viernes, 8 de septiembre de 2017

5 RAZONES PARA PASAR MÁS TIEMPO AL AIRE LIBRE


Durante la infancia, es probable que el único lugar donde tuvieras ganas de estar fuera en los reconfortantes brazos de la naturaleza.
Tal vez no podías esperar a levantarte la mañana del sábado o llegar a casa de la escuela para poder salir corriendo y explorar esa acequia detrás de tu casa, jugar a la pelota en el parque u observar orugas moverse lentamente por la acera. Tal vez tu mamá tenía que pedirte y rogarte que te metieras a cenar. Tu cuerpo estaba en constante movimiento y estabas haciendo algo que los humanos suelen hacer de forma innata: pasar tiempo en la naturaleza.
Los humanos están indisolublemente conectados con la naturaleza; sin embargo, según cálculos publicados por la Agencia de Protección Ambiental, la mayoría de los estadounidenses pasan el 90 por ciento de sus vidas entre cuatro paredes. No es ningún secreto que estar al aire libre se siente maravilloso, pero no es sino hasta ahora que la investigación científica ha descubierto lo que los humanos habían sentido intuitivamente todo este tiempo: necesitamos estar al aire libre. Para muchas personas, pasar tiempo en la naturaleza es la excepción más que la regla. Sin duda el viaje de campamento anual es magnífico, pero lo que realmente necesitas es incorporar tiempo al aire libre en tu vida cotidiana.
A continuación te daremos cinco razones por las cuales pasar tiempo al aire libre es la nueva receta para la salud y el bienestar óptimos; entre algunos de los beneficios están una mejor salud mental y mayor creatividad.
1. Mejora la salud física
Tal vez hayas escuchado que los médicos recetan comer sano y hacer ejercicio y ahora están garabateando algo más en sus blocs de recetas: pasar tiempo al aire libre. Dejando el ejercicio de lado, estar en exteriores significa que pasarás tiempo tomando el sol. Darse baños de sol le permite a tu cuerpo producir vitamina D, que ayuda a protegerte contra la osteoporosis, enfermedades del corazón y ciertos cánceres. Pero no es todo. En 2013, los investigadores de la Universidad de Edimburgo descubrieron que la exposición solar también ayuda a tu cuerpo a producir óxido nítrico, un compuesto que disminuye la presión arterial.
2. Reduce el estrés y la ansiedad
¿Quieres mejorar tu estado de ánimo, calmar la ansiedad y la depresión? ¡Sal! Según la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, la gente que camina en entornos naturales al aire libre se siente menos deprimida. Aunque tal vez no sea posible deambular por el bosque o caminar por la playa todos los días, este estudio enfatiza la importancia de incorporar miniaventuras al aire libre en tu vida. Una caminata en tu parque local servirá.
Cuando puedas, haz un esfuerzo por pasar tiempo en un entorno natural para relajarte y reducir el estrés. En Japón, este concepto se conoce como baños de bosque, que implica estar en contacto con el paisaje y los sonidos del entorno. Se ha demostrado que esta práctica fomenta la relajación, disminuye los niveles de cortisol, desacelera la frecuencia cardiaca y reduce la presión arterial.
3. Recarga la batería
¿Alguna vez has regresado de un paseo de fin de semana por las montañas y te has sentido totalmente rejuvenecido, incluso si te duelen las piernas de tanto caminar? Eso es porque, sencillamente, pasar tiempo con la Madre Naturaleza puede revitalizarte. Varios estudios publicados por el Journal of Environmental Psychology demostraron que pasar tiempo al aire libre por lo menos 20 minutos al día hace que la gente se sienta más viva. Esto parece totalmente razonable, debido a que la naturaleza está viva, con árboles, bichos y los elementos. El entorno te contagia, así que estar en presencia de tanta vida te hace cobrar conciencia de la vida dentro de todos y cada uno de los seres humanos.
4. Impulsa la creatividad
¿Qué es lo mejor que puedes hacer si te cuesta encontrar inspiración para una tarea creativa o resolver un problema complejo? Sal y da un paseo. Así cambiará tu perspectiva, circulará la sangre por tu cuerpo y harás que tu creatividad entre en movimiento. Un estudio de la Universidad de Kansas demostró que la gente que se desconectó de la tecnología y pasó tan solo cuatro días en la naturaleza fue 50 por ciento más asertiva para encontrar soluciones creativas a sus problemas.
5. Agrega variedad a tu rutina de ejercicio
Si se le da a elegir, la mayoría de la gente preferiría caminar por una hermosa brecha que subirse a una caminadora en el interior de un gimnasio. Tal vez el gimnasio sea parte de tu rutina de ejercicio y, si es así, ¡fabuloso! El ejercicio de cualquier tipo es maravilloso para ti. Pero cuando puedas, ejercítate en exteriores para darle nueva vida a tu rutina. Casi cualquier ejercicio del gimnasio puede hacerse en exteriores con una pisca de creatividad. Si pasas más tiempo al aire libre, ¡serás extra creativo!
Tal vez estés pensando: “Pero vivo en medio de una ciudad. ¿Qué voy a hacer?”. No te compliques. Camina, lee o juega en un parque cercano con muchas áreas verdes. Deambula por el mercado de agricultores local, saca a pasear a tu perro, camina con tus hijos a la escuela de ida y vuelta, siéntate en el balcón de tu casa y lee un libro, cuida tu jardín o vete en bici al trabajo. ¡Las oportunidades son ilimitadas!
Así que sal de donde estés. Siente la tierra bajo tus pies y el viento en tu rostro, huele las flores de tu vecindario y escucha a los pájaros trinar. Deja que la naturaleza nutra tu mente, cuerpo y alma.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Nos envejece más la cobardía que el tiempo


Envejece más la cobardía que los años inscritos en las arrugas de un rostro. Pesan más los sueños rotos por falta de decisión que un siglo inscrito en una mirada y una boca que amó cuando vio la ocasión. Porque quien no arriesgó cuando pudo por miedo o por orgullo, siente un vacío en su alma, una espina en su corazón.
Hablamos sin duda de las esperanzas perdidas. Algo curioso que nos repiten muy a menudo es aquello de que “cada día pasan trenes para los que saben esperar” o “que las oportunidades vuelven para quienes salen a buscarlas de nuevo”. Ahora bien, debemos ser conscientes también de que hay ciertas cosas para las cuales no caben segundas oportunidades.
► “Nos envejece más la falta de decisión que el tiempo, porque solo los años arrugan la piel. El miedo arruga el alma”
                                                                    Facundo Cabral   

La cobardía, la falta de valor o el miedo son factores de peso que ponen cuerdas a nuestros pies y cadenas a nuestra mente. Sin embargo, antes que lamentar todo aquello no vivido a causa de la indecisión, es necesario ver de otro modo nuestra línea del tiempo. No hay principios y finales. Hay un continuo y nuevos reinicios que debemos saber integrar y propiciar con adecuados enfoques psicológicos.
Te proponemos aprenderlos con nosotros en esta ocasión.

Si fue cobardía, forma ya parte del pasado: hay que avanzar

Tal vez fue cobardía. Puede que el orgullo nos cegara demasiado ante aquel amor, y ahora, solo nos quedan las ganas, las penas y el arrepentimiento. Es posible que fuera el miedo. Un temor profundo a arrancar nuestras raíces, a cruzar nuestras fronteras personales para iniciar nuevos proyectos, nuevas vidas que nos hubieran traído más felicidades. Quién sabe…
No obstante, lejos de caer en una suerte de melancolía obsesiva del “que hubiera sido de mi vida sí…” es necesario reestructurar este enfoque de un modo más integrador. El “síndrome de los trenes” perdidos es algo que todos hemos sufrido o que sufriremos en algún instante. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que estos modelos mentales y estas derivas emocionales ancladas en el ayer, condicionan de forma irremediable la calidad de nuestro presente.
En un interesante artículo publicado el “American Journal of Psychology” titulado “Nostalgia: retiro o apoyo en los momentos difíciles” se nos explica que los hechos del pasado, las decepciones o incluso esos trenes que dejamos escapar por falta de decisión, actúan en muchas personas como “moldes subconscientes”. Nos determinan, ponen muros a nuestro presente y condicionan de forma irremediable nuestro futuro.
No es lo adecuado, hay que avanzar con acierto y sabiduría…

Enfoca tu vida en círculos, no en una línea recta

Peter Senge es un célebre economista, pedagogo y catedrático de la Universidad de Stanford, famoso por sus teorías de sistemas y por un enfoque más humano y flexible sobre las organizaciones. A pesar de que su trabajo está enfocado al ámbito de la empresa, sus teorías resultan tan esclarecedoras como maravillosas si las aplicamos al campo desarrollo personal.
El doctor Senge propone lo siguiente: dejar de entender nuestras vidas como una línea recta. Verlo así supone, ante todo, arrastrar el ayer en el presente e incluso proyectarlo hasta el futuro. Queda claro, no obstante, que somos todo lo vivido, todo lo acontecido y hasta lo sufrido. Sin embargo, en ocasiones, basta con cambiar un pequeño esquema de pensamiento para ver y sentir las cosas de otro modo.
Para poner fin a un ciclo y avanzar con mayor integridad debemos “cerrar círculos”. Y es en ese círculo del ayer donde debe quedarse la cobardía, el miedo y los sueños rotos para crear otro nuevo. Cada etapa de nuestra vida debe ser un círculo nuevo y más fuerte donde integrar todo lo aprendido. Te lo explicamos con mayor detalle a continuación.

La vida son círculos que se engarzan en una cadena

Seguimos manteniendo la imagen de un continuo. Solo que ahora, esa línea recta está conformada por círculos, y en cada uno de ellos se contiene una etapa de nuestra existencia. Es como una cadena, como una joya de piezas preciosas de varios colores.
  • Si lo visualizamos durante un instante captaremos la magia de la idea. Para avanzar con mayor aplomo es necesario cerrar con valentía cada círculo de nuestra vida. El siguiente eslabón de esta cadena se inicia con un nuevo círculo donde somos artífices de lo que en él queramos añadir.
  • Ahora bien, hemos de ser conscientes de que hay cosas que ya no van a poder ser. En los círculos anteriores se quedaron personas que ya no van a volver. Se quedaron también proyectos que no pueden iniciarse. No obstante, ante ti se abre un lienzo nuevo que merece aprovecharse con todo lo aprendido, visto y sentido.
La cobardía se ha quedado para siempre en esos círculos del pasado. Ahora eres una persona nueva que se ha permitido crecer, que se siente bien consigo misma y que lo creas o no, sigue en movimiento, sigue transformándose en algo maravilloso siempre que así lo quieras, y te lo permitas. 
Vale la pena intentarlo.

Psicología/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Tu resonancia es la única autoridad


Resonancia es, mecánicamente hablando, lo que ocurre cuando una frecuencia externa coincide con la frecuencia natural de un sistema.
Si la frecuencia de algo coincide con la frecuencia de otra cosa, las dos entran en resonancia.
Esto es lo que hace que, por ejemplo, si tienes dos diapasones afinados a la misma frecuencia, al darle un toque a uno para ponerlo a sonar, el otro también comienza a vibrar. Los dos diapasones entraron en resonancia.
Juguemos con este ejemplo de los dos diapasones.
Imagina que la Consciencia Expandida que realmente eres (tu Alma, Yo Superior, o como quieras llamar a esa parte de tu existencia no física), sostiene uno de ellos.
Un diapasón que está afinado a la frecuencia de tu naturaleza. Sintonizado a la energía fundamental de tu existencia. A tu esencia como expresión particular e individualizada de la Existencia que eres.
Un diapasón siempre vibrando. Eternamente emitiendo el canto de quien eres realmente más allá de cualquier idea o identidad.
El otro diapasón es el que en cada ahora, en cada momento, sostienes al nivel de consciencia a través del cual percibes y creas tu experiencia humana.
Cada pensamiento, cada idea, cada significado, cada creencia, cada experiencia que en ti hay ahora, es el otro diapasón.
Lo que ocurre entonces es mecánica vibracional: si el pensamiento, idea, significado, creencia o experiencia que ahora tienes es de la misma frecuencia que la frecuencia de tu esencia y naturaleza espiritual, tu consciencia humana comienza a vibrar.
Te excitas, vibracionalmente hablando, a la misma frecuencia de tu Alma, porque estás conectado en tu consciencia con algo que es representativo de tu esencia.
Los dos diapasones, el de tu Consciencia Expandida y el de tu consciencia humana, han entrado en resonancia.
El pensamiento, la idea, el significado, la creencia o la experiencia a la que ahora le estás dando energía, resuena contigo.
Ese vibrar, esa excitación energética, ese reconocimiento de tu esencia, surge en tu cuerpo como entusiasmo.
► Tu entusiasmo es, entonces, la experiencia humana de estar en resonancia con tu Alma.
Es el encuentro con los deseos que, a nivel de tu Consciencia Expandida, has escogido para ti.
Es el éxtasis de reconocerte. La dicha de conectar con tu verdad. La magia de sintonizar con quien realmente eres.
¿Y para qué estás aquí, en esta experiencia humana, si no es para vivir desde tu verdad?
¿Para qué estás consciente de tu existencia, si no es para expresar tu esencia?
Sólo tu Alma posee el diapasón primordial.
Y en cada pensamiento, idea, significado, creencia y experiencia con la que conectas en tu consciencia humana, está el otro diapasón. Éste vibrará o no según esté o no en resonancia –en alineación– con tu verdad.
Nada ni nadie más sabe lo que es mejor para ti. Nada ni nadie más conoce esa verdad –esa que no es una idea, sino el reconocimiento vibracional de tu naturaleza existencial, y de la particular forma en que deseas expresar, explorar y experimentar el juego de la creación.
Tú, al nivel de la perspectiva de la Consciencia Expandida que eres, eres la única autoridad. Eres quien, desde el amor incondicional e infinito de la Existencia, elige ser… tú.
Y nada ni nadie, tiene voz ni voto en este asunto.
► Nada tiene el poder de negar los deseos de tu Alma.
Excepto una cosa: tú mismo. Lo único en la existencia que puede contradecir lo que a un nivel de consciencia expandido escoges, eres tú mismo, a otro nivel de consciencia.
Si te divierte contradecirte… ¡adelante! ;-)
Pero seguramente puedes reconocer esto en tu experiencia: eso que llamamos paz y plenitud, sólo está disponible cuando nos sintonizamos a la frecuencia de nuestra más profunda autenticidad.
Cuando haces uso de tu resonancia –de tu capacidad innata de reconocer cuando estás alineado a tu naturaleza y esencia espiritual– para escoger los pensamientos, las ideas, los significados, las creencias y las experiencias con los que te quedas, tu expansión se acelera.
Tu vibra se eleva a aquella de tu Alma. Te sintonizas a la frecuencia del impulso de tu existencia. Y en tu vida se van haciendo cada vez más evidentes las sincronicidades que reflejan la alineación a tu Verdad.
¿Para qué carajo sirve toda esta vaina?  ;-)
Simple:
► Para vivir plenamente la aventura que, desde el corazón de tu Alma, clamas por vivir.
Para tener la oportunidad de dejarte guiar por tu resonancia. De entregarte a reconocer que tu resonancia, como el sentir de tu alineación con tu Verdadero Ser, es una herramienta del Alma.
Al momento de escoger qué hacer…
¿Cambio de trabajo? ¿Me mudo? ¿Me comprometo con esta pareja? ¿Le doy fin a esta relación? ¿Abro mi propio negocio? ¿A dónde vamos de vacaciones? ¿Compro esto? ¿Qué del menú escojo para comer? ¿Qué me pongo? ¿Con quién salgo? ¿Voy a esta fiesta? ¿Me pongo a estudiar esto? ¿A qué me dedico? ¿Cuál es el mejor uso de mi tiempo?…
Usa tu resonancia. Déjate guiar por ella. Hazla tu única autoridad.

Leo Alcalá y Evelyn Mezquita
http://elpoderdeser.com