domingo, 31 de enero de 2016

Nunca es demasiado tarde


“Cuando se encuentran de repente sumergidas en situaciones complicadas, cuántas personas toman conciencia de su ignorancia, de su debilidad e impotencia ante los acontecimientos y se dicen: «¡Si lo hubiera sabido!…» Hubieran podido saberlo, porque en algún momento tuvieron buenas condiciones para aprender, para ejercitarse y reforzarse, y eran conscientes de ello. Pero descuidaron estas condiciones: abandonar los viejos hábitos exige demasiados esfuerzos; y otras actividades, otros proyectos les tentaban mucho más. ¡Y ahora se encuentran en un callejón sin salida!

Preguntaréis: «Y si hemos dejado pasar esas buenas condiciones, ¿ahora, es demasiado tarde? ¿Acaso ya está todo definitivamente perdido?»… 

No, nunca es demasiado tarde, el camino de la vida es largo, infinito y otras condiciones favorables os serán dadas en esta existencia o en otraProcurad entonces no dejarlas pasar, para que no tengáis que decir otra vez: ¡si lo hubiera sabido!…”

                                                                                                               Omraam Mikhaël Aïvanhov

http://www.prosveta.com/

Más allá. . .




Báñate en la inmensidad que se mueve y se despliega más allá de tu control, esa que trasciende toda comprensión. 

‘The Truth Contest’
http://presenciaconsciente.tumblr.com/

AQUELLO QUE SIEMPRE ERES


Hay algo que siempre está presente, es la consciencia. El hecho
de saber que eres, de ser consciente. En ese momento aparece el
pensamiento yo, el lenguaje, la mente y todo el mundo de las
ideas y las dualidades; el conflicto, el temor, el dolor, el placer,
etc. Todo esto forma parte del juego del yo, del juego de la
mente. No importa lo más mínimo que ocurra esto. No hay que
esforzarse por cortar con ello, por evitar que las cosas sucedan,
por reprender a la mente, etc. Todo lo que hagamos seguirá
entrando en ese juego.

Lo único real es que eres, que sabes que eres. Viendo eso
comprendemos la realidad primera, intocada y prístina, la
realidad fundamental. Sabemos que todo lo que surja después,
que todo lo que creamos que somos, que cualquier formulación
ya es de la mente. Sin embargo la conciencia no desaparece, es
el fondo bajo el que todo sucede, el gran silencio sobre el que
nacen todos los sonidos. El gran océano que ve nacer y morir
las olas infinitas. El mar está en calma o agitado, pero siempre
es el mar. Los sonidos cambian, la melodía siempre es otra,
pero el silencio es siempre el punto de partida, el mantenedor
de todo, lo único real y constante. Tú eres eso. Tú eres la
conciencia que siempre es. La luz de la conciencia. Lo demás no
importa, no te preocupes por ello, si sabes que eres.

Sé testigo del milagro de ser. No te esfuerces por ser esto o
aquello. Sé lo que eres, nada más. Sé el todo, no te conformes
con la parte. Si lo miras bien, afortunadamente, no tienes
opción alguna, siempre eres lo que eres. Darse cuenta de esto es
lo más evidente que puede ocurrir, es como mirarte en un
espejo y ver tu rostro directamente o señalar un árbol y ver el
árbol. Mira en tu interior y encuentra aquello que siempre está
contigo: la consciencia. Eso que está en ti por encima de todo
fenómeno cambiante, eso que está en todo, que todo lo penetra
e interpenetra. A esa consciencia total también se le llama
felicidad real y completa.

- José Manuel Martínez Sánchez