miércoles, 5 de abril de 2017

EL PATO CON MENTE HUMANA


En El Poder del Ahora, mencioné que había observado que cuando dos patos se pelean, al separarse nadan en direcciones opuestas. Después, los dos baten las alas con fuerza varias veces para descargar el exceso de energía acumulada durante la pelea. Una vez que han sacudido las alas se van nadando pacíficamente como si no hubiera pasado nada.
Si el pato tuviera una mente humana, mantendría viva la pelea en sus pensamientos, tejiendo historias. Esta podría ser la historia del pato:
“No puedo creer lo que acaba de hacer, se me acercó a menos de unos cuantos centímetros, seguramente se cree dueño del estanque, no tiene consideración alguna por mi espacio privado. Nunca más confiaré en él; la próxima vez con seguridad tramará otra cosa para molestarme; estoy seguro de que ya está tramando algo pero no lo toleraré; le daré una buena lección que nunca olvidará.”
Y así continúa la mente tejiendo sus historias, pensando y hablando sobre el asunto durante días, meses y hasta años. En cuanto al cuerpo, la lucha no ha cesado y la energía que genera con respuesta a todos esos pensamientos es emoción, la cual da lugar a más pensamientos todavía.
Es lo que se convierte en el pensamiento emocional del ego.
Es fácil ver lo problemática que sería la vida del pato si tuviera una mente humana.
Pero es así como viven la mayoría de los seres humanos. Nunca ponen punto final a ninguna situación o acontecimiento. La mente y “mi historia” fabricada continúan con su ciclo interminable.
Somos una especie que perdió su camino. En toda la naturaleza, en cada flor o árbol, en cada animal, hay una lección importante para nosotros, sin tan sólo nos detuviéramos a observar y oír…
La lección del pato es la siguiente: sacudamos las alas, es decir, dejemos atrás la historia y volvamos al único lugar donde reside el poder: el presente.
Eckhart Tolle, de su libro “Una Nueva Tierra”
http://www.caminosalser.com

martes, 4 de abril de 2017

TODOS PODEMOS HACER EL REGALO MÁS CARO DEL MUNDO


En mi opinión, y en general, las personas no somos absolutamente conscientes – y digo ABSOLUTAMENTE CONSCIENTES- de la limitación del tiempo de estancia en nuestra vida y en este mundo, y pensamos en ello poco y levemente. (Hay quien cree que si no se habla de ello el tiempo no se da cuenta y no sigue restando segundos)

Vamos aplazando, irresponsablemente, la toma de conciencia firme de esta innegable realidad.

El consumo continuo e irrevocable de vida es cierto, así que cada segundo de vida es valioso porque son limitados y son irrecuperables.

Sin ninguna duda, lo más caro del mundo es nuestro tiempo de vida. Tan caro que no se puede comprar a ningún precio. Ni las fortunas más grandes del mundo han podido comprar jamás ni un solo segundo.

Cada cosa que hacemos la pagamos con una parte del tiempo de nuestra vida.

Las cosas que compramos no las pagamos con dinero, las pagamos con la parte de vida que hemos tenido que dedicar a trabajar para conseguir ese dinero.

Administrar bien la vida es administrar bien un tesoro. El mayor tesoro.

Ante esta realidad, conviene no “perder el tiempo”, no “matar el tiempo”, no desperdiciarse en “pasatiempos”, sino ser plenamente conscientes de la vida y de la importancia de cada instante.

Por eso también tenemos que ser conscientes de que cuando alguna persona está con nosotros nos está haciendo el regalo más caro del mundo.

Y cuando nosotros estamos con alguien le estamos haciendo la ofrenda más valiosa, el obsequio más exorbitante: nos cuesta una parte irrecuperable de nuestra valiosa vida.

Todo este preámbulo es una invitación a reflexionar acerca de ello.

Para que seas muy consciente de que cuando alguien está contigo, o cuando estás con alguien, eso no se convierta en una pérdida de vida sino que se convierta en momento mágico para ambos.

A veces, podemos acompañar a quien lo necesita, aunque no nos haga gracia, como un regalo excelente de una generosidad inmensa, y es mejor que sea magnificando ese momento, haciéndolo grandioso para ambos.

Cuando estés con alguien –quien sea- que la relación no sea simplemente aparcar tu cuerpo al lado del suyo, mientras que tu atención y tu alma están en otro sitio. Eso no sirve de nada. Sólo sirve si es una comunicación de alma a alma. Y si no es así, se queda en un penoso y lamentable modo de desperdiciar y matar el tiempo. 

Hagamos a menudo este hermoso regalo, pero con consciencia plena de lo que estamos haciendo.

Francisco de Sales
buscandome.es

lunes, 3 de abril de 2017

Para ser feliz debes creer que te lo mereces


La felicidad es tan accesible a ti como lo es el dolor, simplemente por estar vivo y por tener conciencia de que lo estás. Ser feliz es accesible para todos. Esa es la primera premisa que tenemos que pensar cuando estamos ahogados en esos pensamientos catastrofistas, pues lo único sin solución es no estar vivos.
Si te siguen saliendo las cosas mal, es porque no haces cosas para que suceda lo contrario. Te has entregado al malestar porque crees que es lo que te mereces.
Partiendo de esta realidad puedes preguntarte : ¿Qué es lo que he hecho tan mal que ni tan siquiera puedo aspirar a sentirme algo mejor? Cuando respondas, te darás cuenta de que no te mereces tanto sufrimiento autoinfligido.
Es por ello que queremos pasar a reflexionar acerca de qué es la felicidad y cuáles son las causas de que muchas personas se nieguen la posibilidad de ser felices. Resulta importante saber qué mecanismos están implicados en este masoquismo emocional para detectarlos y alejarnos. Recuerda que para ser feliz debes creer que te lo mereces.

Qué es la felicidad

La felicidad depende de tres factores fundamentales: de cómo te encuentres, de lo que te encuentres y de cómo procesas ese encuentro entre tú y el mundo. La felicidad al fin y al cabo, es una actitud
La felicidad es un estado de espíritu abierto a experimentar. Sin embargo, la mente y lo que pensamos sobre nosotros conquistan casi siempre ese espacio destinado a la sencillez del disfrute, limitándonos.
Puede ser que por tus experiencias personales o la educación recibida hayas integrado la premisa de que no puedes ser feliz porque no te lo mereces. Pero te equivocas. No hay nada en el mundo que deniegue a una persona el poder sentir la felicidad.
Además, si te encuentras atravesando una situación difícil recuerda que otras personas han salido ya de las mismas o similares circunstancias que tú, ¿la diferencia?: Ellos creen que todo su sufrimiento pasado valida el deseo de volverse a sentirse bien, con ilusiones, de creer en las personas y de ver la parte positiva de nuestro gigantesco mundo.

Qué mecanismos utilizamos para negar la felicidad

Es importante analizar la llamada “pulsión de muerte” que nos explicó Freud, el fenómeno de la indefensión aprendida comprobado por Martin Seligman, o la consecuencia de soportar una ansiedad muy alta durante mucho tiempo, que deriva en cuadros como la desrealización y la despersonalización. A continuación, vamos a reflexionar sobre por qué las personas se niegan a ellas mismas la felicidad:
  • Indefensión aprendida: algunas personas han adoptado un rol pasivo, en el que consideran el dolor como algo que toca soportar y no pueden hacer nada para evitarlo. La indefensión aprendida sucede cuando la persona da todo por perdido y siente que no puede hacer nada por mejorar. Ya no se lucha por salvarse.
  • Desrealizaciónel mecanismo de la desrealización es cuando aparece una distancia psicológica respecto a la realidad que rodea a la persona. Es decir, es como si su entorno y contexto le resultara extraño.
  • Despersonalizaciónel mecanismo de la personalización se refiere a una distancia y extrañeza psicológica respecto al sí mismo. La persona no se empeña por salir de ese estado o por buscar la felicidad porque no sabe que es lo adecuado para su situación. Está perdido, roto, desconectado.
  • Pulsión de muerte: es muy difícil entender algunas conductas como las de las personas anoréxicas, como si en esa conducta estricta y peligrosa estuviera su poder. Más allá del peligro físico que implican sus hábitos alimentarios, sienten que deben controlarse muy fuertemente o seguir haciéndose daño por ser la única forma de encontrar placerEs lo que Jacques Lacan llamó “goce” y Sigmund Freud “pulsión de muerte”.
¿Qué nos dicen estos tres fenómenos? Pues que cuando alguien toca fondo, se siente culpable y no es capaz de superar su pasado, entra en un estado de la vida en el que no vive, solo se está presente, sin más; y no se siente digno de ser feliz.
Cuando una persona cree que no merece la felicidad se aísla y adopta conductas de autocastigo para sanar sus errores. No hace nada porque cree que no vale para nada y deja de considerarse persona.


Si crees que te mereces ser feliz, actúa en consecuencia

¿A cuántas cosas has renunciado o estás renunciando por miedo, por falta de autoestima o por sentir que ya no encuentras tu lugar en el mundo? Existen miles de teorías y técnicas de psicología que pueden ayudarte con tus habilidades sociales, con tus esquemas negativos y a programar acciones concretas. Existe también medicación, aunque para el dolor de alma todavía no han patentado ninguna.
Lo mejor para el alma es que vuelvas a conectar con ella para sentir que está herida, pero no muerta. A tu espíritu le encanta renovarse, ya sabes eso que dicen algunos de renovarse o morir y parece ser que a muchos no les va nada mal.
Así que saca las fuerzas que ni tan siquiera crees que tienes y vuelve a llenar tu vida de experiencias. Que al morir tu vida esté llena de experiencias, no de sueños. Si no crees que te lo mereces, piensa entonces en cómo será tu vida y la de los que te quieren si sigues sin creer merecértelo.

Y no olvides, que si no eres tú quien te da la oportunidad para empezar a construir tu felicidad, nadie más va a poder concedértela. Solo tú sabes qué es lo que necesitas y cómo para ser feliz, y la primera opción es aceptarse y creerse lo que uno vale…

Psicología/Cristina Roda Rivera
https://lamenteesmaravillosa.com