viernes, 30 de octubre de 2015

Belleza, Verdad y Bondad

¿Qué son las tres joyas?
Según dicen las enseñanzas, cuando tomamos refugio en las tres joyas del budismo, estamos actualizando un acto de confianza y entrega en Buda, Dharma y Sangha (dicho en términos más occidentales: Belleza, Verdad y Bondad respectivamente), lo cual significa abrirse a nuestra auténtica naturaleza, que se manifiesta en el exterior como siendo las tres joyas. La devoción o entrega a ellas va disolviendo y purificando las obstrucciones que surgen de identificarnos con nuestro ego. La devoción nos recuerda la humildad ante la inmensidad que nos rodea y nos contiene (“el mar, el tiempo, alrededores de lo que no podemos medir y nos contiene”), pues la escalera de la vida carece fundamentalmente de un “yo”, ya que ninguno de sus peldaños posee una sensación de identidad inherente, sino que es el “yo” quien se identifica con los peldaños, generando ese apego y rechazo que va configurando los estadios de desarrollo del ego. Y así es hasta que finalmente -en un salto al vacío- el yo deja de lado la escalera: dentro y fuera, sujeto y objeto, forma y vacuidad… pierden entonces todo su significado.


Tal como yo lo entiendo, esto puede verse como el despliegue de la forma y la vacuidad enervados por el amor-compasión. Esto es para mí el yoga y la meditación: una experiencia unitiva y de no dualidad. Como se dice en la Prajñaparamita, “la forma es el vacío, el vacío es la forma; no hay vacío aparte de la forma y no hay forma aparte del vacío”. En este sentido, cada sonido será una resonancia natural de lo inexpresable y cualquier pensamiento es como el gozo vacío de la unidad de la compasión y la vacuidad. En el momento en que uno reconoce la vacuidad de los fenómenos se eleva en nosotros una compasión universal y no conceptual por todos los seres inmersos en el océano del sufrimiento samsárico a causa de nuestro apego al mundo exterior y al propio ego . Creo que la práctica de la meditación y el yoga es un buen entrenamiento en la toma de conciencia, en la re-sacralización de la vida; es un trabajo que ha de trascender las múltiples facetas del egocentrismo integrando en cada aspecto de la vida cotidiana las nociones de vacuidad de existencia independiente del yo y de los fenómenos por un lado, y la de Bodhichita en tanto amor y compasión, por otro lado. 

Siguiendo el proceso de unión armoniosa entre Espíritu y Materia (“el espíritu es la metáfora de la infinitud de la materia”), bien podríamos decir que la compasión es vacuidad en acción, mientras que la vacuidad es compasión en contemplación. Por otro lado, el hecho de considerar a todos los seres a través de la óptica del amor incondicional constituye un requisito esencial para llegar a percibir la pureza de lo relativo, de la forma, de lo que nos rodea (algo que los vehículos tántricos y la práctica del vajrayana llevan a la práctica mediante la visualización de las deidades; las cuales desempeñan en el plano de la forma el mismo papel que los mantras en el plano del sonido). Esta consciencia se enriquece con la apertura hacia lo otro, con el amor despierto, lúcido.

Esto nos descubre el significado de la impermanencia: la vida ya estaba ahí antes de que llegáramos nosotros. Ella siempre ha estado fluyendo. Ésta es la lección de rendimiento que nos regala la vida: una humildad gozosa, no resentida. ¿Por qué no dejarnos fluir sintiéndonos unidos a cada partícula de vida? Dejémonos penetrar. También nosotros somos una metáfora de la infinitud del Espíritu, una metáfora donde la Vacuidad se reencarna cada vez que un ser humano (el sabio, la naturaleza búdica de todo ser) suelta la escalera. Aquí radica la suerte de poder situarnos devocionalmente ante las tres joyas, actualizando e integrando las enseñanzas para compartirlas con los demás y juntos recrear el templo divino.

La sabiduría es la recreación unificada (no fragmentada en compartimentos estancos, como ha pretendido la modernidad) de las dimensiones estética, científico-cognitiva y moral; es una metáfora que integra ese movimiento incesantemente creativo donde “todo yo (Buda o Belleza) se convierte en Dios, todo nosotros (Sangha o Bondad) se transforma en la más sincera veneración a Dios y todo ello (Dharma o Verdad) se convierte en el templo más resplandeciente de Dios” .

Me gustaría hacer una reflexión sobre la profunda correspondencia existente entre yo-belleza-buda, sociedad-bien-sangha y otredad-espíritu-dharma:


La sabiduría es ser yo, la sabiduría es ser nosotros, la sabiduría es ser lo otro.
La sabiduría es Belleza, la sabiduría es Bien, la sabiduría es Espíritu.
La sabiduría es Buda, la sabiduría es Sangha, la sabiduría es Dharma.

Quizá a partir de esta reflexión podamos atisbar la figura del sabio más nítidamente:
Sabio es quien ha integrado mente, cultura y naturaleza (budha, sangha y dharma) o, lo que es igual, quien reconoce en esas tres facetas los diferentes rostros del Espíritu o Vacuidad y sintoniza con Él o Ella, respetando por igual la Belleza, la Bondad y la Verdad, que es lo mismo que saber integrar esas otras joyas de nuestra cultura occidental: la estética, la ética y la ciencia. Estas joyas fueron fatalmente fragmentadas por la modernidad, y es tarea de nuestro tiempo y de todos nosotros reintegrarlas. Sabio es quien ha sido capaz de descubrir la mentira del ego, ésa que nos inculcó el sentimiento de una identidad separada. Sabio es quien descubre que el yo último (Belleza) es la naturaleza búdica, y que todo “yo”, todo ser sensible, participa de esa naturaleza búdica. Todos somos miembros de la asamblea de todos los seres (Sangha): ésta es la dimensión ética, la bondad última.

Nos dejamos empapar de espacio, como la caracola se inunda de mar, para dejarnos vaciar por la Vacuidad (interdependiente y no dual) y ésta –o el Espíritu- pueda verse a través de nosotros, que no somos más que claridad inseparable de la luz que la engendra. Esto es para mí la meditación: acostumbrarse a ser una ola que surge en el océano para reabsorberse en el mismo océano. La meditación sirve para “acostumbrarnos” a ser conscientes de ese vaivén de la infinitud de la cual somos una fugaz metáfora. ¿Qué son sino nuestros pensamientos y emociones?
“Conocerte o estudiarte a ti mismo es olvidarte de ti mismo y si te olvidas de ti mismo todas las cosas te iluminan”, decía Dogen.

(Javier en Budismo Tibetano)

jueves, 29 de octubre de 2015

Amar Concientemente

Amar concientemente es una de las experiencias más maravillosas que podamos imaginar, porque sin conciencia, el amor queda reducido a un acto animal que agota, mientras que vivido con conciencia, desde el corazón, es fuente de felicidad y energía. Podemos vivir la vida desde distintos niveles de conciencia. Cuanto más profundo es el nivel de conciencia en el cual vivamos, más profunda y gratificante sera nuestra vida.

Amar no es desear, atraer o sufrir; amar es expandir nuestra propia conciencia. Amar es estar por encima de la separatividad, de la dualidad, del temor y del miedo. San Agustín decía: 'Ama y haz lo que quieras'. Ello quiere decir que cuando amas eres libre y puedes hacer lo que quieras. También puedes hacer lo que quieres (o lo que crees que quieres) sin amor; pero entonces estás reaccionando y el verdadero amor, el Amor Consciente, no es reacción, sino continua creación..

El amor es lo que nos proporciona la alegría de vivir, es la sal de la vida y ello por una razón muy sencilla, a saber, que la vida es expansión de la conciencia. Sin amor, la vida está bloqueada, no tiene sentido, o al menos no tiene sentido para el que no ama. Parecería como si sin amor viviéramos en tinieblas. Cuando amamos estamos transmitiendo aquello que todo el mundo está consciente o inconscientemente, buscando; por ello mismo cuando amamos se nos abren las puertas de los milagros.

Todos podemos vivir una vida amorosa más rica y plena si aprendemos a amar con más conciencia. No se trata de llegar a una meta determinada, sino de crecer, de crecer por dentro, irradiando aquello que está en el interior de todos los hombres, aquello que llamamos Amor. El Amor es el sentimiento de Unidad y Conciencia que está dentro de tu Corazón. Cuando amamos a alguien estamos en contacto con el Amor universal que esta dentro de cada uno de nosotros y lo irradiamos a nuestro alrededor.

Si queremos llegar al Amor universal, comencemos amándonos a nosotros mismos y a quienes nos rodean desde el Corazón. El Amor Consciente es un logro importante que puedes obtener mediante la práctica de los siete principios siguientes. Se trata de patrones de conducta que aumentarán tu nivel de conciencia y harán que todo lo que vivías, incluido el amor,  adquiera más conciencia.

1. Trabajar por tu Paz Interior
Todo, en esta vida depende de cuán grande sea el nivel de tu paz interior. Cuanto más en paz estés contigo mismo, más en paz estarás con cuanto te rodea y cuanto más armónicamente vivas contigo mismo, más en armonía estarás con los demás. La paz interior no es solo un logro que te llenará mucho más que la satisfacción de cualquier deseo: es el estado original del hombre a partir del cual la vida se convierte en un milagro permanente.

2. Aprender a Perdonar
El secreto para ser feliz se halla en el perdón. Cuando perdonamos a aquellos que nos han causado daño, en realidad estamos sanando nuestra relación con nosotros mismos. El perdón lo resuelve casi todo; perdonar es la clave de la evolución. El perdón es la magia porque te libera del resentimiento y de los patrones erróneos que te hacían infeliz. Cuando perdonamos se producen toda una serie de cambios en nuestro organismo y en nuestro corazón que hacen que vivamos la vida con una plenitud creciente. Perdonar es abrir tu Corazón a los efluvios del Amor Universal.

3. Amarte a ti mismo
Cuando nos amamos a nosotros mismos, aparecen los milagros en nuestras vidas. Es absurdo querer emprender un camino de amor consciente si antes no te amas a ti mismo. Amarse a si mismo es no juzgarse con dureza, perdonarse y concederse capricho de vez en cuando. Amarse a si mismo es algo mas; es Aceptarse y Aprobarse tal cual somos porque sabemos que somos perfectos. La vida entonces se convierte en una discreta pero maravillosa sucesión de pequeños milagros. A medida que practicas el amor consciente hacia ti mismo, te das cuenta que tu salud mejora, que tus amigos te hacen más caso, tus relaciones son más satisfactorias y toda tu vida se torna más creativa. Amándote a ti mismo despiertas en ti el Amor que atraerá hacia ti el amor de los demás. Es la mejor manera de hacer que los demás te amen, sin coacción, sin violencia, con dulzura.

4. Obedecer a la Voz Interior
Dentro de ti, en tu Corazón, hay una inteligencia conectada con la inteligencia cósmica, y esta inteligencia te habla a través de una voz: la voz interior que te aclarará cualquier duda que se te plantee y te ayudará a caminar con el corazón. Con el tiempo descubrirás que la voz interior es un verdadero maestro interior. Acepta sus lecciones y ponlas en práctica. El te guiará en los momentos difíciles.

5. Vivir el momento presente, aceptando lo que viene y no intentando retener lo que se va. Cuando nuestra mente se encuentra ocupada en pensar qué pudo haber ocurrido o qué ocurrirá, cuando está enfocada en el pasado o en el futuro, no está viviendo el presente. Cuando no vivimos el presente estamos desperdiciando cantidades ingentes de energía, lo que produce ansiedad, depresión, tristeza, desamor. En el Amor Consciente, vivimos en el aquí y ahora todo lo que necesitamos para ser felices. No debemos obsesionarnos y la mejor manera de lograrlo es haciéndonos conscientes del amor que llevamos dentro.

6. Dar antes de recibir
Es sumamente importante recordar que la verdadera esencia de nuestro ser es el Amor y que solo viviremos rodeados de Amor cuando conectemos con él. Cuando vivimos con conciencia, nos damos cuenta de que tenemos todo lo que necesitamos y en el momento en que lo necesitamos. Si creemos que se nos está negando algo que merecemos, es que algo falla todavía en nosotros. Es entonces cuando debemos practicar el dar. No hemos de dar esperando nada a cambio; no seria dar, sino cambiar. En la práctica del dar consciente damos porque sabemos que dando nos estamos conectando con el Amor Universal y cuando estamos conectados con éste, automática y espontáneamente recibimos lo que merecemos en cada momento.

7. Actuar con Sinceridad
El camino hacia la conciencia pasa por la total sinceridad. Has de ser completamente honesto y sincero contigo mismo, pues en cuanto abres tu corazón para que se expanda, éste aceptará todo lo que le propongas sin discriminar qué es verdad y qué es mentira. Si mientes, te estarás mintiendo a ti mismo. Cuando tengas que elegir entre lo correcto o lo que te agrada (a veces pueden coincidir), si eliges lo correcto, habrás avanzado un paso más en el camino del amor consciente.

Las leyes eternas del Amor por Jack Lawson

lunes, 26 de octubre de 2015

Tu senda a la alegría


La alegría es una cualidad divina de nuestro verdadero yo, que es de por sí despreocupado, juguetón, y libre. Puedes ver la expresión plena de esta alegría en los niños pequeños que no han aprendido a preocuparse o a tomarse demasiado en serio. Juegan y ríen libremente, encontrando algo maravilloso en las cosas más pequeñas. Son infinitamente creativos, ya que todavía no han desarrollado las capas de condicionamiento que crean limitaciones y restricciones. Están en contacto con su intuición, que es una forma de inteligencia que va más allá de la mente racional. Lejos de ser superficial o trivial, la alegría es una experiencia de nuestra naturaleza espiritual más profunda.

El camino a la felicidad es un retorno a la totalidad. Se trata de cambiar nuestra perspectiva del ego al espíritu. El miedo y la inseguridad de nuestro ego hacen que se inflame de auto-importancia y trate de controlar lo incontrolable, mientras que nuestro espíritu, sabiendo que es eterno e infinito, simplemente permite a la vida desenvolverse. Esto crea un estado natural de facilidad, lo  que le predispone a la despreocupación, la alegría y la risa.
Si deseas cultivar más alegría, creatividad y amor en tu vida, los principios que siguen te ayudarán a cambiar tu punto de referencia interno de las limitaciones de la mente egoica a la libertad de espíritu.

La risa es la respuesta más saludable a la Vida
A pesar de que experimentamos pérdida y pena, al final, la alegría y la risa disipan el sufrimiento como al humo y al polvo. Cuando sientes una repentina felicidad o quieras echarte a reír o sonreír sin motivo aparente, estás vislumbrando la realidad eterna.. Por un momento fugaz, el velo se corre y experimentas algo más allá de la ilusión. Con el tiempo, estos momentos de alegría comenzarán a formar una sola trama. En lugar de ser la excepción, el estado primordial de la alegría llegará a ser la norma.

Siempre hay una razón para estar agradecido
El propósito de la gratitud es conectarte a una visión más elevada de la vida. Tienes el poder de elegir dónde  centrar tu atención, y aquello en lo que te enfocas crecerá en tu experiencia. Si prestas atención a los aspectos de espíritu que demuestran amor, verdad, belleza, inteligencia y armonía, estos aspectos se expandirán en tu vida. Poco a poco, como en un mosaico, fragmentos dispares de gracia se fusionarán para formar una imagen completa. Eventualmente esta imagen reemplazará las imágenes temibles o limitadas imágenes creadas por el ego.

Tu alma valora cada aspecto de tu vida
Tu valor es absoluto, y todo lo que te sucede – sea que lo consideres en su momento bueno o no - es parte de un plan divino que se desenvuelve desde el nivel del alma. Convencionalmente, la autoestima se reduce a tener un ego fuerte. Las personas que poseen egos fuertes se sienten seguras de sí mismas y disfrutan enfrentar obstáculos. Asumen desafíos, y la vida, en retorno, les da dinero, estatus y posesiones - recompensas externas por logros externos. Sin embargo, en realidad, su valor es el valor de un alma, que es infinita y nunca varía. Puesto que cada acontecimiento en tu vida no le sucede sólo a una persona sino a un alma, todo en la vida debe ser valorado.

Tu vida tiene un propósito
Aún cuando te sientas perdido o confundido, Tu vida tiene un propósito. Determinas tal propósito a nivel del alma, y luego ese propósito se desarrolla en la vida cotidiana, como parte del plan divino. Cuanto más profundamente estés conectado con el plan, más poder tiene en tu vida. En última instancia, nada puede detenerlo. A medida que dediques tiempo meditando y participando  de otras prácticas que expandan tu conciencia, te volverás más y más seguro de tu verdadero propósito.

Estás seguro
Muchas personas viven en un estado de ansiedad crónica, sintiéndose aislados y amenazados por todas las amenazas potenciales de la vida moderna. Aunque el miedo se sienta muy real, nuestro verdadero ser no puede ser herido o amenazado. Es por eso que los antiguos sabios decían que todo el miedo nace de la dualidad. Cuando nos reconocemos a nosotros mismos como Uno con toda la existencia, entonces nada está separado o es ajeno a nuestra naturaleza y por lo tanto nada realmente nos puede amenazar.

Puedes comenzar gradualmente a dejar de lado el miedo malsano cuestionando tus pensamientos y abriendo tu conciencia. Cuando surge el miedo, sólo obsérvate. Mírate a ti mismo, observa lo que te indican tu cuerpo y tu respiración, observa todo tu comportamiento, tu tono de voz - todo. Entonces pregúntate, "¿Quién es el que está observando todo esto?" El observador es tu esencia interior, tu centro de quietud que existe fuera e independientemente de tu miedo. Cambia tu centro de identidad a dicho Yo auténtico, y desde ese lugar puedes permanecer sin caer en las garras del miedo. El miedo es entonces sólo una perturbación dentro de tu campo mayor. Esta presencia reiterada de tu conciencia permitirá que tu miedo se disipe a medida que experimentas la alegría y la paz interior.

Los obstáculos son oportunidades disfrazadas
Los obstáculos son señales que nuestro verdadero yo nos envía para hacernos saber que tenemos que cambiar de dirección o tomar un nuevo rumbo. Si tu mente está abierta, percibirás la próxima oportunidad para hacerlo. El secreto es abandonar la rigidez y confiar en la espontaneidad. No se puede planear de antemano cómo enfrentar el siguiente desafío, sin embargo, la mayoría de la gente trata de hacer precisamente eso. Se aferran a un pequeño repertorio de hábitos y reacciones y empequeñecen sus vidas.

Adherir a lo familiar puede sentirse reconfortante, pero esto te ocultará lo desconocido, lo que es lo mismo que ocultar tu potencial de ti mismo. ¿Cómo vas a saber de lo que eres capaz, si no te abres a los misterios de la vida o das paso a lo nuevo? Cada vez que te descubras reaccionando de una forma antigua, familiar, sólo tienes que detenerte. No inventes una nueva reacción, no caigas en lo contrario de lo que sueles hacer. En su lugar, pide apertura. Vé dentro, permanece contigo mismo, y permite que tu próxima respuesta llegue de tí.

Hay una solución creativa para cada problema
Cada pregunta incluye su propia respuesta. La única razón por la que un problema surge antes que su solución es que nuestras mentes son limitadas - que pensamos en términos de secuencias, de antes y después. Fuera de los límites estrechos de tiempo, los problemas y las soluciones surgen en el mismo instante. Si bien se podría pensar que es necesario realizar esfuerzos heroicos para hacer frente a los problemas que enfrentamos nosotros y el mundo, de hecho, es todo lo contrario. Cuando estás viviendo en un estado de conciencia expandida, actúas sin esfuerzo, sientes alegría en lo que haces, y tus acciones traen resultados.

Eres un co-creador con el Universo
Eres un co-creador con el Universo y energía infinita está disponible para tí. Para reclamar tu poder creador, sólo tienes que conectar con las energías primordiales en tu interior. El tipo de energía que puedes recrear en un momento dado depende de tu nivel de conciencia. La mayoría de las personas solo cuentan con las energías superficiales generadas por el ego: la ira, el miedo, gran competitividad, deseo de logros, y el anhelo de aprobación. No hay nada correcto o incorrecto en el dominio de la energía, pero el ego cae presa de la ilusión de que sólo el miedo, la ira, el deseo de logros, y así sucesivamente, son reales. Ignora las energías elevadas del amor, la compasión, la verdad.

En la senda de la alegría, accedemos a reinos más sutiles que el de la mente, y a cada paso, nuevos niveles de energía se hacen disponiblesEn los más altos niveles de conciencia, toda la energía está disponible. En este punto, todos tus deseos están alineados con el Universo, Dios, o el espíritu. Eres capaz de crear sin esfuerzo, con facilidad y experimentar la satisfacción espontánea de sus deseos.

Deepak Chopra