lunes, 17 de abril de 2017

¿Cómo conocer inmediatamente la personalidad de alguien con una sola pregunta?


Sabemos que la personalidad es compleja y que cambia a lo largo del tiempo, según las experiencias de vida que vamos enfrentando. Esto indica que conocer profundamente a alguien es difícil y es necesario pasar mucho tiempo a su lado, estableciendo una conexión íntima que nos permita darnos cuenta de los cambios que van ocurriendo.

Sin embargo, hay una pregunta muy sencilla que puede ser muy útil para formarnos una idea general de quién es la persona que tenemos delante. Solo tenemos que preguntarle qué piensa de los demás.

Dime lo que piensas de los demás y te diré cómo eres


Psicólogos de la Wake Forest University llevaron a cabo diferentes experimentos, en uno de ellos pidieron a los participantes que juzgaran las características positivas y negativas de otras tres personas. Luego debían completar un test de personalidad. 

Se apreció que mientras más positivamente juzgaban a los demás, más felices, entusiastas y equilibrados emocionalmente eran ellos mismos. Estas personas también mostraban una mayor satisfacción con sus vidas. Al contrario, quienes juzgaban a los demás de forma más negativa solían mostrar más rasgos narcisistas y antisociales, además de una mayor tendencia a la depresión

Los investigadores repitieron el experimento un año más tarde y obtuvieron los mismos resultados, lo cual nos indica que la manera en que juzgamos a los demás, dice mucho sobre quiénes somos. 

Proyectamos nuestra personalidad y nuestra forma de ver el mundo en los demás


Al preguntarle a alguien qué cree sobre los demás activamos un mecanismo inconsciente de proyección. En práctica, reflejamos en los demás nuestras propias características. Así, las personas generosas tendrán la tendencia a pensar que los demás también son generosos y los egoístas creerán que los otros también son egoístas. Vemos el mundo como somos.

En la base de este mecanismo también se encuentra un sesgo cognitivo denominado “efecto del falso consenso” según el cual, solemos pensar que nuestros hábitos, valores, creencias y opiniones son mucho más comunes y están más extendidos de lo que sería lógico.

Es la tendencia a creer que los demás piensan y sienten lo mismo que nosotros. De hecho, un estudio muy curioso llevado a cabo en la Universidad de Castilla-La Mancha reveló que las personas que consumen mucho alcohol creen que los demás beben tanto como ellos y los abstemios piensan que las otras personas beben muy poco. 

Por supuesto, esta relación no siempre es tan lineal. Hay casos en los que ocurre justo lo contrario, Por ejemplo, quienes tienen una personalidad narcisista suelen creer que los demás valen muy poco y son menos interesantes y listos. Por otra parte, quienes tienen tendencia a la paranoia verán en los demás a personas malévolas que no son de fiar.

En cualquier caso, siempre debemos tener en mente estas sabias palabras de Confucio: "Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo. Cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo".


Psicologia/Jennifer Delgado
http://www.rinconpsicologia.com


Fuentes:
Wood, D. et. Al. (2010) Perceiver effects as projective tests: What your perceptions of others say about you. Journal of Personality and Social Psychology; 99(1): 174-190.
Yubero, s. et. Al. (2005) La percepción del consumo de alcohol: el análisis de los sesgos atributivos como orientación para la intervención social con jóvenes.Bits: Boletín Informativo Trabajo Social; 8.

sábado, 15 de abril de 2017

Los increíbles efectos del incienso sobre el cerebro


Si sueles quemar incienso en casa, estás incidiendo directamente sobre tu cerebro, probablemente sin saberlo. De hecho, durante siglos diferentes religiones han sostenido que quemar incienso es bueno para el alma. Y todo parece indicar que no andaban muy desacertadas ya que ahora un equipo de biólogos de la Universidad de Johns Hopkins y la Universidad Hebrea de Jerusalén afirma que también es positivo para el cerebro y explican que sus propiedades psicoactivas podrían ser la razón por la cual las personas siguen quemando incienso en las prácticas religiosas, a través del tiempo y a lo largo de todo el mundo.


El incienso tiene propiedades ansiolíticas y antidepresivas


Estos investigadores descubrieron cómo el franquincienso, una resina de la planta boswellia sacra, también conocida como el árbol del incienso, actúa a nivel cerebral para combatir la ansiedad o la depresión. De esta forma, podríamos tener a la mano una poderosa herramienta para aliviar los síntomas ansiosos o depresivos, sin saberlo.

Básicamente, el poder curativo de esta práctica radicaría en el acetato de incensole, un compuesto de la resina que se extrae del árbol del incienso. De hecho, estos investigadores expusieron a unos ratones a esta sustancia y apreciaron que tenía efectos antidepresivos y ansiolíticos. 

Al analizar con mayor profundidad su acción descubrieron que el acetato de incensole actúa en algunas áreas del cerebro vinculadas con las emociones, así como en los circuitos sobre los que normalmente inciden los medicamentos para la depresión y la ansiedad.

De hecho, descubrieron que quemar incienso activa una proteína denominada TRPV3, la cual está presente en el cerebro de todos los mamíferos, incluyendo los humanos, y desempeña un rol importante en la percepción de la temperatura a través de la piel y la regulación emocional.

El acetato de incensole también tiene propiedades antiinflamatorias. Un estudio llevado a cabo en la Ariel University Center of Samaria descubrió que este componente del incienso inhibe la inflamación y previene los déficits cognitivos después de una isquemia. Por tanto, además de su acción antidepresiva y ansiolítica, esta sustancia también tiene un efecto protector contra el daño neurológico.

Sin embargo, antes de quemar incienso como terapia debes tener presente que algunos estudios indican que otros componentes del humo del incienso podrían provocar mutaciones en el material genético, por lo que se recomienda que cuando quememos incienso, mantengamos siempre al menos un grado mínimo de ventilación.


Psicologia/Jennifer Delgado

http://www.rinconpsicologia.com

Fuentes:
Zhou, R. Et al. (2015) Higher cytotoxicity and genotoxicity of burning incense than cigarette. Environ Chem Lett 13: 465.
Moussaieff, A. et. Al. (2012) Protective effects of incensole acetate on cerebral ischemic injury. Brain Research; 1443: 89-97.
Moussaieff, A. et. Al. (2008) Incensole acetate, an incense component, elicits psychoactivity by activating TRPV3 channels in the brain. The FASEB Journal; 22(8): 3024-3034.