viernes, 12 de mayo de 2017

De “El espejo de las relaciones”


Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Tú y yo somos lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia.
Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. Sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tenéis características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo.
La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad. Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean.
Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti.
Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual.
Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.
De “El espejo de las relaciones”
Dr. Deepak Chopra

jueves, 11 de mayo de 2017

Revisa tu subconsciente


Todo aquello que está en tu subconsciente, es lo que atraes a tu experiencia de vida; 
todos los datos que están almacenados ahí, hacen que vibres a una determinada frecuencia, y esa misma vibración tuya, se cristaliza y materializa en la dimensión de la forma, dando lugar a un mundo de experiencias y sucesos, que no son más que un reflejo de tu subconsciente.

Todo lo que vives, todo lo que te rodea, es el claro reflejo de tu subconsciente, también llamado "estado de consciencia".

El secreto está en re-programar tu parte subconsciente, 
y para ello debes primero ser consciente de ello.

La vida te lo está reflejando; si no te gusta tu trabajo, revisa tu subconsciente.

Si no te sientes a gusto con tu pareja, revisa tu subconsciente.

Si no te gusta tu entorno, revisa tu subconsciente.

La vida te lo está reflejando, solo has de tomar consciencia de ello y una vez tomes consciencia, tienes 
libre albedrío para poder cambiarlo.

La clave es tomar consciencia y elegir pensamientos diferentes, los cuales pasan de la mente consciente al subconsciente.

Es así de fácil y sencillo, lo difícil está en darte cuenta, tomar consciencia, pero si estás atento, alerta y observas tu vida y a ti mismo, podrás cambiar tu vibración, elevarla y por ende, se reflejará y cristalizará en forma de experiencias de vida.

Por tanto, si no te gusta algo de tu vida, revisa tu subconsciente y usa el libre albedrío para re-programar tu mente; 
con pensamientos positivos, con práctica de meditación, vaciándote de ego y conceptos, y enfocando tu atención en subir tu vibración.

Aléjate de todo lo negativo, lo que no te aporte paz interior y ábrete a lo positivo, lo que te llene de gozo y esplendor.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Quien se afirma a sí mismo, se libra de la crítica



Para muchas personas, criticar es como respirar, simplemente no concebirían su vida sin las críticas. Sin embargo, ser criticados, convertirse en la diana de esas críticas, es más complicado porque podemos llegar a sentirnos muy mal.

Una crítica mal hecha o realizada en un momento inadecuado puede dejar profundas heridas emocionales. De hecho, si buscas en tu memoria, es probable que no te resulte difícil recordar esa crítica que tanto te hirió en el pasado y que aún hoy levanta ampollas.

Por desgracia, no podemos evitar que los demás nos critiquen, pero podemos elegir cómo reaccionar ante sus comentarios. No tenemos el poder para evitar las críticas pero podemos decidir si esas palabras nos harán daño o no. Y la clave para lograrlo se encuentra en un texto antiguo.

La autoafirmación: Un camino de empoderamiento


Quien se afirma a sí mismo, se libra de la crítica”, se puede leer en las páginas del Dào Dé Jīng, un texto clásico chino cuya autoría se atribuye a Laozi y que se convirtió en uno de los fundamentos del taoísmo. Se trata de un consejo tan antiguo como vigente.

La autoafirmación es casi como un súper poder, aunque por desgracia no se potencia en la educación infantil. De hecho, más bien se aniquila ya que cuando nos enseñan a buscar la aprobación de los demás, cuando nos enseñan a valorarnos según las valoraciones que los otros hacen de nuestras cualidades, están matando la autoafirmación.

La autoafirmación es la capacidad para expresar nuestras opiniones y hacernos valer en las relaciones con los demás. En su base se encuentra una profunda autoconfianza. Solo cuando estamos seguros de quiénes somos y valoramos adecuadamente nuestras capacidades, somos capaces de expresar nuestras necesidades e ideas de una manera asertiva, sin dañar al otro pero sin permitir que se pisoteen nuestros derechos o que nos menosprecien.

Para autoafirmarse es necesario tener claras las respuestas a estas tres preguntas:

1. ¿Quién eres? Puede parecer una verdad de Perogrullo pero muchas personas no se conocen lo suficiente a sí mismas, no saben quiénes son. Sin embargo, para autoafirmarse es necesario saber quiénes somos, conocer nuestras fortalezas y también nuestras debilidades, saber cuáles son nuestros valores, gustos y necesidades. Solo una persona consciente de sí, puede autoafirmarse.

2. ¿Quién quieres ser? No basta con conocerse, es necesario saber en qué persona te quieres convertir. ¿Qué quieres mejorar de ti, qué habilidades te hacen sentir orgulloso y qué camino podría ayudarte a desarrollar esas capacidades? La respuesta a estas preguntas te permitirán tomar el mando de tu vida.

3. ¿Qué quieres alcanzar? Las metas que nos proponemos terminan cambiándonos, por eso es importante saber qué deseamos alcanzar y cómo lo haremos. Plantearnos objetivos realistas nos ayudará a reforzar la autoconfianza, nos empoderará y nos permitirá ser inmunes a las críticas malsanas.


¿Por qué la autoafirmación es el mejor antídoto contra las críticas?


Cuando sabes exactamente cuáles son tus puntos débiles y cuáles son tus fortalezas, cuando estás seguro de lo que quieres y tienes en mente cómo alcanzarlo, las críticas de los demás no harán mella en ti porque no podrán hacerte sentir inferior, incompetente o generar dudas.

De hecho, debemos tener en cuenta que la crítica nos causa tanto daño precisamente porque nos hace dudar de nosotros mismos, porque activa la sensación de que no somos suficientes, de que somos inadecuados o incapaces. La crítica que nos molesta es precisamente esa que va a hurgar en la llaga, la crítica a la que le prestamos oídos es aquella que, de cierta forma, confirma nuestros peores temores sobre nosotros mismos.

Podemos pensar en la crítica como en un diapasón. Solo nos hará daño aquella que resuene en la misma frecuencia que nuestro interior, aquella que haga palanca en nuestros temores e inseguridades. Por eso, la autoafirmación es el mejor antídoto contra la crítica malsana, la seguridad en nosotros mismos nos permite asumir una distancia emocional de las palabras malintencionadas. Así podemos valorar si realmente la crítica es oportuna y puede aportarnos algo que nos permita crecer o, al contrario, se trata de palabras dirigidas a herir que no pueden reportarnos ningún beneficio. En uno u otro caso, la decisión está en tus manos.

Psicologia/Jennifer Delgado
http://www.rinconpsicologia.com