miércoles, 8 de febrero de 2017

13 cosas a las que debes renunciar si quieres tener éxito

 

A través de estos sencillos cambios y renuncias tu vida tomará un nuevo rumbo hacia la plenitud

Alguien me dijo una vez la definición del infierno:
"En su último día en la Tierra, la persona que fue
se reunirá con la persona que pudo haber sido".
Anónimo

Sin importar la definición que tengamos del éxito, a veces no necesitamos agregar más cosas para alcanzarlo y acercarnos a la persona que podemos llegar a ser, simplemente tenemos que renunciar a algunas de ellas.

Renuncia a un estilo de vida poco sano

Cuida tu cuerpo. Es el único lugar donde tienes que vivir.
Jim Rohn


Si quieres lograr algo en la vida, todo comienza aquí. Primero tienes que cuidar tu salud, y para ello sólo hay dos cosas que debes tener en cuenta: comer bien y hacer ejercicio. Son pequeños pasos, pero algún día te darás las gracias por darlos.

 
Renuncia a la mentalidad a corto plazo

Sólo vives una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente.
Mae West

Las personas exitosas se fijan metas a largo plazo y saben que estos objetivos son el resultado de hábitos a corto plazo que necesitan hacer todos los días. Estos hábitos saludables no deben ser algo que haces sino algo que encarnas.

Renuncia a hacer lo mínimo indispensable

Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras a su alrededor. Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños. No es sólo para algunos de nosotros, es algo que está en cada uno, y mientras dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. A medida que nos liberamos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Marianne Williamson

Si nunca intentas tomar grandes oportunidades ni permites que tus sueños se conviertan en realidades no desarrollarás tu verdadero potencial, y el mundo nunca se beneficiará de lo que podrías lograr. Expresa tus ideas, no tengas miedo de fallar y, sobre todo, no tengas miedo de tener éxito.

Abandona las excusas

No se trata de las cartas que se reparten, sino de cómo juegas la mano.
Randy Pausch

La gente asertiva sabe que es responsable de su vida sin importar su punto de partida, debilidades y fracasos pasados. Darte cuenta de que tú eres responsable de lo que sucede en tu vida es aterrador y emocionante al mismo tiempo. Cuando lo haces eso se convierte en la única manera en que puedes tener éxito, porque las excusas nos limitan y nos impiden crecer personal y profesionalmente. Sé dueño de tu vida, nadie más lo será.

Renuncia a tu mentalidad fija

El futuro pertenece a aquellos que aprenden más habilidades y las combinan de maneras creativas.
Robert Greene

Las personas con una mentalidad fija piensan que su inteligencia o talento son simplemente rasgos estáticos que no deben cambiar y que el talento crea éxito sin esfuerzo, pero están equivocadas.
La gente exitosa invierte una cantidad inmensa de tiempo todos los días para desarrollar una mentalidad de crecimiento, adquirir nuevos conocimientos, aprender nuevas habilidades y cambiar su percepción para beneficiar sus vidas. Recuerda: quien eres hoy no es quien tienes que ser mañana.

Olvídate de las soluciones instantáneas

Cada día, en todos los sentidos, me estoy poniendo cada vez mejor.
Émile Coué

Las personas exitosas saben que hacer pequeñas mejoras cada día dará resultados a largo plazo. Es por eso que se debe planear para el futuro, pero centrándose en el día que está por delante.

Renuncia a tu perfeccionismo

Disponibilidad supera perfección.
Khan Academy's Development Mantra

Nada será perfecto, no importa lo mucho que lo intentemos. El miedo al fracaso (o incluso el temor al éxito) a menudo nos impide ponernos en acción y poner nuestra creación en el mundo, pero muchas oportunidades se perderán si esperamos a que las cosas estén bien.

Renuncia a la multitarea

Nunca llegará a su destino si se detiene y arroja piedras a cada perro que ladra.
Winston S. Churchill

La gente exitosa sabe esto. Es por eso que eligen una cosa y luego la convierten en su misión. No importa de qué se trate --una idea de negocio, una conversación o un entrenamiento, estar plenamente presente y comprometido con una tarea es indispensable.

Abandona tu necesidad de controlarlo todo

Algunas cosas dependen de nosotros, y algunas cosas no dependen de nosotros.
Epicteto, filósofo estoico

Diferenciar estas dos cosas es importante. Olvídate de lo que no puedes controlar y enfócate en lo que sí depende de ti, incluso si, a veces, lo único que podrás controlar es tu actitud hacia algo.

Abandona la obligación de decir "sí" a las cosas que no apoyan tus metas

El que logra poco debe sacrificar poco, el que logra mucho debe sacrificar mucho.
James Allen

Las personas exitosas saben que para lograr sus metas tendrán que decir "no" a ciertas tareas, actividades y demandas de sus amigos, familiares y colegas. En el corto plazo puedes sacrificar un poco de gratificación instantánea, pero cuando tus metas lleguen a buen término todo valdrá la pena.

Abandona a la gente tóxica

Eres el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo.
Jim Rohn

Las personas con las que pasamos más tiempo se suman a lo que nos convertimos. Hay individuos que están menos realizados en su vida personal y profesional, y hay quienes están más realizados que nosotros. Si pasas tiempo con gente que se encuentra en un buen proceso de desarrollo personal, no importa lo desafiante que pueda ser, llegarás a tener más éxito. Observa tu alrededor y ve si necesitas hacer cambios.

Renuncia a la necesidad de agradar a los demás

La única manera de evitar pisar a la gente es no hacer nada importante.
Oliver Emberton

No podemos esperar que todas las personas piensen de la misma manera. Siempre habrá quienes se identifiquen contigo y quienes no lo harán, y eso no implica que alguien tenga la razón, sólo significa que somos seres complejos y singulares. Esto es totalmente natural, y por ello no hay necesidad de que justifiques tu manera de ser o de pensar.
Lo único que puedes hacer es ser honesto, dar algo bueno de ti cada día y saber que el creciente número de gente en desacuerdo significa que estás haciendo cosas que pueden incomodar o confrontar los prejuicios o las ideas de los demás pero ésa ya no es tu responsabilidad. El desacuerdo no es malo, es necesario para avanzar.

Renuncia a tu dependencia a las redes sociales y a la televisión

El problema es que crees que tienes tiempo.
Jack Kornfield

La navegación compulsiva en la web y la televisión es una enfermedad de la sociedad actual. A menos que tus objetivos dependan de estos medios, debes minimizar (o incluso eliminar) tu dependencia a ellos y dirigir ese tiempo hacia cosas que puedan enriquecer tu vida.


LAS DECISIONES VITALES




En mi opinión, las decisiones vitales son aquellas que te pueden cambiar la vida, para bien o para mal.

Son esas decisiones de suma importancia o trascendencia que se han de tomar en la vida cuando uno ha asumido la determinación de gobernar su vida y llevarla por donde considere adecuado.

Todos hemos tenido que tomar decisiones de este tipo, de esas que han marcado un antes y un después en nuestra vida, o que le han hecho dar un cambio muy notable, o que han influido en gran medida en otras personas.

Otras veces, lo que ha conseguido que nuestra vida sea distinta de como podría haber sido es el hecho de no habernos atrevido a hacer el cambio, o de haber aplazado demasiado una decisión, o de no haber sabido apreciar y valorar en su justa medida una situación, y por ese menosprecio y no prestarle la atención y dedicación que requería acabó tomándose la decisión por sí misma –o la tomaron otros-, o también se ha podido deber a nuestra incapacidad para hacerlo.

Todos hemos vivido o hemos conocido un caso de esta importancia extrema, en el que el hecho de tomar una u otra decisión ha modificado por completo o en gran medida la vida.

¿Qué hubiera pasado si en vez de casarte con tu marido o tu esposa lo hubieras hecho con otra persona distinta?

¿Qué hubiera pasado si hubieras estudiado más o hubieras elegido otra profesión u otra carrera?

¿Qué hubiera pasado si te hubieras enfrentado a aquella situación y hubieras tenido el valor de decir lo contrario de lo que dijiste, o de hacer lo contrario de lo que hiciste?

Muchas veces hacemos o no hacemos ciertas cosas porque no sabemos o porque creemos que no sabemos. Dentro de nosotros todos llevamos alguien que sí sabe. Algunos le llaman intuición. 

Para llevarse bien con la intuición, y que la relación con ella sea beneficiosa, hay que aprender a poner a un lado la mente y escucharla a ella directamente.

En toda decisión vital puede haber conflictos, ya que pueden presentarse algunos valores muy diferentes, o ideas contrapuestas, y ambos parecen tener las mismas posibilidades de veracidad o de aportación de beneficio, pero la mente pesa y sopesa, duda, tiembla ante la responsabilidad de tomar la decisión en uno u otro sentido.

Por supuesto que no siempre es así. A veces lo vemos muy claro y nos evitamos esta tensión. Pero, también puede ser que eso a lo que llamamos “verlo claro” no es sino una forma de evitar la reflexión, de enfrentarse a las propias dudas, y de evitar el conflicto que se genera cuando tenemos más de una alternativa.

Tomar decisiones puede implicar riesgo, pero es que también hay riesgo –y en ocasiones mucho más- en no tomar decisiones. 

¿Cómo se hace para tomar las decisiones vitales acertadamente?

Difícil pregunta cuyas respuestas se han de aceptar solamente si uno está de acuerdo con ellas porque resuenan en la forma de entender de cada uno.

Estas son algunas sugerencias:

- No tener miedo a las consecuencias.

- Entender y aceptar que existe la posibilidad de equivocarse.

- Confiar en la intuición.

- Considerar las emociones para que no engañen.

- Jugar también a hacer de “Abogado del diablo”.

- No compararse con otros ni comparar una situación con otra distinta.

- Cambiar la forma habitual de ver y hacer las cosas.

- No dejarse presionar.

- Pedir otras opiniones por si se ha escapado algún punto de vista.



Creo que todos tenemos una espinita clavada por alguna decisión en la que no acertamos, pero eso no ha de condicionar todas las que nos quedan por tomar.

Vivir es conciliar contradicciones. 

En esto nos va a suceder igual. Se trata de encontrar la mejor entre todas ellas. Y pasar a la acción.


Te dejo con tus reflexiones…





Francisco de Sales
buscandome.es

martes, 7 de febrero de 2017

Que la vida me perdone las veces que no la viví


Que la vida me perdone las veces que no la viví. Que me perdone los momentos en los que el miedo se adueñó de mí. Que me perdone aquellos pasos que no seguí por no desviarme de mi camino, llano y seguro, por no desviarme de aquello que ya conocía, por miedo a sufrir.
Que la vida me perdone por todo lo que he dejado de hacer. Por todo lo que he perdido al ser desconocido y por mí temido, al salirse de mi zona de confort. Que la vida me perdone por dejar de ser yo mism@ buscando mi camino, en lugar de pisar por el que otros ya habían recorrido.
Que la vida me perdone por mirar continuamente al pasado y recordar todo aquello en lo que me había equivocado. Y que también me perdone cuando miraba al futuro preguntándome por todo aquello que con otras decisiones en la vida yo podía haber sido.
►La vida es lo que es. La vida es el ahora, no lo que fue ayer. La vida es este instante, saboréalo antes de que pase.

Que la vida me dé fuerzas para aprender

Ahora que sé esto que escribo, que la vida me dé fuerzas para aprender de estos errores que he cometido. No pretendo encadenarme a los recuerdos de aquello que ya he vivido. No pretendo sufrir sin sentido, y aunque sé que la vida dista mucho de ser un camino de rosas, lo que pretendo es no volver a equivocarme siempre con lo mismo.
Pretendo reír hasta que las lágrimas se apoderen de mí o me duela la cara de pasar tanto tiempo así. Pretendo luchar por mis sueños hasta que de ellos sea su dueño. Pretendo hacer las cosas a mi manera y no preocuparme porque lo que haga en un futuro duela; nunca se sabe, no soy adivin@, igual, simplemente, no duela nunca lo que ahora viva.
►La vida no dura eternamente. No la desperdicies con los miedos que moran en tu mente. Vive cada segundo como si se fuera a acabar el mundo, porque eso es lo que te hará disfrutar de cada instante como si fuera el último.
Simplemente voy a vivir caminando a paso firme buscando aquello que me haga sentir bien. Aquello que merezca mi tiempo, mi esfuerzo y mi sonrisa, aquello que me haga feliz sin importar el cómo, el dónde y el con quién.
Voy a mirar hacia delante y a brillar con luz propia. No voy a dejar que me afecten las dudas de otros y se me claven en la mente como si fueran propias. No voy a temblar de miedo ante lo que aún no conozco, simplemente voy a lanzarme hacia delante y aprender poco a poco.


Que la vida me perdone y me dé tiempo para hacer todo lo que quiero

Pero, ante todo, que la vida me perdone por el tiempo que he desperdiciado mirándome al ombligo, preguntándome si todo podía cambiar, pero sin hacer nada para conseguir mi cometido. Y por eso, le pido a la vida que me perdone y me dé tiempo para que ahora que entiendo todo esto, pueda hacer todo lo que quiero y merezco.
Ahora he comprendido que solo si yo actúo y decido, las cosas cambian en cualquier sentido. Puede ser bueno o malo, pero quedarse donde estás por miedo a lo desconocido no ayuda a obtener las recompensas que crees que en tu vida has merecido.
►Mírate al espejo y visualiza cómo quieres ser. Ese es tu camino, esa es tu razón de ser.
No es más sabio el que menos sufre, sino el que no se rinde a pesar de lo sufrido. El que se mueve buscando un nuevo sentido a su vida. El que, aunque tiene miedo no duda en conquistarlo para lograr conseguir una nueva vida. El que sabe que, si no te mueves caducas, y si caducas te arrepentirás de no haberte movido.
Sé valiente y vive. Sé valiente y salta, corre, lucha, ríe y llora. Sé valiente ante el mundo porque para eso has nacido. Sé tú y que no le tengas que pedir perdón a tu vida. Porque aquello que no hayas vivido no vuelve a ti día tras día. Solo tenemos una vida ¡Haz que cuente! Y elige cómo vivirla.

Psicología/Lorena Vara González
https://lamenteesmaravillosa.com