viernes, 9 de octubre de 2015

Reiki es más que una técnica de relajación



En qué se basa:Junto al cuerpo físico tenemos una red de canales de energía que controlan el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Cuando la energía fluye libremente tenemos salud, pero cuando se producen bloqueos y desequilibrios en la energía aparece la enfermedad.
El Reiki elimina los bloqueos que tengamos haciendo que ella fluya por nuestro cuerpo libremente con lo que mejoramos y armonizamos nuestra mente, cuerpo y campo energético. Con ello llegamos y sanamos la raiz del problema.


Que nos proporciona un tratamiento de Reiki:
• Alivio de dolor, restauración de las funciones corporales.
• Progreso en las actitudes y calidad de vida,
• Recuperación mas rápida de enfermedades serias y postoperatorios.
• Hacer más llevaderas la radioterapia y la quimioterapia.
• Disminución de los ‘’achaques’’ en las personas ancianas.
• Mejora del sistema inmunológico.
• Relajación, equilibrio, más creatividad, liberación emocional y paz
• Alivio de estrés, ansiedad, depresión.
• Más energía vital, desarrollo de la conciencia.
• Actuar sobre las causas de la enfermedad, curar todo el ser.
• Método práctico y eficaz para sanar enfermedades.

montsereiki

jueves, 8 de octubre de 2015

Inconsciencia Ordinaria e Inconsciencia Profunda‏


Como probablemente sabe, mientras duerme usted se mueve constantemente entre las fases del dormir sin sueños y el estado de soñar.  De forma similar, en el estado de vigilia la mayoría de las personas sólo cambian entre inconsciencia ordinaria e inconsciencia profunda.   

Lo que yo llamo inconsciencia ordinaria significa estar identificado con sus procesos de pensamiento y con sus emociones, sus reacciones, deseos y aversiones.  Es el estado normal de la mayoría de las personas.  En ese estado usted está gobernado por la mente egoísta, y es inconsciente del Ser.  Es un estado  no de dolor o infelicidad agudos, sino de un nivel bajo de incomodidad, descontento, aburrimiento o nerviosismo casi continuos, una especie de estática de fondo.  Puede ser que usted no se dé cuenta de esto porque es parte frecuente de la vida “normal”, del mismo modo que no se hace consciente de un ruido continuo de fondo bajo, como el zumbido de un aire acondicionado, hasta que se detiene.  Cuando se detiene de repente, hay una sensación de alivio.  

Muchas personas usan el alcohol, las drogas, el sexo, la comida, el trabajo, la televisión o incluso el ir de compras como anestésicos, en un intento inconsciente por suprimir la incomodidad básica.  Cuando esto ocurre, una actividad que podría ser muy agradable, si se usa con moderación, se convierte en una actividad compulsiva o adictiva, y todo lo que se logra a través de ella es un brevísimo alivio de síntomas.

La incomodidad de la inconsciencia ordinaria se convierte en el dolor de la inconsciencia profunda, un estado de sufrimiento o infelicidad más agudo y más obvio, cuando las cosas “van mal”, cuando el ego está amenazado o en su situación vital hay un reto, una amenaza o una pérdida importante, reales o imaginarias; o cuando hay conflicto en una relación.  Es una versión intensificada de la inconsciencia ordinaria, diferente de ella no en el tipo sino en el grado.

En la inconsciencia ordinaria, la resistencia habitual o negación de lo que es crea la incomodidad y el descontento que la mayoría de las personas aceptan como la forma normal de vivir.   Cuando esta resistencia se intensifica por algún reto o amenaza al ego, trae negatividad intensa en la forma de ira, miedo agudo, agresión, depresión, etcétera.  La inconsciencia profunda a menudo significa que el cuerpo del dolor ha sido disparado y que usted se ha identificado con él.  La violencia física sería imposible sin inconsciencia profunda.  Puede ocurrir también cuando una multitud de personas o incluso toda una nación genera un campo colectivo de energía negativa.

El mejor indicador de su nivel de conciencia es cómo maneja los retos de la vida cuando llegan.  En esos retos, una persona ya inconsciente tiende a volverse más profundamente inconsciente y una persona consciente lo será más intensamente.  Usted puede utilizar un reto para despertar, o puede permitir que lo empuje a un sueño aún más profundo.  El sueño de la inconsciencia ordinaria se convierte entonces en una pesadilla.

Si usted no puede estar presente ni siquiera en circunstancias normales, tales como cuando está sentado solo en una habitación, caminando por el bosque o escuchando a alguien, ciertamente no podrá permanecer consciente cuando algo “va mal” o se enfrenta con gente o situaciones difíciles, con la pérdida o la amenaza de pérdida.  Usted será dominado por una reacción, que en última instancia es siempre una forma de miedo, y arrastrado a la inconsciencia profunda.  Esos retos son sus pruebas.  Sólo la forma en que usted los resuelva le mostrará a usted y a los demás en qué punto está en cuanto a su estado de conciencia, no el tiempo que puede permanecer sentado con los ojos cerrados o qué visiones tiene.

Así que es esencial traer más conciencia a su vida en las situaciones ordinarias cuando todo transcurre con relativa facilidad.  De esta forma, usted crece en poder de presencia.  Eso genera un campo de energía en usted y alrededor de usted de una gran frecuencia de vibraciones.  Ni la inconsciencia, ni la negatividad, ni la discordia o la violencia pueden penetrar en ese campo y sobrevivir, lo mismo que la oscuridad no puede sobrevivir en la presencia de la luz.

Cuando usted aprenda a ser testigo de sus pensamientos y emociones, que es una parte esencial de estar presente, puede quedar sorprendido cuando se dé cuenta por primera vez de la “estática” de fondo de inconsciencia ordinaria que tiene y de que pocas veces si acaso alguna, usted está verdaderamente a gusto consigo mismo.  En el nivel de su pensamiento, usted encontrará mucha resistencia en forma de juicio, descontento y proyección.  En el nivel emocional, habrá una corriente subterránea de incomodidad, tensión, aburrimiento o nerviosismo.  Todos son aspectos de la mente en su modo de funcionamiento habitual de resistencia al presente.

Eckhart Tölle/El Poder del Ahora

miércoles, 7 de octubre de 2015

La Felicidad es una decisión personal‏



Las cosas le salen mejor a la gente que hace que las cosas salgan mejor, afirmaba John Wooden en una especie de trabalenguas. A lo que se refería este entrenador de baloncesto era al hecho de que la mayoría de las cosas buenas no llegan simplemente a nuestra vida, como por arte de magia, debemos esforzarnos por hacer que esas cosas pasen o tener la inteligencia y la sensibilidad necesarias como para aprovechar la oportunidad cuando pase por nuestro lado.

Sin embargo, si miramos atentamente a nuestro alrededor, veremos que el mundo está lleno de personas que tienen deudas, que se sienten atrapadas en un trabajo que no aman y que cada vez están más ocupadas con tareas intrascendentes que no les aportan ninguna satisfacción. 

Lo curioso es que muchas de estas personas piensan que la felicidad se encuentra al doblar de la esquina. Es decir, creen que si tan solo cambiara algo, serían más felices. Piensan que la felicidad llegará si ganan la lotería, o cuando terminen de pagar la hipoteca, o si pudieran mudarse a otro país…

El problema radica en que detrás de estas creencias se esconde la idea de que la felicidad se puede alcanzar cuando eliminamos el sufrimiento o las molestias. Es como si la felicidad estuviese escondida debajo de una piedra. Pero no es así, eliminar el dolor o el sufrimiento no equivale, necesariamente, a ser más felices.

La felicidad es una decisión personal


Supeditar la felicidad a una condición significa pensar que este estado depende de las circunstancias, no de nosotros mismos. Nos convertimos automáticamente en marionetas del destino, esperando a que lleguen las circunstancias perfectas. Por tanto, también significa que si las circunstancias no se dan, nunca seremos felices. 

No obstante, quienes hayan viajado por el mundo y hayan profundizado en otras culturas se habrán dado cuenta de que la felicidad no depende necesariamente de unas “circunstancias perfectas” sino que es una decisión personal. 

Las personas felices no viven en un paraíso, no están a salvo de los problemas, sino que han decidido focalizarse en los aspectos que les proporcionan alegría y satisfacción. Las personas felices han decidido cambiar los cristales a través de los cuales miran el mundo y, en vez de centrarse en los aspectos negativos, prefieren darle importancia a las cosas positivas.

Hay personas que han sido educadas en una cultura que les ha transmitido esta actitud, o quizás sus padres supieron inculcarle esa manera de ver la vida. Otros lo han aprendido por sí solos. Sin embargo, de lo que no cabe dudas es de que no se trata de una actitud innata, todos podemos aprender a ser felices.

Obviamente, si has pasado muchos años arrastrando una actitud derrotista y negativa, no podrás cambiar de la noche a la mañana. Quizás te resultará más difícil. En todo caso, existen algunas preguntas que te pueden guiar a lo largo del cambio.

Las preguntas que conducen a la felicidad


1. ¿Por qué debo sentirme agradecido? La gratitud es uno de los pilares de la felicidad. Obviamente, cuando todo va bien es fácil encontrar razones por las cuales sentirse agradecidos pero lo importante es encontrar esos motivos en medio de la adversidad. Incluso cuando todo a tu alrededor parece teñirse de negro, hay razones para sentirse agradecidos. Cuando das las gracias desde lo más profundo de ti, el mundo cambia inmediatamente de color. 

2. ¿Qué me hace feliz? Asombrosamente, se trata de una de las preguntas más difíciles de responder porque la mayoría de las personas se centran en evitar lo que les causa dolor pero no son conscientes de lo que les hace felices. Sin embargo, piensa en esas actividades que realmente te llenan de alegría, que te reportan verdadera satisfacción y te hacen sentir vivo. Es en ellas en las que te debes focalizar.

3. ¿Qué progresos he hecho? A menudo nos desmotivamos y perdemos la alegría porque nos centramos en los fracasos, en lo duro que ha sido el camino o en cuánto nos queda por recorrer todavía. Sin embargo, de vez en cuando es recomendable mirar atrás y reconocer lo que hemos alcanzado. Todos hemos realizado muchísimos progresos, solo que a veces los menospreciamos o no los reconocemos. Vuelve la vista al pasado y focalízate en lo que has conseguido. 

4. ¿Quiénes me quieren? Existen pocas cosas en la vida que den más satisfacción que el cariño y el amor de otras personas, puede ser la pareja, los padres, un amigo o incluso ese profesor con el que tienes una relación especial y se ha convertido en tu mentor. Cuando te sientas solo, recuerda a esas personas, eso bastará para recuperar la alegría.

5. ¿A quién puedo ayudar? Una de las razones por las que la felicidad se nos escapa es porque nos centramos demasiado en nosotros mismos. Sin embargo, la felicidad también se encuentra ayudando al otro. En ese acto de entrega o de compasión reencontramos la mejor versión de nosotros mismos, la que más satisfacción nos brinda. Hacer felices a los demás también implica ser felices nosotros. 

6. ¿Qué puedo hacer por el mundo? En diferentes estudios se ha demostrado que las personas que se enrolan en causas que las superan como individuos se sienten más plenas, satisfechas y felices. Todos podemos dar una contribución al mundo, no importa cuán grande o pequeña sea. A través de ese acto, encuentras un sentido de la vida que hasta ese momento había permanecido oculto.

7. ¿Qué opciones tengo? Una de las cosas que a menudo olvidamos es que siempre tenemos el poder de decidir. Por eso, independientemente de cuán negro se perfile el horizonte, evalúa siempre tus opciones. Quizás no las puedas apreciar en un primer momento porque te sientes ofuscado y atrapado pero si persistes, lograrás entrever otras alternativas. El simple hecho de escoger un camino diferente al preestablecido ya puede ser una fuente de felicidad en sí mismo.

Recuerda que la felicidad no consiste en esperar las circunstancias perfectas, sino en descubrirlas incluso en medio de la tormenta.

Psicología/Jennifer Delgado

Un verdadero maestro espiritual



En la sociedad moderna tenemos maestros para todo; para computadoras, para matemáticas, para los diferentes idiomas, para gimnasia y también podemos encontrar muchos que se auto denominan “Maestros Espirituales”

Muchos de ustedes se preguntan, ¿Como podemos identificar a un verdadero Maestro Espiritual?, aquí les dejo esta lista de 4 puntos que encontré por internet y que les puede ayudar a identificarlo.

1. Un verdadero Maestro no procura generar dependencias. Procura formar nuevos maestros y no más discípulos permanentes. Su misión no está en formar seguidores, sino conciencias libres.

2. Un verdadero Maestro es humilde por naturaleza. No es perfecto, a pesar de su conocimiento. Puede equivocarse en su sana intención, pero también reconoce el error y lo enmienda con amor y tranquilidad.

3. Un verdadero Maestro no obliga a aceptar sus enseñanzas. Sólo lo expone con amor y sabiduría. Otorga sin juicio alguno el conocimiento y deja que los oídos que están listos para escuchar, escuchen.

4. Un verdadero Maestro es coherente en sus actos con lo que dice y enseña. Si no es así, algo no está marchando bien.

Espero que esta guía te ayude si lo que estás buscando es un maestro, pero cuando te canses de buscar en el exterior te recuerdo que el mejor MAESTRO ESPIRITUAL que puedes seguir está dentro de ti. Sólo debes elevar tu frecuencia de vibración para poder contactarlo.   

 Daniel Lopez de Medrano 

domingo, 4 de octubre de 2015

Un trato con el alma

La meta hoy es sanar la división entre Amor y Espíritu.

La primera práctica de Amor se aplica a las dudas que puedas tener en cuanto a que el amor “superior” tenga algún tipo de realidad accesible. Si alguien no se ha enamorado nunca, es imposible demostrarle que la experiencia existe. No hay en las palabras  poder capaz de evocar el apasionado amor romántico, así como la fragancia de una rosa no tiene sentido por muy bella que sea tu descripción.

¿Cuánto más ajeno será pues, el amor prometido por la unión con el Espíritu?

Fíjate en la siguiente lista de objetivos que el Amor debe cumplir, supuestamente:

El Amor debe Curar.
El amor debe renovar.
El amor debe protegernos.
El amor debe inspirarnos con su poder.
El amor debe darnos certezas, quitarnos las dudas.
El amor debe eliminar todos los miedos.
El amor debe develarnos la inmortalidad.
El amor debe brindarnos Paz.
El amor debe armonizar las diferencias.
El amor debe acercarnos a Dios.

Aunque ésta lista parezca poco realista o locamente exagerada, quiero que hagas un trato con el amor, un trato del alma: que todas o cualquiera de éstas cosas se harán realidad para ti.

Toma una hoja de papel y anota lo que deseas del Amor. Si es una fuerza real, si está sintonizado con lo que tú eres, el amor responderá. Haz la lista más completa y específica que te sea posible. Te sugiero anotar cada punto de la lista precedente y, a continuación, lo que tú deseas. Por ejemplo:

El amor debe curar-
Quiero curar la ira que siento hacia mi padre. Quiero curar el amor que no pude darles a mis hijos cuando lo necesitaban. Quiero curar mi dolor por haber perdido a mi amigo X.

El amor debe renovar-
Quiero sentir un renovado entusiasmo por mi trabajo. Quiero renovar el deseo sexual por mi pareja. Quiero renovar la sensación de ser joven.

El amor debe protegernos-
Quiero sentirme protegido estando con otros. Quiero sentirme protegido cuando salgo por la mañana a correr. Quiero sentirme a salvo de que X me rechace si le digo que lo amo.

El amor debe inspirarnos con su poder-
Quiero que mi amor sea poderoso. Quiero utilizar por entero mi propio poder con amor. Quiero expresar amor cuando lo siento y no ceder  a emociones inferiores, como el miedo y la ira.

Una vez seguro de haber detallado todo lo que deseas (y no tengas miedo de pedir demasiado), el trato está hecho. Guarda la hoja en un lugar seguro. Has anunciado a tu alma lo que deseas, y al amor le toca responder. El amor es inteligente y está alerta,te conoce mejor de lo que te conoces tú mismo. Por lo tanto, tiene el poder de cumplir su parte del trato. Descansa tranquilo y permanece alerta en los meses siguientes.. No reflexiones sobre tu lista ni trates de convertirla en realidad. No necesitas hacer nada más que esto: 

Cuando sientas amor, déjate guiar por él.

Habla desde el corazón.

Sé veraz.

Mantente abierto.

Es así como te comprometes con el amor. Después de algunos meses, saca tu lista y léela. Pregúntate cuánto de ella se ha hecho realidad. No afirmo que vayas a asombrarte por lo que el amor ha podido hacer. (aunque para muchos, es así), pero te llevarás una sorpresa por cierto.

En realidad, pedir amor es uno de los riesgos más difíciles a correr; al arriesgarte primero en tu corazón, abres una puerta que no volverá a cerrarse.


Deepak Chopra