sábado, 12 de mayo de 2018

Las cinco reglas de la felicidad, de acuerdo al Budismo Tibetano



El Budismo, como muchos conocen, más allá de ser una religión, es una filosofía, que cualquier persona interesarse en explorar o sumergirse en el mundo espiritual, puede tomar de guía.
Las reglas de la felicidad están asociadas con los llamados venenos del budismo, todas ellas se entrelazan entre sí y nos hablan especialmente de las cosas de las cuales debemos liberarnos y cuáles debemos hacer parte de nuestras vidas.

Libera tu corazón del odio: El odio es uno de los peores sentimientos que podemos albergar en nuestro corazón, nos hace daño a nosotros mismos, además de impulsarnos a dañar a otros. El odio no nos permite avanzar, nos limita y nos nubla el buen criterio que podamos tener al momento de toar decisiones.
Libera tu mente de preocupaciones: Nada ganamos con preocuparnos, pero en el proceso perdemos lo más importante: nuestra paz, el hecho de agobiarnos planteándonos escenarios que no van a ocurrir, nos coloca en una posición de debilidad, donde la claridad no estará presente y los mecanismos de resolución de conflictos se distanciarán de nosotros. Cada momento de tu vida que le dediques a preocuparte le estará dando más fuerzas a aquello que justamente te preocupa, seguirás manifestando en tu vida más de lo mismo, porque justamente a lo que te resistes persiste. Mientras menos mente esté sobre lo que roba tu paz, más pronto las cosas cambiarán para mejor.

Libera tu corazón del orgullo, usando el antídoto de la humildad: La humildad es la conducta que nos permite perdonar, aceptar nuestros errores y ver de forma compasiva al otro, sin juzgar, solo entendiendo que cada uno de nosotros está en medio de su proceso evolutivo y que más de una vez nos equivocaremos, más de una vez lastimaremos a alguien, más de una vez tomaremos caminos que creeremos son incorrectos, así como podemos vernos afectados por las decisiones y acciones de otros. Deja atrás el orgullo y adopta la humildad en tu vida.
Abre tu corazón a la generosidad y di no al egoísmo: El egoísmo no debe confundirse con el amor propio, ciertamente debemos amarnos y cuidarnos, sin embargo, siempre debemos aportar nuestro grano de arena, debemos encontrar la satisfacción al dar, al compartir, al reconocer en el otro sus éxitos y sus esfuerzos. El dar nos ensancha el corazón, nos hace agradecer que por poco o mucho que tengamos, poseemos la grandeza y la oportunidad de dar.

Acepta más, espera menos:  Aprender a aceptar lo que nos ocurre, no significa resignarnos a algo, significa adoptar una conducta que nos afectará mucho menos y nos permitirá aprender de cada experiencia, fluyendo con cada uno de nuestros procesos. Al no esperar nada, eliminamos la potencial frustración de que las cosas no resulten como pensábamos, trabajemos cada día confiados en que estamos dando lo mejor de nosotros y con esa siembra lo que obtendremos será de esa manera.
Adóptalas para ti y sintoniza con tu felicidad.

Sara Espejo 
https://rincondeltibet.com

viernes, 11 de mayo de 2018

Impacto de la ansiedad en el cerebro: el laberinto del agotamiento


El impacto de la ansiedad en el cerebro es enorme. El cortisol, la adrenalina y la norepinefrina nos ponen alerta y a la defensiva. Al poco, nuestra mente será terreno abonado para los pensamientos irracionales, para el miedo que devora y paraliza, para esas emociones que, como un anochecer frío, sin luna ni estrellas, oscurecen por completo nuestra realidad. Lo cierto es que pocos estados psicológicos pueden llegar a ser tan intensos.
Los estudios demográficos nos dicen que muchas personas viven con ansiedad crónica. Incapaces de ver que existe otro modo de sentir y de procesar la realidad, se dejan llevar por este caballo de batalla sin saber cómo reaccionar. Otros, en cambio, experimentan lo que se conoce como ansiedad situacional. Hablar en público, afrontar una entrevista de trabajo o un examen o incluso relacionarse ejemplifican momentos donde se iza esa bandera roja de peligro que tanto nos limita.
    ►El temor agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza.
                                                               Kurt Goldstein

Todos hemos lidiado con la ansiedad alguna vez. Esta respuesta humana tan natural, que en las dosis precisas puede actuar como valiosa impulsora para nuestros propósitos, se nos escapa muy a menudo de las manos. Al poco, es ella quien toma el control de nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Y cuando eso ocurre, todo se deforma y desbarata, como en un cuadro de Kandisky.

Impacto de la ansiedad en el cerebro

Para entender mucho mejor el impacto de la ansiedad en el cerebro, debemos saber diferenciar un primer detalle. Debemos saber cómo diferenciarla del estrés. Por ejemplo, este último responde a un proceso de activación fisiológica que surge como resultado de múltiples factores externos. Es decir, siempre hay un elemento que lo desencadena en el momento presente. La presión en el trabajo, un exceso de tareas, problemas familiares, etc… Todo ello surge cuando somos conscientes de que “nos faltan recursos” para hacer frente a todos estos estímulos.
Ahora bien, la ansiedad es algo más complejo. Si bien es cierto que a menudo puede surgir como efecto del propio estrés, cabe decir que en muchas ocasiones experimentamos esta emoción sin saber por qué. Es algo interno, algo que surge una y otra vez y en diferentes momentos temporales. Estamos ante una respuesta fisiológica que nos prepara para escapar o luchar ante una amenaza (real o no). 
Todo ello hace que la ansiedad sea intrínsecamente diferente al estrés y a su vez, mucho más difícil de manejar por el modo en que se orquesta en nuestro cerebro. Veámoslo a continuación.

La amígdala

La amígdala es una pequeña estructura situada en lo más profundo de nuestro cerebro.Es ella quien procesa e interpreta todas las señales sensoriales que llegan de nuestro entorno. Ella también quien alerta al cerebro de que hay una amenaza, un peligro del que defenderse. Es, por así decirlo, como ese sensor instintivo (y a veces hasta irracional) que nos hace reaccionar ante miedos tan comunes como las arañas, la oscuridad, las alturas…

El hipocampo

El hipocampo es la parte del cerebro vinculada a nuestra memoria emocional. Si el impacto de la ansiedad en el cerebro es intenso y sostenido en el tiempo, esta estructura será una de las que más lo sufrirá. Su tamaño se reduce y sufrimos serios efectos asociados a esta alteración. Así, las pérdidas de memoria, los problemas de concentración o incluso el estrés postraumático son frecuentes. Pensemos que este efecto es común en niños que han sufrido maltrato, el peso devastador del miedo permanente, de la angustia, de la sensación continua de peligro…
Por otro lado, hace solo unos meses, se publicó en la revista “Neuron” un descubrimiento tan interesante como esperanzador. Se ha encontrado que las células responsables de la ansiedad están localizadas justo aquí, en el hipocampo. A partir de este hallazgo se esperan desarrollar fármacos más precisos para regular su actividad.

Cortisol, norepinefrina y adrenalina

La inquietud, la sensación de alarma, la tensión en los músculos o la taquicardia son el efecto de la acción de unos neurotransmisores muy concretos. El impacto de la ansiedad en nuestro cerebro se debe a esa conjunción infalible (y temible) del cortisol, la norepinefrina y la adrenalina.
Así, mientras la amígdala se encargaba de identificar el peligro, estos neurotransmisores nos impulsan a reaccionar. El cerebro quiere que nos defendamos, que escapemos y reaccionemos… Y algo así se consigue llevando más sangre a los músculos. Acelerando el corazón, llevando más aire a los pulmones…
Este estado de alarma nos podrá ayudar en un momento concreto siempre y cuando la amenaza “sea real”. Sin embargo, cuando esto no es así y esa activación fisiológica es constante, surgen los problemas. Malas digestiones, cefaleas, hipertensión, riesgo de accidentes cerebrovasculares…


¿Qué podemos hacer ante el impacto de la ansiedad en el cerebro?

Tal y como hemos señalado al inicio, la ansiedad es una respuesta fisiológica. No basta por tanto con decirnos aquello de “cálmate, todo va a salir bien”. Si nuestro cerebro opina que hay un peligro, nuestros razonamientos sirven de poco. Por tanto, es recomendable iniciar con lo fisiológico, lo orgánico, lo corporal.
  • Convence a tu cuerpo de que no hay una amenaza. ¿Cómo? Practica la relajación, la respiración profunda, pon en “pause” tu cuerpo para que también lo haga tu cerebro.
  • Pon la ansiedad a tu favor. Gestionar la ansiedad no es un problema de fuerza de voluntad. No se trata de hacer desaparecer esta realidad psico-fisiológica de nuestro cerebro. Se trata de sobrellevarla, de usar lo que nos brinda a nuestro favor. Para visualizar esta idea e ir lográndolo, podemos hacer uso de las terapias artísticas. Moldear la arcilla o incluso pintar, sirven para dar forma a esa ansiedad que como un monstruo devorador, puede hacerse más pequeña, más inofensiva y manejable.
  • Nuevos hábitos, nuevas rutinas. A veces, variar algo en nuestro quehacer cotidiano lo cambia todo. Salir a pasear, ir cada semana a un concierto musical, conocer gente nueva, apuntarnos a yoga… Todo ello puede cambiar la percepción de alarma de nuestro cerebro para empezar a ver las cosas de otro modo.
Por último, no dudemos en consultar con un profesional en caso de que ese estado de ansiedad nos supere. Nadie merece vivir con miedo, nadie debe habitar de forma permanente en la cárcel de esa ansiedad crónica que todo lo oscurece.

Psicología/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com

miércoles, 9 de mayo de 2018

24 DE LOS ALIMENTOS CONSIDERADOS LOS MAS SANOS DEL PLANETA

La siguiente lista es una lista de comida sana que reúne 24 alimentos considerados los más sanos que te aportaran beneficios nutricionales al mismo tiempo que te reportaran beneficios para la salud y contribuirá a que baje el riesgo de tener enfermedades como el cáncer. la diabetes y problemas de corazón.
Variedad de Fruta Fresca
01. Albaricoques o damascos
Ayuda a prevenir el daño de radicales libres y proteger los ojos. El cuerpo también convierte el beta-caroteno en vitamina A , que puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer, especialmente de la piel. Un albaricoque tiene 17 calorías, 0 grasa, 1 gramo de fibra. Si lo prefiere fresco, comprar cuando aún estén firmes una vez que se ablandan, pierden nutrientes.

02. Los aguacates o paltas o avocados
El ácido oleico, una grasa insaturada que ayuda a reducir el total de colesterol y elevar los niveles de HDL, además de aportar una buena dosis de fibra. Una rebanada tiene 81 calorías, 8 gramos de grasa y 3 gramos de fibra. Prueba unas cuantas rodajas en lugar de mayonesa.
03. Frambuesas
El Poder: El ácido elágico , que ayuda a reducir el crecimiento de posibles células cancerígenas (mejor prevenir que curar) . Estas bayas están además llenas de vitamina C y son altas en fibra, que ayuda a prevenir el colesterol alto y las enfermedades cardíacas. Una taza tiene sólo 60 calorías, 1 gramo de grasa y 8 gramos de fibra. Puedes tomar un yogur bajo en grasa, añadirle harina de avena (otro alimento alto en fibra) y mezclarlo con bayas frescas de frambuesa.
05. Melón
La vitamina C ( Se encuentran 117mg en medio de un melón, casi el doble de la dosis diaria recomendada) y además contiene beta-caroteno – ambos poderosos antioxidantes que ayudan a proteger las células de los radicales libres. Además, la mitad de un melón tiene 853mg de potasio, – casi el doble que un plátano , lo cual ayuda a disminuir la presión arterial. La mitad de una sandía tiene 97 calorías, 1 gramo de grasa y 2 gramos de fibra. Prueba a cortarla en cubos y congelarla… veras que polo natural mas delicioso
06. Jugo de arándanos
Ayuda a combatir infecciones de la vejiga asi se impide que las bacterias dañinas se multipliquen. Una taza tiene 144 calorías y 0 gramos de grasa y fibra 0. Compra 100 por ciento jugo concentrado de origen orgánico y lo podéis utilizar para condimentar el agua mineral sin añadir azúcar.
07. Tomate
El Poder de el tomate reside en el licopeno , uno de los principales carotenoides , actúa como un antioxidante. Las investigaciones muestran que los tomates puede reducir el riesgo de cáncer en la vejiga, estómago y colon a la mitad de probabilidad( si se comen todos los días). Un tomate tiene 26 calorías, grasas 0 y 1 gramo de fibra. Una Rebanada fresca de pan regado con aceite de oliva, ya que el licopeno se absorbe mejor cuando se come con un poco de grasa.
08. Pasas de uva
Estas pequeñas joyas son una gran fuente de hierro, que ayuda a transportar el oxígeno a la sangre. Media taza tiene 218 calorías, grasas 0 y 3 gramos de fibra. Espolvorear las pasas en el tazón de avena o cereal de salvado por la mañana trae consigo muchos beneficios. Las mujeres deben tener en cuenta esto, especialmente durante su período.

09. Los higos
La alimentación: Una buena fuente de potasio y fibra, los higos también contienen vitamina B6 , la cual es responsable de producir el estado de ánimo aumentando la serotonina, reducir el colesterol y prevenir la retención de agua.Un higo tiene 37 a 48 calorías, grasas 0 y 2 gramos de fibra. Los higos frescos son deliciosos cocidos a fuego lento junto a un poco de tofu y la variedad seca puede ser una buena merienda para llevar a el gimnasio.
10. Limones y limas
El Poder: Altos en vitamina C lo cual ayuda a prevenir el cáncer. Una limón tiene 2 calorías, grasas y fibra. Compre un poco de cada y usalos para dar sabor sin grasa( por ejemplo para aliñar las ensaladas).
Verduras
11. Cebollas
La quercetina es uno de los más poderosos flavonoides (antioxidantes naturales de plantas). Los estudios demuestran que ayuda a proteger contra el cáncer. Una taza (picada) tiene 61 calorías, grasas 0 y 3 gramos de fibra. Pica la cebolla para conseguir el máximo fitonutrientes impulso, o si no te gusta a llorar, asarlos con un poco de aceite y sirve con arroz u otras verduras.

12.Alcachofas o Alcauciles
La energía: Estas verduras de aspecto raro contienen silimarina, un antioxidante que ayuda a prevenir el cáncer de piel, además de fibra para ayudar a controlar el colesterol. Una alcachofa mediana tiene 60 calorías, grasas 0 y 7 gramos de fibra. Hiervelas durante 30 a 40 minutos. Exprima el jugo de limón en la parte superior, a continuación, arrancarlas hojas con los dedos y usar sus dientes para raspar la piel ricas en sabor. Cuando llegas a el corazón de la alcachofa habrás encontrado la mejor parte!
13. Brócoli
Contiene sulforafano, que ayudan a proteger contra el cáncer de mama. El brócoli también tiene mucha vitamina C y betacaroteno. Una taza (picada) tiene 25 calorías, grasas 0 y 3 gramos de fibra. No cocine el brócoli – en su lugar hagalo a el vapor ligeramente para preservar fitonutrientes. Apriete el limón fresco en la parte superior obtendrás valiosos nutrientes y vitamina C.
15. Espinaca
Contiene luteína y la zeaxantina, los carotenoides que ayudan a defenderse de la degeneración muscular, principal causa de ceguera en personas mayores. Además, estudios muestran que esta fuente verde de la juventud puede ayudar a revertir algunos signos de envejecimiento. Una taza tiene 7 calorías, grasa 0 y 1 gramo de fibra. Añadir las hojas a una ensalada o saltearlas con un poco de aceite de oliva y el ajo .


16.Col china
Algunas investigaciones sugieren que puede ayudar a prevenir tumores de mama, hacen de este vegetal un arma de dos cañones contra el cáncer de mama.Cruda en ensalada o cocida. Una taza también le dará 158 mg de calcio (16 por ciento de su requerimiento diario recomendado) para ayudar a la osteoporosis. Una taza (cocida) tiene 20 calorías, grasas 0 y 3 gramos de fibra. Busca en la sección de productos de su tienda de comestibles o de un mercado asiático.Cortar los tallos verdes y jugosos blancos, a continuación, rehogar como la espinaca o tirar en un sofrito justo antes de servir.
17.Calabaza
La calabaza de invierno tiene grandes cantidades de vitamina C y beta-caroteno, que puede ayudar a proteger contra el cáncer de endometrio. Tiene 80 calorías, 1 gramo de grasa y 6 gramos de fibra. Cortar en la mitad, retirar las semillas y hornear hasta que estén blandas por ultimo espolvorear con canela.
18. Berros y rúcula
Pueden ayudar a mantener las células de cáncer a raya. Una taza tiene alrededor de 4 calorías, grasas 0 y 1 gramo de fibra. No cocine las verduras de hoja verde, utilizalas para adornar un sándwich o darle un toque picante a la ensalada.
19. Ajo
El Poder: Los compuestos de azufre que dan al ajo su sabor picante también puede disminuir el colesterol LDL (“colesterol malo”), reducen la presión arterial e incluso reducir el riesgo de cáncer de estómago y colon Hornea una cabeza entera de 15 a 20 minutos, hasta que esté suave y dulce y untala en el pan en lugar de la mantequilla.
Los alimentos integrales
20. La quinua
Media taza de quinua cocida tiene 5 gramos de proteína, más que cualquier otro grano, además de hierro, riboflavina y magnesio. Media taza tiene 318 calorías, 5 gramos de grasa y 5 gramos de fibra. Aclarala primero, o tendrá un sabor amargo.
21. Germen de trigo
Una cucharada de te da alrededor de un 7 por ciento de su diario de magnesio , que ayuda a prevenir calambres musculares, también es una buena fuente de vitamina E Una cucharada tiene 27 calorías, 1 gramo de grasa y 1 gramo de fibra..  Espolvorear un poco sobre yogur,  sobre la fruta o cereal.
22. Lentejas:
Las isoflavonas pueden ayudar a inhibir el cáncer de mama, además de aportar fibra para la salud del corazón y la impresionante cifra de 9 gramos de proteína por cada media taza. Media taza (cocida) tiene 115 calorías, grasas 0 y 8 gramos de fibra. Las isoflavonas que contienen son muy beneficiosas.

23. Maní
Los estudios demuestran que los cacahuetes u otros frutos secos (que contienen en su mayoría insaturadas grasas “buenas”) puede reducir su riesgo de enfermedades cardiacas en más del 20 por ciento. Una onza tiene 166 calorías, 14 gramos de grasa y 2 gramos de fibra. Llevate un paquete en su bolso o maletín de gimnasio, o en el bolso te aportara mucha proteina y además te satisfacera hasta la cena, quitándote el hambre y aportándote muchos beneficios.
24. Frijoles Pintos
Una media taza tiene más de 25 por ciento de sus requerimientos diarios de ácido fólico, que ayuda a proteger contra enfermedades del corazón y reduce el riesgo de defectos de nacimiento. Una media taza (lata) tiene 103 calorías, 1 gramo de grasa y 6 gramos de fibra. Vacíe una lata, enjuague y echar en una olla de chile vegetariano.


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