domingo, 26 de junio de 2016

El amor: Carta de Albert Einstein a su hija‏

A finales de los años 80, Lieserl, la hija del célebre genio, donó 1.400 cartas escritas por Einstein a la Universidad Hebrea, con la orden de no hacer público su contenido hasta dos décadas después de su muerte.


Esta es una de ellas… a Lieserl Einstein.

Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.

Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación.

Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.

Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.

El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.

Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.

Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.

Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.

Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta!”.

Tu padre: Albert Einstein

sábado, 25 de junio de 2016

Perdonarse a uno mismo


Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza.
Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás.
Eso nos deja libres a todos….
Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas.
Me niego a seguir viviendo en el pasado.
Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido amarme a mí ni amar a los demás.
Cada persona es responsable de su comportamiento, y lo que da, la vida se lo devuelve.
Así pues, no necesito castigar a nadie, todos estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también.
Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor.
Entonces me curo.
No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
Louise Hay

Yoga Nidra: Un viaje de la piel al alma

Yoga Nidra es un viaje. Un viaje de ida y retorno, siempre diferente y enriquecedor. Un viaje a lo más profundo de uno mismo del que se regresa renovado. Bucear a lo más profundo, a medida que uno va deshaciéndose por el camino de todos los ropajes.



En este viaje, vamos transitando espacios quizás no vistos antes; vamos alumbrando espacios de penumbra en nuestra mente con la luz de la consciencia. Un viaje en el que la mano que nos guía nos da confianza, seguridad y también libertad.
Como la metáfora india: con Yoga Nidra vamos descubriendo, desde la distancia de la consciencia, nuestro carruaje (el cuerpo físico), descubrimos el rostro del cochero (la mente), la potencia de nuestros caballos (las emociones) y, trascendiéndolos, nos instalamos en la paz del señor que habita este coche (la consciencia misma).
Yoga Nidra es uno de los métodos más efectivos para llegar al silencio interior, a la calma mental. Para habitarse desde lo esencialmente interno. Es una invitación a dejarse llevar, a indagar en la propia psique, a desdramatizar.
El aspecto más destacado en una sesión de Yoga Nidra es que quien participa no ha de hacer nada, salvo tumbarse en la postura más cómoda posible (o permanecer sentado confortablemente en una silla),  hacerse el propósito de no dormirse y dejarse portar por la voz que guía. Dejarse llevar como un niño que pasea de la mano de alguien en quien confía.
Una vez tumbados, la sesión recorre una a una las diferentes envolturas del cuerpo. Se guía una relajación física inicial para suavizar las tensiones superficiales. Posteriormente, un recorrido mental por todo el cuerpo, en el cual, el participante va poniendo toda su atención en los lugares del cuerpo mencionados y toma consciencia de ellos -quizás por primera vez-. La mente se va calmando. Observamos también la respiración: nuestra propia melodía vital, nuestra compañera de vida. Y, al contemplarla, también se va relajando.
El flujo energético se libera, el cuerpo se ha suavizado, la mente se recoge. Atendemos después a las sensaciones propuestas y pasamos a descubrir la sensación física que se halla detrás de una emoción. Vadeamos entre algunas de ellas. Y también se calman. Dejamos que nuestro subconsciente se haga presente, si es su voluntad, y lo observamos. Cuerpo, respiración, mente, emociones, están tranquilos. Aprendemos a observar nuestra pantalla psíquica, tomando consciencia de los propios procesos mentales. Con desapego. En este sentido, el viaje requiere además de paciencia, constancia y valentía.Hay que atreverse a mirar hacia dentro, conscientes de que podemos descubrir nuestras propias sombras; y eso exige valentía y, sobre todo, grandes dosis de amabilidad con uno mismo. En el tránsito de Yoga Nidra, uno aprende también a quererse y a practicar el perdón con otros y, en especial, con uno mismo.
Descubrimos así todos nuestros espacios, nuestros procesos y, sobre todo, ese lugar central que siempre está en calma, silencioso, acogedor. El lugar al que siempre podemos acudir para recogernos cálidamente en él.  Y cada uno aprovecha este espacio de absoluta calma para acceder al subconsciente enviándole un mensaje de fuerza, de intención, de vida.
Como facilitador de Yoga Nidra, es llamativo y enriquecedor observar el efecto transformador de la práctica. El facilitador sabe que sólo hará de guía, sin llegar a participar nunca de la experiencia íntima; pero el cambio de expresión en los rostros y en los ojos de los practicantes al regresar a lo externo desde su propio viaje interior, suele ser indicativo de que los paisajes transitados, bellos o no -pues no siempre la meditación es un camino placentero-, lo fueron desde una profunda paz. Ésta es la principal recompensa para el facilitador de Yoga Nidra.

Beneficios de Yoga Nidra

Son muchos los beneficios que aporta el Yoga Nidra y que actualmente la ciencia moderna  está avalando, entre ellos destacamos los siguientes:
–Beneficios físicos:
  • Mejora la calidad de vida en general.
  • Induce relajación profunda y permanente en cuerpo, mente y personalidad.
  • Ayuda a restablecer equilibrio interno.
  • Aporta consciencia corporal.
  • Rejuvenecimiento general de todo el organismo.
  • Genera distensión muscular y articular.
  • Equilibra el sistema endocrino.
  • Fortalece el sistema inmunitario.
  • Genera la secreción de endorfinas.
  • Armoniza los diferentes “relojes internos”.
  • Suaviza la expresión facial.
  • Mejora la eficiencia respiratoria.
  • Coadyuvante en el tratamiento de gran número de enfermedades psicosomáticas como hipertensión arterial, diabetes, asma, reumatismo, neurastenia, alergias y otras.
Beneficios en el sistema nervioso:
  • Equilibra el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales.
  • Equilibra el sistema nervioso autónomo (simpático-parasimpático).
–Beneficios mentales:
  • Relaja y descansa la mente.
  • Produce una percepción mental más profunda.
  • Induce el sueño en caso de insomnio.
  • Ayuda a generar una actitud mental positiva.
  • Potencia el proceso de aprendizaje.
  • Mejora la memoria.
  • Genera fluidez psíquica.
  • Reduce y elimina la ansiedad.
  • Centra la mente.
  • Es un proceso de purificación y limpieza psíquica.
  • Libera tensiones del subconsciente.
  • Ayuda a erradicar  problemas psicológicos arraigados: complejos, neurosis, inhibiciones, falta de autoestima,…
  • Despierta la intuición.
–Beneficios emocionales:
  • Induce calma emocional.
  • Produce alegría, bienestar, plenitud y serenidad.
  • Elimina bloqueos psicológicos, miedos, fobias, conflictos y otros.
  • Ayuda a desarrollar fuerza de voluntad.
  • Ayuda a identificar y controlar las emociones.
  • Genera auto-confianza.
  • Tranquiliza, aclara y profundiza la vida afectiva.
–Beneficios energéticos:
  • Aumenta la energía física y psíquica.
  • Desarrolla la consciencia pránica (consciencia del cuerpo energético).
  • Armoniza el flujo de la energía vital (prana).
–Beneficios espirituales:
  • Induce la meditación.
  • Despierta la inteligencia interna innata.
  • Desarrolla en conocimiento interno.
  • Produce el acercamiento al Yo.
  • Desarrolla nuevas facultades de percepción (intuición, sentimientos estéticos, empatía,…).
  • Ayuda a encontrar el sentido de la vida.


Ana Sesma Nuez y Jordi Isern Salvat

http://www.yogaenred.com/

Más allá del silencio interior

Hay una técnica de meditación muy importante y que a menudo ejecutamos en las clases de yoga mental que doy y que se llama la meditación del silencio o la meditación en el ser. Es por excelencia una valiosa técnica de introspección para crear un espacio interior de silencio y desarrollar la sensación o presencia de ser.


A través del silencio va uno abstrayéndose en la  sensación de sí para cultivar la consciencia pura y desnuda de ser. Para llevar a cabo esta técnica nos basamos en principio en tres requisitos:
  1. Desconectar durante unos minutos de los afanes, ocupaciones y preocupaciones de la vida diaria (por eso el mundo no se para).
  2. Ignorar los pensamientos, sin ni siquiera oponernos a ellos, tomándolos como nubes que vienen y parten pero que no nos arrastran.
  3. Poner toda la atención, energía e interés hacia uno mismo, para  interiorizarse, hacer un espacio de silencio interior y conectarse con uno mismo.
No se trata de desarrollar el pensamiento de ser, sino la sensación del soy-vivo-existo. Cada vez que la mente se exteriorice, hay que tomarla y volcarla hacia adentro, para ir sumergiéndose más y más en el silencio interior y zambullirse en la sensación de ser. Así uno paulatinamente va consiguiendo la detención del cuerpo y de la mente y se va dando, como dicen los yoguis de la India, “un baño de sí mismo”. Este ensimismamiento resulta tranquilizante y gozoso, inhibe los pensamientos y nos permite trasladarnos a la mente quieta.
Otra técnica muy antigua de interiorización y abstracción es la denominada “hallar refugio en el propio corazón”. No nos referimos al corazón como órgano fisiológico, sino a esa zona del pecho que todos sentimos tan cercana e íntima. Ramana Maharshi hablaba del “corazón espiritual”, centro de energía y sede del Sí-mismo que está al lado del corazón. El ejercicio consiste en tratar de interiorizarse en esa zona, colocando la atención mental en la misma y tratando de zambullirse en uno, retrayendo los sentidos y haciendo caso omiso de cualquier actividad mental. Como reza la antigua instrucción yóguica: “Cuando los pensamientos cesan, se revela la luz del Ser”. De hecho la primera definición de yoga por escrito es: “La supresión de los pensamientos”, pues de esa manera el meditador se va estableciendo en su naturaleza original.
Pero, con ser importante, esa inmersión en el silencio interior y la presencia de ser, resulta insuficiente. Es un método más de investigación de sí y autodesarrollo, pero tiene que estar necesariamente complementado por un trabajo más amplio y definitivo, como el establecimiento de la atención en la vida diaria, la ética genuina, el trabajo sobre las reacciones emocionales, la autovigilancia en el devenir diario, el control sobre las palabras y actos, el  autoconocimiento, el mejoramiento de la relación con los demás, el cultivo de la compasión y la lucidez. En suma, todo un trabajo sobre uno mismo que va mutando la consciencia. Hay además otras técnicas de meditación más allá de las del silencio interior que también es necesario practicar y que ayudan a desenvolver el entendimiento correcto o Sabiduría.
Por un lado están las técnicas de instrospección y ensimismamiento, que deben ser complementadas por técnicas de observación atenta e inafectada. Es necesario, de acuerdo a todos los sabios de Oriente, mantener la triple disciplina: la ética, la de unificación mental y la de desarrollo de la Sabidudría. La Sabiduría es la que permite ver las cosas como son y superar los engaños y corrupciones de la mente. La verdadera libertad interior brota de la Sabiduría.
El yoga es una senda directa hacia la Sabiduría, y la meditación la vía más directa hacia el Ser.

Ramiro Calle
http://www.yogaenred.com/

viernes, 24 de junio de 2016

Meditación de la Conciencia Pura


¿Qué es la Meditación de la Conciencia Pura?
La Meditación de la Conciencia Pura o MCP es una técnica mental simple y a la vez muy efectiva, que nos permite acceder niveles más profundos y sutiles de nuestra conciencia, y nos ayuda a conectarnos con nuestro Ser Esencial. La MCP Es un método de Meditación derivado de la Meditación Trascendental, que se combina con técnicas de Respiración Consiente como preparación y se complementa con una Técnica de Atención Plena en el final.
Uno de los méritos de este sistema es que se adaptó un método practicado en monasterios  de oriente a una técnica sencilla de realizar, muy efectiva y fácil de implementar en la vida cotidiana, que actualmente goza de un nivel de aceptación en el mundo entero.
Otra de las características de esta metodología es que su introducción en la sociedad se dio en una época en donde ha sido posible investigar y legitimar sus logros por medio de estudios científicos y de laboratorio.
Qué NO ES la MCP
  • no es una forma de reflexión intelectual
  • no es una técnica de contemplación
  • no es un mecanismo que requiera de concentración,
  • no es un mecanismo que utilice el control de la mente
La MCP no es una religión ni un sistema de pensamiento, no es un conjunto de normas de comportamiento, no implica una manera de vida particular, no requiere  de la fe ni de creencia, no hay que cambiar de hábitos. Por lo tanto, no entra en conflicto con nada de esto.  Lo que sí puede ocurrir es que a partir de la práctica sostenida de este tipo de meditación comiencen a darse cambios positivos espontáneos en distintas áreas de nuestra vida, luego explicaremos el por qué.
Qué es la MCP
  • una operación mental simple
  • una técnica de experiencia directa  (como la técnica para aprender un deporte)
  • sencilla, natural y sin esfuerzo
  • un sistema para reducir el estrés
  • un método para desarrollar el  potencial mental y el equilibrio físico del individuo.
  • un método para el desarrollo de estados superiores de la conciencia.
Se aprende fácilmente y se practica durante 15-20 minutos dos veces al día, sentándose cómodamente con los ojos cerrados.
La MCP es compatible con la toma de medicamentos y con todo tipo de terapias médicas y psicológicas.
Sebastián Alberoni
http://www.caminosalser.com/