lunes, 5 de febrero de 2018

A mil kilómentros de ti


Mírate. No te miras nunca y no te ves… No como realmente eres. No ves en ti lo que otros buscan y ni siquiera sabes lo que buscas tú. No dejas de medirte y pesarte, cuando en realidad, eres inmenso y no tienes límites…  Te miras a través de los ojos ciegos de aquellos que no saben ver y te pones precio a la baja…  Como si tu valor pudiera medirse o tasarse… 
¿Por qué siempre hablas de lo que te falta?
¿Por qué no ves lo mucho que brillas y lo que aportas? ¿Por qué cuando te buscas en los espejos sueñas con encontrar a otra persona si la que te aguarda allí es perfecta? ¿A qué esperas para valorarla? ¿A qué envejezca tanto que luego te duela no haber amado su juventud? ¿A que se enfade tanto contigo por repudiarla que ya no sea capaz de mirarte ella a ti?
¿Por qué no te das cuenta de una vez por todas de que has llegado a ese punto del camino donde ya no necesitas explicarte ni demostrarte nada? Ese lugar donde ya no hay más meta que ser tú en libertad… 
No más excusas ni lamentos. No más buscar historias que sirvan de coartada para esconder imperfecciones que quieres que permanezcan ocultas… No hay nada en ti que no merezca ver la luz… No hay nada en ti que deba esconderse o de lo que puedas avergonzarte.
No más decir que no a lo que deseas porque asumes que no darás la talla.
Sueña pero por soñar no dejes de ver lo que ya has conseguido, lo que está en ti y puedes compartir con los demás, lo que no muestras y tiene un valor incalculable… 
¿Y si dejas de buscar y te concentras en lo que ya eres? en lo que ves, en lo que crees que tienes aunque sea efímero y pasajero… En lo que sientes y notas, en lo que te rodea… ¿Y si resulta que lo que quieres ya está en ti y no lo ves porque no paras ni un instante para sentirlo y notarlo? ¿Y si la belleza que crees necesitar desesperadamente ya está aquí y te invade sin darte cuenta porque has cerrado los ojos, la mente, el alma?
Tal vez podrías usar los sentidos más allá de lo habitual y pasar los límites, ver dónde veías y oler lo que no has conseguido oler nunca… Notar lo que habitualmente no notas, acariciar lo que normalmente tocas sin ganas porque no ves su valor… Tal vez la vida ya te ha dado ese gran tesoro y estás buscándolo a mil kilómetros de ti mismo… Tal vez miras tanto al cielo que nos has visto que ya estás en la cima, que tus pies se han despegado de la tierra y vuelas…
Obsérvate. Para para verte. Detente a contemplar cómo todo se mueve y late, cómo baila la vida en movimiento, con qué cadencia se agita el mundo que te rodea… Cómo respiras y te llenas de vida…
Eres inmenso. Impregnas el aire con tu entusiasmo cuando dejas que en ti habite ese entusiasmo. Cuando te levantas por la mañana y envías las preocupaciones al cajón del olvido y decides creer que todo irá bien. Y vas por la calle cruzando la vista con un montón de personas que repiten en susurros sus miedos y suplican lo mismo que tú… Tal vez ellos tampoco se han dado cuenta de que ya son lo que quieren. Ya son lo que sueñan pero se miran con los ojos del que pide y no del que da, con el ánimo del que busca y no del que encuentra, con la obsesión del que necesita y no del que sabe que merece.
¿Y si decides acurrucarte en este momento preciso y vivirlo sin pensar en nada más? Sin notar nada más que el aire que entra en tu pecho y el viento que acaricia tu cara… Nada más que la sensación de estar en este ahora y apurarlo sabiendo que se termina y ya no existe, que cuando acabes de leer esto será tu pasado y podrás recordarlo feliz porque sabrás que fue tuyo por completo.
¿Por qué no eres tuyo por completo? ¿Por qué tienes la mente en mañana y los pies en antes de ayer? ¿Por qué buceas en lo que no te gusta de ti ni del mundo y no te centras en lo que te hace brillar? ¿Por qué hablas mal de otros y te olvidas de hablarte bien a ti?
Contempla lo que eres… Un ser por escribir su historia, pendiente de todo menos de él…Ignorando que puede, que sueña, que llegado el momento sabrá qué debe hacer… Que hay un algo maravilloso a punto de suceder y va a pillarlo con un pensamiento triste y amargo en la boca, masticando quejas y los ojos perdidos en lugar de hambrientos… Lo que esperas…  Lo que sueñas te ronda y va a encontrarte a mil kilómetros de ti… Y vas a perderte el latido único de encontrarte contigo y notar que estás, que eres, que has llegado a ti después de un largo viaje. 


Merce Roura
https://mercerou.wordpress.com

domingo, 4 de febrero de 2018

2018 - Año del perro de tierra



Aunque el día de AÑO NUEVO CHINO será el 16 de febrero de 2018, realmente la energía del PERRO de Tierra entrará unos días antes, concretamente el 4 de febrero. Por ello todos los nacidos a partir del 4 de febrero de 2018 (hasta el 3 de febrero de 2019) tendrán como Horóscopo Chino PERRO de Tierra.

EL CICLO SEXAGESIMAL

El ciclo Jia Zi completo que establece el Calendario Lunar Chino es de 60 años. Cada año se corresponde con una pareja de Tronco Celeste (los troncos denominados TC son 10) y Rama Terrestre (las Ramas denominadas RT son 12). Cada 12 años se repite una misma Rama Terrestre, y los nacidos en ese año tendrán esa RT como horóscopo Chino, pero el elemento asociado al tronco que acompaña a la RT va cambiando, siendo sucesivamente: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua, y añadiendo un matiz de personalidad distinto al animal de esa Rama Terrestre.
Así, en el ciclo Jia Zi, cada Rama Terrestre aparece 5 veces acompañada por un elemento distinto, y hasta que no pasan 60 años no vuelve a repetirse la misma rama con el mismo elemento. El último año PERRO de Tierra fue justo hace 60 años, en 1958 pero hace 12 años, el año 2006 fue año del PERRO de Fuego.
La influencia de la Rama Terrestre de Año RT11 PERRO, cuyo elemento natural es Tierra, va acompañada en 2018 por el elemento del Tronco Celeste TC5 (Dragón Amarillo), que también es Tierra. (Ver el cuadrado destacado en rojo en la tabla). La energía del año PERRO de Tierra es Yang y la energía del elemento del Tronco Celeste que lo acompaña (TC5 Dragón Amarillo – Tierra) también es Yang, por lo que durante este año la acción va a ser muy importante.
La personalidad del PERRO defiende fogosamente a los familiares y amigos y se muestra cauteloso con los que no conoce. Dentro de su círculo cerrado es muy leal y fiel, y sus vínculos son inquebrantables. El PERRO representa a seguridad del hogar y a los amigos en los que podemos confiar.
En general, un año PERRO será un año favorable para aquellas personas cuyo Horóscopo Chino es “CONEJO”, que es el amigo del “PERRO”. Los “CONEJO”, se sentirán especialmente vitales para cumplir sus objetivos. Es conveniente que utilicen su tiempo y recursos económicos sabiamente, y estén muy atentos para aprovechar las oportunidades, pues se pueden presentar donde menos se lo esperan.
Para los que tienen como Horóscopo Chino el “DRAGÓN” este año no será tan favorable, debido a que es el enemigo del “PERRO”. Los “DRAGÓN” tendrán la sensación de que es imposible alcanzar las metas pues constantemente aparecerán obstáculos y dificultades; deberán aceptar la situación, procurar frenar las pérdidas y sobre todo cuidarse.
Los que tienen como Horóscopo Chino el “PERRO” tampoco lo tendrán fácil, pues su energía entrará en conflicto, al sentir que tienen que competir con otros de su misma condición; en este caso, es mejor quedarse en segundo plano y ser consciente de que conseguir las cosas supondrá esfuerzo.
Las energías del Universo y de la Tierra actúan sobre los órganos del cuerpo y también sobre los sentimientos y emociones. En este caso la energía del Elemento Tierra va a ser la dominante durante el AÑO DEL PERRO de Tierra. El poder de la Tierra deriva de la capacidad de unir, nutrir y mantener.
El elemento Tierra según la Medicina Tradicional China rige el Estómago (Yang) y el Bazo (Yin), por lo que se aconseja cuidar estos dos órganos especialmente.
Hay que tener en cuenta que si el individuo es Tierra (según su Hexagrama Natal) puede tener exceso de la energía de Tierra, que le puede generar desarmonía del Bazo-Hígado o/y del Bazo-Riñón, una congestión de la Energía vital (Qi) y de los fluidos del cuerpo, y una acumulación de calor y humedad.
La agravación de los problemas derivados por el exceso de Tierra, se ocasiona sobre todo al final del verano, y en los cambios de estación, también por la excesiva humedad, calor o frío del ambiente, y por el consumo de alimentos dulces, pegajosos y fríos.
Los chinos en la toma de decisiones cotidianas tienen muy presente el influjo energético externo que interactúa en su entorno. En el Aula de Estudios de La Biotika editamos cada año una AGENDA-CALENDARIO LUNAR CHINO. En la agenda del 2018, se indican los días y horas favorables para realizar los eventos que se consideren importantes. Si además conoces tu Hexagrama Natal, podrás aprender que días, meses o años, son especialmente favorables o desfavorables para ti en concreto y conocer los potenciadores del Feng Shui.

POTENCIADORES DEL FENG SHUI PARA EL 2018

Según el Feng Shui, en los puntos cardinales rigen energías que se asocian con diferentes aspectos de las personas en correspondencia con los “Nueve Palacios”. Tomar conciencia de estas energías nos permite captarlas tanto en nuestra casa, como en nuestra oficina o local, y armonizar su influencia, utilizando los potenciadores adecuados.

Cuadro 2018
En la tabla se indica para cada uno de los “Nueve Palacios” el potenciador que puede utilizarse para transformar la energía correspondiente y mejorar el aspecto de la vida asociado a ella. Hay que tener en cuenta que el influjo energético no es fijo, cambia cada año coincidiendo con el inicio de la nueva Rama Terrestre de Año.
Según el Feng Shui, la energía que rige el centro de nuestra casa para 2018, es la del Número 9, que es una energía para la suerte, y la buena relación en el matrimonio y con los hijos. Para potenciar este aspecto de la vida, poner en el centro de la casa 9 cantos rodados de amatista.
Lo más adecuado es que coloques el potenciador en un día favorable pues en estos días la energía es muy alta. Si además al poner el potenciador te concentras en lo que deseas lograr, aumenta mucho la posibilidad de conseguir tus objetivos.


Shu -Yuan Chen y Maite Foulquie
Profesoras de I Ching
https://espaciohumano.com

sábado, 3 de febrero de 2018

En busca de la felicidad

Dependiendo del momento de la vida, el ser humano tratará de encontrar la felicidad en unas cosas u otras, en personas, objetivos y metas, placeres o bienes materiales. Sin embargo, nada de eso es para siempre, por mucho que la mente lo anhele; lo que nace del vacío ha de retornar al vacío.


►“Soy lo que elijo ser y termino por convertirme en el resultado de mi decisión esencial” (Shambhu)
Sin duda que Ananda, el estado de felicidad, existe. Pero tal y como se suele entender es un deseo antes que un estado real. Para hacer de la felicidad un estado real es preciso un conocimiento real. El ser humano sufre. El sufrimiento existe. Por eso el hombre busca la felicidad. En realidad, lo que busca es un estado que lo eleve por encima del dolor y transporte más allá del sufrimiento.
Buscar la felicidad puede parecer un derecho legítimo y también natural, pero es ilusorio. El anhelo de felicidad se corresponde con una necesidad de huida, por lo que cuando viene a suceder un vislumbre de tal estado, la realidad imperante lo transforma en algo transitorio e impermanente, comprendiéndose que no es para siempre, por mucho que se nos intente convencer de lo contrario.
Es cierto, existen momentos de plenitud y alegría en los que por unos fugaces instantes Anahata chakra, el centro emocional, acaricia la piel de la diosa Felicidad, pero se trata de momentos efímeros y dispersos en el tiempo. Quizás por este mismo motivo se los recuerde con tanto cariño y también evoquen un suave aroma de añoranza.
Buscar la felicidad es una quimera más de la mente que se corresponde con los diferentes ciclos que vive el hombre a lo largo de su existencia. Dependiendo del momento de la vida, el ser humano tratará de encontrar la felicidad en unas cosas u otras, bien sea en personas, objetivos y metas, placeres o bienes materiales. Sin embargo, nada de todo eso es para siempre, por mucho que la mente anhele que sea de otra manera; lo que nace del vacío ha de retornar al vacío.
Quizás uno de los recursos a los que recurre Ahamkara, el ego, es tratar de encontrar una pincelada de felicidad en la espiritualidad. Sin embargo, este medio no deja de ser una huida más y por lo tanto también un engaño. En algunos casos se puede tratar de escapar hacia la orilla de una creencia, con sus correspondientes rituales y prácticas, que bien pudieran conceder un atisbo de consolación durante un tiempo más o menos prolongado. No obstante, la creencia es un estado mental y como tal está también sometida a la inexorable ley de la impermanencia.

Sat-Chit-Ananda

Sin embargo, la naturaleza última y auténtica del ser humano es: Sat, Chit, Ananda, Ser, Conciencia, Felicidad. Tal es nuestro común estado; pero hasta que este concepto deje de ser una creencia para convertirse en una experiencia, lo único que quizás sea viable realizar es hacer de la felicidad una elección, una decisión, antes que la consecuencia de una práctica espiritual o la mera consecución de un objetivo material.
“Elijo ser feliz. Es mi decisión”. Esto es algo por completo diferente a lo que se nos trata de vender con el manido tema de la búsqueda de felicidad. La elección es bien diferente. A fin de cuentas: “Soy lo que elijo ser y termino por convertirme en el resultado de mi decisión esencial”, y por tanto consciente. Concluimos entonces que, la felicidad es un estado que se corresponde con la Conciencia pura, al que se puede acceder a través de una elección consciente.
No es posible alcanzar la felicidad como resultado de una búsqueda material o espiritual, porque en realidad tal estado está ya en el ser humano, pertenece a su última envoltura: Anandamaya kosha, envoltura de felicidad. Ya se es felicidad. Nuestra auténtica naturaleza se compone de felicidad, y también de Amor. No es algo a conseguir sino algo a decidir, y también a permitir que suceda.
¿Qué tiene que ver el Yoga con la búsqueda de la felicidad? Tiene que ver todo, pues al Yoga verdadero tan sólo le interesa una cosa: el estado último donde aparece la Conciencia pura. Si se lo sabe ver, todas las ramas del Yoga apuntan en la misma y única dirección: Sat, Chit, Ananda: Ser, Conciencia, Felicidad.
Como viene siendo habitual, el obstáculo para llegar a la percepción de tal estado es el propio ego. El ego y la personalidad son los ladrones de la felicidad. En efecto, el estado de felicidad existe, pero es impersonal. Se encuentra más allá de la estructura mental, egóica y personal. Nadie puede ser feliz pero sí se puede ser felicidad, tal es nuestro estado natural.
Ahora la felicidad tan solo depende de ti. Es tu elección. Es tu decisión. 
Nada ni nadie es responsable de tu infelicidad. Nadie es culpable de nada. Comprende y conecta con tu naturaleza esencial. Ya eres aquello que buscas. No concedas más energía a lo innecesario e impermanente. Aquello que buscas y necesitas de verdad está en ti, eres tú.

Emilio J. Gómez.

http://www.yogaenred.com