lunes, 19 de septiembre de 2016

La Vitamina C es el suplemento imprescindible

La vitamina C es el suplemento imprescindible. Si sólo pudiera complementar mi dieta con un único suplemento, éste sería sin duda la vitamina C. Lo tomo a diario desde hace más de diez años, a razón de 1 gramo al día.  Estos son algunos de los principales motivos:




¿Necesitamos Vitamina C?
Casi todos los animales producen vitamina C en sus cuerpos, pero los seres humanos hemos perdido esta capacidad, no podemos elaborar nuestra propia vitamina C, por lo que debe ser aportada diariamente a través de la dieta. La vitamina C se encuentra casi exclusivamente en las frutas y las verduras, pero para aprovecharla debemos proteger estos alimentos de la oxidación del aire, de la luz, y de la temperatura ya que estos factores la destruyen. Si tenemos en cuenta que esta vitamina apenas se acumula en el organismo y que el 35% de la población española no consume siquiera dos piezas de frutas diarias, es posible que muchos de nosotros, sin presentar carencia, no consigamos las concentraciones adecuadas para obtener los beneficios asociados a esta vitamina.
Las necesidades de esta vitamina se pueden ver incrementadas en diferentes grupos de población como son los ancianos, embarazadas, lactantes, personas convalecientes, personas que padecen ciertas enfermedades que alteran el aprovechamiento de esta vitamina, el estrés, personas que realizan ejercicio físico intenso, la toma de anticonceptivos orales, fumadores o las personas que siguen dietas poco equilibradas con un abuso de carnes rojas y bajo consumo de vegetales. Muchos son los expertos que proclaman que los valores de referencia nutricionales para la vitamina C son insuficientes para conseguir unas concentraciones óptimas en nuestros tejidos y defienden utilizar unas dosis más elevadas de vitamina C a las cuales los estudios han demostrados los verdaderos efectos antioxidantes en la prevención de enfermedades crónicas o en la protección frente a las infecciones. Para crear un tejido conectivo fuerte, incluidos los revestimientos de las arterias coronarias, y permitir que el sistema curativo repare las heridas, se precisan ciertos niveles de vitamina C.
No esperes obtener efectos inmediatos del consumo regular de vitamina C, aunque puede disminuir la frecuencia con que se contagia un resfriado y en algunas personas, puede reducirse la tendencia a magullarse, el suplemento de vitamina C forma parte de una estrategía a medio y largo plazo para proteger el sistema curativo y potenciar su funcionamiento de tal manera que sea capaz de mantener en óptimas y saludables condiciones el bienestar cotidiano del cuerpo.
Beneficios principales de la vitamina C
  • La vitamina C participa en más de 300 funciones corporales.
  • Intervine en la producción del colágeno, ayuda a la curación y cicatrización de heridas.
  • Interviene en la formación de cartílago, huesos, dientes y vasos sanguíneos.
  • Su capacidad antioxidante hace que esta vitamina elimine sustancias tóxicas del organismo y neutraliza los radicales libres, evitando el daño que generan en el organismo.
  • Mejora el sistema inmune, potencia el sistema natural de defensa aumentando la resistencia frente a las infecciones.
  • Participa de forma activa en los procesos de desintoxicación que se producen en el hígado y reduce los síntomas provocados por las reacciones alérgicas.
  • Mejora la visión y ejerce función preventiva ante la aparición de cataratas o glaucoma.
  • Propiedades antibacterianas y antihistamínicas.
  • Disminuye los niveles de tensión arterial y previene la aparición de enfermedades vasculares.
  • Ayuda a prevenir o mejorar afecciones de la piel como eccemas o soriasis.
  • Aumenta la producción de estrógenos durante la menopausia, en muchas ocasiones esta vitamina es utilizada para reducir o aliviar los síntomas de sofocos y demás.
  • Mejora el estreñimiento por sus propiedades laxantes.
  • Previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
  • Evita el envejecimiento prematuro.
  • Facilita la absorción de otras vitaminas y nutrientes esenciales.
  • Facilita la absorción del hierro contenido en los alimentos de origen vegetal.
  • Es necesaria para la síntesis de la carnitina. La carnitina se encarga de llevar los ácidos grasos a las mitocondrias para la producción de energía.
  • También desempeña un papel importante en la síntesis del neurotransmisor “noradrenalina”. Los neurotransmisores son esenciales para el funcionamiento del cerebro y se sabe que afectan al estado de ánimo.
  • Previene enfermedades degenerativas como el cáncer y el Alzheimer.
Alimentos ricos en Vitamina C
Entre las frutas con más contenido en vitamina C destacan el kiwi, el caqui, la acerola, la papaya y la fresa. Entre las hortalizas y verduras destacan el pimiento rojo, el perejil, el brócoli y las coles de Bruselas.
Obviamente, no estoy –en absoluto- menospreciando el maravilloso jugo de naranja. No obstante, debemos tener en cuenta que la naranja no es precisamente una de las frutas con más contenido en vitamina C. En relación a la cantidad de vitamina C que aporta un vaso de zumo de naranja, nos encontramos con que un vaso de 250 ml contiene 135 mg de vitamina C. Si tenemos en cuenta la cantidad diaria recomendada de esta vitamina, descubrimos que un único vaso de jugo de naranja nos aporta algo más del 100%.
Anteriormente se creía que el zumo de naranja perdía su contenido en vitamina C a los 15 ó 20 minutos de haberlo preparado. Sin embargo, estudios llevados a cabo recientemente han demostrado que no es cierto. Eso sí, debemos tener en cuenta que las verduras y hortalizas sí pierden hasta un 50% de esta vitamina cuando son cocinadas.
Jordi Casals/ datelobueno.com

domingo, 18 de septiembre de 2016

Amar a un ser humano

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas, contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive, son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni en si mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la Vida.
Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por si mismo, a su manera, apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tu desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.
Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables, permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tu mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, “este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto…si tú quieres recibirlo”.
Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando de si mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.
Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la Vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.
Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.
Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.
Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada “ser humano”, de la cual tu formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, amar a un ser humano es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.
HUMBERTO MATURANA

sábado, 17 de septiembre de 2016

CÓMO ESCAPAR DEL TORBELLINO INTERNO


Si el mundo parece girar como un torbellino, esto no quiere decir que vives en una época singular. El mundo "exterior" siempre ha sido una fuente de problemas y nunca de paz. El problema verdadero es cómo relacionarnos con un mundo así. 

¿Qué es el torbellino interno?

Torbellino es un término amplio. Existen muchas formas para describir sentimientos de preocupación, agitación, ansiedad y depresión. Sin embargo, si observamos hacia adentro, por lo general hay ciertos elementos comunes presentes. 
  • Pensamientos perturbadores que siguen repitiéndose.
  • Se siente como si esos pensamientos se hubiesen apoderado de nuestra mente.
  • Como resultado de sentirse fuera de control, experimentas un elemento de miedo.
  • La agitación interna crece entre más te dejas llevar por los sentimientos que provoca.
  • Encontrar la forma de salir de ese torbellino parece imposible, lo cual provoca una creciente sensación de impotencia.
Si te detienes por un momento y reflexionas en aquello que te ha hecho sentir preocupado o deprimido, en especial si está ocurriendo en este momento, observarás estos atributos mentales. Para escapar de tu remolino interno, debes revertir cada uno de ellos.
  • Hay que ponerle un alto a los pensamientos inquietantes.
  • Es necesario sentir que no eres víctima de tu mente y emociones.
  • Debes liberarte del miedo.
  • La agitación interna necesita disminuir día tras día.
  • Debes volver a sentir que tienes el poder suficiente para recuperar el control.

Cómo escapar del torbellino interno

¿Cómo lograrlo si parece tan fuera de tu alcance? Para comenzar, date cuenta de que todos los elementos del torbellino mental desaparecerán de manera natural y espontánea cuando la mente se libere del estrés. Es normal sentirse preocupado en ciertas circunstancias, como cuando estás esperando los resultados de un examen médico. Cuando los resultados son buenos, tu mente regresa de forma natural a un estado libre de ansiedad. 
Este simple hecho nos da una clave valiosa. Nos dice que no debemos forzar nuestra mente a escapar del torbellino. La tranquilidad mental y el equilibrio son tu estado habitual. La agitación interna de todo tipo es provocada por nosotros mismos. Así que la mejor estrategia para escapar del torbellino interno es regresar a lo que tu mente quiere desde el inicio, que es estar en calma. ¿Cómo puedes ayudarle a hacerlo? 

He aquí algunas sugerencias, enraizadas en las tradiciones de sabiduría del mundo:
  1. Deja de alimentar tu torbellino interno. Reduce el estrés externo. Aléjate de conversaciones perturbadoras y de gente que decide afligirse por malas noticias y pensar en los peores resultados.
  2. Limita tu exposición al ciclo de noticias ininterrumpido de televisión e Internet. No hay necesidad de seguir alimentando la respuesta del estrés.
  3. Experimenta la tranquilidad de centrarte en ti mismo. La mejor forma de hacerlo es a través de la meditación cotidiana.
  4. Cuando observes que estás en un estado de preocupación, tómate unos minutos para ti mismo en un lugar tranquilo y reencuentra tu centro. Respirar profundamente con los ojos cerrados tiende a ser muy efectivo.
  5. Cambia los pensamientos negativos por positivos, tan pronto como lleguen a ti.
El último punto es necesario porque la mayoría de tus pensamientos negativos nacen por hábito y condicionamientos antiguos. Siguen regresando si no los reemplazas y su regreso repite el pasado una y otra vez. Reemplazar los pensamientos negativos tan pronto como aparecen requiere un compromiso; es mucho más fácil dejarnos llevar por la inercia. Sin embargo, si quieres dejar de ser víctima de tus pensamientos, no debes dejar que vaguen libres por tu mente.

Cómo practicar el pensamiento positivo

Estos son el tipo de pensamientos positivos que pueden liberarte de antiguos condicionamientos.
  • Si comienzas a preocuparte, mejor piensa: "Nunca he mejorado una situación al preocuparme por ella".
  • Si experimentas signos de miedo o ansiedad, mejor piensa: "El miedo es sólo una reacción. En realidad no me dice nada que necesite saber".
  • Si te visita un viejo recuerdo que te recuerda un pensamiento negativo, mejor piensa: "Ya no soy esa persona".
  • Si una situación te hace sentir estresado, piensa en cambio: "No soy una víctima, Puedo cambiar mi respuesta a esta situación”.
Estos son sólo ejemplos, pero el principio general siempre es el mismo: no dejes entrar a los pensamientos desagradables. Diles que no son necesarios y que pueden irse. Si continúas con esta táctica en mente, experimentarás un cambio personal. En lugar de alentar y tolerar pensamientos y sentimientos negativos, alentarás el regreso del equilibrio mental.

Las tradiciones de sabiduría del mundo nos enseñan a no luchar contra nuestra mente, porque es una batalla perdida, es mejor buscar la capacidad natural de la mente de autocorregirse. Ése es el secreto para escapar del torbellino interno. 

Dr. Deepak Chopra
https://choprameditacion.com