viernes, 22 de enero de 2016

Equilibrio

La mente busca el equilibrio porque considera que detrás de él, una vez conseguido, se encuentra oculta algún tipo de perfección. Al mismo tiempo, y por alguna extraña razón, la mente asocia también, junto con el concepto de equilibrio, la idea de ser algo estático e inmóvil. Sin embargo, todo ello bien poco o nada tiene que ver con el verdadero equilibrio.


El equilibrio se expresa a través del movimiento y no en la quietud. El funámbulo que camina sobre el alambre ha de estar en permanente movimiento si no quiere caerse. Al igual que el ciclista, que ha de pedalear sin cesar para generar movimiento si quiere mantenerse en equilibrio.
El equilibrio es dinámico por propia naturaleza. Nuestro universo está en equilibrio precisamente porque no cesa en su movimiento; al margen de estar en constante cambio. De ahí nace la percepción de la impermanencia, que es la ley que rige la realidad del mundo exterior, material y relativo.
Sin embargo, a la mente le gusta considerar que el equilibrio ha de ser algo estático, en vez de dinámico. La propia fuerza dinámica de la vida se expresa a través de una fuerza centrífuga hacia el exterior, y otra centrípeta hacia interior.
Desde luego, nos estamos refiriendo a los Gunas, las cualidades de la manifestación: Rajas, actividad; Tamas, pasividad; y Sattwa, equilibrio. Sin estas dos fuerzas contrapuestas -Rajas y Tamas- no podría existir la tercera fuerza que es neutra: Sattwa, el equilibrio.
Es en la cualidad Sattwa donde el equilibrio se manifiesta. Descubrir esta tercera fuerza es uno de los objetivos fundamentales de la práctica del Radja yoga a través de la observación inafectada que se produce durante la meditación sentada y en quietud.
Por este motivo, la práctica de la meditación se realiza instalado en una postura que cuida al máximo el equilibrio postural, generando un centro de gravedad, al tiempo que el cuerpo está sumido en una profunda relajación, mientras que los sentidos están proyectados hacia el interior y al mismo tiempo hacia el exterior, gracias a una mirada introvertida y extrovertida al unísono.

Equilibrio inmóvil, la paradoja

Paradójicamente, aunque el equilibrio se manifiesta en la actividad y la acción, durante el tiempo de práctica del Radja Yoga se invita a la inmovilidad. ¿Qué se trata de encontrar a través de la inmovilidad? Sattwa, la fuerza neutra donde el equilibrio deja de ser un concepto más para convertirse en experiencia.
Sattwa es la fuerza que no interviene hacia fuera ni hacia dentro, pero que sin embargo es la que permite la expresión del movimiento y de la quietud, tanto en el mundo exterior como en el interior.
La postura del despertar, instrumento fundamental del Radja yoga, utiliza el cuerpo a modo de receptor para que la consciencia se “dé cuenta” y descubra el fondo estático sobre el cual se manifiesta y desarrolla el principio dinámico, el fenómeno de la vida, del que todos formamos parte indivisible.
Cuando la percepción de la realidad física, visible, material y tangible que conforma el principio dinámico se aquieta, aparece el principio estático, lo Real, lo intangible e invisible. ¿Quién queda ahí para darse cuenta?


Emilio J. Gómez
(Fragmento del libro: Kevala Kumbhaka, entre el todo y la nada)
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jueves, 21 de enero de 2016

Vence las preocupaciones y la ansiedad

Las instituciones médicas más prestigiosas, como Harvard Medical School, avalan y recomiendan las técnicas de Yoga y Relajación como tratamiento para superar definitivamente la ansiedad.


El ataque empezó, como casi siempre, por la noche. Lucía se había despertado sobresaltada y había ido a la oscura cocina repasando mentalmente la lista interminable de tareas que tenía que hacer al día siguiente: llevar a sus hijos al colegio, presentar un informe que no había tenido tiempo de terminar, hacer la comida, sacar al perro…
Pero no tuvo tiempo de repasar mentalmente toda la lista. De repente empezó a sentir que se le contraía el estómago, les sudaban las palmas de las manos, su respiración se hizo irregular y entrecortada, se sentía mareada… La ansiedad se había apoderado de ella.
Lucía tardó más de dos horas en recuperar la tranquilidad e hizo el firme propósito de aprender a canalizar y controlar sus reacciones de estrés y ansiedad. No se trataba de una opción. Se trataba realmente de una necesidad si quería compatibilizar su trabajo y su familia.
Al igual que Lucía, millones de personas en todo el mundo luchan por encontrar el equilibrio en una sociedad cada vez más exigente. Muchas de ellas encuentran la solución en las milenarias técnicas del Yoga y la Relajación.
Desde hace milenios los yoguis han explicado la necesidad de dominar nuestras mentes y cesar sus perturbaciones para así encontrar la paz interior y la salud física y mental. También el Buda explicó la importancia de controlar la mente y las preocupaciones para alejarnos el sufrimiento: los deseos, las expectativas sobre el futuro, los recuerdos del pasado, etc., nos mantienen presos del sufrimiento.

El yoga controla y reduce la ansiedad y el estrés

El yoga se ha estudiado desde la década de 1970 como un posible tratamiento para la depresión y la ansiedad. Recientemente, investigaciones realizadas por la Universidad de Harvard y recogidas en Harvard Mental Health, han demostrado que el yoga afecta positivamente a la respuesta al estrés y al estado emocional. La práctica de yoga hace que el cerebro libere unas sustancias naturales que actúan como potentes antidepresivos y ansiolíticos, constituyendo una gran promesa para la mejora de la salud de las personas.
Globalmente, la depresión golpea a más de 100 millones de personas. Cada año, esto desemboca en casi un millón de suicidios. Afortunadamente, existen muchos testimonios de cómo el yoga le ha salvado la vida a muchas personas.
Las técnicas efectivas de yoga son capaces de regular la respuesta al estrés al reducir la sensación de estrés y ansiedad. Esto, a su vez, disminuye la activación fisiológica -por ejemplo, reduciendo la frecuencia cardiaca, disminuyendo la presión arterial, y facilitando la respiración-. También existen evidencias de que la práctica de yoga ayuda a aumentar la variabilidad del ritmo cardíaco, un indicador de la capacidad del cuerpo para responder al estrés con mayor flexibilidad.
Investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Utah, Estados Unidos, han revelado que el yoga también afecta a la capacidad de tolerar el dolor.
Podría seguir exponiendo muchos otros estudios que demuestran los increíbles efectos positivos que el yoga tiene sobre el estrés y la ansiedad, pero lo mejor es experimentar por uno mismo y comprobar de forma personal cómo el yoga ayuda de forma eficaz a superar la ansiedad.
Ten fe en el propio esfuerzo y en la propia confianza. Con el poder de los pensamientos puedes determinar tu destino. – Swami Sivananda
Quiero compartir contigo este valioso ejercicio para que lo practiques cuando sientas que las preocupaciones y la ansiedad toman el control:

Ejercicio: Acepta que no puedes saberlo todo

Nos pasamos la vida opinando y escuchando opiniones, algo que puede ser una importante fuente de estrés. Cuando la incertidumbre te produzca ansiedad o agitación mental, practica este ejercicio para descansar en el “no saber”.
Siéntate en un lugar tranquilo, céntrate en tu respiración y haz una proyección hacia el futuro, ¿cómo será tu vida en diez años? La respuesta más probable es: “no lo sé”.
Acepta este desconocimiento y déjate llevar por la sensación liberadora. Después, archiva este momento y usa este “no saber” ante situaciones conflictivas.
Descubrirás que te relaja y que, poco a poco, logras superar esos instantes de angustia y preocupación.

Beatriz Recio.

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Mudra de desintoxicación

Este mudra está destinado a fomentar la desintoxicación del organismo a través de sus medios habituales, pero también para liberar al cuerpo y la mente de aspectos negativos, como el mal humor, pensamientos negativos o temores.


Se practica con las dos manos: coloca el pulgar en la pared interior de la tercera falange del dedo anular.

Por lo menos una vez al año, habría que llevar a cabo una cura depuradora del organismo, sin que importe demasiado que se haga en un magnífico balneario o en casa. Pero lo que sí es fundamental es que durante el tiempo que se realice, te cuides mucho y te permitas descansar todo lo necesario, sin olvidar incluir el suficiente ejercicio (pasear, yoga, ejercicios respiratorios). Lo más eficaz y suave es una dieta de arroz o patatas. Durante 3 o 4 días, por la mañana, toma una infusión de ortigas (Urtica dioica L.) y come pan de harina integral, que sea fácil de digerir; a mediodía y por la noche un plato de arroz o patatas con hojas de alguna verdura al vapor. Entre horas, bebe agua o toma infusiones. Cada dos días deberías administrarte una lavativa y de vez en cuando, reforzar la depuración con una cataplasma.

La cataplasma de patata, por ejemplo, es fácil de preparar y extrae literalmente las toxinas del organismo. Aplícatela como complemento de la cura de desintoxicación general sobre el hígado o los pulmones o también en las partes del cuerpo que te duelan. Cocer las patatas con piel y aplastarlas con un tenedor para formar una pasta. Envolverla en un paño de algodón y colocarla en el lugar elegido; cubrir la cataplasma y esa parte del cuerpo con un paño caliente. Dejar actuar durante unos 30 minutos.
Los días que dure la cura de depuración, conviene echarse y descansar de vez en cuando; es el momento ideal para practicar este mudra que ayuda a reforzar el proceso de desintoxicación. 

Aprovecha estos días para reflexionar acerca de lo que estás dispuesto a dejar de lado, aparte de las toxinas y deshechos de tu organismo: malos recuerdos, viejos rencores, hábitos, rasgos del carácter, miedos, etc. De esta manera, dejarás espacio para lo nuevo. ¿Qué será?

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EL DESAPEGO LLEVA A RELACIONES SANAS


Para tener una relación sana debemos aprender el desapego, pues no es recomendable estar con alguien por miedo a estar solo o para que nos haga feliz. Al escoger estar con una pareja debemos sentirnos felices y seguros solos o acompañados, así no cargamos la relación con expectativas que no permitirán su crecimiento.

El desapego o ‘soltar’ es una lección esencial de aprender, pero es un concepto difícil de asimilar y entender, por eso comparto algunos puntos que aclaran lo que es y lo que no es:


* Soltar no es mostrarnos indiferentes y actuar como que la otra persona no nos importa, sinohablar con honestidad y una vez expuesto lo que sentimos dejar que la otra persona escoja lo que siente en el momento.

* Soltar no es cortar los vínculos para alejar a alguien de mi vida, sino respetar a los demás como son y tomar conciencia de que no podemos controlar a nadie.

* Soltar no es ser pasivo, sino actuar sin expectativas y aprendiendo las lecciones que los acontecimientos presentan.

* Soltar no es sentirnos impotentes, sino saber que el resultado final está en otras manos y aceptar ese hecho.

* Soltar no es no planear nada, sino tomar el día y lo que nos sucede como se presenta y apreciarlo aunque sea diferente a lo que planeamos.

* Soltar no es abandonarnos y actuar como que nada me importa, sino aceptar que aunque tengamos debilidades y temas por sanar daremos lo mejor de nosotros mismos.

* Soltar no es no hacer nada por nadie, ni hacerlo todo, sino comprometerse con ellos, darles el coraje y el apoyo necesario para que alcancen su potencial, pero honrar lo que finalmente escojan hacer.

* Soltar no es desechar el pasado y lo que hemos aprendido de él, sino crecer en el presente para lograr un mejor futuro.

* Soltar es dejar que cada uno se haga cargo de su propio destino.

* Soltar es aceptar a los demás con sus luces y sus sombras.

* Soltar es aceptar lo que la vida nos trae.

* Soltar es liberar la resistencia a lo que no deseamos experimentar.

* Soltar es liberar las expectativas, tanto las positivas como las negativas.

* Soltar es amar sin imponer condiciones.

Cuando ya hayas logrado el desapego, la vida te regresará a aprender a estar con alguien. Porque, a veces, llegamos a sentirnos tan bien solos que entonces nos da miedo abrir el corazón al amor y volver a sentirnos vulnerables.

Aprender el verdadero desapego requiere asumir el riesgo de estar feliz con alguien y sin ese alguien.


Annete Ruiz

3 ejercicios de respiración para relajarse en 10 minutos


La respiración es uno de esos procesos que realizamos de forma completamente automática, sin prestarle atención. Sin embargo, se trata de una función que podemos controlar y que tiene un impacto enorme sobre nuestro metabolismo y psiquis. De hecho, cuando respiramos profundamente, de forma acompasada, podemos regular el ritmo cardíaco, disminuir la presión arterial y promover una sensación de calma y bienestar que disminuya la ansiedad y el estrés.

Sin embargo, respirar bien no es tan fácil como parece, sobre todo porque llevamos años respirando mal. La mayoría de nosotros respiramos de forma superficial, no tomamos demasiado aire y lo expulsamos inmediatamente. La buena noticia es que podemos aprender a respirar mejor con sencillas técnicas de respiración que puedes aplicar en cualquier lugar, para reencontrar la calma cada vez que lo necesites.

1. Samavritti Pranayama (Respiración equitativa)

¿Para qué sirve? Es una técnica sencilla pero muy eficaz para calmar la mente, aumentar la concentración, oxigenar el cuerpo y fortalecer los músculos involucrados en la respiración.
¿Cómo se hace? Para empezar, siéntate con la espalda erguida y cierra los ojos. Respira profundamente durante un par de minutos, sin preocuparte por la técnica. Luego, inspira contando mentalmente hasta 3, retén el aire en los pulmones contando hasta 3, expira contando siempre hasta 3 y mantén los pulmones vacíos contando hasta 3. Lo más importante es mantener el mismo tiempo para las cuatro fases, por lo que si al inicio no puedes llegar hasta tres, hazlo solo hasta dos, poco a poco podrás ir aumentando el tiempo, pero sin forzarte demasiado.
¿Cuándo funciona mejor? En cualquier momento y en cualquier lugar, aunque es una técnica muy eficaz antes de acostarse. De hecho, si tienes problemas para dormir, se trata de un ejercicio de relajación perfecto ya que el clásico truco de contar ovejas podría distraerte demasiado de tu objetivo.

2. Respiración abdominal o diafragmática

¿Para qué sirve? Este ejercicio de respiración se basa en el movimiento del diafragma, que al bajar hacia el vientre succiona aire a los pulmones y al subir expulsa el aire hacia estos. De hecho, se denomina respiración abdominal porque cuando el diafragma baja, empuja los órganos del abdomen y este se hincha. Esta técnica de respiración estimula la oxigenación de la sangre, masajea los músculos abdominales, ayuda al tránsito intestinal y es muy relajante.
¿Cómo se hace? Acuéstate boca arriba y coloca una mano en el pecho y la otra sobre el vientre. Expulsa el aire dando pequeños suspiros, para eliminar el aire residual de los pulmones. Ahora inspira profundamente por la nariz, llevando el aire hacia el abdomen, como si quisieras empujar la mano que has colocado sobre éste. Retén el aire durante unos segundos y luego expúlsalo relajando el vientre, sentirás como tu mano baja. Quédate unos segundos con los pulmones vacíos, sintiendo cómo te relajas, y cuando sientas nuevamente el impulso de inspirar, hazlo profunda y lentamente. La meta de la respiración diafragmática es hacer 10 respiraciones lentas profundas por minuto, durante 10 minutos cada día.
¿Cuándo funciona mejor? Este ejercicio de respiración es muy eficaz para lidiar con las situaciones estresantes ya que cuando tengas práctica, no necesitarás estar acostado, puedes hacerlo sentado o incluso de pie.

3. Nadi Shodhana (Respiración alterna equilibrante)

¿Para qué sirve? Este ejercicio de respiración es ideal para generar un estado de calma y bienestar. También equilibra ambos hemisferios del cerebro, nos libera de las tensiones cotidianas, alivia la fatiga y desbloquea la energía de los canales energéticos del cuerpo.
¿Cómo se hace? Siéntate con la columna recta y los hombros relajados. Coloca la punta del dedo índice y del dedo del medio de tu mano derecha entre las cejas, el dedo anular y el meñique en la fosa nasal izquierda, y el pulgar, en la fosa nasal derecha. El anular y el meñique se usan para abrir o cerrar la fosa nasal izquierda y el pulgar para la fosa nasal derecha. Presiona el pulgar sobre la fosa nasal derecha y exhala suavemente a través de la fosa nasal izquierda. Ahora respira por la fosa nasal izquierda y luego presiona suavemente la misma con los dedos anular y meñique. Retira el pulgar derecho de la fosa nasal derecha y exhala por ésta. Inhala desde la fosa nasal derecha y exhala desde la izquierda. Así habrás completado una ronda completa. Ahora continúa inhalando y exhalando alternando las fosas nasales. Lo ideal es que completes nueve rondas.
¿Cuándo funciona mejor ? Cuando necesitas una dosis extra de energía, por lo que no se recomienda su práctica antes de acostarte. De hecho se trata de una técnica para desbloquear la energía y aumentar el nivel de concentración y actividad. Es el equivalente a beber una taza de café.

Psicologia/Jennifer Delgado