sábado, 5 de marzo de 2016

Soltar. . . Dejar ir. . .

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO SOLTAR, DEJAR IR?

Antes de aprender a conseguir, deberíamos aprender a dejar ir. La vida está hecha para acariciarse, no para estrangularse. Tienes que relajarte.”



¿Por qué el corazón está tan ansioso por convertirse en lo nuevo mientras la mente no quiere dar ni un paso para cambiar? ¿Por qué estamos tan encariñados con nuestras estructuras mentales? ¿Por qué estamos tan apegados a nuestra zona de confort, incluso cuando se interpone entre nosotros y nuestra evolución?
¿Qué es estar a salvo? En cualquier momento estamos bailando entre la vida y la muerte, a un paso de hacer que nuestras vidas funcionen y a otro del desastre y el caos. Y sin embargo, la vida continúa, todo continúa.
¿Por qué seguimos aferrándonos a lo que tanto nos lastima?
El confort y la familiaridad son el pegamento que sostiene nuestro sentido del Yo. Pero también pueden obstruir y bloquear la entrada de una nueva luz.
Somos rápidos para juzgar aquello que no podemos entender, y lo hacemos para alimentar nuestra necesidad de control, ponemos todo en el lugar “correcto”. Pero ¿qué es lo correcto? y, ¿cuál es su lugar? Somos nuestros únicos paradigmas.
Nos sentimos miedosos ante lo desconocido, ante todo lo que se atreva a vivir libre y descaradamente fuera de nuestra zona de confort. Nuestra mente se marea con la sola idea de volar y lanzarse al vacío que se extiende entre lo que somos y en lo que podemos convertirnos.
¿Cuáles serían las señales de que es hora de dejar ir?
Esto debe ser simple, de verdad. Si algo no te da alegría, no es bueno para ti.
Pero, ¿Cómo distinguir entre las dificultades pasajeras y la crónica enfermedad de estar luchando con los gigantes invisibles que tú mismo has creado?
Aunque seamos capaces de manejar un estrés y una tristeza prolongada, estamos equipados para el éxtasis. Nuestras defensas pueden ser fuertes, pero no somos invencibles. Cuando estás constantemente privado de lo que impulsa tu evolución, simplemente te agotas. Cuando lo único que haces es retirar de la cuenta de tu corazón, es muy probable que termines en números rojos.
Somos fuertes, pero también frágiles. Somos eternos, pero mortales. Hay un límite, así como hay una parte de nosotros que es ilimitada.
Cuando algo/alguien constantemente te quita sin darte nada, es momento de dejar ir. Cuando alguien/algo no contribuye a tu vitalidad, sino que te mantiene esclavo de su percepción, miedo, condicionamiento, circunstancias, actitud y del paradigma del mundo entero, es momento de dejar ir.

Nuestro corazón va años luz por delante de nuestra mente.

Cada organismo en el cosmos (persona, animal, planta o la vida intracelular) está sujeta al libre albedrío. Esto significa que existe la posibilidad de que este organismo diga NO a su propio desarrollo, o que elija otra forma de desarrollarse que no esté de acuerdo con la tuya.
Y así es como se siente el Arte de Dejar Ir.
Al dejar ir, estás aceptando lo que es. Y al aceptar lo que es, estás respetando el derecho que cada organismo tiene de convertirse en sí mismo.
No puedes cambiar a las personas, ni las circunstancias, ni las situaciones. Sólo puedes alinearte con ellas. O no.
No puedes despertar a nadie. No puedes liberar a nadie que no se haya liberado a sí mismo. Lo único que puedes hacer es Ser. Lo único que puedes ser es libre, ser tú mismo.
Las personas con complejo de héroe, casi nunca son capaces de digerir esto. Y sienten que tienen el poder de abrirles los ojos a los demás, o de abrir sus puertas.
Y con el tiempo, en lugar de enfocarse en su propia aventura de ser ellos mismos, que es el único campo de acción, el único reino sobre el cuál tienen alguna autoridad, terminan queriendo que los demás hagan lo que ellos no son capaces de hacer.
1. Dejar ir no es renunciar. Dejar ir lo que ya no Eres, es valentía.
2. Dejar ir no es algo pasivo, sino algo activo. Hacen falta agallas y movimiento. Cuando dejas de evolucionar, dejas de moverte. Cuando dejas ir lo que se está interponiendo en el camino de tu evolución, comienzas a moverte de nuevo.
3. Dejar ir te hará libre.  Somos criaturas de hábitos y nuestros Yoes territoriales se pondrán en guerra cuando intentemos dejarlos ir. Nuestro cuerpo recuerda lo que nuestra mente desea olvidar.
4. Dejar ir es el más poderoso acto de fe. Hace falta valor para saltar a lo desconocido y confiar en que se tejerá una red para protegerte. Se requiere de esperanza y de un fuerte amor.
 5. Dejar ir es la manera de abrazar el cambio. Somos coleccionistas de momentos, hábitos, circunstancias, acontecimientos, gente que hemos conocido, amado y desamado, corazones que hemos tocado y corazones que nos han tocado. Todo lo que sé acerca de nosotros, es que somos cambio, que todo está en constante movimiento.
Nuestros cerebros y corazones son 73% agua, nuestros pulmones hasta un 83%. El resto de nosotros es 60% agua. ¿Qué es esa pesadez en el interior que se niega afluir? ¿Qué tipo de compuertas hemos construido alrededor de nuestro corazón que no pueden ser abiertas?
Bruce Lee decía:
Sé como el agua que se abre camino por entre las grietas. No seas tajante, pero adáptate al objeto, y encontrarás una vía alrededor o a través de él. Si nada dentro de ti se mantiene rígido, las cosas de fuera se revelarán a sí mismas. Vacía tu mente, sé sin forma. Sin forma, como el agua. Si pones agua en una taza, el agua se convierte en taza. Si pones agua en una botella, ésta se convierte en botella. Si la pones en una tetera, se convierte en tetera. Ahora, el agua puede fluir suavemente. Sé agua, amigo mío.
Andréa Balt/ http://semillassolares.com/

viernes, 4 de marzo de 2016

Meditar caminando - Caminar meditando

Se dice que alguien le pregunto al Buda ¿Qué es lo que tú y tus discípulos practican?
El les respondió: “Nosotros nos sentamos, caminamos y comemos”.
Entonces volvió a cuestionar: “Pero cualquiera puede sentarse, caminar y comer”.
A lo cual el Buda contestó: “Nosotros, al sentarnos, somos conscientes de estar sentados, al caminar, somos conscientes de estar caminando y al comer, somos conscientes de estar comiendo.”


Sri Sri Ravi Shankar nos recomienda hacer esta meditación al menos una vez a la semana, caminar con total consciencia de cada paso ¿Cómo hacerla?

1. No propósito.Al caminar no te enfoques en ningún propósito en particular.
Disfruta simplemente el hecho de caminar.
Date el permiso de disfrutar y observar intensamente sin ningún juicio … a cada paso que des.

2. Desapego.Despréndete de tus preocupaciones y ansiedades mientras caminas. Cualquier pensamiento que llegue a tu mente simplemente déjalo ir, una y otra vez.
Al entrar en esta dinámica de caminar conscientemente, no hay cabida para ningún otro pensamiento que no sea el de estar atento al presente.
Date permiso de simplemente caminar unos cuantos minutos … simplemente por el hecho de caminar.

3. Sonríe como Buda.Si dibujas una leve sonrisa en tu rostro, tal como lo hacia el Buda, mientras caminas, comenzarás a experimentar una profunda sensación de paz, serenidad y bienestar total.
“Al sonreír todo tu ser se renueva y tu práctica se fortalece.
No tengas miedo de sonreír.”

4. Respira conscientemente.Este es uno de los ingredientes más importantes de esta práctica.
Respirar conscientemente significa estar presente en cada inhalación y en cada exhalación.
Presta atención a tu respiración … mientras caminas. Si conoces la respiración ujjayi la puedes utilizar.

5. Cuenta tus pasos.Una buena ayuda al principio es, contar los pasos, cuando inhales y exhales.
Si en el momento de tomar aire ya llevas 4 pasos, cuenta mentalmente del 1 al 4.
Si al exhalar solo llevas 3 pasos cuenta del 1 al 3 sin intentar controlar o acompasar.
Pero de a poco ve soltando incluso el conteo

6. Camina como un rey.Date el permiso de caminar con seguridad como si fueras el soberano de este planeta.
Que cada paso que des, sea una afirmación o un mandato real, hacia la Paz y la Felicidad de la Tierra.

7. Camina cuando estés enfadado.En ocasiones cuando más necesitamos de estas herramientas es cuando más pretextos ponemos.
“No estoy de humor para eso”, “cuando se me pase el enfado lo haré”.
Sin embargo es en esos momentos en que más lo necesitamos.
Es por esto que cuanto más practiques estas técnicas, más fácil te hará hacer uso de ellas en el momento en que más las necesites.

8. Aprovecha el momento.
No existe el momento perfecto para caminar conscientemente.
No te limites a programar “un espacio” para meditar caminando.
Aunque lo ideal sería caminar por un sendero inspirador tomándonos el tiempo para realizarlo, tu realidad puede ser muy diferente.
Aprovecha cada momento del día para caminar conscientemente.
Cuando aparques tu coche camina hacia tu destino conscientemente.
Cuando estés en la calle, de camino a la parada del bus, en el centro comercial, simplemente 
recuerda sonreír y aprovecha el momento.

http://elartedevivires.org/

Respiración ujjayi o ujaji

jueves, 3 de marzo de 2016

El Mago

En todos nosotros existe un mago. Este mago lo ve y lo sabe todo. El mago está más allá de los antónimos luz y oscuridad, bien y mal, placer y dolor. Todo lo que el mago ve tiene sus raíces en el mundo invisible. La naturaleza refleja los estados anímicos del mago. Puede que el cuerpo y la muerte duerman, pero el mago siempre está despierto.



El mago posee el secreto de la inmortalidad. Los magos son videntes. ¿Qué es lo que ven? La realidad en su conjunto y no en sus muchas partes. Empecé a observar la energía que toda persona irradia. Para entonces, la disposición física de la carne y los huesos ya casi había perdido toda su importancia, y pronto vi mundos dentro de mundos en todas las personas con las que me encontraba. Entonces me percaté de que “toda cosa viva es el Universo entero, sólo que vestida con un disfraz diferente”.

Llegará un día en que te darás cuenta de que “Dentro de ti puede encontrarse el Universo entero, y entonces serás un Mago. Como mago, tú no vives en el mundo, sino que el mundo vive en ti”. Esta persona independiente de ti con la que parece que estás hablando no es independiente de ti. “Somos una única persona, y en el nivel donde somos una única persona, ninguno de tus problemas existe”.
Dedica tiempo a meditar no sobre lo que ves, sino sobre ¿por qué lo ves? La primera lección se reduce a lo siguiente: “Mira más allá de tu Yo limitado para ver tu Yo Ilimitado!"  Perfora la máscara de la mortalidad y encontrarás al mago. El mago está dentro de ti y solamente allí. Una vez le hayas encontrado, tú también serás un vidente. Pero lo que tú puedes ver se manifiesta en su momento, paso a paso. Antes de la visión está la sensación de que en la vida hay algo más de lo que estás viviendo. Es como una vocecita que susurra: “Encuéntrame”. La voz que llama está desprovista de emoción, es pacífica, contenta dentro de sí misma… y escurridiza. 

Es la voz del mago, pero es también tu propia voz.

Los aforismos de Merlín actúan con sutileza, como el agua que va penetrando la tierra. Esta primera lección habla de encontrar al “mago” y apreciar su punto de vista que es muy diferente del punto de vista que adopta la mente o las emociones. Las emociones sienten y reaccionan. Son inmediatas, como los tentáculos de una anémona de mar, que responden instantáneamente a las sensaciones.
El dolor causa contracciones emocionales; el placer hace que te extiendas y te sientas liberado. La mente en cambio, actúa de forma mucho menos inmediata. Lleva un inmenso fichero de recuerdos que revuelve de modo constante. compara lo nuevo con lo viejo y pronuncia un veredicto: esto es bueno, aquello es malo; esto vale la pena repetirlo, aquello no. Así pues, las emociones dan una respuesta inmediata, sin pensarlo antes, a cualquier situación de la misma manera que un bebé sonríe o llora espontáneamente.

La mente consulta su banco de recuerdos y da una reacción retardada. El “mago” no tiene ninguna de estas reacciones, ni la inmediata ni la retardada… Merlín sencillamente es. “Ve el mundo y le deja ser lo que sea”. Por consiguiente, “al aceptar el mundo tal como es, el mago lo contempla todo bajo la luz de la aceptación propia, que es la luz del amor”. Sin silencio no hay espacio para el mago. Sin silencio no puede haber ninguna apreciación real de la vida, que en sus tejidos interiores es tan delicada como un capullo de rosa cerrado. Cuando los mortales acudían a pedirle consejo a los magos, les empujaba el hecho de haberse fijado en que los magos no viven con miedo. Los magos aceptan, incluso reciben con alegría, lo que les sucede, sea lo que sea.

Mirad dentro de vosotros mismos, donde hay sólo paz. Así que el primer paso para entrar en el mundo de Merlín consiste en: “Reconocer que existe… eso es suficiente” Cabe que tus emociones participen en esta oleada de desconfianza, ansiedad aburrimiento, escepticismo, desprecio… lo que sea. No opongas resistencia a estos sentimientos. Son simplemente viejas y habituales maneras de escoger con cuidado. Tu mente adquiere importancia rechazando cosas desagradables.

Lo que cabe preguntarse es si las tácticas de la mente dieron resultado. Puede que logre hacerte inteligente, pero la “mente no reune las condiciones necesarias para hacer que te sientas feliz, satisfecho, en paz contigo mismo”. Merlín no discute con la mente. Todos los debates se generan pensando, y el mago no piensa. El mago ve. Y esa es la clave de lo milagroso, porque lo que “puedas ver en tu mundo interior harás que exista en el mundo exterior.

Deepak Chopra
El Camino de la Sabiduría