lunes, 4 de septiembre de 2017

3 maneras de dar un giro positivo a tu actitud


Tenemos la opción de poder elegir vivir y disfrutar de una actitud abierta, serena ante las emociones y gozar de un pleno bienestar interior. Dejar de sufrir siendo lo suficientemente valientes para entregarnos, en cuanto a amor incondicional se refiere, con los brazos abiertos a nuestros seres más queridos.
Vivir con una actitud abierta implica cambiar parte de nuestros hábitos y creencias. Muchos son los que llamarían a este acto madurez. Y otros los que preferirían decir que se trata, simplemente, de la necesidad de cambio de perspectiva ante nuestra propia realidad personal, la de cada uno de nosotros.
Al fin y al cabo, ambas posibilidades buscan conseguir un cambio de actitud positivo. Para lograrlo, hoy me encantará invitarte a tomar 3 maneras que te ayudarán a dar un giro positivo a tu actitud, aprendiendo así a cambiar tu vida y sacar a la luz tu mejor versión.
“No pienso en todas las desgracias, sino en toda la belleza que aún permanece”
                                                                               Anne Frank

Ser agradecido

A veces pasamos por alto que lo más simple es aquello que nos proporciona una experiencia serena y feliz, ayudándonos a valorar todo lo que nos rodea de forma inimaginable. 
Dejamos en el olvido muchos momentos por los que dar las gracias como estospor sentirnos dichosos con oportunidades que no todos podremos tener ocasión de vivir. Pero los que sí, son afortunados por ello y tienen la tarea de bendecir y honrar. Honrar la vida y todo lo que acontece en ella, porque tiene el poder de concedernos los mejores sentimientos, aprendizajes y experiencias.
Aprendizajes y experiencias que nos llevan a construir la mejor versión de nosotros mismos: la verdadera esencia humana. Basándonos en las leyes vitales del todo, pertenecemos a algo mucho más grande y eso lo sentimos cada uno de nosotros en nuestro corazón.
El ser agradecidos ante las personas que nos aman, ante el hecho de sentirnos y estar vivos, disfrutando cada experiencia y ser de forma incondicional es necesario si quieres tener una actitud positiva. Dar las gracias es reconocer y valorar todo aquello que te rodea.
“Una persona feliz no tiene un determinado conjunto de circunstancias, sino un conjunto de actitudes”
                                                         Hugh Downs


Trabajar con tu consciencia corporal

El cuerpo es nuestra herramienta para conectar nuestra sabiduría interior, nuestro regalo divino: aquello que tenemos el deber de compartir con los que amamos. Siguiendo este dogma sacamos a la luz que nuestra razón, aquella que nos hace elegir un bando u otro, depende directamente del cuerpo,y al revés.
Los pensamientos condicionan la postura corporal, la respiración, nuestros movimientos y sobre todo nuestra actitud ante aquellas experiencias que nos suponen una barrera y que pueden dejarnos como recuerdo un aprendizaje inmensamente rico.
Nuestro cuerpo marca la unión del todo con nosotros mismos. Sin él no podríamos vivir, eso está claro, como seres eternos. Cuando tomamos consciencia de nuestro instrumento corporal es cuando podemos modificar y variar a positivo nuestra forma de gestionar las emociones.
Recuerda que tu cerebro es una herramienta que en solo cuestión de segundos te permite cambiar tu actitud ante tu propia experiencia vital. De ahí la importancia de tomar consciencia y respeto por el. Ten en cuenta, para ello, realizar ejercicio físico y comer de forma saludable.

Meditar y calmar tu interior

Si deseas dar un giro positivo empleando para ello tu actitud, necesitarás ejercer un control sobre tus pensamientos. La mejor herramienta es aprender a identificar cada uno de ellos. Para ello, la meditación es una de las mejores opciones: te concederá el don de la plenitud y serenidad interior a la hora de controlar tus pensamientos.
Te recomiendo así el yoga, taichi, pilates o ejercicios de respiración que te permitirán emplear un tiempo para descansar. El descanso es vital a la hora de sentirnos serenos y con una mente en calma para poder ver en perspectiva “como va marchando” nuestra experiencia.
Evita ponerte excusas en cuanto a tiempos se refieren, ya que esta es una de las principales barreras a la hora de realizar ejercicios de este tipo. Recuerda que si no descansas poco a poco serás más vulnerable al estrés y cansancio crónicoTómate tiempos que te permitan sacar una reflexión del “para qué” de tus pensamientos y su posible origen, que tanto te puede condicionar.
“El gran descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida al alterar sus actitudes”
                                                                William James

Paula Díaz
https://lamenteesmaravillosa.com

domingo, 3 de septiembre de 2017

La memoria de trabajo: el almacén que no descansa


Todos empleamos la memoria de trabajo en todo tipo de actividades y tareas cotidianas. Cuando calculamos la cuenta en el supermercado, cuanto tomamos apuntes, cuando tratamos de calcular un porcentaje o cuando mantenemos una conversación estamos usando nuestra memoria de trabajo. Así, el resultado de todos estos procesos va a depender directamente de su funcionamiento.
La memoria de trabajo, también llamada operativa, es un tipo de memoria a corto plazo que se encarga del almacenamiento y la manipulación temporal de la información. Se trata de un tipo de memoria que mantiene determinada información en nuestro foco atencional mientras realiza tareas cognitivas complejas con ella. Utilizando una metáfora, podríamos decir que en nuestra sala de operaciones mental, la memoria de trabajo es a la vez la camilla que sujeta al paciente y el cirujano que opera. El resultado va a depender, lógicamente, de cómo haga los dos procesos simultáneos.

¿Cuáles son las principales características de la memoria de trabajo?

Las principales características de la memoria de trabajo son las siguientes:
  • Tiene una capacidad limitada (7±2 ítems).
  • Es activa: manipula y transforma la información.
  • Actualiza constantemente sus contenidos.
  • Está íntimamente relacionada con la memoria a largo plazo. Puede trabajar con contenidos almacenados en este tipo de memoria y al mismo tiempo con contenidos almacenados en la memoria a corto plazo.
  • Importancia de la memoria de trabajo

    ¿Alguna vez has tratado de repetir en voz alta el mismo número de teléfono, para marcarlo 10 segundos después, y no eres capaz de recordarlo? Ahí es cuando nos damos cuenta de la relevancia que tiene la memoria de trabajo para nuestra vida diaria y las posibilidades que nos puede dar el hecho de ejercitarla y “mantenerla en forma”.
    Así, por ejemplo, es fundamental en el proceso de toma de decisiones y para el correcto funcionamiento de las funciones ejecutivas, especialmente cuando hay una fuerte demanda de la atención y la planificación de acciones. Su implicación en la comprensión del lenguaje oral y escrito se debe a que permite mantener activa cada palabra, reconocerla, analizarla semánticamente, compararla con otras palabras y combinarla con información almacenada en otro tipo de memoria o que llega en ese momento a través de los sentidos.
    La memoria de trabajo es el motor de la cognición. Como tal, es esencial en tareas cognitivas, como las relacionadas con el cálculo, el razonamiento puramente lógico y el control perceptivo-motor. También guarda relación con aprendizajes muy distintos, como pueden ser aprender a leer y aprender matemáticas. Una persona que tenga alguna lesión cerebral a la que se asocien problemas de memoria, podría no ser capaz de definir una palabra o decidir si dos palabras tienen una rima fonética.

    ¿Es lo mismo memoria a corto plazo que memoria de trabajo?

    La memoria a corto plazo permite retener una cantidad limitada de información durante un periodo breve de tiempo. Se la considera un “almacén pasivo”, que tiene una limitación tanto en capacidad como en duración. Por su parte, la memoria de trabajo permite llevar a cabo procesos cognitivos conscientes que requieren de atención, de repaso, de manipulación, de organización y del establecimiento de conexiones con la memoria a largo plazo.
    A pesar de esta aparente diferencia conceptual, actualmente existe un debate acerca de si la memoria de trabajo es o no lo mismo que la memoria a corto plazo. Por un lado, gran parte de los investigadores consideran que estos dos almacenes son o forman un único sistema de almacenamiento temporal, que permite trabajar con la información para resolver o realizar tareas cognitivas complejas.
    Sin embargo, en el polo opuesto, otros autores consideran que ambos sistemas son diferentes y realizan funciones distintas. Para ellos, la memoria a corto plazo implicaría solo almacenamiento, mientras que la memoria de trabajo implicaría procesamiento: almacenamiento y manipulación.

    Cómo funciona: el modelo multicomponente

    Para tratar de explicar su funcionamiento, Baddeley y Hitch plantearon un novedoso modelo que proponía la división de la memoria de trabajo en 4 subsistemas o componentes especializados:
    1. Ejecutivo central: es el encargado de supervisar, controlar y coordinar al resto de sistemas. No se implica en tareas de almacenamiento. Se le considera un sistema de supervisión atencional, que permite cambiar el foco de la atención (atención selectiva).
    2. Lazo o bucle fonológico: permite adquirir vocabulario. Es esencial en el desarrollo de otras habilidades intelectuales. Está dividido a su vez en dos sistemas: el almacén fonológico pasivo, que mantiene la información verbal; y el de repaso subvocal, que “refresca” y mantiene esa la información.
    3. Agenda viso-espacial: nos permite percibir objetos, llegar a una dirección o jugar al ajedrez. También se divide en dos sistemas: el almacén visual activo y el escriba interno, que realizan las mismas funciones que los componentes del bucle fonológico.
    4. Buffer episódico: permite conectar la información del bucle fonológico y de la agenda visoespacial, así como con las representaciones de la memoria a largo plazo.

    Estructuras neuroanatómicas involucradas en la memoria de trabajo

    La memoria de trabajo no se localiza en una parte exclusiva del cerebro, sino que requiere la activación de un circuito de neuronas específico. Se pone en marcha por la activación de la corteza prefrontal, área cerebral implicada en la planificación de comportamientos complejos, en procesos de toma de decisiones y en la adecuación del comportamiento social a diversas situaciones.

  • Tras esta puesta en marcha, su funcionamiento radica en la interacción entre la corteza prefrontal y distintas áreas de la corteza posterior, el lóbulo temporal y el occipital.
    • El lóbulo temporal permite almacenar y manipular la información verbal a corto plazo (actividad del bucle fonológico).
    • El lóbulo occipital procesa la información visual (actividad de la agenda visoespacial).
    La memoria de trabajo es, en definitiva, un almacén de memoria temporal activo. Gracias a él y a su potencia podemos atender, comprender el lenguaje, leer, realizar cálculos matemáticos, aprender o razonar. Fascinante, ¿verdad?
Sara Clemente
https://lamenteesmaravillosa.com

sábado, 2 de septiembre de 2017

3 elementos para vivir más de la realidad que realmente quieres vivir



La vida y la realidad son dos cosas distintas.

La primera, la vida, es la obvia consciencia de tu existencia. Es el movimiento constante del fluir de La Existencia. Manifestándose. Expresándose. Mostrándose. Apareciendo y desapareciendo.
Todo en el espacio de la consciencia espiritual que eres.

La realidad, es la experiencia que tienes de la vida. Es la manera particular en la que vives tu existir. Es la mirada de la vida desde una perspectiva particular del infinito.

Curiosamente, hemos aprendido a creer que el juego de nuestro existir tiene que ver con «la vida». Con lo que aparece: circunstancias, personajes, pensamientos, emociones. Y con lo que desaparece y se desvanece.
Hemos creído que nuestra existencia, y muy especialmente, la calidad de nuestro existir (si somos felices o miserables), depende de «la vida» y la forma en que se muestra.

Aprendimos a luchar. A proteger. A intentar controlar. A pretender predecir.

Y en el proceso, a creernos al efecto de la vida.
Hemos dado por sentado que nuestra felicidad, nuestra plenitud, nuestra libertad, nuestro entusiasmo, son experiencias condicionadas a las circunstancias.
Pero resulta que esos estados de ser, no tienen que ver con la vida. Sino con tu realidad. Esa que creas desde las miradas y las creencias con las que te encuentras con la obviedad de la vida en movimiento.
►No importa lo que ocurra en tu vida, tú eres dueño de tu realidad.
El nivel de éxtasis o de sufrimiento que puedas experimentar, depende de una sola cosa: aquello que te estés permitiendo ser.
O mejor dicho, qué tanto de ti mismo –de quien realmente eres como consciencia expandida– te estás dando el permiso de experimentar.
Aquí compartimos contigo tres espacios de consciencia para explorar y emplear para conectar con más de la realidad que quieres vivir, más allá de las circunstancias en las que tu vida pueda estarse manifestando en este momento.

1) Libertad

La libertad no se alcanza. Se reconoce.

Quién realmente eres, como presencia de Consciencia Espiritual, es libre. Naturalmente. Fundamentalmente. Absolutamente.
Imagina una pantalla de cine. En ella, se proyectan infinitud de películas. No importa cuáles, independientemente de la intensidad de las escenas de cada una, la pantalla siempre permanece inmutable.

Libre del contenido. Libre de la forma. Siempre amplia. Siempre permitiendo lo que en ella se proyecta. Porque nada amenaza su esencia ni su existencia.
Desde la pantalla que eres, ante cualquier película y escena que puedas estar viviendo, mantienes una cualidad intrínseca a tu existencia: tu libertad.

La libertad para escoger cómo miras lo que ocurre. Qué tanto lo abrazas o lo rechazas. Qué tanto lo aprovechas o lo desdeñas.

La libertad para aferrarte o soltar. Para reprimirte o dejarte ser. Plenamente. Tú.
►Como cualidad esencial de la Consciencia que eres, tu libertad está siempre presente. Tanto como la presencia misma que eres.
Detrás y por sobre todo pensamiento, emoción, circunstancia, reto, altercado, problema, desafío, persona, dolor, enfermedad, muerte… está el espacio libre de la Consciencia que eres.
Una presencia que es eterna. Y que en ese sentido, el de la trascendencia de tu Consciencia, también es libre de la temporalidad de la vida y sus circunstancias.

Desde ahí, desde tu esencia, desde tu naturaleza, eres plenamente libre.

Libre para escoger hacia dónde dirigir tu atención. En qué enfocarte. A qué darle tu energía.
Es decir, libre para escoger tu realidad ante la vida con la que te encuentras.

2) Poder

El reconocimiento de tu libertad se expresa en la capacidad de jugar con ella. De evidenciarte como el Ser libre que eres.
Eso es poder. El poder para elegir el estado de ser desde el que quieres vibrar y experimentarte.
El poder de ser… aquello que se siente más tú.
Aquello que está alineado a tu Alma. A tu llamado. A tu corazón. A tu entusiasmo. Al éxtasis de tu existencia.
No se trata de sustituir las sensaciones de victimización producto de las creencias con las que hemos crecido y las ilusiones que hemos dada por ciertas, por la ilusión del control.
El poder no está en la pretensión de controlar la vida y sus circunstancias.
►Tu verdadero poder está en el despertar a la absoluta libertad de ti como Consciencia, y escoger desde ahí la realidad que quieres experimentar… independientemente de las circunstancias.
Es el poder de ser ante la vida, quien se sabe libre y dueño de su mirada y su vibra.

Es un poder que, así como tu libertad, siempre está disponible. Porque es una cualidad de tu esencia.

Aún cuando nos hemos sentido víctimas hasta de nuestros propios pensamientos y emociones, que a veces aparecen como monstruos incontrolables, nuestra libertad y poder están presente.
Podríamos decir que a la espera… de que te reconozcas en ellos. De que te des cuenta que nada de lo que aparece en tu vida –nada de lo que se proyecta en la pantalla– te define.
Tú eres la pantalla. Ninguna escena, ninguna película proyectada en ella, puede encerrarte.
Quien realmente eres es el espacio de existencia en el que esas apariciones van y vienen.

En ese venir e irse de lo efímero, lo que siempre queda es la existencia de ti como Consciencia. Y en ella, la libertad y el poder de escoger, entre infinitud de posibilidades todas igualmente válidas, la mirada de la existencia que elijas ser.

En la medida que nos despertamos al trance de creernos el contenido de nuestras mentes y de estar al efecto de las circunstancias en nuestra vida, nuestra consciencia se expande a más de lo que ya es:
La libertad y el poder para crear realidades.

3) Alineación

Ahora el asunto es…
¿Qué haces con tu libertad y poder? ¿Cómo juegas con la infinitud y absoluta flexibilidad de tu Consciencia?

Tienes dos opciones: vivir experiencias de alineación, o de desalineación. De resonancia, o disonancia. De expansión, o contracción.

Cualquier realidad es válida. Es permitida. Amada. Aceptada. Legítima.

¿Pero acaso no te sientes más atraído a la idea de expandirte, que de contraerte? ¿De estar en resonancia, que de encontrarte en disonancia?

La Existencia existe para experimentarse a sí misma. Y tú, como expresión individualizada del Todo, eres la manifestación de ese impulso primordial.
►Eres el fractal de la Existencia, queriendo experimentarse a si misma a plenitud.
Y en la medida que usas el reconocimiento de tu libertad y tu poder para alinearte a tu Alma, a los susurros de tu Ser, a la verdad de tu corazón, te haces eco de tu energía primordial.
Y también experimentas más del éxtasis existencial que realmente eres.

Lo que solemos llamar felicidad, goce, plenitud, liviandad, iluminación, entusiasmo, pasión, paz… son todas expresiones de un fenómeno: la alineación con lo que tu Alma sabe y quiere para sí.

En contraparte, las llamadas emociones negativas –depresión, rabia, miedo, desesperanza, celos, odio– no son más que señales energéticas indicando algo: al momento de sentirlas, estás relacionándote con la existencia desde la perspectiva de una creencia que contradice tu sabiduría espiritual y la verdad de tu Ser.

Dicho de otra manera:
►La felicidad, paz y plenitud que posiblemente buscas, están en tu capacidad de, en cualquier ahora, crear una realidad –escoger una perspectiva ante la vida– alineada a la mirada que tienes como Consciencia expandida.

►Libertad. Poder. Alineación. 
¿Qué puedes hacer ahora con estos tres elementos?

Primero, reconoce la libertad de tu consciencia, independientemente de las circunstancias.

Segundo, conecta con tu poder para crear tu realidad, en la medida que te adueñas de la mirada a través de la cual te encuentras con la vida.

Tercero, ya que eres libre y tienes el poder para elegir, déjate guiar por tu sistema de guía emocional para alinearte a la vibración y perspectiva de tu Alma.

Así podrás vivir más en la realidad que, desde la totalidad de tu Ser, realmente quieres vivir.


L
http://elpoderdeser.com