miércoles, 8 de junio de 2016

EL NOBLE ÓCTUPLE SENDERO

Buda dijo: “Si realmente quieres liberarte debes practicar el Noble Óctuple Sendero. Siempre que lo sigas, la alegría, la paz y la clara visión estarán presentes.”

Es la cuarta Noble Verdad de Buda. El Sendero que conduce al cese del sufrimiento y a la experiencia del Nirvana, la liberación.
Es la práctica que uno debe seguir para alcanzar la cesación del sufrimiento.
Son normas de comportamiento, normas de conducta correcta, y como tales cada uno debe esforzarse por insertarlas en su diario vivir, para liberarse del sufrimiento y obtener la iluminación.
Es óctuplo porque posee ocho componentes.

Buddha dice lo siguiente: “Ésta, oh monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento. Simplemente este Óctuplo Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención Completa y Recta Concentración.”

La esencia de los millares de discursos en los que el Buda explicó su enseñanza de distintas maneras, está contenida en Las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Óctuple Sendero.
Este Sendero comprendido en la cuarta Noble Verdad es el Sendero Medio, llamado así por evitar los dos extremos; tanto la búsqueda de la felicidad a través de los placeres
sensuales, como la mortificación de uno mismo.
Estos ocho factores no son separados y deben desarrollarse simultáneamente, ya que todos ellos están estrechamente relacionados entre sí, y cada uno contribuye al cultivo de los otros.
También en el Noble Óctuple Sendero encontramos la naturaleza del interser, cada rama contiene las siete restantes. Utiliza tu inteligencia para aplicar los elementos del Noble Óctuple Sendero a tu vida cotidiana.

Este Sendero Medio es llamado el Noble Óctuple Sendero, ya que consta de ocho factores:


1. RECTA VISIÓN (samina ditthi):

Consiste principalmente en comprender profundamente las Cuatro Nobles Verdades.
Es mirar el mundo conscientes de que existe el sufrimiento, la inquietud.
Para luchar contra el sufrimiento es necesario detectarlo e identificarlo, y eso se hace aprendiendo a mirar la realidad tal cual es, con objetividad, no como nos gustaría que fuera.
Como estamos llenos de prejuicios y opiniones; abstraigámonos de ellos, ignorémoslos y llegaremos a identificar la verdadera situación que vivimos o nos aqueja.
No juzgar es la clave de la recta visión, y si juzgamos que sea en forma consciente y atenta.
Mirar la realidad de frente, sin posiciones, sin colores. La realidad es lo que es y no lo que parece. Lo que es, es.
En el fondo de nuestra consciencia tenemos semillas sanas e insanas. El entorno en el que vives puede regar tus semillas sanas pero también las insanas.
La práctica de ser conciente nos ayuda a identificar las semillas en el almacén de nuestra consciencia y a regar las que son más sanas.
La Visión Correcta es reconocer qué semillas son sanas y estimularte a regarlas.

Buda nos aconsejó no dejarnos engañar por lo que percibimos, dijo: “Donde hay percepción, hay engaño”. 
La mayoría de nuestras percepciones son erróneas, gran parte de nuestro sufrimiento surge de percepciones erróneas. Debemos preguntarnos una y otra vez “Estoy seguro?”. 
Hasta que no veamos con claridad, nuestras percepciones erróneas nos impedirán tener la Visión Correcta.
Nuestras percepciones están hechas de nuestras aflicciones: de deseo, ira, ignorancia, visiones erróneas y prejuicios. Que seamos felices o suframos depende en gran medida de nuestras propias percepciones.

Nuestra felicidad y la felicidad de los seres que nos rodean, depende de nuestro grado de Visión Correcta. 
La Visión Correcta es la visión que tenemos de la realidad de la vida.


2. RECTO PENSAMIENTO (samma sankappa):

Los pensamientos son las palabras de nuestra mente.
El Pensamiento Correcto hace que nuestras palabras se vuelvan más claras y beneficiosas.

Ya que el pensamiento conduce con frecuencia a la acción, necesitamos el Pensamiento Correcto para que nos conduzca hacia la senda de la Acción Correcta.
Pensar libres de sensualidad malsana, mala voluntad y crueldad. 
No miremos la realidad con los ojos de nuestras pasiones o creencias; mirémosla con la visión recta alcanzada. Estamos llenos de creencias que nos impiden pensar de manera recta, concreta.
Aprendamos a no juzgar o a juzgar conscientemente. 
Vivamos la vida que tenemos, no la pintemos con nuestras opiniones, ni a las situaciones (familiares, sociales, laborales) ni menos a las personas. La realidad es lo que es, y así también son las personas.
No juzguemos, que todo lo que creemos es lo que somos. Lo que es adentro es afuera. 
El pensamiento debe ser puro en su esencia y directo en su dirección. Si al pensamiento lo guían las creencias, lo perderemos en el camino.

Hay cuatro prácticas relacionadas con el Pensamiento Correcto:

1. ¿Estás seguro? 

Cuanto más errónea sea tu percepción, más incorrectos serán tus pensamientos, causándote un sufrimiento innecesario. Formúlate esta pregunta una vez tras otra.

2. ¿Qué estoy haciendo? 
Pregúntate esto a menudo para ayudarte a ser: aquí y ahora. Te ayudará a vencer el hábito de querer acabar las cosas rápidamente. Cuando estás realmente allí, hasta lavar los platos puede ser una experiencia profunda y placentera. Pero si lavas los platos pensando en otras cosas, estás perdiendo el tiempo y probablemente tampoco los estés lavando bien. Cuando tus pensamientos no te arrastren a ninguna otra parte y lo realices todo con plena consciencia serás feliz y una ayuda para mucha gente.

3. Hola energía de mis hábitos
Tendemos a dejarnos llevar por los hábitos, aunque nos causen sufrimiento. La adicción al trabajo es un ejemplo. En la actualidad nuestra manera de trabajar es más bien compulsiva y nos impide mantener un verdadero contacto con la vida. Necesitamos encontrar momentos para contemplar las flores y beber el té conscientemente. Cuando podamos aceptar esos arraigados pensamientos, los hábitos, sin sentirnos culpables por ellos, perderán la mayor parte del poder que ejercen sobre nosotros.

4. La bodhichita
Nuestra mente de amor. Es el profundo deseo de comprendernos a nosotros mismos para aportar felicidad a otros muchos seres. Es la fuerza que nos motiva a vivir de modo consciente.
Cuando la bodhichita es la base de nuestros pensamientos, todo cuanto hacemos o decimos ayudará a los demás a liberarse.

Buda enseñó que cuando surge un pensamiento insano debemos reemplazarlo por uno sano. 

La forma más fácil de evitar que surjan pensamientos insanos es vivir en un entorno saludable, en una comunidad que practica el vivir conciente. Vivir en un buen entorno constituye una medicina preventiva.


3. RECTAS PALABRAS (samma vaca):

Libre de engaño, insulto, malicia y estupidez. 
Las palabras tienen poder, lo que decimos creamos. Si insultamos, recibiremos insultos; si alabamos, seremos alabados.
Una pequeña situación manejable puede transformarse en un infierno solamente con una palabra mal o inoportunamente dicha. La armonía familiar o un buen negocio pueden desaparecer por no saber callar. Debemos tener siempre en cuenta de que las palabras tienen poder y que las consecuencias siempre van más allá de los actos.

Consciente del sufrimiento que causan hablar irreflexivamente y la incapacidad de escuchar a los demás, me comprometo a hablar con afecto y a escuchar con atención para aportar alegría y felicidad a los otros y aliviar su sufrimiento. 
Sabiendo que las palabras tienen el poder de provocar la felicidad o el sufrimiento, estoy decidido a hablar con veracidad, pronunciando palabras que inspiren auto-confianza, alegría y esperanza. No difundiré noticias de las que no esté seguro ni criticaré o condenaré nada de lo que no tenga la certidumbre. Me abstendré de pronunciar palabras que puedan causar división o discordia, o susceptibles de provocar la separación de la familia o la comunidad. Estoy decidido a hacer todo lo posible por reconciliar y resolver todo tipo de conflictos, por insignificantes que sean.

1. Hablar con veracidad; cuando algo es verde decir que es verde y no violeta.
2. No hablar con una lengua viperina; no decimos una cosa a una persona y otra distinta a otra persona. 
3. No hablar con crueldad. No debemos gritar, calumniar, maldecir, fomentar el sufrimiento ni crear odio.
4. No exagerar ni adornar lo que decimos. No debemos dramatizar innecesariamente haciendo que las cosas parezcan mejor, peor o más extremas de lo que en realidad son.


La práctica del Habla Correcta consiste en intentar cambiar nuestros hábitos para que nuestras palabras surjan de la semilla de Buda que tenemos en nosotros y no de las semillas insanas que han quedado por resolver.
El Habla Correcta se basa en el Pensamiento Correcto. Las palabras son nuestros pensamientos expresados en voz alta.
Cuando llevamos sufrimiento dentro, este se manifiesta a través de palabras que decimos sin pensar. Esto sucede en especial cuando no practicamos la Atención Correcta, entonces, no somos concientes del sufrimiento que se está acumulando en nuestro interior y decimos o escribimos cosas que no queremos decir.
Escuchar profundamente es la base del Habla Correcta.
Escuchar de manera compasiva es curativo.

Si nuestra manera de hablar causa sufrimiento innecesario, no es el Habla Correcta. La verdad debe presentarse de forma que los demás puedan aceptarla. Las palabras que lastiman o destruyen no son el Habla Correcta.
Considera tus palabras atentamente antes de decirlas, para que sean correctas en forma y en contenido. Si no eres capaz de hablar con serenidad, ese día no hables.
Para hablar conscientemente debemos practicar el silencio. En los momentos de silencio podemos observar con profundidad.



4. RECTA ACCIÓN (samma Kammanta):

Acción libre del asesinato, robo, adulterio, mentira e intoxicantes.
Nuestra vida debe ser un ejemplo para los que nos siguen. Nuestros hijos no reciben órdenes de nosotros, reciben patrones de conducta (nuestro ejemplo).
Es la práctica de sentir amor y evitar causar ningún daño, de practicar la no violencia con nosotros mismos y los demás. La base de la Acción Correcta es realizarlo todo conscientemente.


La Acción Correcta está estrechamente vinculada con cuatro de los 5 ejercicios de concienciación:

1. Respetar la vida. Consciente del sufrimiento que causa la destrucción de la vida, me comprometo a cultivar la compasión y aprender formas de proteger la vida de las personas, los animales, las plantas y los minerales. Estoy decidido a no matar, a no permitir que los demás maten y a no tolerar ningún acto de muerte en el mundo, en mis pensamientos y en mi forma de vivir.

2. La generosidad. Consciente del sufrimiento que causan la explotación, la injusticia social, el robo y la opresión. Me comprometo a cultivar el amor compasivo y a aprender formas de trabajar por el bienestar de las personas, los animales, las plantas y los minerales. Practicaré la generosidad compartiendo mi tiempo, mi energía y mis recursos materiales con aquellos que realmente lo necesiten. Estoy decidido a no robar ni a poseer nada que pertenezca a los demás. Respetaré la propiedad de los demás y no permitiré que nadie se aproveche del sufrimiento humano o del de las otras especies de la tierra. 
Debemos aprender a vivir con sencillez para no tomar más de lo que nos corresponde. Cuando hacemos algo para fomentar la justicia social, ejercemos la Acción Correcta.

3. La responsabilidad sexual. 
Consciente del sufrimiento que causa la conducta sexual incorrecta, me comprometo a cultivar la responsabilidad y aprender formas de proteger la seguridad y la integridad de las personas, las parejas, las familias y la sociedad. Estoy decidido a no involucrarme en relaciones sexuales sin amor. Para preservar mi propia felicidad y la de los demás, estoy decidido a respetar mis propias obligaciones y las de los demás. Haré todo lo posible para proteger a los niños de los abusos sexuales y para evitar que las parejas y familias se separen por una conducta sexual incorrecta.

4. Comer, beber y consumir conscientemente. Consciente del sufrimiento que causa el consumo indiscriminado, me comprometo a conservar en buen estado la salud, tanto física como mental, la mía propia, la de mis seres queridos, y la de la sociedad, haciendo la practica de comer, beber y consumir de forma conciente. Consumiré únicamente productos que mantengan la paz, el bienestar y la alegría en mi cuerpo, en mi consciencia, en el cuerpo colectivo y en la consciencia de la sociedad. Estoy decidido a no consumir alcohol ni ninguna otra sustancia intoxicante, ni a ingerir alimentos u otros productos que contengan toxinas. Trabajaré para transformar la violencia, el miedo, la ira y la confusión en mi mismo y en la sociedad, siguiendo una dieta adecuada.

(Ver ►Los 5 ejercicios de Concienciación)


5. RECTOS MEDIOS DE VIDA (samma ajiva):

Es la vida recta.
Para practicar el Medio de Vida Correcto debes encontrar una manera de ganarte la vida que no vaya en contra de tus ideales de amor y compasión.
Tu medio de subsistencia puede ser una expresión de tu yo más íntimo o una fuente de sufrimiento para ti y los demás.
Siendo concientes de cada momento, intentamos tener una vocación que sea beneficiosa para los seres humanos, los animales, las plantas y la tierra, o al menos que apenas sea perjudicial.
Vivimos en una sociedad en la que cuesta conseguir trabajo, pero si se nos presenta la posibilidad de trabajar en algo que perjudica la vida debemos rechazarla.
Un trabajo que implique matar, robar, una conducta sexual incorrecta, mentir, o vender drogas o alcohol no es el Medio de Vida Correcto. Si tu empresa contamina los ríos o el aire, trabajar allí no es el Medio de Vida Correcto.
La persona consciente evita un comercio perverso (adivinación, usura, armas, seres vivos, carne, intoxicantes y venenos) y se gana la vida por medios rectos.
La responsabilidad y el respeto deben ser las plataformas de nuestro accionar.
Las personas, las familias, las organizaciones, las empresas, las sociedades se guían por valores, no por órdenes.



6. RECTO ESF
UERZO (samma vayama):

Es la clase de energía que nos ayuda a realizar el Noble Óctuple Sendero. Si nos esforzamos en tener posesiones, sexo o comida, se trata de una diligencia errónea. Si trabajamos día y noche para obtener dinero, fama o para huir de nuestro sufrimiento, también es una diligencia errónea.
Con el esfuerzo recto se obtienen resultados rectos, se construyen grandes obras.
El esfuerzo recto provoca que los pensamientos sean la brújula de la acción. Hacer las cosas bien, la primera vez, desapegadamente al resultado, es la clave para un comportamiento exitoso. No nos preocupemos del guiso, pongamos la atención en los ingredientes y el guiso saldrá delicioso.


Las cuatro prácticas o cuatro partes de la Diligencia Correcta son: 
1. Evitar que germinen las semillas insanas en el almacén de nuestra consciencia si aún no han germinado.
2. Ayudar a las semillas insanas que ya han germinado a volver al almacén de nuestra consciencia.
3. Encontrar formas de regar las semillas sanas que no han germinado y pedir a nuestros amigos que hagan lo mismo.
4. Alimentar las semillas sanas que ya han germinado para que permanezcan en la mente conciente y se vuelvan más vigorosas.

Las cuatro partes de la Diligencia Correcta se alimentan con la alegría. Si el hecho de practicar no te causa alegría, significa que no lo estás haciendo correctamente.


7. RECTA ATENCIÓN (samma sati):

La Atención Correcta es la energía que nos hace regresar al momento presente. Cultivarla es cultivar el Buda que hay en nuestro interior.
Nuestra atención puede ser la correcta, como cuando permanecemos en el momento presente, o inapropiada, como cuando estamos atentos a algo que nos impide vivir el aquí y el ahora.
La Atención Correcta lo acepta todo sin juzgar ni reaccionar.
La atención consiste en recordar regresar al momento presente.
Mediante la atención se llega a la comprensión. Ver y comprender nace de nuestro interior.
Cuando somos concientes y sentimos profundamente el momento presente podemos observar y escuchar con profundidad, y los frutos son siempre la comprensión, la aceptación, el amor y el deseo de aliviar el sufrimiento y aportar alegría. La comprensión es la base del amor. Cuando comprendes a alguien no puedes evitar amarle.
Cuando la persona vive concentrada, atenta, sabe que el cuerpo, los sentimientos, la mente y los pensamientos son impermanentes y están sometidos al cambio y a la decadencia.
Nuestra acción debe estar basada en el conocimiento de que todo es cambio, y que incluso nosotros cambiamos a cada segundo. Por lo tanto, concentrémonos en el aquí y ahora.
No pensemos en el pasado, que ya no es reparable ni replicable (si es el caso), ni en el futuro, que aún no existe. Concentrémonos en lo que hacemos, no en lo que hicimos o pensamos hacer.


Los cuatro fundamentos de la atención: 1. Ser consciente del cuerpo en el cuerpoAl inspirar sé que vivo en mi cuerpo, al espirar le sonrío. Al practicar de este modo renovamos nuestro conocimiento del cuerpo y hacemos las paces con él. Debemos comenzar notando todas las posiciones y movimientos del cuerpo, permaneciendo totalmente en él, aunque lo estemos observando. Al sentarnos, levantarnos, andar o tendernos, sabemos que nos sentamos, levantamos, andamos o nos tendemos. A esta práctica se la denomina “reconocer simplemente.”
Reconocer todas las partes del cuerpo, desde la coronilla hasta la planta de los pies. A través de nuestra atención sentimos la nariz, la boca, los brazos, el corazón, los pulmones, la sangre y todo lo demás. Podemos realizar práctica de escuchar nuestro cuerpo mientras meditamos sentados o mientras estamos tumbados, puede llevarnos alrededor de media hora.

Percibir los elementos que componen al cuerpo: tierra, agua, fuego, aire.
El elemento tierra se refiere a las cosas sólidas. Estamos compuestos por más de un 70% de agua, entonces reconocemos el elemento agua que hay dentro de nosotros mientras meditamos. El elemento fuego es el calor tanto interno como externo a nosotros. Para que la vida exista se necesita calor. El cuarto elemento de nuestro cuerpo es el aire. La mejor manera de experimentar el elemento aire es hacer la práctica de respirar conscientemente.
 

2. “Ser consciente de las sensaciones en las sensaciones”. Las sensaciones pueden ser agradables, desagradables o neutras.
Cuando tenemos una sensación agradable tendemos a aferrarnos a ella y cuando es desagradable a rechazarla. Pero en ambos casos lo más eficaz es regresar a la respiración y observar simplemente las sensaciones identificándolas en silencio.
Todos tenemos emociones difíciles, pero si permitimos que nos dominen nos agotaremos. Las emociones se vuelven fuertes cuando no sabemos como tratarlas.
Cuando nuestros sentimientos son más fuertes que nuestra atención, sufrimos. Pero si practicamos la respiración conciente un día tras otro, la consciencia se convertirá en un hábito. No esperes a empezar a practicar cuando te sientas abrumado por un sentimiento. Quizá sea demasiado tarde.

3. “Ser conscientes de la mente en la mente”. Ser conscientes de la mente es percibir las formaciones mentales. Cualquier cosa que se forma es una formación. Una flor es una formación. Nuestra ira es una formación mental.
Algunas elevan el espíritu y nos ayudan a transformar el sufrimiento (formaciones mentales sanas y beneficiosas), y otras son pesadas y nos aprisionan en nuestro sufrimiento (formaciones mentales insanas o perjudiciales).
Hay formaciones mentales que en algunas ocasiones son sanas y en otras insanas, como la somnolencia, el arrepentimiento, el pensamiento inicial y el pensamiento desarrollado.
Cuando el cuerpo y la mente necesitan descansar, dormir es sano, pero dormir todo el tiempo puede ser insano. Cuando nuestros pensamientos nos ayudan a ver con claridad, son beneficiosos, pero si la mente está dispersa en todas direcciones, esa clase de pensamientos son perjudiciales.

4. “Ser conscientes de los fenómenos en los fenómenos” (los objetos de nuestra mente).Cada una de nuestras formaciones mentales debe tener un objeto. Si estás enojado, tienes que estarlo con algo o con alguien, y a esa persona o cosa la llamamos objeto de tu mente. Hay 51 formaciones mentales, por lo tanto hay 51 clases de objetos de la mente.


8. RECTA CONCENTRACIÓN (samma samadhi):

Consiste en cultivar una mente unidireccional.
Cuando practicamos la concentración activa, damos la bienvenida a cualquier cosa que llegue. No pensamos ni añoramos nada más. Simplemente permanecemos en el momento presente con todo nuestro ser.
Cuando practicamos la concentración selectiva elegimos un objeto en el que concentrarnos. Dejamos todo lo demás centrando nuestra atención en ese objeto.
No utilizamos la concentración para huir de nuestro sufrimiento, sino para estar profundamente presentes. Cuanto más alto sea el grado de concentración mejor será la calidad de nuestra vida.
Hagamos sólo una cosa en cada momento y hagámosla bien.
Evitemos la multitarea porque es perniciosa y hacemos muchas cosas pero ninguna bien.
Cuando comamos, dediquémonos a comer y no a hacer otras cosas en el mismo tiempo. Busquemos la calidad en todo lo que hagamos, y ésta se define como hacer las cosas bien la primera vez, sin que existan desperdicios ni retrocesos. Concentrémonos en el objeto de nuestro esfuerzo y el resultado será perfecto.

La Recta Concentración es la disciplina que nos conduce a las cuatro etapas de dhyana, o absorción.
En la primera etapa se abandonan los deseos y pensamientos apasionados e impuros, en la segunda, ya desaparecidas las actividades mentales, se desarrolla la tranquilidad y la "fijación unificadora de la mente", en la tercera surge la ecuanimidad consciente y en la cuarta desaparecen todas las sensaciones, tanto de dicha como de desdicha, de alegría y de pesar, permaneciendo en un estado de ecuanimidad y lucidez mental.

Este Noble Óctuple Sendero puede ser seguido, practicado y desarrollado por cada individuo. Es disciplina corporal, verbal y mental. Se trata de un Sendero que conduce a la aprehensión de la Realidad última, al logro de la liberación, de la felicidad y la paz, mediante el autodesarrollo moral, espiritual e intelectual.
En el Visuddhi-Magga (El Camino de la Purificación) del Venerable Buddhaghosa se compara a la verdad del sufrimiento con una enfermedad, la verdad del origen del sufrimiento con la causa de la enfermedad, la verdad de la cesación del sufrimiento con la cura de la enfermedad y la verdad del sendero que conduce a la cesación del sufrimiento (el Óctuple Noble Sendero) con la medicina.

Budismo y Thich Nhat Hanh

martes, 7 de junio de 2016

10 señales que prueban que tu alma ha reencarnado varias veces

La reencarnación no es sueño y a cada momento estás en contacto con este proceso. El ejemplo más evidente está en la naturaleza, que es cíclica. Así como llega el día, perece para darle espacio a la noche y una vez más vuelve a nacer para morir. Una planta florece, madura y muere, dejando a su paso semillas que darán vida a otro ser vivo de su misma especie. Es por eso que el humano ha adoptado este fenómeno y lo ha inscrito en sus propia vida.

Por ejemplo, el budismo no cree en la existencia de un alma individual y eterna. El ser humano es sólo transmisor de un incesante flujo, de una energía ininterrumpida, de “fuerzas” acumuladas durante existencias anteriores. La ley del Karma es el factor determinante de la existencia de un individuo. El hombre que muere renacerá en un estado agradable o desagradable, según las acciones que haya cometido en su vida terrenal.


 
Estas enseñanzas vienen escritas dentro del sexto libro de el Mahabharata, en especial en el episodio conocido como el Bhagavad Gita, donde una figura suprema llamada Krishna aconseja a un simple humano, Arjuna. La ideología sobre la vida y la muerte la expresa el gurú con las siguientes palabras:

“Igual que una persona se quita sus ropas usadas y se pone unas nuevas, también el alma encarnada abandona el cuerpo gastado y entra en una forma nueva para la manifestación. Las armas no pueden atravesar el alma. El fuego no puede quemar el alma. El agua no puede mojar el alma. El viento no puede secar el alma. Sabiendo esto, Arjuna, sé en un mero instrumento”.

Este cúmulo de ideas abren una gran puerta hacia lo complejo que es la muerte y la reencarnación para el espíritu humano, y aunque las palabras pasadas fueron de la ideología budista, a continuación se presentan algunas señales que todas las personas percibimos y que nos dicen que la vida es un enorme ciclo.

Sueños recurrentes


 
Los sueños son reflejo de la mente inconsciente, y aunque a veces soñar la misma escena puede ser síntoma de un trauma, también pueden resultar imágenes de tus vidas pasadas. Muchas personas afirman haber experimentado ciertos acontecimientos, visto personas en particular o tener consciencia de ciertos lugares que en su vida real no existen, pero de alguna manera se sienten identificados con ellos.  

Recuerdos espontáneos 


Hay muchos casos registrados de niños pequeños que tienen registrado en su memoria objetos o personas que llegaron a su mente de manera espontánea y que tiempo después, han sido comprobados como certeros o reales. Estos recuerdos podrían ser resultado de fantasías, malentendidos o incongruencias del pensamiento, pero al momento de saber que aquello sí existe de verdad, sólo afirma la conexión de vidas pasadas. 

Tener una fuerte intuición


La intuición es la capacidad de equilibrar la mente consciente e inconsciente para obtener una sabiduría que ayude en una situación específica, pero hay veces en las que esta fuerza sobrepasa lo natural y parece ser un acto de vidente. En el budismo existe un espacio llamado Nirvana, donde toda la energía fluye y el conocimiento se comparte. Tal vez de ahí surgen aquellos misteriosos saberes.

                                                                         Déjà vu


Todos han tenido esa extraña sensación de haber experimentado con anterioridad algún momento de la vida. A menudo un dèjá vu es provocado por los olores, sonidos, imágenes y sabores. Hay quienes sostienen que este acto es causa de una disonancia neurológica, otros afirman que refleja las posibilidades de otras dimensiones. Otro más, creen que revela un poco más de las vidas pasadas. 

Eres empático con otros seres

 


Siguiendo la línea budista, existe el principio de las 7 vidas, en el cual un humano tiene el derecho a reencarnar siete veces para obrar de la manera correcta. En estas vidas no siempre estás obligado a ser un humano, porque en repetidas ocasiones tu alma es depositada en la de un animal para aprender los principios básicos de la vida. Los seres muy empáticos pueden ser muestra de que han vivido en muchos cuerpos y por eso los respetan y los valoran.

Precongnición


También llamada como “visión del futuro” o “segunda vista”, la precognición es la capacidad de tener información de eventos futuros que por supuesto, desconocerías sin esta habilidad. Este acto no sólo engloba visiones, porque también puedes experimentar sensaciones físicas y emociones, así como en los sueños. Se podría pensar que este fenómeno rompe con las leyes físicas y demuestra cómo el espíritu viaja a través de diferentes dimensiones.

Retrocongnición

Es el caso opuesto del punto anterior. La información que obtienes del pasado sería la clara muestra de que viviste en otros cuerpos y lo que ahora vives es resultado de un acto de reencarnación.


Tienes gran afinidad por ciertas culturas de siglos pasados

Si te parecen atractivas ciertas culturas o periodos en el tiempo, podría ser porque aún hay en ti un “residuo” de tu vida pasada. Por ejemplo, si te interesa mucho la Primera o Segunda Guerra Mundial, quizá es porque estuviste en esa época de la vida y sufriste algún percance. Ahora tienes un misterioso impulso por saber más acerca de quienes te rodearon.



Sientes como si no pertenecieras a este mundo

gameover / reencarnar

Esa molestia sobre el mundo que te rodea, combinado con un anhelo de encontrar tu verdadero hogar, puede ser resultado del llamado de ese lugar místico donde todas las almas confluyen, porque dicen que las esencias que ya cumplieron con su misión y su ciclo tienen una necesidad básica por regresar a casa.



Miedos inexplicables o fobias insuperables

miedo / reencarnar

Muchos de los problemas que la gente sufre dicen que son residuos de alguna experiencia que no terminó de superarse y ahora se presentan a manera de enfermedad. Siguiendo esta lógica, también podría pasar que alguien sufran alguna fobia irremediable porque en vidas pasadas murieron o se enfrentaron a un acto muy duro que no pudieron superar. Los ejemplos pueden incluir el miedo a ahogarse o a visitar lugares específicos.



Si quieres abordar este tema desde un punto de vista científico, debes profundizar en el libro rojo.

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Si te parecen atractivas ciertas culturas o periodos en el tiempo, podría ser porque aún hay en ti un “residuo” de tu vida pasada. Por ejemplo, si te interesa mucho la Primera o Segunda Guerra Mundial, quizá es porque estuviste en esa época de la vida y sufriste algún percance. Ahora tienes un misterioso impulso por saber más acerca de quienes te rodearon.
 

Sientes como si no pertenecieras a este mundo


Si te parecen atractivas ciertas culturas o periodos en el tiempo, podría ser porque aún hay en ti un “residuo” de tu vida pasada. Por ejemplo, si te interesa mucho la Primera o Segunda Guerra Mundial, quizá es porque estuviste en esa época de la vida y sufriste algún percance. Ahora tienes un misterioso impulso por saber más acerca de quienes te rodearon.



Sientes como si no pertenecieras a este mundo

gameover / reencarnar

Esa molestia sobre el mundo que te rodea, combinado con un anhelo de encontrar tu verdadero hogar, puede ser resultado del llamado de ese lugar místico donde todas las almas confluyen, porque dicen que las esencias que ya cumplieron con su misión y su ciclo tienen una necesidad básica por regresar a casa.



Miedos inexplicables o fobias insuperables

miedo / reencarnar

Muchos de los problemas que la gente sufre dicen que son residuos de alguna experiencia que no terminó de superarse y ahora se presentan a manera de enfermedad. Siguiendo esta lógica, también podría pasar que alguien sufran alguna fobia irremediable porque en vidas pasadas murieron o se enfrentaron a un acto muy duro que no pudieron superar. Los ejemplos pueden incluir el miedo a ahogarse o a visitar lugares específicos.



Si quieres abordar este tema desde un punto de vista científico, debes profundizar en el libro rojo.

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Esa molestia sobre el mundo que te rodea, combinado con un anhelo de encontrar tu verdadero hogar, puede ser resultado del llamado de ese lugar místico donde todas las almas confluyen, porque dicen que las esencias que ya cumplieron con su misión y su ciclo tienen una necesidad básica por regresar a casa.
  
Miedos inexplicables o fobias insuperables

 
Muchos de los problemas que la gente sufre dicen que son residuos de alguna experiencia que no terminó de superarse y ahora se presentan a manera de enfermedad. Siguiendo esta lógica, también podría pasar que alguien sufran alguna fobia irremediable porque en vidas pasadas murieron o se enfrentaron a un acto muy duro que no pudieron superar. Los ejemplos pueden incluir el miedo a ahogarse o a visitar lugares específicos.

Fuente: culturacolectiva.com
Estas enseñanzas vienen escritas dentro del sexto libro de el Mahabharata, en especial en el episodio conocido como el Bhagavad Gita, donde una figura suprema llamada Krishna aconseja a un simple humano, Arjuna. La ideología sobre la vida y la muerte la expresa el gurú con las siguientes palabras:

“Igual que una persona se quita sus ropas usadas y se pone unas nuevas, también el alma encarnada abandona el cuerpo gastado y entra en una forma nueva para la manifestación. Las armas no pueden atravesar el alma. El fuego no puede quemar el alma. El agua no puede mojar el alma. El viento no puede secar el alma. Sabiendo esto, Arjuna, sé en un mero instrumento”.
Este cúmulo de ideas abren una gran puerta hacia lo complejo que es la muerte y la reencarnación para el espíritu humano, y aunque las palabras pasadas fueron de la ideología budista, a continuación se presentan algunas señales que todas las personas percibimos y que nos dicen que la vida es un enorme ciclo.

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lunes, 6 de junio de 2016

Silenciar los sentimientos puede poner en riesgo tu salud

¿Cuántas cosas reprimimos todos los días? Guardamos sentimientos como alguien que esconde un tesoro robado, sin embargo, no robamos sentimientos, por lo tanto, no tiene sentido ocultarlos de forma tan dura. Puedes engañarte o engañar a muchas personas haciendo el papel de una persona agradable o decir mentiras para no herir a tal o cual persona. Puedes esconderte de todo el mundo, pero tu cuerpo siente y reacciona a la agresión que has cometido contra él.




Si continúas con esa relación que no soportas más, con esa rutina que te quita tu alegría, con esas amistades que no te hacen sentir bien, tu cuerpo sentirá estas emociones y, como una batería, se cargará y almacenará esos sentimientos, hasta que un día explotes como una bomba atómica. De niños, nos vemos obligados a reprimir las emociones. Muchos padres enseñan que llorar es signo de debilidad, la masturbación es un pecado, el sexo es vergonzoso y tomar algo de placer es de gente sin vergüenza.
Desde muy temprana edad, vamos siendo castrados en nuestros sentimientos y emociones, y cuando podemos tomar nuestras propias decisiones relacionado con la sociedad. Mantenemos nuestra rabia, nuestra ira evitando hacer lo que realmente queremos; no abrazamos a nuestros amigos, no los besamos por vergüenza, porque nos sentimos ridículos. La chica no abraza a otra chica por miedo a ser llamada “lesbiana”, el niño no abraza a otro niño porque tiene miedo de ser llamado “gay” y los homosexuales ocultan sus sentimientos por temor a ser rechazados por la familia y la sociedad.
Así vamos almacenando sentimientos que tienen que salir de alguna manera, y por lo general, todas las emociones se convierten en ira y/o tristeza, una sombra que se esconde detrás de tu figura aparente. Cuanto más tiempo se sufre en silencio, más enfermo se está. De hecho, al final de cuentas, el mayor perjudicado eres tú.
El punto medio entre la necesidad de expresión y el silencio
Sabemos que el silencio es sabio, y siempre es bueno pensar antes de hablar, sobretodo ante algunas palabras ignorantes. Antes de hacer un comentario fuera de lugar o ante una expresión inadecuada, siempre es mejor cerrar la boca y actuar con más inteligencia antes que habla sin pensar. Pero hay que encontrar un equilibrio entre el silencio y la defensa de nuestras necesidades: Silenciar nuestros sentimientos y nuestros pensamientos permiten a la persona que está delante de nosotros no saber que nos está haciendo daño, aunque esté superando algunos límites.
Nadie puede adivinar los pensamientos de los demás, por eso si no decimos lo que nos duele o no nos duele, las demás personas no lo sabrán. Hay silencios sabios y sabias palabras. Saber cuándo callar y cuándo hablar es, posiblemente, la mejor habilidad que podemos aprender a desarrollar.
No se trata, de ninguna manera, de estar siempre callado o de decir siempre lo que tenemos en mente. Los extremos nunca son buenos. Mantén el equilibrio, pero recuerda siempre que ocultar los sentimientos nos puede hacer daño. Si permites que otros invadan tu espacio personal, al final, serás como una marioneta guiada por otro.
Las palabras silenciadas se convierten en enfermedades psicosomáticas.
No te sorprenderás al saber que la mente y el cuerpo están íntimamente relacionados y conectados. La conexión es tan grande que los expertos advierten que casi el 40% de la población sufre o ha sufrido en su vida alguna enfermedad psicosomática.
El nerviosismo, por ejemplo, altera nuestras digestiones, causa diarrea o el clásico dolor de cabeza. Muchos herpes labiales son provocados por procesos de alto estrés, el nerviosismo y la fiebre. Así que guardar silencio todos los días e interiorizar lo que sentimos y lo que pensamos en nuestro cuerpo genera una gran carga de ansiedad.
Piensa en todas esas palabras que no quieres decirle a tus padres o a tus amigos para no herir sus sentimientos. Ellos actúan contigo pensando que están en lo correcto, cuando en realidad es todo lo contrario. ¿Por qué no le dices la verdad?. Todo eso al final resultará en enfermedades psicosomáticas, migrañas, hipertensión, fatiga crónica, etc..
Di en voz alta tus palabras: la clave para el arrebato emocional
No tengas miedo de escuchar tu propia voz, y mucho menos de que otros también lo hagan. Es algo tan necesario como respirar, como comer o dormir. La comunicación emocional es ideal para nuestro día a día, para establecer relaciones más sanas con los demás, y, por supuesto, con nosotros mismos.
Consejos básicos para el éxito
Piensa que todo tiene un límite. Si no decimos en voz alta todo lo que pensamos y sentimos no estaremos actuando con dignidad, perdemos nuestra autoestima y el control de nuestra vida. En primer lugar, ten conciencia de lo que dices y lo que estás pensando.
•Decir lo que piensas no es hacer daño a nadie. Significa informar a la otra persona de una realidad que debe saber.
•No estar preocupado por la reacción de otras personas, no tengas miedo. Si te preocupas demasiado por lo que podría suceder, puedes prepararte antes de las posibles reacciones.
•Piensa las palabras para decir en voz alta lo que sentimos y pensamos es en realidad la mejor forma de liberación emocional que hay.
Practica sabiamente y cuida de ti mismo.

TRASCENDER EL EGO, ABANDONAR LA NEGATIVIDAD, DISOLVER LA INCONSCIENCIA


TRASCENDER EL EGO
A medida que uno crece, va formándose una imagen mental de sí mismo basada en su condicionamiento personal y cultural. Esta imagen mental es el ego.
El ego es tu actividad mental y sólo puede funcionar mediante el pensamiento constante.
El ego es creado por una identificación inconsciente con la mente. Es el falso Yo. Crees que eres este Yo, cuando en realidad eres Conciencia.
Para el ego, el momento presente no existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro.
Incluso cuando parece que el ego está en el presente, no ve el presente: lo percibe equivocadamente porque lo mira con los ojos del pasado.
O reduce el presente a ser un medio para un fin. Un fin que siempre reside en el futuro proyectado por la mente.

El momento presente contiene la clave de la liberación, pero no puedes encontrar el momento presente mientras seas tu mente.

Alcanzar la iluminación significa elevarse por encima del pensamiento. Es estar en el Presente, el Aquí y Ahora. Estar libre de pensamientos, de sentimientos, de tiempo, de dualidad. Es el total fluir de lo que Es.
En el estado de iluminación sigues usando la mente cuando la necesitas, pero de un modo mucho más enfocado y eficaz que antes. La empleas principalmente con fines prácticos, pero eres libre del diálogo interno involuntario, y vives en la quietud interior.
Cuando empleas la mente, y en particular cuando necesitas dar una solución creativa a algo, vas oscilando cada pocos minutos entre la mente y la quietud, entre la mente y la no-mente.
La no-mente es conciencia sin pensamiento.
Sólo la no-mente permite pensar creativamente, porque da al pensamiento un poder real.

La mente (ego), no es únicamente el pensamiento. Incluye también las emociones y las pautas de reacción inconscientes, tanto mentales como emocionales.
La emoción surge en el momento en que el cuerpo reacciona al pensamiento. Es el reflejo de la mente en el cuerpo.
Toda emoción es una reacción de tu cuerpo cuando hay identificación con el pensamiento. Es decir, cuando dejas de prestar atención al Presente y te sumerges en tus pensamientos. Esta acción es inconsciencia. Por esto, en la iluminación no hay emociones.
Si no puedes sentir tus emociones, si estás desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como un problema o síntoma físico.

Cuanto más te identificas con el pensamiento, con lo que te gusta o disgusta, con tus juicios e interpretaciones, es decir, cuanto menos presente estás como conciencia observante, más fuerte es la carga de energía emocional.

Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.
Si practicas así, todo lo que es inconsciente en ti, saldrá a la luz de la conciencia.

¿CÓMO PODEMOS ABANDONAR LA NEGATIVIDAD?

Soltándola. Reconociendo que no quieres sufrir el dolor o soportar la carga más y después dejándola ir.

Toda resistencia interior se experimenta como negatividad en una forma u otra. Toda negatividad es resistencia.
La negatividad va de la irritación o la impaciencia, a la rabia furiosa; de un humor depresivo o un resentimiento sombrío, a la desesperación suicida.
La negatividad es identificación con la mente, es inconsciencia. Es una resistencia al fluir de la vida. Niegas lo que es.
En cuanto sabes que no la quieres y no la necesitas, entonces puedes soltarla.
La única manera de poder abandonarla es aceptándola, siendo consciente de ella.
Ríndete a ella, sin poner resistencia, entrégate a ella y se disolverá.

El ego cree que por medio de la negatividad puede manipular la realidad y conseguir lo que quiere. Cree que por medio de ella puede atraer una condición deseable o disolver una indeseable.
Pero la realidad es que en lugar de atraer una condición deseable, impide que surja. En lugar de disolver una indeseable, la mantiene en su lugar.
La única función de la negatividad es que refuerza el ego y por eso al ego le encanta.
La negatividad es totalmente antinatural. Ninguna otra forma de vida en el planeta conoce la negatividad, sólo los seres humanos.
Observa cualquier planta o animal y permite que te enseñe la aceptación de lo que es, la entrega al Ahora. Deja que te enseñe a Ser.

Las emociones negativas recurrentes a menudo contienen un mensaje, lo mismo que las enfermedades.
La negatividad te recuerda que debes estar más presente.
Siempre que te des cuenta de que ha surgido alguna forma de negatividad en ti, mírala como una señal que te dice: "Despierta. Sal de la mente. Vive el presente".
Incluso la más leve irritación es significativa y debe ser reconocida y observada. En caso contrario, habrá una acumulación de reacciones no observadas.

¿CÓMO PODEMOS DISOLVER LA INCONSCIENCIA?

Hazla consciente.
Observa las muchas formas en que el desasosiego, el descontento y la tensión surgen dentro de ti a causa del juicio innecesario, de la resistencia a lo que es y de la negación del Ahora.
Todo lo inconsciente se disuelve cuando tomas conciencia sobre ello. Y para lograrlo, debes observarte a ti mismo.
Puedes preguntarte: ¿Estoy tranquilo en este momento? o ¿Qué está ocurriendo en mí en este momento?
Dirige tu atención hacia tu cuerpo. Si existe alguna tensión, observa en qué forma estás evitando, resistiéndote o negando la vida, el Ahora.
Debes estar al menos tan interesado en lo que pasa en tu interior como en lo que ocurre fuera.
Si tu interior está bien, lo exterior estará en orden. Si hay paz en tu interior, habrá paz en el exterior. Lo que es adentro es afuera.

Eckhart Tölle