viernes, 22 de enero de 2016

Cuando la naturaleza habla

Pensamiento simiente 22 enero 2016: cuando la naturaleza habla

“Las maravillas infinitas del universo se nos revelan en la exacta medida en que somos capaces de percibirlas: la agudeza de nuestra visión no depende de cuánto seamos capaces de ver, sino de cuánto sentimos. Tampoco el simple conocimiento crea la belleza. La naturaleza interpreta sus canciones más exquisitas a aquellos que la aman. No desvela sus secretos a aquellos que solo vienen para satisfacer sus deseos de análisis, para recoger hechos, sino a los que ven en sus múltiples fenómenos sugerencias de sentimientos más delicados y elevados”.



Hellen Keller (1880-1968), “La puerta abierta” (1957),  Plataforma Editorial.
 Imagen: la Barranca, Madrid, 4 octubre 2015

El método de los Yoguis para superar estados negativos


Si creés que los pensamientos negativos son cosa de la vida moderna, producto del estrés, o que tu caso es único, quizás te estás equivocando. Este tipo de tendencias conviven en el hombre y lo acompañan desde tiempos inmemoriales.
Muchas culturas antiguas de Oriente, que se dedicaron con esmero a estudiar la  psiquis del ser humano, nos hablan de estos asuntos y ofrecen soluciones para un problema atemporal, que más o menos, tenemos todos.

En India, en el siglo II d.C. (algunos especialistas afirman que en el siglo II a.C.), aparecen los aforismos que condensan toda la sabiduría del Yoga, los Yoga Sutras de Patañjali. Patañjali plasma en su obra, de manera única, lo que los yoguis, grandes estudiosos del psiquismo humano, descubrieron: el mayor obstáculo del hombre está en su propia mente, desordenada y confusa, condicionada por las incontables impresiones de su inconsciente.
El Raja Yoga que presenta Patañjali, también llamado el Yoga Real, apunta directamente a la mente del practicante. Él, con infinita paciencia, se convierte en un escultor de su propia mente.

"El mayor obstáculo del hombre está en su propia mente, desordenada y confusa, condicionada por las incontables impresiones de su inconsciente."

Pratipaksha Bhavanam

Observa tus pensamientos, se convertirán en tus palabras.
Observa tus palabras, se convertirán en tus acciones.
Observa tus acciones, se convertirán en tus hábitos.
Observa tus hábitos, se convertirán en tu carácter.
Observa tu carácter, se convertirá en tu destino.
Mahatma Gandhi
El primer paso para transformarte en un alquimista de tu mente, es aprender a observarla, siempre de manera imparcial. Con la práctica de la observación de uno mismo, podemos tomar conciencia rápidamente cuando un sentimiento negativo, como puede ser la ira o el temor, pretende apoderarse de nosotros.
Pero con eso no alcanza, pues el cambio requiere un poco más de esfuerzo. Para revertir los sentimientos que nos perturban Patañjali nos brinda una ley muy importante, una clave para edificar el carácter y construir el propio destino. Para erradicar una tendencia limitante o negativa es necesario reflexionar constantemente en la cualidad opuesta.
Es muy difícil atacar directamente a sentimientos que están arraigados profundamente, pues son muy fuertes. Debemos sembrar las semillas de las cualidades opuestas y permitirles crecer. Lo negativo morirá por sí solo.

"Para erradicar una tendencia limitante o negativa es necesario reflexionar constantemente en la cualidad opuesta."

La razón de ésta técnica reside en que todas las tendencias tienen sus raíces en hábitos de pensamiento, en circuitos mentales que se repiten indefinidamente. Por lo tanto, el modo más efectivo para eliminarlos es reemplazar estas formas de pensamiento por  hábitos mentales completamente opuestos: cambiar pensamientos de odio por pensamientos de amor, de ira por paz, de temor por  valor, etc.
Los nuevos pensamientos crean canales mentales nuevos, por los cuales empieza a fluir energía fresca que debilita poco a poco hábitos y pensamientos que nos hacen mal. La cantidad de energía mental que necesitarás, dependerá de la fuerza que tenga el  hábito,  pero si ponés  tu corazón  y perseverás, la misión tendrá éxito.
El pensamiento tiene fuerza y poder. Aquello en lo que pensás será en lo que te conviertas.
Creá tu vida!

Fuentes
La conquista del temor. Sw Sivananda
La ciencia de la Yoga. I.K Taimni
El libro de lo Yogas. Ramiro Calle

Publicación original: Revista Ahora

Equilibrio

La mente busca el equilibrio porque considera que detrás de él, una vez conseguido, se encuentra oculta algún tipo de perfección. Al mismo tiempo, y por alguna extraña razón, la mente asocia también, junto con el concepto de equilibrio, la idea de ser algo estático e inmóvil. Sin embargo, todo ello bien poco o nada tiene que ver con el verdadero equilibrio.


El equilibrio se expresa a través del movimiento y no en la quietud. El funámbulo que camina sobre el alambre ha de estar en permanente movimiento si no quiere caerse. Al igual que el ciclista, que ha de pedalear sin cesar para generar movimiento si quiere mantenerse en equilibrio.
El equilibrio es dinámico por propia naturaleza. Nuestro universo está en equilibrio precisamente porque no cesa en su movimiento; al margen de estar en constante cambio. De ahí nace la percepción de la impermanencia, que es la ley que rige la realidad del mundo exterior, material y relativo.
Sin embargo, a la mente le gusta considerar que el equilibrio ha de ser algo estático, en vez de dinámico. La propia fuerza dinámica de la vida se expresa a través de una fuerza centrífuga hacia el exterior, y otra centrípeta hacia interior.
Desde luego, nos estamos refiriendo a los Gunas, las cualidades de la manifestación: Rajas, actividad; Tamas, pasividad; y Sattwa, equilibrio. Sin estas dos fuerzas contrapuestas -Rajas y Tamas- no podría existir la tercera fuerza que es neutra: Sattwa, el equilibrio.
Es en la cualidad Sattwa donde el equilibrio se manifiesta. Descubrir esta tercera fuerza es uno de los objetivos fundamentales de la práctica del Radja yoga a través de la observación inafectada que se produce durante la meditación sentada y en quietud.
Por este motivo, la práctica de la meditación se realiza instalado en una postura que cuida al máximo el equilibrio postural, generando un centro de gravedad, al tiempo que el cuerpo está sumido en una profunda relajación, mientras que los sentidos están proyectados hacia el interior y al mismo tiempo hacia el exterior, gracias a una mirada introvertida y extrovertida al unísono.

Equilibrio inmóvil, la paradoja

Paradójicamente, aunque el equilibrio se manifiesta en la actividad y la acción, durante el tiempo de práctica del Radja Yoga se invita a la inmovilidad. ¿Qué se trata de encontrar a través de la inmovilidad? Sattwa, la fuerza neutra donde el equilibrio deja de ser un concepto más para convertirse en experiencia.
Sattwa es la fuerza que no interviene hacia fuera ni hacia dentro, pero que sin embargo es la que permite la expresión del movimiento y de la quietud, tanto en el mundo exterior como en el interior.
La postura del despertar, instrumento fundamental del Radja yoga, utiliza el cuerpo a modo de receptor para que la consciencia se “dé cuenta” y descubra el fondo estático sobre el cual se manifiesta y desarrolla el principio dinámico, el fenómeno de la vida, del que todos formamos parte indivisible.
Cuando la percepción de la realidad física, visible, material y tangible que conforma el principio dinámico se aquieta, aparece el principio estático, lo Real, lo intangible e invisible. ¿Quién queda ahí para darse cuenta?


Emilio J. Gómez
(Fragmento del libro: Kevala Kumbhaka, entre el todo y la nada)
http://www.yogaenred.com/