sábado, 10 de marzo de 2018

LOS IGUALES SE ATRAEN


Esta es mi percepción.
 
Si eres infeliz, encontrarás a alguien que es infeliz.
La gente infeliz se siente atraída por la gente infeliz. Y está bien, es natural. Está bien que la gente infeliz no se sienta atraída por la gente feliz; de lo contrario, destruiría su felicidad.

Está perfectamente bien. Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.

►Sólo una persona amorosa – alguien que ya es amoroso – es capaz de encontrar la pareja adecuada.

Los iguales se atraen. Las personas inteligentes se sienten atraídas entre sí; las personas menos inteligentes se atraen mutuamente. 

Te conectas con personas de tu mismo nivel. Así que lo primero que hay que recordar es: una relación que se ha originado en la infelicidad se volverá amarga. 

Primero sé feliz, alegre, celebra y sólo entonces encontrarás otra alma que esté celebrando y habrá un encuentro de dos almas bailando juntas y una danza maravillosa surgirá de ahí.
No pidas una relación debido a tu soledad, no.
De ser así, te estarás moviendo en la dirección equivocada. Entonces estarás utilizando a la otra persona y estarás siendo utilizado por ella . ¡Y a nadie le gusta ser utilizado!. Cada individuo es un fin en sí mismo. El utilizar a alguien es inmoral. Primero aprende a estar solo. 
La meditación es una forma de estar solo.
Si eres capaz de ser feliz cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad. 
Entonces serás capaz de ser feliz en pareja. Si eres feliz, entonces tendrás algo que dar, que compartir. Porque cuando das, también recibes; no al contrario. 

►Entonces surge la necesidad de amar a alguien.

Normalmente tienes la necesidad de ser amado por alguien. Es una necesidad equivocada también. Es una necesidad infantil; denota tu inmadurez. Es la actitud de un niño.
Nace un niño. Naturalmente, el niño no puede amar a su madre; no sabe qué es el amor y no sabe quién es su madre ni quién es su padre. Está absolutamente indefenso. Su ser no está todavía integrado; no está formado, no es uno todavía. Es sólo un potencial. La madre tiene que amarlo, el padre tiene que amarlo, toda la familia ha de volcar su amor en él. 

Ahora él aprende algo: que todos deben amarlo. Él nunca aprende que debe amar. Ahora el niño crecerá, y si permanece estancado en esta actitud de que todos deben amarle, sufrirá por el resto de su vida. Su cuerpo habrá crecido, pero su mente permanecerá inmadura.

Una persona madura es aquella que descubre su otra necesidad: la necesidad de amar a alguien. La necesidad de ser amado es infantil, inmadura. La necesidad de amar es madura. Y cuando estás listo para amar a alguien, sólo entonces, puede surgir una relación bella.

¿Es posible que dos personas en una relación amorosa se dañen mutuamente?» Si, de hecho es lo que está ocurriendo en todo el planeta. El «ser bueno» es muy difícil. Ni siquiera eres capaz de ser bueno contigo mismo. ¿Cómo vas entonces a ser bueno con alguien más? ¡Ni siquiera eres capaz de amarte a ti mismo! ¿Cómo vas a amar a otro? Primero aprende a amarte, aprende a ser bueno contigo mismo.

Tus «santos religiosos» te han enseñado a no amarte, a no ser bueno contigo mismo. ¡Sé duro contigo! Te han enseñado a ser blando con los demás y estricto contigo mismo. Esto es absurdo. Yo te enseño que lo primero y más importante es ser amoroso contigo mismo. No seas duro, sé blando. Cuida de ti mismo. Aprende a perdonarte — una y otra y otra vez — siete veces, setenta y siete veces, setecientas setenta y siete veces. Aprende a perdonarte. No seas duro; no te enfrentes contigo mismo. Y así florecerás.

En ese florecimiento atraerás a otra flor. Es natural. Las piedras atraen a las piedras; las flores atraen a las flores. Entonces se crea una relación bella, con gracia. Si puedes entablar una relación así, tu relación crecerá, se convertirá en una oración; tu amor se convertirá en éxtasis y a través del amor conocerás lo divino.

Osho

http://sandraquerubin.com
Imagen: Embrace - Android Jones

viernes, 9 de marzo de 2018

Me quiero

Aquí estoy, frente al espejo, observándome y sintiéndome. Forzando esta situación, que de otra manera, me cuesta tanto… En silencio, me observo a través de la imagen que me devuelve y me veo. Una combinación de lo mismo y lo diferente de cada ser humano, pero siempre auténtica e irrepetible, así eres tú, así soy yo.
Me dispongo a viajar hacia lo más recóndito de mi ser, para sincerarme conmigo y darme todo el amor que tantas veces se me olvida y espero que sean otros los que me lo ofrezcan en mi lugar, decepcionándome porque no sucede de la manera y la forma que yo pretendo.
Y es que, ya lo decía Oscar Wilde “La mejor historia de amor es la que se tiene con uno mismo”.

Me quiero como soy

He buscado este momento a solas conmigo para decirme lo que nunca me he dicho y comienzo:
-Me quiero… – me suena raro e  indescriptible, pero continúo, será la falta de costumbre y habrá que ponerle más entusiasmo.
-¡Me quiero!
Me quiero porque soy una persona única e irrepetible, no hay nadie como yo, al igual que no hay nadie como tú. Podremos tener algunas cosas en común, pero no somos iguales entre nosotros.
Me quiero, al igual que quiero todo aquello que sale de mi y lo que contengo, aunque haya veces que sea poco consciente.
Me quiero como soy, con mis virtudes y mis defectos, mis cualidades potenciales y aquellas que aun tengo que pulir.
Me quiero a mí, y con ello van implícito, que quiero a todo mi cuerpo, como es y lo que puedo hacer con él. Lo que percibo, lo que escucho, lo que siento, lo que saboreo y lo que huelo.
También quiero a mi mente, a todos los pensamientos que se originan en ella y los sentimientos que nacen, cualesquiera que sean.
Me quiero y me acepto, para así poder dar paso a conocerme de la forma más sincera y sutil que puedo. Y así, poder buscar las soluciones con esperanza y valor, para cada una de mis dificultades, si es que se puede, si no, acepto las posibilidades infinitas que la vida me quiera presentar.
                    ► El amor propio es la fuente de todos los amores.
                                                                                  Pierre Corneille

Quererse como aprendizaje

Al quererme, he aprendido a ver las crisis y los problemas como oportunidades, no como estancamientos. Observo lo que sucede, lo que pienso y cómo me siento, y luego me gusta hallar el aprendizaje que contienen, responsabilizándome de ello.
Me quiero, y por ello sé que dentro de mí se encuentran todos los recursos e instrumentos que necesito para sobrevivir. Solo tengo que descubrirlos, más allá de mis resistencias, y si no los encuentro, los aprendo.

Me quiero y quiero a mis emociones. A la alegría, la culpa, la tristeza, el miedo, a todas las que experimento porque sé que cada una de ellas me está indicando algo para seguir conociéndome, para seguir trabajándome y experimentado la vida.
Me quiero, no solo a mí, sino también a mis sueños, ilusiones, esperanzas y retos. Soy consciente de que todo forma parte de mi ser. Mis aciertos, pero también mis errores; quizás no podía hacerlo de otra manera debido a mis circunstancias, pero siempre puedo buscar alternativas si la situación lo requiere.
Me quiero y por ello no me comparo, porque no me sirve de nada. Comparar personas o situaciones resulta inservible. Ni yo he pasado por lo que tu has vivido ni tu por lo mío, y desde ahí puedo decir que las situaciones por lo tanto, son diferentes. Cada uno las vive desde sus experiencias.
Me quiero, aún sé que hay aspectos que no conozco de mí misma, pero estoy dispuesta a descubrirlos y a construirlos.
Me quiero, de la forma más sincera y real que existe, incondicionalmente. Por ello me cuido, me perdono y me permito disfrutar de mí misma.
Me quiero y cuando me quiero, puedo quererte a ti, a él, a ella y al resto…

 Psicología/Gema Sánchez Cuevas
https://lamenteesmaravillosa.com

jueves, 8 de marzo de 2018

CÓMO COMUNICARNOS CON EL SUBCONSCIENTE


Nuestra mente subconsciente es la que se encarga de todas las sucesiones vitales de nuestro cuerpo y guarda recuerdos toda la vida.
Quien puede llevarnos al éxito o al fracaso es el subconsciente, según el condicionamiento al que le sometamos.
Muchas veces nuestra mente nos para y no nos deja avanzar cuando tenemos muchas ganas de conseguir alcanzar alguna meta. Se puede manifestar de diferentes maneras, por ejemplo: pereza, incertidumbre,  dolor de cabeza, estrés, etc…
Se puede estar en armonía con nuestra mente subconsciente simplemente creando una firme comunicación con ella.
Aquellos quienes tienen menos control sobre su mente, son quienes tienen las vidas más complicadas. Y exactamente igual, pero al contrario, quien consigue controlar su mente determina y adapta su vida de un modo bastante más seguro.
Aunque la verdad es que comunicarnos con nuestra mente no es tarea fácil. Estamos hablando de de entrar en contacto con nuestra memoria y con esa mente que, en momentos complicados, es quien decide.
Muchas veces no valoramos el poder que tenemos. Hay mucha gente que no saben que la sabiduría emotiva la llevamos en el ADN y que podemos acceder a ella siempre que queramos.
Es en el momento en que aprovechamos esta sabiduría cuando empezamos a construir una vida mejor que se constituye en decisiones extraordinarias. Aprovechando la infinita sabiduría de nuestro subconsciente, estaremos dispuestos para actuar en todo lo que nuestra mente nos permita razonar.
Seguro que alguna vez te ha pasado que has predecido exactamente algo que sucedería en un momento concreto, como si pudieras ver el futuro o se tratase de magia.
Realmente no hay nada oculto en ello, al igual que tampoco hay magia lo que sucede es que tu mente se basa en tus recuerdos y experiencias, con lo que razona lo más lógico que se supone que va a ocurrir.
Igualmente lo hace frente a dos posibles opciones, tu mente escoge la más adecuada para ti en ese momento. Lo importante es que le demos la oportunidad de formar parte de nuestra vida. Mucha gente solemos silenciar nuestra mente y la planteamos con negatividad… GRAN ERROR!!
CREANDO COMUNICACIÓN
Cuando dormimos nuestra mente subconsciente empieza a actuar, sin escrúpulo de nuestra mente consciente. De día funciona la mente consciente pero descansa de noche. Es decir, que si quieres ponerla a trabajar, debes hacerlo en tu sueño de la noche.
Para conseguirlo escribe en un papel lo que anhelas en la vida, no importa lo difícil que pueda parecer. A continuación, cada noche antes de dormir léelo unas cuantas veces y duérmete pensando en ello.
Tu mente subconsciente estará completamente considerando y esforzándose en conseguir opciones, soluciones y determinaciones que tomarás para conseguir hacer realidad tu deseo. Cuanto más lo sientas, será más fácil para que actúes.
También es muy importante ser positivos. Mucha gente son muy duros consigo mismos y eso solamente lastima a la persona. Cosas como. “soy tonto” o “ no podré hacerlo” hay que erradicarlas y cambiar ese lenguaje por otro más positivo. Solamente así conseguirás tener una vida más agradable.
Investigadores y científicos han comprobado que existe la mente subconsciente y que está continuamente trabajando para poder mantener las funciones vitales. También demostraron que según nuestros pensamientos dominantes, así se definirán los resultados que tengamos en la vida producto de nuestros actos.
Simplemente se trata de explotar el poder que tenemos dentro. ¿Sabes de algún otro método?
Vanessa Arjona, experta en desarrollo personal

Fuente: Vive sana
http://www.shurya.com