determinadas situaciones y emociones. No obstante, también se utiliza para fomentar la relajación, el autoconocimiento y la atención.

A medida que aprendemos a desarrollar esta capacidad de atención, comenzamos a vivir de manera más plena, nos resulta más fácil aceptar las situaciones, somos más receptivos y mucho menos críticos. De esta forma, nuestra mente deja de vagar continuamente entre el pasado y el futuro, para concentrarse cada vez más en el presente.

¿Cómo aplicar la meditación mindfulness en la vida cotidiana?


A lo largo del día, podemos tener diferentes "momentos mindfulness" que pueden darnos paz y tranquilidad, sin interferir demasiado en nuestras tareas cotidianas. De hecho, más bien se trata de hacer algunas de esas actividades de una manera diferente.

1. Caminata mindfulness.
Si durante el día sueles dar un paseo, quizás para ir al trabajo o cuando regresas de este, puedes aprovechar ese momento para sumergirte en un estado mindfulness. Se trata simplemente de que te concentres en esas sensaciones que a menudo obvias, como los pies tocando el suelo y el sol o el viento contra tu piel. Céntrate en tu respiración y focalízate en lo que está sucediendo en tu cuerpo. Se trata de desarrollar una atención relajada, no sobre el entorno sino sobre nosotros mismos.

2. Cena mindfulness.
Mientras comes, también puedes practicar la meditación mindfulness. De hecho, no solo te lo agradecerá tu equilibrio psicológico sino también tu salud digestiva. Lo usual es que comamos con prisas o sin prestar demasiada atención a los alimentos. Sin embargo, intenta degustar ese primer bocado de comida, presta atención a los sabores y las texturas. Mira la comida, disfruta sus colores y aroma. Nota cómo el cuerpo reacciona ante estos estímulos. Reencontrarás el placer de comer y te sentirás saciado mucho antes.

3. Escucha mindfulness.
Dedica al menos cinco minutos al día a escuchar de forma activa. Tómate una pausa y escucha todos los sonidos provenientes de tu entorno. Si vives en una ciudad, es probable que escuches sirenas, coches y hasta el sonido de los picos contra el asfalto. No obstante, lo importante es que escuches sin juzgar, sin pensar que se trata de sonidos que te molestan, escucha como si se tratase de una sinfonía. Otra alternativa consiste en ponerte los audífonos y escuchar una canción, pero sin juzgar, simplemente disfrutando las notas y las letras. Descubrirás que el mundo se percibe de otra manera.

4. Respiración mindfulness.
Respiramos para vivir, pero se trata de una función que realizamos de manera automática. De hecho, a menudo no respiramos bien sino de manera incompleta, por lo que no utilizamos plenamente nuestros pulmones. Por eso, puedes tomarte cinco minutos del día para respirar profundamente. Puedes elegir ese momento en el que te sientes más estresado, enfadado o irritable. Toma lentamente el aire por la nariz, siente como se mueve el tórax, reten el aire durante algunos segundos y luego expúlsalo, muy lentamente, por la boca. No pienses en nada más que en la respiración. Cuando regreses a la realidad tendrás nuevas energías y te sentirás más tranquilo.

5. Hábito mindfulness.
A lo largo del día desarrollamos decenas de tareas de forma automática, las hemos aprendido a lo largo de los años y ahora simplemente las realizamos, sin pensar en cada uno de los pasos o en sus efectos. Sin embargo, puedes aprovechar ese momento para tener una pequeña pausa, un reencuentro contigo mismo. Por ejemplo, mientras te cepillas los dientes, te peinas, te vistes o te bañas, puedes hacer conscientes las sensaciones que experimentas. Se trata de desconectarte de tus pensamientos y conectarte con tus sensaciones.

6. Mindfulness con vela.
Se trata de un ejercicio muy sencillo que no requiere más de 10 o 15 minutos. Solo debes encender una vela en una habitación oscura. Siéntate simplemente a observar la llama. No se trata de que comprendas la reacción química que está ocurriendo sino tan solo de que aprendas a enfocar tu atención, liberando la mente de cualquier otro pensamiento. Es una técnica muy sencilla pero al mismo tiempo, muy poderosa, ya que te ayudará a mantener bajo control las ideas indeseadas, permitiendo que aprendas a centrarte cada vez más en el aquí y ahora.

7. Experimentar la naturaleza.
Quizás no lo puedas hacer todos los días pero al menos tres veces a la semana, planifica un encuentro con la naturaleza, quizás mientras haces deporte. En determinado momento, deja de centrarte en tus pensamientos y dirige toda tu atención hacia afuera, intenta descubrir los pequeños detalles y sentir cómo inciden en tu cuerpo. Te darás cuenta de que ese camino que siempre has recorrido es completamente nuevo. Y cada vez que lo recorras con esa actitud, descubrirás cosas completamente diferentes.

Finalmente, recuerda que todo lo que haces, se puede hacer mejor desde la relajación.

Psicología/Jennifer Delgado

Ocho Secretos para Liberar Tu Espíritu y Encontrar la Felicidad


La felicidad es una cualidad divina de nuestro verdadero ser que es inherentemente alegre, libre y le gusta jugar. Tú puedes encontrar la expresión máxima de esta felicidad en niños pequeños que no han aprendido a preocuparse o a tomarse a sí mismos muy en serio. Juegan y ríen libremente, encontrando maravillas en las cosas más pequeñas.

Son infinitamente creativos porque aún no han construido esas capas de condicionamientos que son las que crean nuestras limitaciones y restricciones. Ellos están en contacto con su intuición, la cual es una forma de inteligencia que va más allá de la mente racional. Más allá de ser superficial o trivial, la felicidad es una experiencia que proviene de nuestra naturaleza espiritual más profunda.

El camino a la felicidad es un retorno hacia la unidad. Tiene que ver con cambiar nuestra perspectiva del ego al espíritu. El miedo e inseguridad de nuestro ego, hacen que éste crezca en su propia auto importancia e intente controlar lo incontrolable mientras nuestro espíritu sabiendo que es eterno e infinito, simplemente permite que la vida suceda. Esto crea un estado de tranquilidad que nos predispone a reír y a sentirnos felices, alegres.

Si quieres cultivar más alegría, creatividad y amor en tu vida, los principios que presentaré a continuación te ayudarán a cambiar el enfoque de tu punto de referencia interno, cambiándolo de las limitaciones de una mentalidad enfocada al ego, a la libertad del espíritu.

La Risa es la Respuesta Más Saludable a la Vida
Mientras todos experimentamos pérdida y tristeza, al final, la alegría y la risa desvanecen el sufrimiento como si fueran una nube de  humo o polvo. Cuando sientes una felicidad momentánea, el deseo de reír a carcajadas o simplemente cuando sonríes sin razón aparente, estas realmente vislumbrando la realidad eterna. Por un momento efímero, el telón se abre y experimentas algo que va más allá de la ilusión que percibimos constantemente. Al pasar el tiempo, estos momentos de alegría comenzarán a unirse unos con otros. En vez de ser la excepción, este estado primordial de alegría se convertirá en tu condición normal.

Siempre Hay una Razón para Sentirse Agradecido
El propósito de la gratitud es conectarnos a una visión más elevada de la vida. Tú tienes el poder de elegir hacia dónde enfocarás tu atención, y cualquier cosa en la cual decidas enfocar tu atención, crecerá en tu experiencia. Si pones tu atención en aquellos aspectos del espíritu que demuestran amor, verdad, belleza, inteligencia y armonía, esos aspectos se irán expandiendo en tu vida. Poco a poco, como un mural de mosaico, fragmentos de plenitud que no tienen nada que ver entre sí, se fusionarán para formar una imagen completa. Eventualmente esta imagen reemplazará las imágenes limitadas o llenas de miedo que tu ego ha creado.

Tu Alma Atesora Cada uno de los Aspectos de tu Vida
Tu valor es absoluto, y todo lo que te ocurre - ya sea que en ese momento sea algo que se sienta bien o no - es parte de un plan divino que se va desarrollando a nivel del alma. Desde el punto de vista convencional, la autoestima o el valor personal está ligado a tener un ego fuerte. Las personas que tienen egos fuertes sienten confianza y disfrutan el ponerse a prueba a sí mismos ante los obstáculos. Estas personas enfrentan los retos, y a cambio la vida les da dinero, estatus y posesiones - recompensas externas para logros externos. Sin embargo, en la realidad, nuestro valor es el valor del alma, el cual es infinito y nunca cambia. Debido a que los eventos que suceden en nuestras vidas no le pasan sólo a una persona, sino también a un alma, todo lo que sucede en nuestra vida, debe ser atesorado.

Tu Vida Tiene un Propósito
Aún cuando te sientas perdido o confundido, tu vida tiene un propósito. Tú determinas ese propósito a nivel del alma, y después, ese propósito se despliega en tu vida diaria como parte de un plan divino. Entre más profundamente estés conectado a este plan, más poderoso se convertirá en tu vida. Al final, nada podrá detenerlo. Al pasar tiempo meditando e involucrándote en otras prácticas que expandan tu conciencia, te sentirás cada vez más seguro de tu verdadero propósito.

Tú Estás Seguro
Muchas personas viven en un estado de ansiedad crónica, sintiéndose aislados y amenazados por todos los peligros potenciales de la vida moderna. A pesar de que el miedo se siente muy real, nuestro verdadero ser nunca podrá ser lastimado o amenazado. Es por eso que los antiguos sabios decían que todo el miedo nace de la dualidad. Cuando nos damos cuenta de que somos uno con el resto de la existencia, es entonces cuando todo deja de ser extraño o sentirse aislado de nuestra naturaleza, y por lo tanto, nada podrá amenazarnos realmente.
Tú puedes, de manera gradual, comenzar a dejar ir tus miedos dañinos cuestionando tus pensamientos y abriendo tu conciencia. Cuando el miedo se haga presente, solo observa. Analízate y nota lo que están haciendo tu cuerpo y tu respiración, observa tu comportamiento, tu tono de voz, en fin, obsérvalo todo. Después, hazte la siguiente pregunta: "¿Quién está observando todo esto?" El observador es tu ser interno, ese centro silencioso que existe independiente y externo a tus miedos. Cambia tu centro de identidad a ese ser auténtico, y desde ese lugar podrás tener miedo, sin ser paralizado por él. El miedo será entonces sólo una alteración dentro de tu amplio campo de conciencia. Esta presencia estable de tu propia conciencia, permitirá que tu miedo se disipe mientras experimentas felicidad y paz dentro de tu ser.

Los Obstáculos Son Oportunidades Disfrazadas
Los obstáculos son señales que nuestro verdadero ser nos envía para avisarnos que necesitamos cambiar de dirección o tomar un nuevo rumbo. Si tu mente está abierta, percibirás la siguiente oportunidad para hacerlo. El secreto es abandonar la rigidez y confiar en la espontaneidad. No puedes planear con anticipación cómo enfrentar el siguiente reto, sin embargo, la mayoría de la gente trata de hacer exactamente eso. Se aferran a un pequeño repertorio de hábitos y reacciones, y así, crean un embudo y estrechan sus vidas.
El apegarse a lo familiar puede parecer reconfortante, pero te aislará por completo de lo desconocido, lo cual equivale a ocultar nuestro propio potencial de nosotros mismos. ¿Cómo podrías saber de lo que eres capaz si no estás abierto a los misterios de la vida, o a abrir las puertas a algo nuevo? Cada vez que te sorprendas reaccionando de una vieja y familiar manera, simplemente deténte. No inventes una nueva reacción; no caigas en lo opuesto a lo que normalmente haces. En vez de eso, pide para ti mismo una mente abierta. Ve hacia tu interior, convive contigo mismo y permite que tu siguiente respuesta venga por sí sola.

Existe una Solución Creativa para Cualquier Problema
Cada pregunta incluye su propia respuesta. La única razón por la cual un problema surge antes de su solución es porque nuestras mentes están limitadas - pensamos en términos de secuencias, o en otras palabras, en términos de un antes y un después. Fuera de las limitadas fronteras del tiempo, los problemas y las soluciones surgen en el mismo instante. Mientras podrías pensar que se requieren esfuerzos heroicos para enfrentar al mundo y a nuestros problemas, de hecho, la verdad es totalmente lo contrario.
Cuando vives en un estado de conciencia expandida, actuarás sin esfuerzo, sentirás felicidad en lo que haces y tus acciones te traerán resultados.

Eres un Co-Creador Junto con el Universo
Eres un co-creador junto con el universo y tienes a tu disposición energía infinita. Para obtener este poder creativo, sólo necesitarás  conectarte con las energías fundamentales que se encuentran en juego dentro de ti mismo. El tipo de energía que puedes invocar en cualquier momento, dependerá de tu propio nivel de conciencia. La mayoría de las personas se apoyan en las energías superficiales generadas por el ego: El miedo, el enojo, el impulso competitivo, el deseo de lograr y el anhelo de recibir aprobación. No hay maneras correctas o incorrectas en los dominios de la energía, pero el ego fácilmente cae preso de la ilusión de que el miedo, el enojo, el impulso de lograr, en fin, todas esas cosas, son lo único que es real. Es decir, ignora las energías más elevadas del amor, la compasión y la verdad.
En el camino hacia la felicidad, debemos elevarnos a planos mentales cada vez más sutiles, y con cada paso, se pondrán a nuestra disposición nuevos niveles de energía. En los niveles más altos de conciencia, toda la energía se convierte en energía disponible. En ese punto, todos los deseos y anhelos que tienes estarán alineados con el universo, con Dios o con tu propio espíritu. Serás capaz de crear con una facilidad inmensa y sin esfuerzo alguno, y experimentarás la manifestación espontánea de tus deseos.
Dr. Deepak Chopra

El primer paso no te lleva adonde quieres ir, pero te saca de donde estás



Dar el primer paso es complicado. A veces incluso aterrador. Porque implica tomar una decisión, implica dejar algunas cosas sepultadas en el pasado para movernos hacia el futuro. Y esa sensación puede generar tanto miedo que da vértigo. Por eso muchas personas permanecen atascadas durante años en una situación que las está matando poco a poco, causándoles un sufrimiento indecible, solo porque no se atreven a dar ese paso.
Hay de todo: parejas que no se atreven a romper aunque la magia desapareció hace mucho tiempo, hijos que no se atreven a volar y perseguir sus sueños porque sus padres les manipulan, personas que serán eternos empleados porque no tienen el coraje de emprender sus propios proyectos a pesar de que son brillantes, gente que no se atreve a cambiar vida por miedo al qué dirán aunque se sienten profundamente insatisfechas…

¿Por qué nos da tanto miedo dar el primer paso?


En nuestra mente, asociamos el primer paso a una ruptura definitiva. Es como si emprendiéramos un camino que no tiene marcha atrás. Y eso asusta, sobre todo porque en nuestro pasado es donde se encuentran las certezas y las fuentes de seguridad mientras que el futuro representa lo incierto y desconocido.

Dado que nuestro cerebro suele pensar en términos de “todo o nada”, "blanco o negro", asocia ese primer paso con lanzarse al vacío sin paracaídas. Sin embargo, lo cierto es que ese paso no nos llevará a donde queremos ir, tan solo nos permite salir de una situación que nos está causando daño y es fuente de insatisfacción. 

De hecho, cuando estamos inmersos en una situación que nos hace sufrir y afecta nuestro equilibrio emocional, lo más importante no es la dirección que tomemos, eso lo podemos decidir más tarde, sino tan solo apartarnos de ese lugar o persona que nos hace tan infelices.

Cuando te mueres un poco cada día en un lugar, cuando una persona te roba la energía y las ganas de vivir, simplemente debes alejarte. El rumbo lo descubrirás después, sobre todo si conectas con tu “yo” y escuchas lo que desea decirte.

¿Cómo dar el primer paso con pie firme?


1. Asume que es solo un paso, no un camino andado. Es cierto que el primer paso implica que ya hemos tomado una decisión, la decisión de alejarnos de donde estamos, pero eso no significa que no podamos cambiar el rumbo si creemos que es necesario. Cada paso que damos nos abre nuevos senderos por explorar, pero no es un camino en un solo sentido, podemos volver sobre nuestros pasos si así aprendemos o podemos detenernos a descansar cuando necesitemos reponer fuerzas. El camino lo haces tú.

2. Reconoce lo que sucede a tu alrededor. Es importante que seas consciente de tus circunstancias. Aprende a mirar a tu alrededor desde una postura desapegada, solo así podrás comprender qué es lo que está sucediendo realmente. Así te darás cuenta de que la forma de ser de algunas personas a las que estás atado no es compatible con la tuya y que las circunstancias que habéis creado son dañinas. En ese momento en que eres plenamente consciente del dolor o daño que te estás causando, dentro de ti se activa un resorte que te impulsa a reaccionar y sacudirte de la inercia.

3. Practica la escucha interna. Conecta con tu “yo” interior, ese que te está diciendo que donde estás ahora mismo, no es el sitio más indicado para ti. Escucha tus necesidades más íntimas para que descubras lo que está sucediendo realmente dentro de ti. De hecho, muchas personas que están atrapadas en una situación difícil, se han desconectado de su “yo”, han roto esa conexión como un mecanismo de defensa para sufrir menos, pero es precisamente ese “yo” la fuente de la fuerza que necesitas para dar el primer paso. Un principio taoísta indica: “Aprende a confiar en lo que está ocurriendo. Si hay silencio, deja que aumente, algo surgirá. Si hay tormenta, deja que ruja, se calmará”.

5. Asume la responsabilidad, libérate de las culpas. Cuando somos plenamente conscientes de lo que nos ocurre y comprendemos cuáles son nuestras verdaderas necesidades, es normal que comencemos a experimentar un sentimiento de rabia y resentimiento. Nos preguntamos cómo pudimos caer en esa situación y ser rehenes de ella tanto tiempo. Sin embargo, culpar a los demás no sirve de nada porque quedarás cautivo de las emociones negativas. Lo importante es que asumas tu responsabilidad a partir de ese momento y comprendas que ha llegado el momento de dar ese paso, de transformar conscientemente tu realidad.

6. Avanza dejando atrás las actitudes defensivas. Imagina que estás en medio de una tormenta, tu primer impulso será aferrarte a algo y mantenerte firme. Sin embargo, recuerda que es la rama más flexible la que soporta mejor los fuertes vientos, mientras que las ramas más firmes son arrancadas de cuajo. Las actitudes defensivas implican estar anclados, te impedirán seguir el camino que realmente te haga crecer como persona. Si decides dar el primer paso, para alejarte de una situación que no te satisface o que incluso te daña, cerciórate de no llevar contigo resentimientos porque, de lo contrario, es probable que vuelvas a caer en una situación similar.

Por último, ten siempre en mente la enseñanza de Confucio: “no importa cuán despacio vas, si nunca te detienes”. El primer paso es solo el comienzo, pero si no lo das, te quedarás atrapado.

Psicología/Jennifer Delgado