lunes, 26 de septiembre de 2016

¿Qué percibes del mundo?


“No vemos al mundo tal como es, vemos al mundo tal como somos”. Indudablemente cada quien percibe del mundo lo que puede. Si adentro de tí hay odio, rencor, amargura, envidia, miedo o celos, eso es lo que percibirás afuera.
Si dentro de ti hay paz, bienestar, perdón, compasión, misericordia y amor, eso es exactamente lo que verás afuera y con lo que te encontrarás.
Nuestra percepción del mundo es selectiva y el filtro es lo que nuestro corazón alberga.
Comienza a perdonar. En especial a ti misma/o, por lo que hayas hecho equivocadamente. Comienza a amarte más, que nada más tenemos esta vida y se pasa muy rápido. Empieza a sonreír frente al espejo y date una mirada cálida. Esta se va a multiplicar.
Escucha lo que hablas y date cuenta de los temas que eliges, de las noticias que escuchas, de lo que preguntas a los demás. Sé cuidadosa/o, especialmente meticulosa/o con lo que dices. Y no permitas que entre a ti nada que sea malo, desagradable o miserable. No acumules odios. 
Llénate de agradecimiento y serás abundante en bienestar.
Psicología/Rocío Arocha

sábado, 24 de septiembre de 2016

Respeto

Nunca permitas que nadie, absolutamente nadie, perturbe tu paz y tu libertad.
Cada vez que permites que alguien te maltrate, ya sea física, verbal o emocionalmente, estás permitiendo que perturbe tu paz y tu libertad, y por tanto, no aprendes la lección y ésta se va a ir repitiendo una y otra vez, con distintos escenarios y personas.
Nunca perturbes la paz y la libertad de otra persona, animal, la naturaleza, la madre Tierra, etc… Todo está vivo, y todo debe ser respetado.
Mientras perturbes la paz y libertad de otro ser sintiente, estás generando sufrimiento y karma, que se te devolverá en su momento; experimentarás el mismo sufrimiento que generaste, como ley de equilibrio y consecuencia.
El amor incondicional no se trata de decir a todo que Sí…
No se trata de permitir todo…
No se trata de que los demás perturben tu paz y tu libertad y tú no les pares los pies o te alejes de ellos…
El amor incondicional te enseña a saber decir “No” cuando alguien está perturbando tu libertad.
Busca siempre tu equilibrio… aprende a saber decir “No” y a alejarte de todo aquello y todos aquellos que no te respetan y que actúan manipulándote para que seas su esclavo.
Por otro lado, aprende a respetar la opinión de los demás, sobre todo de tus seres queridos… No quieras que ellos sean como tú quieres, y no quieras que hagan lo que tú deseas; respeta su paz, su libertad, y la vida te respetará a ti.
Pero recuerda, aquél que no se respeta a sí mismo, no sabe respetar a los demás y permite que no le respeten.

Empieza por ti.

http://senderodelmago.blogspot.com.es/
Camino al Despertar

jueves, 22 de septiembre de 2016

CUATRO MANERAS PARA CREAR Y MANTENER LA PAZ INTERIOR

Más que en el pasado, la gente está reconociendo el valor de alcanzar la paz interior. Esto representa un cambio del anterior sistema de valores que ponía más énfasis en el consumismo, el éxito profesional, la competencia y un sinfín de distracciones. Pero desear la paz interior es sólo el primer paso. La paz interior como una experiencia duradera requiere un viaje de introspección. Esto se puede lograr siguiendo estas cuatro metas; son retos que no se pueden cumplir de manera pasiva.

1. Localiza la paz dentro de ti
Por medio de la meditación, cualquiera puede alcanzar el primer punto: localizar la paz dentro de uno mismo. Con el simple hecho de ver hacia nosotros mismos y trascender la constante actividad de nuestra mente, uno experimenta una región más profunda de consciencia, llamada ‘zona de la paz’. Aquí, el silencio y la quietud se convierten en experiencias verdaderas. Lo más importante es que la paz comienza a tener más valor que otras experiencias que en el pasado nos habían condicionado a valorar.

2. Regresar al lugar de paz cuando quieras
Regresar al lugar de paz cuando quieras quiere decir que de verdad deseas sentir paz cuando la situación que vives está en un estado de intranquilidad, caracterizado por el estrés, obstáculos, resistencia, impulsos del ego y emociones negativas.
En la tradición del Yoga, la cualidad de la no violencia total es Ahimsa, y, aunque la palabra comenzó a identificarse con el pacifismo político de la época de Gandhi y Martin Luther King, el significado completo implica un estado libre de enojo, ansiedad, envidia y resentimiento. Estar en paz cuando lo necesites no es posible si estás luchando con inseguridades y emociones negativas para llegar ahí; por eso es tan importante el tercer reto: liberarse de todos los aspectos de la violencia.

3. Liberarse de todos los aspectos de la violencia
Liberarse de todos los aspectos de la violencia es esencial porque no puedes pelear contra la intranquilidad para alcanzar la paz. El resultado de esta lucha sólo será que tu adversario, digamos el enojo, el resentimiento o la envidia, se va a ocultar más profundamente. La liberación llega cuando desplazas tu afiliación lejos del ego y su inseguridad inherente y sus emociones negativas hacia el verdadero ser. Resulta que, durante la meditación en momentos de paz, en realidad estamos encontrando a un ser completamente nuevo que no necesita la intranquilidad. Su propia naturaleza es pacífica y una vez que nos habituamos a ver este nuevo ser, comenzamos a asimilarlo hasta que, con el tiempo, el verdadero ser se convierte simplemente en tu ser.
No hay una guerra con el ego para hacer que olvide todo. Al meditar, los valores del Ego poco a poco se debilitan, se hacen menos seductores y terminan por irse. Muchas personas, tanto de Oriente como Occidente, están intimidadas por el prospecto de renunciar a las cosas, porque sin el ego y su atención en el “yo, yo, yo”, ¿qué tipo de ser tendremos? No es una pregunta que pueda responderse de antemano. El verdadero ser, también llamado el ser supremo, es alabado en las sabias tradiciones del mundo como la fuente de la verdad, el amor, la belleza, la evolución, la creatividad y la paz. Pero, hasta que empiezas a absorber estos valores de manera personal, ellos permanecen a la distancia del ser de la vida cotidiana al que estás acostumbrado.

4. Aumenta todos los días la experiencia de paz
El cuarto reto, permitir que la paz aumente todos los días, es igual a decir que todos los días tomas decisiones para seguir la voz silenciosa del verdadero ser y no las voces fuertes que están a tu alrededor y en tu interior. El silencio puede coexistir con la mente pensante. La paz no te hace pasivo ni aburrido. De hecho, se trata de lo contrario. Una vez que dejas de desperdiciar cantidades excesivas de energía psicológica en el enojo, el resentimiento, la inseguridad y los otros pesares del ego, hay más energía para el amor, el crecimiento interior y la creatividad.
Con este breve resumen, ya puedes ver por qué alcanzar la paz interior se ha considerado algo tan deseable a través de los siglos, a pesar de que por fuera pareciera que a la humanidad le gusta la guerra, las rivalidad, el crimen y las hostilidades. La zona de paz sí existe y, si quieres que te acobije, el camino siempre está abierto.

Dr. Deepak Chopra
https://choprameditacion.com

lunes, 19 de septiembre de 2016

La Vitamina C es el suplemento imprescindible

La vitamina C es el suplemento imprescindible. Si sólo pudiera complementar mi dieta con un único suplemento, éste sería sin duda la vitamina C. Lo tomo a diario desde hace más de diez años, a razón de 1 gramo al día.  Estos son algunos de los principales motivos:




¿Necesitamos Vitamina C?
Casi todos los animales producen vitamina C en sus cuerpos, pero los seres humanos hemos perdido esta capacidad, no podemos elaborar nuestra propia vitamina C, por lo que debe ser aportada diariamente a través de la dieta. La vitamina C se encuentra casi exclusivamente en las frutas y las verduras, pero para aprovecharla debemos proteger estos alimentos de la oxidación del aire, de la luz, y de la temperatura ya que estos factores la destruyen. Si tenemos en cuenta que esta vitamina apenas se acumula en el organismo y que el 35% de la población española no consume siquiera dos piezas de frutas diarias, es posible que muchos de nosotros, sin presentar carencia, no consigamos las concentraciones adecuadas para obtener los beneficios asociados a esta vitamina.
Las necesidades de esta vitamina se pueden ver incrementadas en diferentes grupos de población como son los ancianos, embarazadas, lactantes, personas convalecientes, personas que padecen ciertas enfermedades que alteran el aprovechamiento de esta vitamina, el estrés, personas que realizan ejercicio físico intenso, la toma de anticonceptivos orales, fumadores o las personas que siguen dietas poco equilibradas con un abuso de carnes rojas y bajo consumo de vegetales. Muchos son los expertos que proclaman que los valores de referencia nutricionales para la vitamina C son insuficientes para conseguir unas concentraciones óptimas en nuestros tejidos y defienden utilizar unas dosis más elevadas de vitamina C a las cuales los estudios han demostrados los verdaderos efectos antioxidantes en la prevención de enfermedades crónicas o en la protección frente a las infecciones. Para crear un tejido conectivo fuerte, incluidos los revestimientos de las arterias coronarias, y permitir que el sistema curativo repare las heridas, se precisan ciertos niveles de vitamina C.
No esperes obtener efectos inmediatos del consumo regular de vitamina C, aunque puede disminuir la frecuencia con que se contagia un resfriado y en algunas personas, puede reducirse la tendencia a magullarse, el suplemento de vitamina C forma parte de una estrategía a medio y largo plazo para proteger el sistema curativo y potenciar su funcionamiento de tal manera que sea capaz de mantener en óptimas y saludables condiciones el bienestar cotidiano del cuerpo.
Beneficios principales de la vitamina C
  • La vitamina C participa en más de 300 funciones corporales.
  • Intervine en la producción del colágeno, ayuda a la curación y cicatrización de heridas.
  • Interviene en la formación de cartílago, huesos, dientes y vasos sanguíneos.
  • Su capacidad antioxidante hace que esta vitamina elimine sustancias tóxicas del organismo y neutraliza los radicales libres, evitando el daño que generan en el organismo.
  • Mejora el sistema inmune, potencia el sistema natural de defensa aumentando la resistencia frente a las infecciones.
  • Participa de forma activa en los procesos de desintoxicación que se producen en el hígado y reduce los síntomas provocados por las reacciones alérgicas.
  • Mejora la visión y ejerce función preventiva ante la aparición de cataratas o glaucoma.
  • Propiedades antibacterianas y antihistamínicas.
  • Disminuye los niveles de tensión arterial y previene la aparición de enfermedades vasculares.
  • Ayuda a prevenir o mejorar afecciones de la piel como eccemas o soriasis.
  • Aumenta la producción de estrógenos durante la menopausia, en muchas ocasiones esta vitamina es utilizada para reducir o aliviar los síntomas de sofocos y demás.
  • Mejora el estreñimiento por sus propiedades laxantes.
  • Previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
  • Evita el envejecimiento prematuro.
  • Facilita la absorción de otras vitaminas y nutrientes esenciales.
  • Facilita la absorción del hierro contenido en los alimentos de origen vegetal.
  • Es necesaria para la síntesis de la carnitina. La carnitina se encarga de llevar los ácidos grasos a las mitocondrias para la producción de energía.
  • También desempeña un papel importante en la síntesis del neurotransmisor “noradrenalina”. Los neurotransmisores son esenciales para el funcionamiento del cerebro y se sabe que afectan al estado de ánimo.
  • Previene enfermedades degenerativas como el cáncer y el Alzheimer.
Alimentos ricos en Vitamina C
Entre las frutas con más contenido en vitamina C destacan el kiwi, el caqui, la acerola, la papaya y la fresa. Entre las hortalizas y verduras destacan el pimiento rojo, el perejil, el brócoli y las coles de Bruselas.
Obviamente, no estoy –en absoluto- menospreciando el maravilloso jugo de naranja. No obstante, debemos tener en cuenta que la naranja no es precisamente una de las frutas con más contenido en vitamina C. En relación a la cantidad de vitamina C que aporta un vaso de zumo de naranja, nos encontramos con que un vaso de 250 ml contiene 135 mg de vitamina C. Si tenemos en cuenta la cantidad diaria recomendada de esta vitamina, descubrimos que un único vaso de jugo de naranja nos aporta algo más del 100%.
Anteriormente se creía que el zumo de naranja perdía su contenido en vitamina C a los 15 ó 20 minutos de haberlo preparado. Sin embargo, estudios llevados a cabo recientemente han demostrado que no es cierto. Eso sí, debemos tener en cuenta que las verduras y hortalizas sí pierden hasta un 50% de esta vitamina cuando son cocinadas.
Jordi Casals/ datelobueno.com

domingo, 18 de septiembre de 2016

Amar a un ser humano

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas, contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive, son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni en si mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la Vida.
Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por si mismo, a su manera, apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tu desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.
Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables, permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tu mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, “este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto…si tú quieres recibirlo”.
Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando de si mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.
Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la Vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.
Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.
Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.
Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada “ser humano”, de la cual tu formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, amar a un ser humano es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.
HUMBERTO MATURANA