Vivimos nuestro día a día tocando y 
exponiéndonos a un sinfín de aparatos eléctricos y electromagnéticos, 
¿sabemos realmente si esto tiene algún efecto nocivo sobre nosotros?
Empezaremos hablando del efecto de las 
nuevas tecnologías sobre los niños de 0 a 7 años de edad. Para 
adentrarnos voy a compartir un comentario de un neuropsicólogo:
¿Qué efecto tienen las pantallas en los niños pequeños?
Son un refuerzo grande, pero no tanto
 para los niños como para los adultos: con mucha frecuencia las 
pantallas se utilizan como niñeras digitales. Si cada vez que vamos a un
 restaurante o viajamos en coche les damos una tablet, estamos haciendo 
que pierdan la capacidad de esperar, de tolerar la frustración y que el 
cerebro les entretenga. Las nuevas tecnologías nos hacen más impacientes
 porque tienen un componente adictivo y las tenemos que utilizar con 
precaución y no exponer a los niños. Las pantallas también están 
relacionadas con el aumento del número de niños con TDAH. Acostumbrados a
 la pantalla, el profesor y la pizarra les parecen aburridos y trabajar 
con libros les cuesta más esfuerzo.
Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y autor del libro “El cerebro del niño explicado a los padres”
Antes de que cumplamos los 7 años nuestro
 cráneo está en pleno desarrollo, y energéticamente hablando esta fase 
es muy importante. Digamos que el cráneo durante ese periodo es más 
flexible o débil y permite la entrada fácil de varias energías y 
vibraciones externas. Al igual que los niños a esas edades están muy 
conectados con su espiritualidad y creatividad, en realidad están 
conectados a TODO, reciben a todas horas una gran cantidad de estímulos 
que su cerebro debe procesar, no se dejan ninguna energía por descubrir,
 lo captan absolutamente todo sin hacer distinciones de lo positivo o lo
 negativo, porque hasta los 7 años esa puerta energética estará abierta 
de par en par. De ahí que nos resulte más fácil de niños conectar con 
energías más sutiles, seres de luz, elementales, familiares difuntos, 
etc.
Pero como os comentaba, esta entrada de 
energía no hace distinciones, no tiene ningún filtro, de manera que toda
 la energía externa que los niños reciben accede a su corteza cerebral 
sin problemas ni intromisiones. Hasta los 7 años gozamos de una 
percepción y sensibilidad energética increíble, pues la energía tiene 
más fácil acceso debido a que nuestro cráneo todavía está en proceso de 
“endurecerse”.
Dicho esto, cuando la energía es positiva
 y está cargada de iones negativos (que son los buenos) es estupendo 
para el niño porque enseguida alcanza un estado de bienestar, el 
problema viene cuando las energías son dañinas y nocivas. Si el niño es 
expuesto de manera asidua a corrientes electromagnéticas negativas se 
acabará representando en su cuerpo físico en forma de desequilibrio. Las
 afecciones más comunes son dolor de cabeza, alteración del sistema 
nervioso, problemas de atención, mareos y pérdida de energía vital.
Con esto no quiero decir que los niños no
 se puedan acercar a una televisión, ordenador o móvil, pero sí que es 
conveniente evitarlo en la medida de lo posible.
¿La tecnología es mala para el ser humano?
Sí y no.
Por qué SI es beneficiosa
Cuando nos referimos a tecnología 
abarcamos una gran cantidad de máquinas y artilugios. Hay grandes 
inventos que nos han hecho llevar una vida más fácil, que nos permiten 
gozar de más tiempo para nosotros mismos y para compartirlo con los 
demás. Por ejemplo, la mayoría de personas hoy en día usamos lavadoras 
para limpiar nuestra ropa, lavavajillas para ahorrarnos el tiempo de 
fregar los platos, etc. Imaginaros el tiempo que perderíamos haciendo 
según qué cosas a mano… Las ideas, el ingenio aplicado en la tecnología 
son estupendas, siempre actualizándose para hacernos una vida más 
cómoda, pero hay un trasfondo en la manera y los materiales usados para 
diseñar la tecnología, y sobretodo hay algo oculto en la vibración que 
emite cada aparato.
Por qué NO nos resulta favorable
La escala de vibración que emiten las 
nuevas tecnologías es muy baja. Cuando decimos que algo vibra alto nos 
referimos a que es muy positivo y está sintonizado con energías de altas
 frecuencias, y cuando decimos que la energía vibra bajo nos referimos a
 que nos resulta negativo y nombramos a esta vibración como energía 
negativa o densa.
Los materiales que se utilizan para crear
 la tecnología son grandes conductores de energías negativas, y a ello 
le sumamos que toda la tecnología lleva uno o varios componentes que aún
 hoy no comprendemos (o no nos dejan comprender), y estos componentes se
 dedican a emitir energías de letargo, falta de vitalidad y aislamiento,
 que atacan de manera directa a nuestro sistema energético humano.
El día a día
Recuerdo con 6 o 7 años estar mirando los dibujos por televisión, y que alguien comentara a mi madre:
– ¿Le pasa algo a Irene?  La veo muy seria.
– No le pasa nada, es que cada vez que ve la tele pone esa cara, como de mucha concentración y parece que esté enfadada.
Sinceramente no recuerdo muy bien la 
sensación en esos momentos, pero para mí, este recuerdo es una evidencia
 clara de cómo me afectaba ver durante horas la televisión, cambiaba mi 
expresión y desviaba totalmente mi atención de todo lo externo. Recuerdo
 incluso, que viendo la tele mi madre tenía que repetirme varias veces 
las cosas para que las hiciera, como poner la mesa o ir a la ducha, 
porque estaba tan embelesada con la televisión que ni siquiera le 
escuchaba y contestaba por inercia.
Conozco casos de primera mano, con 
insomnio, dolores terribles de cabeza al despertar, que se han eliminado
 de forma automática simplemente cambiando el despertador eléctrico por 
uno a pilas analógico, o simplemente por sacar el móvil del dormitorio 
durante la noche.
Otro ejemplo, ¿no os ha pasado cuando 
vais al cine que salís de la sala con una sensación extraña, como de 
sueño, pesadez, o ganas de descansar? A mí me pasaba siempre, y no lo 
entendía, e incluso muchas veces se me ponía dolor de cabeza al salir a 
la calle. Entiendo que en una misma sala estamos compartiendo nuestras 
energías con un gran grupo de personas y esto puede afectar, pero tengo 
claro que no se trata de eso, sino de estar expuesta durante casi 2 
horas a una pantalla gigante, a unos altavoces que envuelven toda la 
sala, y que están emitiendo de manera constante energías de baja 
frecuencia. Otra de las cosas que detecté es la sensación de hambre que 
tenía al salir del cine, es por la pérdida de energía vital, aunque 
hubiese hecho una comida copiosa antes de entrar, y no hubiera quemado 
ni una caloría al estar sentada, seguía teniendo hambre al salir, 
necesitaba reponerme.
Lo que me resulta más preocupante de todo
 esto es el uso de los teléfonos móviles, tablets y todos estos aparatos
 que las personas suelen llevar en las manos, o pegados al cuerpo 
durante todo el día. Algunos sabéis que soy capaz de visualizar los 
campos energéticos, pues bien, cuando una persona sostiene un aparato de
 estos durante mucho rato, puedo identificar una energía roja y densa 
que emite el aparato y va comiendo parte de las capas del aura de la 
persona, es una energía totalmente invasiva e intrusiva que se deposita 
en los cuerpos sutiles y crea bolsas de energías densas que quedan 
adheridas a nuestro campo aúrico. Generalmente las capas del aura que se
 ven afectadas son de la 5ª a la 7ª capa. Y estas capas están asociadas a
 sus 3 chakras correspondientes, el chakra garganta, el tercer ojo y el 
corona, que se encargan de todo lo relacionado con la percepción de la 
realidad, la vibración, el sonido, la comunicación, las capacidades 
psíquicas o extrasensoriales, y en el caso del corona, la recepción de 
la energía Universal. Todo el proceso natural del flujo energético del 
ser humano, se ve afectado por la invasión de la energía que emite la 
tecnología.
¿Podemos hacer algo al respecto?
 Sí. Soy consciente de que la mayoría de 
personas utilizamos tanto el ordenador como el móvil para gestionar 
nuestro día a día, y en muchos casos para desempeñar nuestro trabajo. 
Aquí van algunos consejos para evitar que nuestro sistema energético y 
nuestra salud física y mental se vean afectadas por la tecnología:
- Coloca una amazonita al lado de cada aparato, esta gema absorbe los iones positivos y nos protege de las corrientes eléctricas y electromagnéticas nocivas. También puedes llevarla encima para que proteja tu campo aúrico.
 - Pon en tu mesilla de noche un despertador analógico, nunca duermas con el móvil al lado ni con un despertador que necesite energía eléctrica.
 - Intenta reducir las horas de visionado de la televisión y de la pantalla del ordenador.
 - Por la noche, antes de ir a dormir, desenchufa todos los aparatos eléctricos (¡menos la nevera!).
 - Si trabajas en una oficina, o rodeado/a de tecnología busca un momento al final del día para descalzar tus pies y tocar tierra o césped, así descargarás todas las energías. Otra opción es abrazar a una árbol para que dirija el sobrante de tu energía hacia la Tierra. A parte, coloca una fluorita en tu mesilla de noche para que ayude a regenerar tu energía durante el proceso de sueño.
 - Para una descarga rápida de las energías sobrantes, coloca una plancha de cobre erguida (apoyada en la pared) y haz que parte de la plancha esté sumergida en agua, puedes meterla en una barreño. A continuación coloca tus dos manos encima de la plancha de cobre, no las metas dentro del agua, sólo que toquen el cobre. Notarás como se descarga toda la energía de golpe hacia el agua, puedes repetir este paso las veces que desees, y cuidado, puede que si estás muy cargado/a salten chispas cuando tus manos toquen el cobre, no te asustes, no hay peligro ni vas a resultar dañado/a.
 - Procura ir de vacaciones a lugares en entornos naturales, lejos de los ruidos y las tecnologías. Hoy en día hay muchos hospedajes en los que han eliminado totalmente la televisión y las tecnologías, e incluso hay algunos en los que ni siquiera tienes un enchufe para cargar el móvil, qué gozada, y qué descanso para nuestro Ser.
 
Fuente: Consciencia Selene



