martes, 26 de julio de 2016

El equilibrio


Todo equilibrio se sustenta desde un control de las emociones. Es aquí, desde este enfoque como sucede la calma, el sosiego real. Si queremos conseguir un equilibrio ecuánime con nosotros mismos respecto a cualquier suceso, podemos vernos reflejados en un estado de paz en el que la calma vuelve a recobrar el propósito natural al que pertenece; que es la calma misma. Esto lo vamos a intentar fotografiar textualmente para verlo en su mayor relieve. Cuando ocurre algo que dices que no te gusta, puedes observar que en un tanto por ciento bien grande, siempre se debe a una oposición tuya ante el hecho. Los hechos de la vida van a seguir sucediendo digamos o nos pongamos como queramos. Estamos tratando el tema desde un enfoque de sucesos continuos porque es así como se alimenta la vida si cabe la expresión. 

Pero nunca vamos a defender ningún tipo de existencia que nos arrastre o nos lleve para cualquier lugar porque hay cosas elementales que nunca cambian y una de ellas es tu libertad de elección dada por tu libre albedrío. Dicho de otra forma: todo cuanto llega a tu vida lo has elegido tú en un cien por ciento. Aclarado esto proseguimos con el tema que nos ocupa. Algunos ven enseguida el absurdo de poner resistencia a las cosas que suceden, teniendo en cuenta que todo es elegido por uno. De todas formas, intentaremos exponer para aquellos que no vean el absurdo y quieran verlo. Porque el mismo tema que nos ocupa se va a hacer cargo de la situación para cuadrar ambos temas. Siguiendo aun de un tema para otro, añadimos que la forma en que eliges cómo suceden las cosas es a través de tus pensamientos, tus palabras, tus hechos, tus emociones, en definitiva tu forma de proceder ante la vida, o mejor dicho, en la vida, ya que Vida Eres.

Cuando sucede algo que dices que no te gusta y por tanto tiendes a cambiarlo, en muchas ocasiones se cambia, pero da la causalidad que se cambia por otra cosa que tampoco te gusta y a menudo llega un momento en que ya no quieres retocar más el/los sucesos. De todas formas el cuadro del aprendizaje sigue inacabado. El problema de que se acumulen sucesos (que podrían ser diferentes), viene precisamente por la oposición o resistencia hacia el mismo. La pregunta aquí es: ¿qué te impide fluir ante lo que llegue? Una enorme cantidad de personas aún tienen pendiente hacerse esta pregunta. ¿Será que no quieren recibir la respuesta por la carga avasalladora de honestidad a la que tendrían que enfrentarse? Es muy sencillo mirarlo así si queréis: cuando te opones a algo estas enfocado en oposición, y precisamente ésta es la misma puerta a la que estás llamando en tu experiencia, oposición tras oposición. 

Y todo el mundo sabe cuáles son aquellas cosas a las que nos referimos que en nada te puede afectar directamente y por tanto no tendrían por qué alterar el control de tus emociones que es de lo que trata este escrito. Sabemos que aún las altera, es cierto, y por ello estamos intentando desmenuzar en lo posible el texto aunque de todas formas siempre queden flecos por recortar, más cosas por decir, ya que la vida no tiene fin. Proseguimos: imagina por un momento que está ocurriéndote en este instante un suceso que no deseas y que nada tiene que ver contigo y en él hay varias personas interviniendo. Recuerda que dices que no lo deseas y lo dices para ti y para nadie más: ¿te dice esto algo? Imagina que solo lo estás observando, sin emitir juicios, sin tomar partido, sólo observas. ¿Podrías pasar por esta nueva experiencia? ¿Cuál es el miedo? ¿Lo que piensen los otros? 
Si cada uno está sumergido en sus propias películas. . . 

¿Entiendes a dónde queremos llevarte? En un caso como éste, solo tienes dos opciones: aceptar o sufrir. Recuerda que nadie elige por ti. No hay sufrimiento que no nazca desde una queja. Comienza en queja, viene enseguida el sufrimiento y con él, el juicio. Mira cuántas cosas has llamado a tu vida en breves instantes. Y después te quejas diciendo que tú no eliges nada, que todo lo eligen los demás por ti. ¿Otra queja? ¿Más sufrimiento? ¿Más juzgar a la Vida? ¿A que parece una película sin fin? Para aquellos que se hayan respondido a esta última pregunta con un sí, están de enhorabuena por saber que es precisamente eso, una película, una ficción, el montaje de tu vida, el guión elegido cada día... Pero cansa, ¿verdad...? ¿Cansa más que la observación? Dejamos esto en el aire. 

Vamos a proseguir, para algunos se pone interesante y queremos que sepáis que para nosotros también por el hecho de estar dando este escrito sin esperar nada a cambio y lo damos también sin defensión y con la libertad de sentir que no somos ni peores ni mejores que nadie. No queremos nada, y si algo quisiéramos es que seas feliz. Tan sólo somos dos personas que sentimos desde otro lugar y hasta ahí, lo que viene detrás, cada uno tiene que llegar solito/a. Eso sí, hay lugares donde todo está más claro, las personas pueden verse mejor entre sí, los enojos se terminan para siempre, la relaciones y los estrechamientos de manos, los abrazos, son todos más transparentes, el secreto se diluye, las viejas sensaciones de incomodidad sin sentido no tienen lugar, porque todo se ha vuelto más sutil (a veces de repente, otras no...), menos denso... Hay momentos en la vida en que el equilibrio llama a tu puerta, y llama, y llama... ¿pero quién abre? ¿Otro? 

Queremos de corazón que abras tú, tú eres nuestro sustento y para ti vivimos sin que nadie le deba nada a nadie. Y si la próxima vez (que está al caerte encima) tampoco abres, no pasa nada. Entiende al menos que esto te lo entregamos con amor sin pedirte nada. ¿Comprendes nuestras emociones?


LA VERDAD
Leticia R. Villaseñor & Javier G. Delgado
http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar

lunes, 25 de julio de 2016

El contento interior

  Toda persona desea hallar estados de dicha y felicidad, y por contra, alejar todo lo que se pueda el dolor y el sufrimiento.
    Al buscar la felicidad estamos proyectando hacia el futuro, y es más, posponiendo la que podríamos disfrutar ahora. La felicidad sería otro gran tema a tratar, pero sucintamente... ¿Qué es la felicidad? ¿Ausencia de sufrimiento? ¿Alegría eterna?

    Son cuestiones que parecen enfocadas a que llegarán más tarde o temprano, si hacemos esto o lo otro, o si alcanzamos estos objetivos o aquellos. La verdad es que, aun logrando lo que nos propongamos, algo en nosotros no varía. Todos los esfuerzos nos han permitido ir, pero no llegar.

    Habría entonces que diferenciar entre goce y gozo.

    El goce está influenciado por factores externos y su cambiante dinámica. Éste se verá coloreado en función de los acontecimientos externos,  y además,  de nuestra interpretación mental, ya que para lo que algunos no es preocupante , para otros es la mayor de las fatalidades. El goce, que también puede ser sensorial, llega a veces a ser muy exaltado, provocando un posterior decaimiento debido a un reequilibrio de opuestos. Entonces, lo que se torna como una felicidad perdurable se convierte en pasajera, ya que al igual que los acontecimientos, está sometida a la transitoriedad. Además de disolverse dicha felicidad, nos deja el anhelo de la misma, ya que se provoca un apego al disfrute y un rechazo de su ausencia .
    El gozo viene de dentro. No está sometido al exterior, aunque eso no impida que el sujeto experimente todo tipo de sensaciones. No es alegría desbordante, no es felicidad compulsiva por consecución de resultados. Es un estado de contento equilibrado que no oscila entre sus extremos, permitiendo disfrutar con claridad mental y sin crear resistencias a las influencias del exterior. Nace de lo más interno; por ello es necesario el cultivo interior y su armonización. Éste permanece como un poso mientras se van sucediendo las eventualidades que ya no nos arrastran ni nos colorean.

    Alcanzar el contento interior siempre se verá precedido por cultivar la ecuanimidad, el discernimiento y la visión clara. Es cuestión de actitud, de dar a la cosas su peso específico sin enredar más de la cuenta.
    Un discípulo siempre veía contento a su maestro y éste le preguntó:
    - Maestro, ¿cómo que siempre que te veo estás contento?
    El maestro sin perder la media sonrisa, contestó:
    - Cada mañana al despertar me propongo dos opciones para durante el día. Estar contento o no estar contento, y mira, siempre elijo estar contento.

 Para muchos de nosotros esta actitud se nos resiste constantemente, pues nos vemos arrastrados una y otra vez por lo que nos sucede y no terminamos de anclarnos en nuestro eje. El contento debe surgir tan espontáneamente como una flor exhala su aroma. Debemos drenar la mente de impurezas, descodificar condicionamientos y, algo muy importante, evitar reacciones que producen samskharas, es decir, latencias subliminales. Ésta definición en el yoga es muy importante, ya que dichas latencias o impresiones que se van depositando en el inconsciente son muy poderosas y roban paz interior. La huella queda a través de la reacción, precedida de una percepción y una sensación. Para erradicar dichas impresiones se necesita la herramienta de la meditación, ya que ésta que consiste en la observación sin reacción, permite ir resolviendo conflictos del inconsciente y no permitiendo su incorporación al consciente.

    La persona que intuye un mejoramiento vital se pregunta una y otra vez cómo alcanzar ese contento, pues de todo lo que ha experimentado, no consigue sentir la plenitud que dicha experiencia debe proporcionar. Todo lo que hasta ahora denominaba contento estaba basado en exaltaciones que después daban paso a decaimientos; otras, alegrías que eran muy fugaces y en su desgaste afloraba y daba paso a la implacable insatisfacción.
    A veces, el buscador,  accede a estados de ánimo renovado y de completud, y trata en las vicisitudes de mantener un talante sosegado y equilibrado. Esos estados los experimenta de manera intermitente y no consigue alcanzar la vía directa hacia aquello que no esta sujeto a condiciones y se le denomina incondicionado.
    Una esfera donde la pantalla se mantiene al margen de lo proyectado en ella. Se proyecta fuego pero ésta no se quema, se proyecta lluvia, pero nunca es salpicada por el agua.

El trabajo espiritual germina la semilla del contento interior, pues no se alcanza, sino es el resultado de un florecimiento. Las emociones negativas se van enfriando y las reacciones, grandes causadoras de sufrimiento, se van debilitando. Todo ello permite el acceso de estados más ecuánimes que no dejan ser interferidos por aquellos que agitan y roban la paz interior. La ecuanimidad, deja a su vez, paso a la visión clara y la mente ubicada en el aquí y ahora. Todo ese desarrollo hace percibir en el sujeto que las vivencias pueden ser catalogadas desde otro prisma allende a ley sujeta de los opuestos.

    En definitiva, el contento interior hay que ganarlo, y a su vez, dejarse ganar por él. No es cuestión de idealizar un estado de dicha permanente, porque no hay nada que no esté sujeto al cambio, sino corregir actitudes para no inclinarse en extremos estados de ánimo y mantenerse en el centro de quietud. Ese puesto permite atestiguar todo aquello que surge y se desvanece, no dando mayor sustancia a lo insustancial, y no tomando por permanente aquello que se disolverá.
Así se gana menos distancia a la libertad interior, y permitimos que brote en nosotros mismos aquello que nos pertenece, que no es más que un estado pleno de contento y satisfacción interior.
https://raulsantoscaballero.blogspot.com.ar


domingo, 24 de julio de 2016

Mente y conciencia


Antes de entrar en profundidad, vamos a intentar aclarar cada uno de los dos aspectos tan importantes. Para definir la mente en el contexto que queremos expresar, podemos decir que es una herramienta del Ser que sirve para enfocarnos en aquello que deseamos crear por medio de los pensamientos. Ahora bien, para ahondar un poco más desde el punto de vista práctico, no todo ser vivo dispone de mente, por ejemplo, un árbol no dispone de mente pero sí de conciencia ya que la conciencia está en todas las manifestaciones sean o no materiales. Podemos decir entonces, siguiendo el esquema por donde os queremos llevar, que el cuerpo mental es una de las tres entidades (nos parece el término más adecuado) que dispone el ser humano junto con el cuerpo emocional y la conciencia. Sentimos que todo ser vivo puede vivir sin cuerpo mental, pero TODO TIENE CONCIENCIA, nada escapa a esto, ni siquiera una piedra o un trozo de metal. Todo vive, todo posee una vibración. 

Aclarados estos conceptos básicos, continuamos ocupándonos de la mente o cuerpo mental. En un lenguaje coloquial, decimos que el ser humano ha ejercido un papel fundamental en el intento de separar la mente de la conciencia y del cuerpo emocional. A partir de aquí, ha intentado y conseguido ver la vida tan sólo desde la mente (herramienta válida para el raciocinio) y lo que ha visto, no parece gustarle, ya que entendemos que el querer ver toda la magnitud de la vida desde esta herramienta es prácticamente lo más parecido a un suicidio. La mente se ha convertido básicamente en una estructura lineal donde todo tiene un nacimiento, una continuidad y un final. Es por esto que la mente no puede ni por asomo atisbar de qué se trata la vida. Por tanto, si queremos ser ecuánimes con la labor más adecuada para la mente, nosotros sentimos que tan sólo se debería utilizar para las cosas cotidianas, prácticas. 

Ahora, ahondando un poco más, diríamos de forma imparcial: cuando una mente vive por completo en el presente (esto significaría el no perderse ningún instante con pensamientos impropios del momento), es la Conciencia quien toma el timón. Sentimos que la Conciencia no admite definiciones por admitirlo todo. Queremos decir con esto que intentar definirla desde el raciocinio mental seria como tirar unos dados sin formas y sin números y sin embargo los dados siempre Serían. Sólo te podemos decir que en verdad, la Conciencia es Quien Realmente Eres. Lo es todo y es nada. Así que ahora ya sabes que Eres todo y Eres nada, pero sobre todo eres Amor y para Amar no necesitas pensar. Amar es un concepto mental, la verdadera palabra es Energía. Ya hemos dicho antes que todo está vivo, pero ahora añadimos que no puede existir nada sin vida. Y tú, el Amor, no puedes dejar de vivir al igual que no puedes ir en contra de tu verdadera naturaleza que es la Vida. 

Por tanto no puedes matar nada ni a nadie, tan sólo puedes como mucho jugar con la materia y la materia es sólo una simulación de vida. Tu cuerpo físico (materia), es como un actor y cuando cae el telón, todos se levantan y sonríen. También te podemos decir que Eres eterno. Ahora intenta analizar todos estos datos desde tu mente y dime que todo esto es cierto. No puedes. Queremos decirte que no puedes utilizar la mente para referirte de una forma racional a la grandeza que Eres porque la Energía no es racional o irracional, no es verdad o mentira, simplemente Es. También sentimos claramente que si tú no existieras, nosotros tampoco podríamos existir, ni nosotros ni nadie. Y ahora puedes volver a tener sesenta mil pensamientos diarios para seguir perdiéndote a ti mismo. ¿Sigues aquí? ¿Quieres seguir en este instante irrepetible? ¿Quieres amarlo todo? Cuidado, ¡que serás feliz! Queremos explicaros cómo entendemos ver la vida desde Quien Realmente Somos. 

Y es por esto que se hace bastante cuesta arriba intentar procesar todo esto desde el anquilosado lugar de siempre. Pero no importa, bastará que niegues todo esto para seguir jugando a quien no eres. Y todo eso que no te gusta, volverá a repetirse una y otra vez hasta que te canses, hasta que te canses de verdad y no quieras más de lo mismo.

Vivir desde Quienes Realmente Somos implica la felicidad que tiene el que todo sea nuevo a cada instante, a que nada se repita porque sólo las ilusiones son las que siempre se repiten ya que son limitadas y no puedes aplicar aquí otra brújula que no sea tu verdadero sentir. Solo puedes confiar en estas palabras si en verdad resuenan dentro de ti. Y es más, sentimos que si confías en este texto es porque confías en ti. No es nuestra pretensión crear polémica, sí es nuestro entusiasmo acercarte a que puedas mirar con otros ojos no mentales. Y así, descubrir que la magia de la vida siempre estuvo observándote y sin embargo siempre decidiste sentirte solo. Vivir desde la Conciencia que Eres es una máxima sin igual, ninguna droga puede igualar el tener una vida plena y sin dependencias, conflictos, automatismos, miedos, sistemas de creencias... todo eso que inhabilita tu verdadero existir, todo eso que entorpece la libertad de SER UNO CON TODO.


LA VERDAD
Leticia R. Villaseñor & Javier G. Delgado
http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar

sábado, 23 de julio de 2016

David Topí : Cuarenta piedras en el camino‏


El proceso de crecimiento por el que todos pasamos camino a estadios personales más elevados de consciencia pasa por muchos altibajos: volvemos atrás cuando creíamos haber avanzado un montón, nos enredados en problemas o situaciones que creíamos superadas, nos encontramos con montañas que pensábamos que ya habíamos escalado, y volvemos a caer en los mismos pozos de los que tanto trabajo nos había costado salir. Es normal. Es así como funciona. El camino de crecimiento no nos lleva en línea recta y sin retrocesos, más bien al contrario, cada cosa que aprendemos, integramos y nos hace expandirnos, consiste en un montón de pasos adelante y unos cuantos hacia atrás, hasta llegar a cristalizar y afianzar ese algo nuevo, sea un nivel evolutivo, sea un conocimiento convertido en sabiduría, sea una habilidad desarrollada y afianzada.
Funciona como las olas que llegan a la orilla donde van erosionando una piedra que lleva ahí quieta durante mucho tiempo, cada ola que llega la moja un poco, la recubre, la envuelve, le quita un poco de la arena que tiene alrededor, pero solo una de ellas, la ola final, es la que por fin arranca la piedra de la playa arrastrándola de vuelta al mar. Si la roca es un problema, un obstáculo o una meta que nos hemos propuesto, hay miles de asaltos hasta que finalmente se conquista el castillo, y con cada asalto que nos acerca un poco más nos alegramos y pensamos que ya estamos casi a punto de conseguirlo, y con el siguiente paso que damos resulta que nos quedamos a medio camino o incluso parece que hemos retrocedido en el intento.
Pero teniendo esto en mente, uno aprende a tomarse los objetivos con humor y sobretodo con constancia. No hay nada que no se pueda conseguir con constancia, y sabiendo que muchos pasos que demos adelante luego tendrán por ahí en medio uno o más pasos hacia atrás. Lo que sucede es que los pasos adelante nos parecen normales e incluso “lo que toca”, lo lógico siempre es avanzar, y nos duele o nos desanima cuando vemos que, en algún momento, parece que nuestra ola no llega nunca a alcanzar la piedra.
La necesidad innata de crecer
El ser humano es un ser que por naturaleza propia siempre tiende al crecimiento, pues las fuerzas interiores de la Creación que moran en cada uno de nosotros, desde las partículas que forman nuestros átomos hasta la consciencia del ser que somos no concibe la existencia si no es como un proceso de crecimiento y aprendizaje en cualquiera de los sentidos y formas en los que el concepto de aprendizaje pueda llevarse a cabo. Como todo sirve para algo, incluso los pasos hacia atrás en pos de objetivos de crecimiento y transformación interior están destinados a que se aprenda o se consolide algo. Cada paso siempre es como una piqueta puesta en la roca de una montaña para que mucha gente pueda escalarla, aunque el primero que pone la piqueta nunca sube en línea recta y sin tener que volver atrás cientos de veces para revisar, ajustar, encontrar la mejor forma de poner los seguros, etc.
Los que abrís caminos para otros estáis destinados a avanzar y retroceder múltiples veces, estáis destinados a dar mil vueltas a las cosas antes de comprenderlas, estáis destinados a sucumbir ante mil engaños y desinformaciones antes de encontrar la fórmula que os permite desenterrar la verdad y la información correcta. Como todo, además es un gran juego, dentro de la burbuja holocuántica que representa vuestra propia realidad individual, así que escalar la montaña para abrir camino a los demás se convierte en una prueba de auto superación donde te tienes que divertir mientras vas buscando la forma de sostener las cuerdas que quizás alguna otra persona, en algún otro momento, quiera usar para apoyarse en su propio camino de escalada personal. Que use tus cuerdas no significa que siga tus pasos, simplemente se cruzan ambos caminos y en esos puntos puede usar uno de los puntos de apoyo que otros que van por delante nuestro, en sentido figurado y en cualquier dirección, han puesto para ellos mismos y han dejado ahí para el bien común de quien quiera usarlos.
Así, nadie está destinado a seguir el camino evolutivo de nadie más, de hecho, es imposible, ya que no hay dos hojas de ruta iguales en el universo que el ser que somos haya podido copiar o calcar del ser de al lado. Cada mónada, cada esencia, cada Yo Superior, cada SER tiene sus propias ecuaciones de elección a la hora de preparar el sendero que desea recorrer, y hay a quien le gusta ir a un ritmo y hay a quien le gusta ir a otro. Hay quien escoge picos escarpados para ver desde la cima de la montaña todo el valle y luego con vista de pájaro va animando a otros escaladores con la información recogida desde sus alturas, y hay quien escoge senderos amables y tranquilos y va explicando cada detalle del mismo con minucioso detalle para los que no se paran nunca a ver los paisajes.
Los que estáis destinados a trabajar para asistir a los demás, os caeréis más de una vez de la roca, os tropezareis más de una vez con las piedras, os perderéis en múltiples laberintos una y otra vez, u os dará más de una rama en la cabeza al ir mirando por todos lados las pistas de la supuesta senda correcta, pero no importa, pues no deja de ser espectacular comprender cómo se puede uno caer y gracias a ello encontrar nuevas técnicas para levantarse, no deja de ser espectacular aprender como se puede uno chocar contra una rama y enseñar a otros a no hacerlo, y no deja de ser espectacular darse cuenta de lo estupendo que es ir abriendo camino y enfrentándose a lo desconocido, para luego marcar con una X el punto en el camino y decir, yo pase por aquí, cuarenta veces, antes de poder seguir adelante.
un abrazo, 
David Topí

viernes, 22 de julio de 2016

¿Quién eres?


En primer lugar afirmamos por nuestra propia experiencia algo fundamental: Quien Realmente Eres lo tienes que descubrir tú mismo/a.

Desde nuestra evolución podemos añadir que Quien en verdad Eres, es lo mismo en esencia a lo que Somos Todos. ¿Por qué hacemos este matiz? Porque hemos llegado a la comprensión de que existe una semilla profunda en todo ser humano, una especie de recuerdo, en el que cada aspecto de la vida que nos hace sentir bien, tiene una analogía completa con una sensación de bienestar universal. Y esto es algo que no podemos eludir. Desde nuestra experiencia a nivel interno, hemos aceptado que cada Ser es una chispa de la vida, y que ésta, la vida, siempre será -por siempre- parte de todo lo que vive, parte de todo lo que Es. Y también sabemos por esta aceptación, que la vida no conoce muerte alguna. Si quieres saber Quién Eres, sería muy interesante que supieras qué es todo aquello que no eres. Si de alguna forma te resuena que no eres el cuerpo físico que tienes, ya tienes en tu haber un avance muy importante. 

Sentimos que tal vez solo te resuene esto si comienzas a mirar desde otro lugar que no sea el habitual cuestionamiento mental al que siempre hemos recurrido. Si miras desde tu zona emocional (tu corazón), puede que no solo intuyas lo que te acabamos de comentar, sino, que incluso, llegues a deducir desde esa brújula real que es tu corazón, que el traje físico que llevas puesto es un mero vehículo para poder tener una larga experiencia humana. Experiencias que no puedes tener en el mundo real al que perteneces, en la Luz que sentimos como origen verdadero de tu Ser y, dicho proceso de prácticas te permite evolucionar y saber quién no eres para saber mejor Quien Realmente Eres.

Justo aquí hacemos un inciso para comentarte que todas esas interactuaciones que has tenido, han sido posible gracias también al grupo de seres que han venido contigo, y éstos han desempeñado un papel importante interpretando también aquello que no son, actuando con un guión preestablecido (si se quiere entender así), para que todos podamos crecer en estas experiencias. Sentimos que para tener experiencias acerca de quien no eres, era necesario que olvidases primero Quien Eres. De esta forma, en el momento del olvido (en el nacimiento en este planeta), comenzaste a tener esas oportunidades de evolución. Si has llegado leyendo hasta aquí y te motiva saber más de ti mismo/a, es porque tal vez comienzas a estar bien cansado/a de todas las experiencias que han suplantado a tu real Ser. De esta forma, se hace más fácil deducir y encajar lo que nosotros comenzamos a sentir tras tirar aquellos aspectos que no somos: antes de nacer aquí, ya elegiste cómo iba a ser tu vida en este planeta. 

Sabemos por medio de la intuición (tu brújula), que estás aquí tan sólo para recordar Quien Eres. Pero es algo que no podemos demostrar a no ser que quieras ir poniendo en profundidad todo esto que nosotros hemos llegado a constatar por medio de otro tipo de acoplamiento. Ese recuerdo, es algo que comienza a expandirse cuando tiras todas las cosas que no eres, que no pertenecen a tu verdadera naturaleza. Es a partir de aquí, cuando has dejado ir todos los miedos, dependencias, apegos, sistemas de creencias, cuando comienza una vida mucho más acorde a la felicidad que buscas y es cuando en verdad comienza a despegar la vida, tu vida.

Dicho de otra forma, si quieres ser tú, deja de interpretar el papel que llevas mucho tiempo intentando entender, imposible de ver desde el sistema de creencias o configuración mental que hayas creado y de paso te haga defender una serie de pensamientos que tampoco eres tú y por ello te hacen sentir mal. Para poder comprenderlo, puede que sea mejor verlo como una energía enferma situada en tu zona mental que siempre vuelve a plantearte las mismas situaciones, las mismas proposiciones una y otra vez.

Puedes hacerte a un lado comprendiendo, que si tu felicidad depende de toda esta avalancha de ideas de cómo deben ser las cosas, tu felicidad estará en graves problemas.


* SATURACIONES SOCIALES

En cada vida hay cierta predisposición para que algunas cosas cambien porque son rechazadas y esa inapetencia o, cosas que suceden en cualquier lugar, incidencias con las que nos negamos a convivir, se repiten y se repiten, vuelven una y otra vez y nos saturan. Sucede a menudo que se quiere evitar esa parte de lo que sucede y, se complica, y, las partes indeseables o bien se afianzan o bien adquieren tonos inesperados más desagradables. Entonces haces un plan, te dices que para la próxima vez vas a cambiar esto o aquello, y lo cambias. La próxima vez es otro escenario de la vida, con otras personas, con otras historias que dices conocer y en muchas ocasiones las conoces, al menos en su superficie. Tu plan es infalible en esos aspectos que crees dominar porque te dices que no te la van a dar de nuevo. Tu predisposición está afilada, a  punto para desactivar esos errores que te decepcionaron. 

Bien, ahora la cosa cambia, resulta que la madre de lo inoportuno ahora es el disfraz que lleva puesto el padre cariñoso de un buen amigo/a y, sin venir a cuento apareció el primo-hermano de la desdicha que opositó al sanguinario de tu predisposición. Para mayor espectáculo, aprovechó la situación la mujer del primo de tu hermana que es adicta al drama, intervino sin que lo esperases y, claro, sacó nuevas cartas con las que no contabas. Por esta regla de muchos, complicada por el desatino de otros candidatos a estorbarte, toda una nueva familia de raros aconteceres que no conocías de nada, se ha erguido ante tus planes y los ha bloqueado, o, más bien ahora tienes que disponerte de otra manera para que nunca más se dé otro caso así. Y tienes razón, posiblemente nunca más se dará el mismo caso. 

Tu decepción, que hizo tocar el tambor del ahogo con alguna cosa que aún quedaba por ahí dentro suelta, se juró un descanso de varios días que no te gustará volver a recordar ante nadie. No importa, no importa en absoluto, hace ya dos meses que aquello quedo atrás y te olvidaste tantas veces de dejar de acudir a las desventuras que eso lo convertiste en una asignatura que siempre apruebas. Además, ya te has dicho otra vez que a ti aquello no te volverá a ocurrir. ¿Cómo va a ocurrir lo que tú dices que sabes que no puede ocurrirte? Mas sabes que tu felicidad se encuentra tan lejos como para no encontrarla por mucho tiempo. Bien, ya estás listo/a para otra de estas heroicidades que traen cola. Pero sucedió algo, algo con lo que no contabas de nuevo. Entonces aparece otra catástrofe que esta vez te ingresa en algún rincón de tu no volveré. Por el momento. Todo esto siempre suele ser por el momento. 

Queremos apostar por algo que la experiencia nos muestra muchas veces: siempre está la persona acorralada cuando niega parte de cuanto sucede. La explicación la vemos muy sencilla. Cada vez que negamos algo que sucede, nos convertimos en el juicio que sentencia, en el esto no puede ser así, cuando en realidad sí fue así. Convertimos la sucesión de hechos negados en la parte contra-atacante de uno mismo, cuando tanto los hechos como uno mismo, ambos están en la misma vida. Queremos decir que cuando negamos la vida, nos negamos a nosotros mismos. Por tanto, podemos ver de forma clara que cuando nos oponemos a la existencia, dejamos de pertenecer a ella, y, nos instalamos en otra cosa. Y la vida lo es todo ya que todo cuanto sucede, sucede en la misma vida. ¿Y si no te gusta tu vida... por qué no la cambias? ¿Porque no la puedes cambiar? ¿Entonces cómo es que pretendes cambiar lo que no te gusta? 

Si a fin de cuentas vas a perderte aquellos aspectos que puedes aprender de aquello que dices que no te gusta. Toda resistencia es inservible, todo combate por querer cambiar lo que se asigna desde la inteligencia determinante, es inútil.


* EL PENSAMIENTO NEGATIVO

Decir que eres la verdad, cualquiera, con un mínimo de abstracción mental, puedes sentirlo por dentro. Otra cosa bien distinta es que sigas queriendo insistir en mantener la forma que le diste a la mente para confundirte con lo que dice y no acceder a la presencia que eres y que es quien observa cuanto pensamiento programado hace que te identifiques con la mente como si tú fueses ella. Explicamos algo más: la presencia que observa (Quien Eres) tiene la sobrada habilidad de ver todos los pensamientos que pasan por la herramienta mente y, cuando observas toda esta fuerza eléctrica y programada que te puede llevar a confusiones acerca de tu identidad, la mente se calla. Verás, a la mente no le hace gracia alguna que la observes, es por esto que en un estado de fuerte presencia, esta herramienta no sólo se calla, sino que esperará al momento en que ya no la observes y vuelva a decirte aquellas cosas que quieres que no aparezcan más. 

Con los pensamientos negativos pasa algo muy similar: éstos le aparecen a muchas personas de forma muy continuada y, como la persona quiere que ya no vuelvan, comienza una lucha contra ellos y, así no funciona el cambio. Muy pocos aún, han confirmado que el transmutar estos pensamientos por otros, solo funciona, OJO, SOLO FUNCIONA DESDE EL ABRAZO a esos pensamientos que no deseas. Aquí, en ocasiones surge un nuevo conflicto, ya que siempre nos dijeron que para eliminar algo, hay que entrar en lucha contra ello. Y es al contrario. Nadie conseguirá que un pensamiento negativo permute por el pensamiento acorde a la verdadera naturaleza de Quien Eres (el observador), desde la lucha, desde ir en contra de lo pensado. 

Veréis, la comprensión es muy sencilla: comencemos diciendo que el pensamiento negativo está ahí, que lo puedes identificar (si no lo puedes identificar, claramente decimos que esta lectura aún no es para ti, ya que de alguna forma deseas seguir instalado en la ilusión del tipo de vida que llevas, y por consiguiente necesitas cansarte más), y al verlo, si decides abrazarlo desde la comprensión de comprender que es una energía densa, si decides darle compasión, entender que fue algo creado por ti mismo y quedarte por unos momentos en ese estado de palpar su existencia sin negación, simplemente por lo que es, sencillamente por aceptar lo que hay, entonces sí habrás dado un gran salto hacia ti mismo por haber descubierto la clave real de esta función.

Hay aquí un componente que se suele crear a continuación: el afirmar que será muy difícil, y por consiguiente te resultará difícil, complejo, ya que estás creando una nueva dificultad, una nueva pared, un no pasaré esto. Y te aseguramos que no lo pasarás desde esta nueva versión que tú creas otra vez.

No estamos diciendo que es requisito indispensable que lo hagas con todos y cada uno de los pensamientos negativos que tengas (si son muchos aún), sino con todos los que puedas ir llevando. Si esto lo vas practicando a diario, irás viendo de forma cada vez más clara este sencillo y limpio proceso de ser más tú mismo, de estar y sentirte más en paz con todo lo que te rodea, de avanzar hacia un estado de libertad sin prerrogativas. Cuando estás inmerso en un estado de limpieza interna auténtica (y todos saben bien cuando hay algo que no funciona), todos tus potenciales avanzan más hacia ti mismo que es quien en definitiva ha estado viviendo por sí mismo (no hablamos de ego-centro con respecto a lo demás), ya que nadie puede vivir por otro u otros. 

Esto, que no parece tener relación con los pensamientos negativos, es algo muy importante a valorar, pues hay una enorme actividad hacia querer arreglarle la vida a los demás, cuando, en verdad, cada uno es libre de elegir el tipo de experiencias que quiera y, si no aprendes a respetar esto, volverás a crear resentimientos y negatividad de nuevo. Todo empieza en uno, todo es más sencillo. 


NO ERES LO QUE DICE LA MENTE, ERES LA PRESENCIA QUE OBSERVA.



LA VERDAD
Leticia R. Villaseñor & Javier G. Delgado