viernes, 16 de septiembre de 2016

Qué placer que me importen solo a los que yo les importo

 Qué placer que me importen solo a los que yo les importo

Cuando echamos la vista atrás y nos damos cuenta del tiempo que hemos perdido luchando por la aprobación, la amistad o el amor de otras personas descubrimos que el tiempo es oro, que la vida pasa muy rápido y que no queremos volver a malgastar ni un minuto más actuando de esa forma.
En un principio estamos dolidos o indignados con nosotros por permitir que eso ocurra, pero también hemos ganado en madurez y progresivamente, lo que iba a ser un olvido amargo se convierte en un olvido indiferente que no tiene nada más que decirnos sobre lo que acabamos de pasar.
Vamos conociendo a otras personas y cada vez mejoramos más respecto a nuestra puntería o el tiempo que necesitamos para saber si valen la pena o simplemente quieren aprovecharse de nosotros y de la situación.

Los olvidos son cada vez más cortos, las etapas se cierran con portazo pero no con ira, la indiferencia vuelve otra vez a nuestra vida y cada vez se hace más placentero todo porque se ajusta a lo que queremos.
Si algo no nos aporta risas, no es útil, no nos da belleza o amor…¿para qué guardarle un lugar? Ese lugar debe estar reservado a otras personas que sí se lo merecen, porque les importamos y el hacernos daño es lo último que harían.

Es un placer que solo me importen unas personas y no otras

Cuando nos importan unas personas y no otras, es porque hemos aprendido a ser hábiles para detectar a farsantes o mentirosos. Nuestro tiempo gana en calidad y significado. No hay medias tintas, la comunicación fluye y nuestro corazón se llena de cosas buenas. Aprendes a estar en la situación y a no esperar una llamada que tarda o un mensaje que no viene de vuelta.
No estamos ansiosos por lo que pueda pasar, ni desconcentrados en todo lo que hacemos. No pasamos días enteros tristes o resolviendo malentendidos, por discusiones que no terminaron resolviéndose, que además son “el pan de cada día”.



No hay ya más lugar para la angustia. Nuestro cuerpo y nuestra mente están cansados. Los juegos, las adivinanzas y la tensión cuando están nuestros sentimientos de por medio ya no nos resultan divertidos.
Estamos exhaustos de cómo nos dejan esas personas, sin energías. Necesitamos esas energías para reír, para hacer cosas que nos emocionen y para los que nos quieren. La ruleta rusa emocional ha acabado con nuestra paciencia.
“Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.
No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza.
Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme.
Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos.
No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío.
No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible.
En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.
No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar.
Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales.
Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia”
-Meryl Streep-

Qué placer importarles a los que a mi me importan

Es un verdadero placer quedar con alguien para hacer planes y no estar pensando en qué hacer o qué decir para agradarle o para intentar que te preste más atención. Es un verdadero placer porque de repente te importa lo que sucede a tu alrededor y no lo que pasa por tu cabeza una y otra vez.
Es un placer que te sonrían, que te pregunten cómo estás, que no quieran empezar a hablar antes de que tú no has terminado de contar aquello importante para ti. Es un placer que aunque estén cansados, puedan sonreírte y mirarte a los ojos aunque estén empañados por el cansancio, como si no pudieran despedirse de ti sabiendo que de verdad estás bien.


Es un verdadero placer hacer bromas y que las otras personas las sigan y no estén absortos todo el tiempo, como si pareciera que pudieran estar en otro sitio pasándolo mejor. Es un placer que te hagan cumplidos, que te digan que te han echado de menos y cuándo volveréis a veros.
Que te abracen, que te digan que te quieren. Que te escriban sin importarles que solo hace unos minutos que os despedisteis. Que no midan el cariño que están dando y que no inventen una estrategia de cómo debe ser vuestra relación…
Pero lo más importante es que hagan esto cuándo de verdad importa y no sólo cuándo se han dado cuenta de que deben cambiar cuando ya te han perdido. Eso es lo más importante. Dar y recibir en el ahora y siempre es el verdadero placer de que me importen solo a los que yo les importo.


Cristina Roda Rivera
Psicóloga,Especialista Máster en Psicología clínica y social.
en La Mente es Maravillosa

jueves, 15 de septiembre de 2016

El niño y su mascota del alma


Uno de los más desconocidos y maravillosos escritores franceses, Anatole France, pronunció una frase que toca el corazón: “hasta que hayas amado a un animal, una parte de tu alma estará dormida”. Por eso el niño y su mascota son capaces de crear vínculos que nada ni nadie podrá romper jamás.
Es cierto que el amor es uno de los sentimientos más maravillosos que puede albergar el corazón de un ser humano. Pero no es exclusivo. También los animales son capaces de sentir con tanta o más pasión e intensidad que nosotros.

La importancia del vínculo entre el niño y su mascota

Puesto que tener el amor incondicional de un animal es un gesto maravilloso, es importante pensar en favorecer la adopción de una mascota que sirva como vínculo para nuestros pequeños y les aporte valores y felicidad. Además, al ser suya, es otra “excusa” para que poco a poco se vayan adquiriendo responsabilidades
“Quién podría creer que no hay un alma tras esos ojos iluminados"
Theophile Gautier


En este sentido, uno de los organismos que más ha estudiado y defendido las ventajas de permitir que nuestros niños se desarrollen junto a una mascota es la Fundación Affinity. Esta organización ha realizado un buen número de estudios en los que demuestran la importancia y beneficios del vínculo animal.
De sus conclusiones se extraen innumerables beneficios para nuestros niños, pues suele mejorar la calidad de vida de toda la familia, la reducción del estrés, el índice de depresión e incluso el equilibrio físico y mental.

La relación entre un niño y su mascota

En el caso de los niños, según los estudios realizados por la citada fundación, también hay una serie de beneficios que permitirán que nuestros niños sean más plenos, felices, autónomos, responsables y cariñosos. Veamos pues cómo mejora el desarrollo educativo y social del pequeño:
  • Un niño que tiene una mascota a la que adora se suele hacer responsable de su cuidado y alimentación de forma autónoma, altruista y generosa. Como es obvio, todos estos valores se potencian gracias al vínculo con el animal.
  • El niño que se siente responsable de un animal y goza de sus cuidados mejora en gran medida su autoestima. El chico se siente útil, sabe que hace un buen trabajo y gana mucha confianza en sus posibilidades y capacidades.
  • El buen ambiente que genera la relación entre un niño y su mascota permite también que este pequeño mejore su integración familiar. Un animal puede ser un nexo de unión muy fuerte entre los miembros de un grupo.
  • El hecho de que un chico aprenda a respetar a su mascota desde muy niño, también le permitirá tomar conciencia de la necesidad de respetar a otras personas, a su entorno y al medio ambiente.
  • El chico que cuida de su mascota sabiendo que lo hace bien gana en seguridad y competencia.De esta forma se sentirá más responsable, pero a la vez con un mejor equilibrio emocional. De hecho, el 46% de los pequeños consideran a su compañero animal como una fuente de apoyo emocional muy fuerte.
  • Una mascota es un apoyo excelente para el pequeño en malos momentos. La tristeza o el miedo son mitigados gracias a la compañía del animal, que se ofrece de forma incondicional a ayudar a su joven amigo. 

  • “No existe mejor psiquiatra en el mundo que un cachorro lamiendo tu cara”
Ben Williams

Cómo crear el vinculo entre el niño y su mascota

Para que se cree un vínculo entre un niño y una mascota, hemos de tener en cuenta una serie de preceptos importantes:
  • No puede ser forzado. Ha de surgir de forma natural. No obstante, si el chico adopta responsabilidades como asegurar que el animal come, tiene agua limpia o está bien lavado, el vínculo aparecerá.
  • En los paseos, es importante que el pequeño acompañe al adulto y participe de la experiencia. Esto también ayudará a la creación del vínculo de forma natural.
  • Además de la responsabilidad, el niño debe reconocer a la mascota como fuente de juegos y entretenimiento. Ambos forjarán de esta forma una unión indisoluble y muy enriquecedora.

Otros datos de interés sobre niños y mascotas

Según los estudios llevados a cabo por la Fundación Affinity, aquellas personas que tuvieron contacto con mascotas en la infancia suelen tener menos problemas en las relaciones interpersonales, son más alegres y motivados, y se suelen sentir menos amenazados.
Es buena idea lograr que un niño y su mascota del alma creen un vínculo indisoluble que les marcará la vida y les hará más felices, plenos y alegres. Un gesto bonito que nos acompañará para siempre.

Psicología/Pedro González Núñez

miércoles, 14 de septiembre de 2016

El cantero


Había una vez un cantero que estaba insatisfecho consigo mismo y con su posición en la vida. Un día pasó por la casa de un rico mercader. A través de la verja abierta, vio muchas hermosas pertenencias e importantes visitantes. ” ¡Cuán poderoso debe ser este mercader!”, pensó el cantero.
Se volvió muy envidioso y deseó poder ser como el mercader.
Para su sorpresa, se vio de repente convertido en el mercader, disfrutando más lujos y poder del que nunca hubiera imaginado, pero envidiado y detestado por aquellos menos ricos que él mísmo. Pronto, pasó un funcionario de alto rango, llevado en una silla , acompañado por sirvientes y escoltado por soldados batiendo gongs. “Cuán poderoso es este funcionario” pensó, “quisiera ser un oficial de alto rango”.
Entonces se vio convertido en el oficial, llevado en volandas a todas partes, temido y odiado por todo el mundo que le rodeaba. Era un caluroso dia de verano, así que el oficial se sintió incómodo y la silla se volvía pegajosa. Miró arriba al sol. Brillaba orgullosamente en el cielo, sin ser afectado por nada. “Cuán poderoso es el sol” pensó. “Quisiera ser el Sol”. Entonces se vio convertido en el Sol, brillando con fuerza, secando los campos, maldecido por los granjeros y obreros.
Pero una gigantesca nube se interpuso entre él y la tierra, impidiendo que sus rayos llegaran más abajo. “Cuán poderosa es esta nube”, pensó, ” Quisiera ser una nube” Entonces se convirtió en la nube, inundando los campos y los pueblos, odiada por todos los que se encontraban bajo ella.
Entonces se dio cuenta de que era arrastrado por el viento “Cuán poderoso es el viento” pensó, “quisiera ser el viento”
Entonces se convirtió en el viento, levantando las tejas de las casas, arrancando árboles y odiado por todos. Pero tras un rato, se encontró con algo que no podía mover, por mucho que soplara contra ella: una inmensa, poderosa roca, más poderosa que cualquier otra cosa sobre la faz de la Tierra.
“Cuán poderosa es esta roca” pensó, “quisiera ser esta roca”. Entonces se convirtió en la roca, más poderosa que cualquier otra cosa sobre la tierra. Pero mientras que permanecía allí, oyó el sonido de un martillo golpeando un cincel sobre su superfície dura. La golpeaban y sintió que estaba cambiando.
“¿Qué puede ser más fuerte que yo, la roca?” pensó.
Miró hacia abajo y vio la figura de un cantero.

Benjamín Hoffman. “The Tao Of Pooh”
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com