domingo, 11 de septiembre de 2016

Si te escondes. . .



Si te escondes, te borras del mundo…
Si lo escondes, te estalla en la cara, te deja seco cuando empiezas a andar hacia el que crees que es tu destino.
►No hay destino dulce para quien no saca la basura del pasado.
Si te lo callas, se te acumula dentro y se hace una cabaña, una casa, un palacio que crece y lo conquista todo a su alrededor.
Si te quema, siempre queda una brasa, siempre te perfora porque no lo sueltas…
Cuando te aferras a algo, se te pega, se te impregna y ocupa tu lugar. Habla por ti. Sueña por ti. Decide por ti. Todo lo que cargas y arrastras, se pone tus zapatos y ocupa tu vida. Se cuelga tus medallas, bebe tus copas, besa a tus amantes y sale a pasear con los tuyos al lado del mar.
Lo que asfixias y sofocas, encuentra salida. Desborda el cauce, llega al mar, arrastra tu conciencia, tus recuerdos hermosos, tus ilusiones reprimidas… El dolor siempre supura, siempre busca salida, siempre se dibuja en las facciones… Siempre araña tus paredes interiores con sus garras exhaustas de querer liberar…
Lo que no quieres ver siempre brilla más, siempre grita más, siempre huele tanto que aturde tus sentidos… Su aroma intenso se cuela en tus poros, invade tu ser y te obliga a mirar.
Y si no lo miras, te sujeta de la garganta, te comprime el pecho y te invade los ojos hasta que te llega el mensaje “estoy aquí”. Y siempre está, aún cuando lo evitas y buscas caminos donde no encontrarlo…
Cuanto más cierras lo ojos más aparece en tus pensamientos…
Cuanto más lo esquivas, más vuelve a ti.
Cuanto menos pronuncias su nombre, más reverbera en tus oídos.
Si lo niegas, se reafirma.
Si lo pisas, crece.
Si lo escondes, se convierte en gigante.
Devora tus lamentos… Tus quejas lo hacen enorme, rotundo, macizo… Lo engordan hasta estallar. Y cuando estalla, se dispersa y subyace en todo, lo cubre todo de imposibles y te niega, te paraliza, te convierte en invisible.
La única forma de vencerlo es tocarlo. Es acercarse, mirarlo a la cara, encajar lo que dice, escuchar sus palabras, aprender sus lecciones y dejarlo marchar.
Tomar las riendas y domar a la bestia. Montarse en sus penas y susurrarle al oído que es la hora de dejar de llorar. Calmar su sed, abrigar su frío… Cogerla de la mano y compartir sus miedos.
Abrir la cerca e invitarla de salir. Que salga, que corra, que vaya lejos y que vuelva cuando ya no le quede una pizca de dolor…
Huir es siempre postergar el dolor, adormecer al miedo para que no grite… Cerrar la herida en falso sin limpiar, tapiar sin sacar la basura… Reír sin haber sacado las lágrimas acumuladas… Empezar de nuevo sin antes haber podido acabar…
No puedes comprometerte contigo mismo si todavía no te amas.
No puedes amarte sin no conoces, si no te perdonas.
No puedes perdonarte si te escondes.
                                                                                                                                Merce Roura
https://mercerou.wordpress.com


sábado, 10 de septiembre de 2016

Reiki para animales


Cada vez es mayor el interés y el conocimiento por los cuerpos no físicos de los animales, especialmente de aquellos con quienes convivimos y compartimos nuestra existencia. De hecho, el post más comentado de este blog es “¿A dónde van los animales cuando mueren?” sobre espiritualidad y reino animal.
En esta línea, la Dra. Lucila Ferrini, médica veterinaria homeópata / naturópata argentina, nos habla en este artículo sobre el reiki y las terapias energéticas en su consulta diaria.


Estamos transitando una etapa de la vida donde todo lo natural, verde, ecológico, entre otras cosas, hace furor. Buscamos una alimentación mejor para nuestras familias, acercarnos a yoga, meditación y relajarnos para poder escaparle a las enfermedades.  Hoy vengo a contarles, como veterinaria, que tenemos muchas terapias naturales para cuidar a nuestras mascotas de una forma más saludable. A pesar que habitualmente nos ocupamos de sus necesidades básicas como alimentación, paseos y veterinaria, es preciso que atendamos su esencia en forma holística. Hoy, le tocarà el turno al Reiki, como el titulo lo anticipaba.
Para los conocedores de esta bella disciplina, les gustara saber que también pueden ayudar a sus animales, pero para los que no entienden de qué trata, es un buen momento para iniciarse.
Reiki es una palabra de origen japonés que significa: Rei (universal, referido a la parte espiritual) y Ki (energía o fuerza vital individual). Un buen resumen sería: estamos frente a una Energía Espiritual. Se trata de una herramienta que todos poseemos en nuestro interior desde el nacimiento. La  utilizamos para que en la práctica en cualquier ser vivo, ya sean animales y plantas, se pueda retornar a su estado original o de conciencia. Los animales poseen no solo un cuerpo físico sino que también tienen un cuerpo emocional, energético y espiritual , donde guardan su memoria afectiva con recuerdos de maltratos, abandonos y miedos que deben ser atendidos igual que una herida en una urgencia veterinaria.
Debemos aclarar que no se trata de una promesa de curación, sino que mediante el equilibrio del sistema energético de nuestro paciente podremos obtener mejores resultados en todos los tratamientos naturales o convencionales para aliviar dolores físicos, disminuir miedos, bajar el estrés o la intensidad de gruñidos, entre otros. Ayuda a que los cambios se acepten con mayor facilidad. De normal  actúa de manera rápida en casos agudos y en un modo más lento de cara a los crónicos. Se trata de una terapia no invasiva, indolora y sin contraindicaciones.
No debemos olvidar que durante una sesión con animales, los maestros de esta técnica son ellos mismos. No es necesario someterlos. Nuestros compañeros peludos solos van a querer o no la sesión. A veces, cuando creemos que es un  buen momento, para ellos no lo es y se alejarán o acercarán a nosotros según lo deseen o sientan. Pueden simplemente rechazarnos o acercarse, aunque solo sea por curiosidad y, al notar que les alivia, quedarse a nuestro lado.
Los dueños pueden presenciar la sesión y hasta participar de ella, ayudando con su propia energía. Todo lo que ocurra durante una sesión será beneficioso para el animal. Otra creencia que debemos desmitificar es que no es necesario “aplastarlo bajo mis manos”, puede permanecer en el mismo ambiente ya sea cerca o lejos de mí. Normalmente, con varias sesiones, ya reconoce que esa persona algún bien le está causando y los cambios  de actitudes se observan rápidamente. Los tratamientos suelen durar entre 30 y 60 minutos, según lo requiera el animal, donde veremos suspiros, bostezos  o profundos sueños.
Espero haberles dado una nueva visión, más global, para equilibrar la salud de tu compañero.
¿Se animan al cambio?
Por Dra. Lucila Ferrini
Médica veterinaria Homeópata / Naturópata
www.sanaanimalia.com
http://www.elblogalternativo.com/

viernes, 9 de septiembre de 2016

El arte de la atención y del foco para la vida

Los grandes maestros de la arquería insisten en que "todo está en saber apuntar": cómo ponemos los pies, cómo sostenemos el arco, cómo respiramos en el momento de soltar la flecha…. Todo determina el resultado final.


En la década de 1920 un alemán llamado Eugen Herrigel fue a vivir a Japón y comenzó a entrenar con el legendario maestro de la arquería: Awa Kenzo.

Kenzo sostenía que los principiantes deben dominar los conceptos fundamentales de la arquería antes de intentar disparar una flecha a un objetivo verdadero y llevó ese método al extremo. Durante los primeros cuatro años a Herrigel sólo le permitió disparar a un pequeño rollo de paja a dos metros de distancia.
Cuando finalmente al alumno le fue permitido disparar a un blanco situado en el extremo opuesto de la sala de práctica, los resultados fueron decepcionantes. Las flechas se desviaban de curso y Herrigel se desalentaba cada vez más. Herrigel estaba convencido de que su problema era que apuntaba mal pero Kenzo le contestaba que el problema no está en apuntar : el resultado depende de cómo nos aproximamos a nuestra meta.
Frustrado con su maestros, Herrigel le espetó: "Entonces uno podría dar en el blanco con los ojos vendados."
Kenzo guardó silencio un minuto y luego dijo, "Venga a verme esta noche."

Arquería, con los ojos vendados
Una vez llegada la noche, los dos hombres volvieron al patio donde estaba la práctica. Kenzo se aproximó al lugar de tiro desde donde no se venía el blanco. Si puso en posición de tiro, tensó el arco y disparó la primera flecha en total oscuridad.
Inmediatamente disparó una segunda flecha. La segunda había hecho trizas la primera, que había dado en pleno centro del blanco.

 El secreto está en saber apuntar
Los grandes maestros de la arquería insisten en que "todo está en saber apuntar: cómo ponemos los pies, cómo sostenemos el arco, cómo respiramos en el momento de soltar la flecha " Todo determina el resultado final.
En el caso de Awa Kenzo, el maestro estaba tan consciente del proceso que llevaba a un tiro exitoso que podía repetir los movimientos internos aun sin ver el objetivo. Esta toma de conciencia total de cuerpo y mente con relación al objetivo se conoce en Japón como zanshin.

El enemigo del perfeccionamiento

Hay un famoso proverbio japonés que dice, "Después de ganar la batalla, ajusta tu escudo." 
Dicho de otro modo, la batalla no termina cuando ganas. La batalla solo termina cuando pierdes tu sentido de compromiso y cuando dejas de prestar atención. Esto también es zanshin: la acción de vivir en estado de alerta aunque el objetivo ya se haya logrado.

►Se puede trasladar esta filosofía a muchas áreas de la vida.
  • Escribir: La batalla no termina cuando publicas un libro. Termina cuando te consideras un producto terminado;  cuando pierdes la vigilancia que hace falta para seguir mejorando tu oficio.

  • Fitness: La batalle no termina cuando llegas al estado que buscabas. Termina cuando pierdes la concentración y faltas al entrenamiento o cuando pierdes perspectivas y entrenas de más.

  • Emprendimientos: La batalla no termina cuando haces una buena venta. Termina cuando te vuelves arrogante y complaciente.

El enemigo del perfeccionamiento no es ni el fracaso ni el éxito. Es el aburrimiento, la fatiga y la falta de concentración. Es una falta de compromiso con el proceso porque el proceso es todo.

El arte del Zanshin en la vida cotidiana
"Habría que encarar todas las actividades y situaciones con la misma sinceridad, la misma intensidad y la misma atención que uno pone cuando va a tirar al blanco" , dice Kenneth Kushner, en One Arrow, One Life
Vivimos en un mundo obsesionado con los resultados y tendemos a poner demasiado énfasis a dar en el blanco. Si, en cambio, ponemos esa intensidad y ese foco en el proceso (cómo ponemos los pies, cómo sostenemos el arco, cómo cargamos el arco y cómo respiramos cuando soltamos la flecha) entonces dar en el blanco será simplemente un efecto secundario.

La clave está en no preocuparse por dar en el blanco. La clave está en enamorarse del aburrimiento de hacer el trabajo y abrazar con entusiasmo cada paso del proceso. 

►El objetivo es tomar ese momento de zanshin, Ese momento de total conciencia y foco y llevarlo con nosotros a cualquier parte de la vida.

No es el objetivo lo que importa. No es la línea de llegada lo que importa. Lo que importa es la forma en que encaramos el objetivo. Todo está en la forma en que apuntamos.

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