viernes, 31 de marzo de 2017

5 HÁBITOS MENTALES QUE ESTÁN INHIBIENDO TUS CAPACIDADES COGNITIVAS

CIERTOS HÁBITOS Y EMOCIONES CONSUMEN MÁS ENERGÍA Y RECURSOS MENTALES QUE OTROS. A ESTOS DEFINITIVAMENTE ES MEJOR EVITARLOS


Desafortunadamente, el cerebro humano tiene una capacidad finita de procesamiento o recursos mentales que puede utilizar en un determinado momento. Por esta razón, cualquier tarea que compita con lo que estamos haciendo y requiera de gran parte de nuestra capacidad mental o emocional tendrá un efecto en nuestra habilidad para concentrarnos, resolver problemas, ser creativos o hacer uso de otras facultades cognitivas. Quizá la mayoría de las personas sean capaces de escuchar música y caminar, comer y ejercitarse al mismo tiempo, pero hay algunos hábitos mentales que pueden disminuir nuestras actividades cognitivas. Estos son cinco que definitivamente conviene evitar.

1. Cavilar
Reproducir en tu mente eventos frustrantes o que activan tu enojo una y otra vez puede desencadenar una avalancha de pensamientos, así como perturbación emocional. Ambas cosas minan los recursos del intelecto. Pero esto no es todo: el hábito de rumiar los pensamientos pueden poner en riesgo la salud física y emocional.

2. Culpa
Todas las personas sienten un poco de culpa de vez en cuando. Generalmente esto deriva en una disculpa o acto de contrición que permite liberar estas emociones. Sin embargo, si la culpa se evade o queda sin resolver empieza a hacer presencia en la mente cíclicamente de tal manera que se convierte en una terrible distracción y la única forma de solucionarlo es dejar atrás los motivos de la culpa, lo cual suena sencillo pero puede parecer tremendamente difícil para quienes experimentan con intensidad este sentimiento. En ese caso, las palabras del filósofo Alan Watts pueden traer inspiración y claridad:
Ningún trabajo o amor puede florecer de la culpa, el miedo o la oquedad del corazón, tal como no se pueden crear planes válidos para el futuro si no se tiene la capacidad de vivir el presente.

3. Quejarse
La mayoría de las personas suelen compartir sus tribulaciones con sus amigos o familiares, ya sea en busca de escucha, consejo o ayuda para resolverlas o sobrellevarlas. No obstante, repetir una y otra vez las causas de los pesares cotidianos puede resultar en ira y frustración. Procesar estas emociones requiere gran cantidad de nuestra energía y atención, de forma tal que el hábito de quejarse continuamente termina por agotar a la mente tanto de quien emite la queja como de aquellos a su alrededor.

4. Analizar de más el rechazo
El rechazo es una fuente de sufrimiento emocional que afecta seriamente el funcionamiento cognitivo de las personas. Experimentarlo suele despertar a un crítico interior que puede resultar despiadado, por lo cual hacer de esto un hábito resulta terriblemente nocivo para la autoestima, lo que termina por sumarse al dolor emocional. Lamentablemente todas las personas tendrán que enfrentar una negativa o un franco rechazo durante su vida y, por más difícil que pueda parecer, cultivar la resiliencia frente a la adversidad es el camino que a la larga traerá más frutos.

5. Preocuparse
Puede que este hábito sea lo más común, tanto así que está normalizado o incluso bien visto. Cuando se dice que alguien se preocupa por los demás, su salud, el trabajo, etc., generalmente ello se considera como algo bueno. Sin embargo, preocuparse crea un estado emocional negativo e incómodo que resulta una impenitente distracción. Fijar la atención en un solo objeto mental es sumamente cansado, requiere de mucha energía y recursos, dejando poco espacio para cualquier otra cosa. Es como sujetar un objeto durante horas: aunque no sea necesariamente pesado lo parecerá después de 1 día, a lo cual se suman otro tipo de cuestiones como el cansancio, dolor o rigidez en los músculos. Igualmente, la mente se agota cuando no puede dejar ir. Lo más sencillo para resolver esto es realizar acciones efectivas para solucionar el motivo de la preocupación.

Aunque la adversidad o las condiciones que nos causan sufrimiento sean parte de la condición humana, muchas veces no atendemos a nuestra mente y emociones de la manera en la que atendemos nuestro cuerpo. Este último, al ser tangible, suele ser sometido a revisiones, estudios y análisis. Por otro lado, buscar ayuda psicológica no siempre resulta tan sencillo, pues hay quienes sienten que significa que no son capaces de manejar su propia vida y ello los muestra débiles, es decir, tienen prejuicios al respecto; pero, en realidad, es válido buscar apoyo y guía para combatir este tipo de hábitos nocivos antes de que ellos nos venzan a nosotros, ya que como Buda aclaró alguna vez:
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.

http://pijamasurf.com

jueves, 30 de marzo de 2017

5 Prácticas para Nutrir La Felicidad

(Texto 33 de Thich Nhat Hanh)


Todos queremos ser felices y hay muchos libros y maestros en el mundo que tratan de ayudar a las personas a ser más felices. Sin embargo, todos seguimos sufriendo. . .
Por lo tanto, podemos pensar que algo estamos “haciendo mal.” De alguna manera estamos “fallando en la felicidad.” Eso no es cierto. Ser capaz de disfrutar de la felicidad no requiere que tenemos cero sufrimiento. De hecho, el arte de la felicidad es también el arte de sufrir. Cuando aprendemos a reconocer, aceptar y comprender nuestro sufrimiento, sufrimos mucho menos. No sólo eso, sino que también somos capaces de ir más allá y transformar nuestro sufrimiento en la comprensión, la compasión y la alegría para nosotros y para los demás.
Una de las cosas más difíciles para nosotros es aceptar  que no hay un reino en el que sólo hay felicidad y no hay sufrimiento. Esto no significa que hay que desesperar. El sufrimiento puede ser transformado. Tan pronto como abrimos nuestra boca para decir “sufrimiento”, sabemos que lo opuesto del sufrimiento ya está ahí también. Donde hay sufrimiento, hay felicidad.
De acuerdo con la historia de la creación en el libro bíblico de Génesis, Dios dijo: “Hágase la luz.” Me gusta imaginar que la luz le respondió, diciendo: “Dios, tengo que esperar a que mi hermano gemelo, la oscuridad, a estar conmigo . No puedo estar allí sin la oscuridad. “Pidió a Dios:” ¿Por qué tienes que esperar? La oscuridad está ahí. “La Luz respondió:” En ese caso, entonces yo también estoy ya allí “.
Si nos centramos exclusivamente en la búsqueda de la felicidad, podemos considerar el sufrimiento como algo que se ignora o se resistió. Pensamos en ello como algo que se interpone en el camino de la felicidad. Pero el arte de la felicidad es también el arte de saber sufrir así. Si sabemos cómo utilizar nuestro sufrimiento, podemos transformarlo y sufrir mucho menos. Saber cómo sufrir también es esencial para la realización de la verdadera felicidad.
Medicina para la Sanación
La principal aflicción de nuestra civilización moderna es que no sabemos cómo manejar el sufrimiento dentro de nosotros y tratamos de cubrirlo con todo tipo de consumo. Los minoristas pregonan una plétora de dispositivos para ayudar a cubrir el sufrimiento interior. Pero a menos que y hasta que somos capaces de hacer frente a nuestro sufrimiento, no podemos estar presentes y disponibles a la vida, y la felicidad nos seguirá eludiendo.
Hay muchas personas que tienen un enorme sufrimiento, y no saben cómo manejarlo. Para muchas personas, comienza a una edad muy joven. Así que ¿por qué las escuelas no enseñan a nuestros jóvenes la manera de manejar el sufrimiento? Si un estudiante es muy infeliz, no puede concentrarse y no puede aprender. El sufrimiento de cada uno de nosotros afecta a los demás. Cuanto más aprendemos sobre el arte de sufrir así, menos sufrimiento habrá en el mundo.
La atención plena es la mejor manera de estar con nuestro sufrimiento sin ser abrumado por ella. La atención es la capacidad de vivir en el momento presente, para saber lo que está sucediendo en el aquí y ahora. Por ejemplo, cuando estamos levantando nuestros dos brazos, somos conscientes del hecho de que estamos levantando los brazos. Nuestra mente está con nuestro levantamiento de los brazos, y no piensa en el pasado o en el futuro, porque levantar nuestros brazos es lo que está sucediendo en el momento presente.
Ser consciente significa darse cuenta. Es la energía que sabe lo que está sucediendo en el momento presente. Levantando los brazos y saber que estamos levantando los brazos, eso es la atención, la atención plena de nuestra acción. Cuando inhalamos y sabemos que estamos respirando, eso es la atención plena. Cuando hacemos un paso y sabemos que los pasos se llevan a cabo, somos conscientes de los pasos. La atención es siempre la atención de algo. Es la energía que nos ayuda a ser conscientes de lo que está sucediendo ahora mismo y aquí mismo en nuestro cuerpo, en nuestros sentimientos, en nuestras percepciones, y alrededor de nosotros.
Con la atención plena ustedes pueden reconocer la presencia del sufrimiento en ustedes y en el mundo. Y es con esa misma energía que tiernamente abrazan el sufrimiento. Al ser consciente de su inhalación y exhalación se genera la energía de la atención plena, para que pueda seguir para acunar el sufrimiento. Los profesionales de la atención plena pueden ayudar y apoyarse mutuamente en reconocer, abrazar, y transformar el sufrimiento. Con atención plena nosotros ya no tenemos miedo del dolor. Incluso podemos ir más allá y hacer un buen uso del sufrimiento para generar la energía de la comprensión y la compasión que nos sana y nos puede ayudar a otros a sanar y ser felices también.
Generando Atención Plena
La manera de empezar a producir el medicamento de la atención plena es deteniendo y tomando una respiración consciente, dar toda nuestra atención a nuestra inspiración y nuestra exhalación. Cuando nos detenemos y tomamos una respiración de esta manera, nos unimos al cuerpo y a la mente y volvemos a casa, a nosotros mismos. Sentimos nuestro cuerpo más plenamente. Estamos verdaderamente vivos sólo cuando la mente está con el cuerpo. La buena noticia es que la unidad del cuerpo y la mente se puede realizar con sólo una de cada exhalación. Tal vez no hemos tenido  amabilidad con nuestro cuerpo por algún tiempo. Reconociendo la tensión, el dolor, el estrés en nuestro cuerpo, podemos bañarnos en nuestra conciencia consciente, y eso es el comienzo de la curación.
Si nosotros nos encargamos del sufrimiento dentro de nosotros, tenemos más claridad, energía y fuerza para ayudar a abordar el sufrimiento de nuestros seres queridos, así como el sufrimiento en nuestra comunidad y el mundo. Si, sin embargo, estamos preocupados por el temor y la desesperación en nosotros, veremos que no podemos ayudar a eliminar el sufrimiento de los demás. Hay un arte al sufrir también. Si sabemos cómo cuidar de nuestro sufrimiento, no solo sufrimos mucho, mucho menos, también creamos más felicidad a nuestro alrededor y en el mundo.
¿Por qué el Buda se mantuvo Meditando?
Cuando yo era un joven monje, me pregunté por qué el Buda mantuvo la práctica de atención plena y la meditación, incluso después de que ya se había convertido en un buda. Ahora me parece que la respuesta es bastante fácil de ver. La felicidad no es permanente, como todo lo demás. Para que la felicidad se extienda y se renueve, usted tiene que aprender cómo alimentar a su felicidad. Nada puede sobrevivir sin comida, incluyendo la felicidad; su felicidad puede morir si no sabe cómo alimentarla. Si se corta una flor, pero no la puso en un poco de agua, la flor se marchita en pocas horas.
Incluso a la felicidad que ya se está manifestando, tenemos que seguir alimentándola. A veces se denomina acondicionamiento, y es muy importante. Podemos condicionar nuestros cuerpos y mentes a la felicidad con las cinco prácticas de dejar ir, invitando semillas positivas, la atención plena, la concentración, y la penetración.
1. DEJAR IR
El primer método de creación de la alegría y la felicidad es desechar el pasado, para dejarlo atrás. Hay una especie de alegría que viene de dejar ir. Muchos de nosotros estamos obligados a tantas cosas. Creemos que estas cosas son necesarias para nuestra supervivencia, nuestra seguridad y nuestra felicidad. Pero muchas de estas cosas, o más precisamente, nuestras creencias acerca de su absoluta necesidad, son realmente los obstáculos para nuestra alegría y felicidad.
A veces se piensa que el tener una cierta carrera, diploma, sueldo, casa, o pareja es crucial para su felicidad. Usted piensa que no puede seguir adelante sin ello. Incluso cuando ha alcanzado esa situación, o está con esa persona, usted continúa sufriendo. Al mismo tiempo, usted todavía tiene miedo que si deja ir ese premio que ha alcanzado, será aún peor; usted será aún más miserable y sin el objeto al que se está aferrando . No se puede vivir con él/ella y no se puede vivir sin él/ella.
Si usted a profundiza en su apego temeroso, se dará cuenta de que en realidad es el obstáculo para su alegría y felicidad. Usted tiene la capacidad de dejarlo ir. Dejar ir requiere mucho coraje a veces. Pero una vez que dejas ir, la felicidad viene muy rápidamente. Usted no tendrá que ir por ahí en busca de ella.
Imagínese que usted es un habitante de la ciudad tomando un viaje de fin de semana a la campiña. Si usted vive en una gran metrópolis, no sólo hay un montón de ruido, el polvo, la contaminación y los olores, sino también una gran cantidad de oportunidades y emoción. Un día, un amigo lo convence a alejarse durante un par de días. Al principio usted puede decir: “No puedo. Tengo demasiado trabajo. Yo podría perder una llamada importante “.
Pero finalmente le convence a que se vaya, y una o dos horas más tarde, usted se encuentra en el campo. Usted ve el espacio abierto. Usted ve el cielo, y siente la brisa en sus mejillas. La felicidad nace del hecho de que se podía salir de la ciudad dejándola atrás. Si no la hubieras dejado, ¿cómo puedes experimentar esa clase de alegría? Necesitabas dejar ir.
2. INVITACIÓN A SEMILLAS POSITIVAS
Cada uno de nosotros tenemos muchas clases de “semillas” que mienten profundamente en nuestra conciencia. Aquella agua que es las que brota, surge en nuestra conciencia, y se manifiestan exteriormente.
Así que en nuestra propia conciencia existe el infierno, y también hay paraíso. Somos capaces de ser compasivos, comprensivos, y alegres. Si prestamos atención sólo a las cosas negativas en nosotros, especialmente el sufrimiento de las heridas del pasado, estamos revolcándonos en nuestros dolores y no se obtiene ningún alimento positivo. Podemos practicar la debida atención, regar las cualidades saludables de nosotros tocando las cosas positivas que están siempre disponibles en el interior y alrededor de nosotros. Eso es buen alimento para nuestra mente.
Una forma de cuidar de nuestro sufrimiento es invitar a una semilla de la naturaleza opuesta a subir. Ya que nada existe sin su contrario, si usted tiene una semilla de arrogancia, tiene también una semilla de la compasión. Cada uno de nosotros tiene una semilla de la compasión. Si practicas atención plena de compasión cada día, la semilla de la compasión se fortalecerá . Solo hay que concentrarse en ella y se va a plantear como una zona de gran alcance de la energía.
Naturalmente, cuando la compasión surge, la arrogancia se depone. Usted no tiene que luchar contra ella o empujar hacia abajo. Podemos regar selectivamente las buenas semillas y abstenerse de regar las semillas negativas. Esto no significa que dejamos de lado nuestro sufrimiento; sólo significa que permitimos que crezcan las semillas positivas que están naturalmente allí para llamar la atención y nutrirla.
3. ALEGRÍA BASADA EN LA ATENCIÓN PLENA
Atención Plena nos ayuda no sólo para ponerse en contacto con el sufrimiento, para que podamos abrazar y transformarlo, sino también tocar las maravillas de la vida, incluyendo nuestro propio cuerpo. Entonces respirar se convierte en una delicia, y exhalar también puede ser una delicia. Usted realmente viene a disfrutar de su respiración.
Hace unos años, tuve un virus en los pulmones que hicieron sangrar. Yo estaba escupiendo sangre. Con los pulmones así, era difícil respirar, y era difícil ser feliz mientras respiraba. Después del tratamiento, los pulmones sanados y mi respiración se hizo mucho mejor. Ahora cuando respiro, todo lo que necesito hacer es recordar el momento en que mis pulmones estaban infectados con este virus. Entonces, cada respiración que tomo se convierte realmente deliciosa, muy buena.
Cuando practicamos la respiración consciente o el caminar consciente, traemos a nuestra mente el hogar de nuestro cuerpo y nos establecemos en el aquí y el ahora. Nos sentimos muy afortunados; tenemos tantas condiciones de la felicidad que ya están disponibles. La alegría y la felicidad vienen de inmediato. Así que la atención plena es una fuente de alegría. La atención plena es una fuente de felicidad.
Atención Plena es una energía que puede generar todo el día a través de su práctica. Usted puede lavar los platos en la atención plena. Usted puede cocinar su cena en la atención plena. Usted puede fregar el suelo en la atención plena. Y con atención plena se puede tocar las muchas condiciones de la felicidad y la alegría que ya están disponibles. Usted es un verdadero artista. Usted sabe cómo crear alegría y felicidad cada vez que quiera. Esta es la alegría y la felicidad que nace de la atención plena.
4. CONCENTRACIÓN
La concentración nace de la atención plena. La concentración tiene el poder de romper, quemar las aflicciones que le hacen sufrir y le permite entrar  a la alegría y la felicidad.
Para permanecer en el momento presente se requiere concentración. Las preocupaciones y la ansiedad sobre el futuro están siempre ahí, dispuestos a llevarnos. Podemos verlos, reconocerlos, y utilizar nuestra concentración para volver al momento presente.
Cuando tengamos la concentración, tenemos una gran cantidad de energía. No nos dejamos llevar por las visiones de sufrimiento o temores acerca del futuro o el pasado. Vivimos de forma estable en el momento presente para que podamos estar en contacto con las maravillas de la vida, y generar alegría y felicidad.
La concentración es siempre la concentración en algo. Si te concentras en tu respiración de una manera relajada, ya estás cultivando una fuerza interior. Cuando vuelvas a sentir tu respiración, concéntrate en tu respiración con todo el corazón y la mente. La concentración no es un trabajo duro. Usted no tiene que esforzarse a sí mismo o hacer un gran esfuerzo. La felicidad surge ligeramente y fácil.
5. VISIÓN INTERIOR
Con la atención plena, reconocemos la tensión en nuestro cuerpo, y queremos mucho liberarlo, pero a veces no podemos. Lo que necesitamos es una idea.
La comprensión es ver lo que está allí. Es la claridad que nos puede liberar de infecciones tales como los celos o la ira, y permitir la verdadera felicidad por venir. Cada uno de nosotros tiene una visión, aunque no siempre hacemos uso de ella para aumentar nuestra felicidad.
Podemos saber, por ejemplo, que algo (un antojo o rencor) es un obstáculo para su felicidad, que nos conduce a la ansiedad y al miedo. Sabemos que este asunto no merece que perdamos el sueño por eso. Pero aún así seguimos gastando nuestro tiempo y energía obsesionados con ello. Somos como un pescado que ha sido capturado una vez antes y sabe que hay un gancho en el interior del cebo; si el pescado hace uso de ese conocimiento, él no lo va a morder, porque sabe que va a quedar atrapado por el gancho.
A menudo, sólo mordemos a nuestro antojo o rencor, y dejamos al anzuelo llevarnos. Nos quedamos atrapados y apegados a estas situaciones que no son dignas de nuestra preocupación. Si la atención y la concentración están ahí, entonces una visión estará ahí y podemos hacer uso de ella para nadar lejos, libres.
En la primavera cuando hay una gran cantidad de polen en el aire, algunos de nosotros tenemos dificultades para respirar debido a las alergias. Incluso cuando no estamos tratando de correr cinco millas y sólo queremos sentarnos o acostarnos, no podemos respirar muy bien. Así que en el invierno, cuando no hay polen, en lugar de quejarse por el frío, podemos recordar cómo en abril o mayo no podíamos salir en absoluto. Ahora nuestros pulmones están claros, podemos tomar un buen paseo fuera y podemos respirar muy bien. Conscientemente llamamos nuestra experiencia del pasado para ayudarnos a nosotros mismos y atesorar las cosas buenas que estamos teniendo en este momento.
En el pasado, probablemente sufrió de una cosa u otra. Incluso puede haber sentido como una especie de infierno. Si recordamos este sufrimiento, no dejándonos arrastrar por ello, podemos utilizarlo para recordarnos a nosotros mismos, “¡Qué suerte que estoy ahora. No estoy en esa situación. Puedo ser feliz “, es decir una visión; y en ese momento, nuestra alegría y nuestra felicidad pueden crecer muy rápidamente.
La esencia de nuestra práctica puede ser descrita como transformar del sufrimiento en felicidad. No es una práctica complicada, pero nos obliga a cultivar la atención plena, concentración y perspicacia.
Se requiere ante todo que lleguemos a casa, a nosotros mismos, que hagamos las paces con nuestro sufrimiento, tratándolo con ternura, y mirando profundamente en las raíces de nuestro dolor. Requiere que dejemos ir sufrimientos innecesarios, inútiles y tomar una mirada más cercana a nuestra idea de la felicidad.
Por último, se requiere que alimentemos la felicidad diariamente, con acuse de recibo, la comprensión y la compasión para nosotros y para los que nos rodean. Ofrecemos estas prácticas a nosotros mismos, a nuestros seres queridos, y para la comunidad en general. Este es el arte de sufrimiento y el arte de la felicidad. Con cada respiración, podemos aliviar el sufrimiento y generamos alegría. Con cada paso, con una visión vemos florecer la flor de la felicidad.
Sin Lodo, No Lotus: el arte de transformar el sufrimiento, por Thich Nhat Hanh. © 2014

miércoles, 29 de marzo de 2017

Maltrato emocional: Cómo identificarlo y prevenirlo



En Nueces y Neuronas somos conscientes del sufrimiento y las dramáticas consecuencias que pueden tener lugar en situaciones relacionadas con el maltrato de género, el bullying o el mobbing laboral.  Por ese motivo queremos ofreceros información preventiva. maltrato emocional
A continuación describiremos cuáles son los comportamientos más notables de los maltratadores emocionales. Lo haremos con la finalidad de facilitar la  detección de estos comportamientos disruptivos a las personas susceptibles de ser víctimas de este tipo de situaciones, o a otras que quieran intervenir para erradicarlas.
¡Cuidado! Que una persona muestre uno o varios de los siguientes comportamientos no quiere decir que necesariamente sea un maltratador emocional; no obstante si presenta muchos de ellos deberemos andarnos con ojo, pues podría darse un potencial caso de maltrato.

  • Falta de empatía emocional. Este tipo de personas suelen restar importancia al daño que han producido. Lo ven como algo normal y lo entienden como hechos puntuales, sin tener en cuenta el daño por acumulación. Suelen afirmar que la víctima exagera o se queja más de la cuenta.

  • Negación de la realidad. A menudo dicen no recordar haber dicho o hecho determinadas cosas. Pueden llegar a negarlo todo y acusar a la víctima de mentir o estar paranoica.

  • Desviación de la responsabilidad. Tienden a manifestar que lo ocurrido nunca es responsabilidad suya. Nunca aceptan su parte de responsabilidad cuando algo va mal y siempre la achacan a otra persona (su pareja, su jefe, su empleado, otro compañero de colegio,…) o a la situación (un despido, la crisis, el estrés,…).

  • Justificación. Pueden llegar a desarrollar una gran habilidad utilizando argumentos y razonamientos con la finalidad de justificar sus actos y darles un supuesto sentido o utilidad. «Si lo hago por tu bien y lo sabes…», «me duele más a mí, pero es necesario…», «lo hago porque te quiero…»

  • Proyección de la culpa. Suelen volcar la culpabilidad en su víctima, ya que según su percepción, ésta siempre le saca de sus casillas, le provoca, es un/a inútil,…

  • Dificultan la comunicación. Cuando se le contradice o se le pide que reconozca su parte de responsabilidad en la situación, huye de la conversación, pone cualquier excusa para ausentarse, dice estar muy ocupado o levanta la voz de inmediato utilizando frases del tipo «¡ya estamos otra vez!», «¡No me cabrees que no quiero líos!», «¡Ya estás con tus tonterías!»

  • Manipulación. Puede llegar a convencer a la víctima y a su entorno más cercano de que es el/la acosado/a quien se equivoca y quien realmente hace mal las cosas.

  • Chantaje emocional. Muchas veces fingen ser ellos las víctimas y las personas dañadas, para que la persona maltratada acabe cediendo y actuando como el maltratador quier

  • Sociabilidad extrema. De cara a los demás puede resultar una persona servicial, simpática, generosa y encantadora. Es su forma de salvaguardar su imagen personal cuando la víctima cuenta todo lo que le hace. De esta forma la víctima perderá credibilidad, quedando como una mentirosa.

Antonio Pérez Leal